Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Whirlaway

El loco que se ciñó la Triple Corona

Editado por Juan Macedo

 

Para el aficionado de hoy, para el que oye contar las proezas de los caballos de antes, no valen los esfuerzos del hombre cercano al caballo para que éste enderece sus pasos hacia metas de grandeza. No ha habido sobre las pistas de carrera, un caballo más loco y más difícil que Whirlaway. Sólo la paciencia, cariño y comprensión de Ben Jones hizo posible el milagro de que “Whirly” llegara a ser uno de los purasangres más famosos de los Estados Unidos. Nació el 2 de abril de 1938 en el Calumet Farm. Era hijo de Blenheim II, brillante ganador del Epsom Derby que también tenía la gloria de haber engendrado a Mahmoud, también ganador de tan notable carrera. La madre era Dustwhirl, ganadora clásica que había producido, a su vez, dos ganadores clásicos antes de Whirlaway. Era hija de Sweep y venía de Ben Brush y de la notable raza de Dominó.

 

Whirly” no fue precoz. Se distraía en el starting gate en el momento de la partida. Con tal costumbre, no podía servir para carrera de velocidad a la edad de 2 años. Por eso corrió 5 y apenas ganó una, de poca importancia. Lo sacaron de Chicago y lo enviaron a Saratoga. Las cosas mejoraron un poco. Disputando el United Hotel Stakes, estaba último hasta entrar en la recta final. Desarrolló tanta velocidad en ese trayecto, que por sólo un cuerpo no alcanzó a derrotar al excelente Attention.

 

Su siguiente carrera, el Saratoga Special, le presentó a un rival poderoso por su velocidad: New World. Whirlaway volvió a quedar último mientras el veloz rival sacaba toda la ventaja que quiso. En la recta volvió a desarrollar velocidad y con un ligero esfuerzo del jinete se tornó un huracán. “Whirly” ganó y se hizo el ídolo de la pista. Los públicos se complacen con esas atropelladas fantásticas y más si se hacen después de dar esas ventajas.

 

Después fue aquella desconcertante conducta del Gran Union Hotel Stakes. La carrera se supuso suya. Pero Whirlaway estaba en uno de esos días contradictorios y ni siquiera se le acercó a New World. Más tarde se redimió a medias ganando, en un lodazal, el Hopeful Stakes, derrotando a Attention, entre otros.

 

El Belmont Futurity decidiría el campeonato juvenil y por eso estaban reunidos, para disputárselo Attention, New World y Whirlaway, entre otros. Por allí se presentaron, a última hora, Our Boots y King Cole, que clasificaron primero y segundo. Whirlaway quedó tercero, superando por 2 cuerpos a New World que clasificó cuarto.

 

El desquite vino en la Myrtlewood Purse, en Keeneland. Whirlaway logró una impecable victoria sobre un recién llegado de nombre Blue Pair. Kentucky le devolvió la confianza a su ídolo y se volcó a favor suyo apostándolo en el BreedersFuturity Stakes, donde el favorito era el ganador del Belmont Futurity. Salió mal, como de costumbre. Pero al acercarse a la raya, sacó un cuerpo de ventaja sobre Our Boots. La temporada la terminó con dos intentos. Perdió el Pimlico Futurity con Bold Irishman, pero ganó el Walden Stakes en 1700 metros y pista lodosa. Su campaña resumía 16 carreras, de las cuales ganaba 7. No obstante, se anunció que correría el Derby. Lo ungieron favorito y se estimó que era una selección lógica.

 

Whirlaway viajó a La Florida donde comenzó a entrenarse para el Derby. Caballo raro, resabioso y loco si se quiere, hizo de todo menos demostrar el gran caudal de calidad que iba a demostrar en la temporada. Estuvo a punto de que lo retiraran de la pista. Otra vez acudió a favor suyo la paciencia de Ben Jones.

 

Comenzó su temporada, perdiendo infortunadamente dos carreras y demostrando algo nuevo: incapacidad para correr en la recta final. No obstante, lo hicieron favorito en el Blue Grass Stakes. La gente imaginó que los dos fracasos de La Florida eran por ser carreras de tanteo. O dicho de otra manera, que no iba a la pelea. Nunca Whirlaway corrió más desastrosamente. Encima de largar con retardo, se abrió mucho en la curva final. Nunca fue un caballo que sintió predilección por la valla interior y por ese afán perdía muchos cuerpos en las carreras.

 

Estaba a dos semanas del Derby y la posibilidad de Whirlaway era remota. Del Blue Grass Stakes regresó debilitado. Si fue nada en 1800 metros, en los 2000 metros del Derby su suerte estaba anticipada. Después, esa manía de correr más que los otros por alejarse de la baranda interior, era descorazonante.

 

Pero así y todo, fue al último ensayo del Derby. Fue el Derby Trial Stakes y con el jinete Wendell Eads encima, como siempre, Whirlaway perdió la carrera por su manía de abrirse en las curvas. La desesperación era tremenda porque el Derby estaba a cuatro días y Whirlaway, más terco que una mula en eso de no admitir su acercamiento a la valla interior.

 

Jones pensó que un milagro rehabilitaría al caballo. Y mandó a buscar a Eddie Arcaro para un lance final. Sólo Arcaro podía sostener a tan terca bestia en una ruta invariable. A pesar de sus resabios, Whirlaway fue favorito a la hora de correr el Derby.

