Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Hipódromo de Valencia, el malquerido

Por Luis Morales Balestrazzi

 

Dicen que “el árbol que nace torcido nunca su rama endereza” y eso parece que le está sucediendo al Hipódromo de Valencia, pareciera que una nube de mala suerte lo cubriera totalmente sin dejar que un pequeño rayo de sol de la buena suerte penetrase a través de esa capa gruesa y molesta que lo ahoga.

 

Por deseos del Dr. Rafael Caldera en su período constitucional como presidente de la república fue decretada la construcción del Hipódromo de Valencia y desde ese mismo instante esa nube comenzó su aparición. En la mayoría de los integrantes del directorio del INH de ese mismo periodo, había mucho pesimismo por el éxito de ese hipódromo y eran muchos los argumentos contrarios que se esgrimían y gracias a la insistencia de dos de sus directores se logró, al menos, la construcción de la pista y de las caballerizas principales.

 

Siguió la mala suerte con el siguiente directorio donde el interés de los hípicos de ver terminado ese hipódromo no cuajó, pues a regañadientes hicieron una pobre tribuna y unas carreras sabatinas con juego de taquilla que fueron un rotundo fracaso, además hicieron dos grupos de caballerizas (a los lados de la principal) pequeñas e incómodas, las cuales fueron por encargo de ACRICA y FEDEHARAS para ser adquiridas por los criadores para alojar en ellas los potrillos que vendrían a ventas, pero como eso quedó en veremos, el hipódromo decidió usarlas y son los otros dos grupos de caballerizas que están en servicio para alojar los caballos de carreras que intervienen en Valencia.

 

Vino el período del Dr. Boggiano, el menos hípico de todos los presidentes del INH desde los tiempos del Hipódromo de Sabana Grande. No hay dudad que el Dr. Boggiano terminó e inauguró el Hipódromo de Valencia, pero lo hizo con el deseo de hacer la obra, no por el amor a la hípica, la prueba de eso es que toda la mala organización que tiene actualmente es obra de él, además, no incentivó al hípico de Valencia para hacerle propietario, no le dio vida de hipódromo sino de sucursal y a ellos fueron a parar el desperdicio del Hipódromo La Rinconada, aquellos caballos que en otra época los propietarios caraqueños tenían que venderlos para los hipódromos de provincia por la necesidad de los puestos para los potrillos recién adquiridos. Son esos propietarios caraqueños quienes ocupan la gran mayoría de los puestos con caballos que dejaron de ser sus preferidos y que los tienen en ese hipódromo para ver si les pueden sacar algo más.

 

Que diferencia con el Hipódromo La Limpia, siendo muy humilde, de pista pequeña y muy incómodo, su organización y funcionamiento fue obra de un grupo de maracuchos como Néstor Mena, Edmundo Rincón, Castor Villalobos, Jesús Osorio, Colmenares y otros más que lucharon a brazo partido contra la adversidad, lograron ayuda del instituto, hicieron importaciones de potrillos, corrieron sus pollas y han llevado a su hípica a tal punto que ya tienen hasta sus propios criaderos. Desde el primer momento ellos aceptaron la administración por parte del instituto, pero la parte hípica la dirigieron y siempre la dirigirán ellos; tienen sus comisarios, sus handicappers, sus clásicos, sus pollas, su Simón Bolívar, sus ventas de potrillos y carreras para ellos y pueden intervenir los caballos de La Rinconada cumpliendo requisitos impuestos por ellos.

 

Ojalá sea una realidad el Hipódromo de Maracaibo, que está en construcción, para beneplácito de esa gran afición maracucha y estoy seguro que será un hipódromo de mucho éxito, porque serán ellos los que dirigirán su hípica y no permitirán jamás que sea otra sucursal de La Rinconada, porque la hípica zuliana es una hípica que nació con cariño, ese mismo cariño y esa afición que ha hecho movilizar de Maracaibo a La Rinconada una gran caravana de aficionados cada vez que un campeón de ellos compite contra los de La Rinconada; en ese momento ese caballo no es del propietario, es de los zulianos.