 

Ese día, en del Derby de Kentucky, Whirlaway no se retardó. Largó cuarto, pero de inmediato se retrasó. Una cosa era cierta, el caballo lucía tranquilo y al parecer contento de correr como Arcaro se lo imponía. Adelante iba un gran sprinter, Dispose. Cuando alcanzaron la recta opuesta, Arcaro hizo que Whirlaway avanzara un poco y se colocara en mejor posición entremetiéndose en el pelotón. El resultado fue sorprendente. El gran Whirlaway, cuya estampa era inconfundible por la larga cola que lo caracterizaba, fue largado en la curva final. Y al entrar en la recta, parecía una máquina de retropropulsión. Arcaro lo pegó a la valla, a la que nunca quiso mirar de cerca, y comenzó a avanzar con tanta fuerza que terminó los últimos 400 metros en menos de 24 segundos y agenciaba un tiempo total de 121”2 para 2000 metros, ganando en las manos, con más de 8 cuerpos de ventaja.

 

Así ganó la Preakness Stakes, segundo evento de la Triple Corona. Y con el artífice Arcaro sobre su silla, fue a la Belmont Stakes, último escalón de la tiara equina, haciendo poco menos que “walk-over”. Ganó como Arcaro quiso, en 2400 metros, galopando siempre, siendo el caballo más sereno, más serio, mas fácil que se conoció alguna vez. Había, sin duda, una diferencia entre el pulso de Eddie Arcaro y el de Wendell Eads, su anterior jinete.

 

Después ganó el Dwyer Stakes. Market Wise le dio una pelea mortal y puso en aprietos a Whirlaway. Ganó por un cuerpo y se mostró cansado, como resentido por los frecuentes esfuerzos recientes.

 

Le dieron un descanso y reapareció en el Arlington Classic. Se topó con Attention, su viejo rival de sus días locos. Whirlaway hizo maravillas, pero perdió por dos razones: porque Attention era bueno y aguantaba todo y porque Whirlaway le daba 5 libras de ventaja.

 

Lo llevaron a Saratoga y ganó una carrera dramática, como no la ganó caballo alguno en su campaña. Sin Arcaro en la silla, el cabalo volvió a sus viejas mañas. Tiraba hacia el centro de las pistas y hacia cuanto le venía en ganas. Por eso War Relic se pegó a la baranda a todo lo largo de la carrera. Pareció ganar, pero la foto final dejó ver la punta de la nariz de Whirlaway en ventaja. Ese fue el margen logrado para ganar el Saranac Handicap. Ganó luego el Travers Stakes, carrera donde tuvo dos opositores mediocres.

 

El American Derby le presentó mejores enemigos, pero males de todas maneras para correr con él. Ganó el Lawrence Realization en 2600 metros. En el Narragansett Special, War Relic tomó venganza derrotándolo. Y Market Wise metió record de pista en 3200 metros para ganárselo en el Jockey Club Gold Cup. Fue esa su última carrera de la temporada.

 

En 1942 se mostró como el mejor caballo de handicap. Ganó 11 de las mejores carreras de ese tipo. Una de ellas fue la Clark Handicap, con 127 libras de peso. En la Dixie Handicap derrotó a Attention, dándole 4 libras, luciendo aquella atronadora atropellada que lo hizo simpático.

 

En el Brooklyn Handicap marcó récord de pista en 2000 metros, derrotando a Swing and Sway. En la Massachusetts Handicap pasó a ser líder del dinero en el mundo, superando la marca de Seabiscuit.

 

Cuando Whirlaway alcanzó tal honor, cargaba los pesos más altos en las pistas, era el más veloz en los finales y rompía los récords para las distancias. O sea, que ganaba el título de caballo más productivo en el mundo, siendo a la vez el mejor caballo de los Estados Unidos.

 

Más tarde ganó la Narragansett Special. Y luego vino la Jockey Club Gold Cup, que en el año anterior había perdido con Market Wise. Fue una carrera mortal porque tuvo que vérselas con aquel gigante matador de caballos que se le conoció por el nombre de Alsab. Su campaña de pista terminó con cuatro clásicos más: el Washington Handicap, el Pimlico Special (en walk-over), el Governor Bowie Handicap y el Lousiana Handicap, donde terminó con una fuerte lesión en un tendón. Con ellos hizo subir sus ganancias hasta $560.911, la suma más alta ganada por un caballo en las pistas para esa época, producto de 32 triunfos, 15 segundos y 9 terceros en 60 salidas.

 

Fue enviado al Calumet Farm donde cumplió papel como semental, destacando por intermedio de Scattered, Whirl Some, Dart By, Rock Drill (madre de Lady Pitt), Going Away, Whirling Fox, Duchess Peg, Whirl Flower, entre otros. Pese a que dejó el territorio norteamericano para morir en Francia (Haras de Fresnay-le-Buffard del Sr. Marcel Boussac) el 6 de abril de 1953, se recuerda a Whirlaway como el triple coronado más rápido, más fuerte, más loco y más brillante de cuantos lograron tal galardón. Fue incluido en el Salón de la Fama del Hipismo Norteamericano en el año 1959.

 

Eddie Arcaro mismo lo recordará siempre como el caballo que buscó un amigo, un humano que lo comprendiese. Encontró a Ben Jones y lo tuvo a él mismo, a Arcaro durante una temporada.

 

Fuentes: Basado en un trabajo publicado en 1960 en la Revista Gaceta Hípica, www.wikipedia.com, www.pedigreequery.com.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 23 de febrero de 2012

Copyright 2000, Anécdotas Hípicas Venezolanas C.A. Todos los derechos reservados