 

A partir de la presidencia del Ing. Carlos Esteban Pacanins es cuando el Hipódromo de Valencia comienza a producir dividendos para el instituto al permitirle el juego de 5y6 nacional, hoy en día produce mayor utilidad que La Rinconada, pero hasta ahí nada más ha cambiado, porque lo demás sigue igual, da lástima ver aquellos terrenos interiores a los lados de las diferentes entradas a las tribunas llenos de monte y sin drenaje en vez de hermosos jardines con árboles y hasta una posible guardería para niños, los jardines dentro de la pista totalmente descuidados, las caballerizas en el peor estado de mantenimiento y sin ningún drenaje para las aguas de lluvia, a tal punto que cuando cae un fuerte aguacero se mojan las camas de los caballos y los alimentos. Da pena ver aquellos caballos compartir su alimentación con una nube de moscas, pues no hay atención sanitaria, la vigilancia es cero, a tal punto, que en el propio paddock inyectan a los caballos, las oficinas que fabricaron en las caballerizas que iban a ser para ACRICA y FEDEHARAS fueron saqueadas, todos los gastos administrativos tienen que ser ordenados por Caracas, por lo tanto, no dispone el administrador ni para comprar un bombillo, etc., etc., etc…

 

Como la inmensa mayoría de los propietarios de los caballos alojados en Valencia, son de La Rinconada no hay quien pueda defender los intereses del hipódromo y son los entrenadores los que sufren todos los males de una política de programación de carreras mal enfocada.

 

Cuando apenas algún potrillo de los pocos que allá compiten o un buen caballo de carreras que por equivocación llegó a ese hipódromo se destaca, casi de inmediato es transferido a Caracas por falta de una programación adecuada, perdiendo el entrenador de Valencia su esfuerzo, su desvelo, su conocimiento y su deseo de poder entrenar un caballo con posibilidades clásicas para que ese trabajo y ese desvelo sea aprovechado por los entrenadores de prestigio de Caracas.

 

Los programas de carreras de Valencia fueron aumentados de once a doce carreras mediante una rebaja de premios y en ella sólo se le daban cuatro carreras exclusivas para ejemplares alojados en Valencia y las demás libres, o sea, que podían intervenir los ejemplares de Caracas.

 

Lógicamente eso produjo una reacción de parte de los entrenadores de Valencia y pidieron una entrevista con el presidente del instituto, Dr. Carrasquero, persona hípica cien por ciento, conocedor de los problemas hípicos, que sabe escuchar y que entiende perfectamente que en la democracia lo que vale es el diálogo y que por parte y parte no deben usarse las amenazas de “parar las carreras” o “cerrar el hipódromo”.

 

El Dr. Carrasquero fue amable en su entrevista y les concedió una carrera más y prioridades en las restantes y luego, sorpresivamente, dos miembros de la comisión de carreras, que en mis tiempos de director del instituto era muy reducida y su único objetivo era elaborar el programa de carreras para luego obtener la aprobación del directorio, se opusieron a la prioridad y ésta fue eliminada sin ni siquiera avisarles a los entrenadores valencianos.

 

Ahora yo me hago una pregunta ¿será posible que una simple comisión de carreras tenga más fuerza que el directorio en los problemas hípicos? Ver para creer.

 

Para que se entienda que es necesario darle prioridad al caballo de Valencia es bueno recordar que para Valencia van todos los desechos, los que no ganaron o los que apenas ganaron una o dos carreras en La Rinconada y corriendo entre ellos en Valencia ganan dos, tres o cuatro carreras y luego se las tienen que ver con el caballo bueno de Caracas que ha ganado tres o cuatro carreras o ese perdedor de pocas actuaciones, pero de esperanza, que lo aprovechan para “chiviar” en Valencia. Para que los entrenadores de Valencia les ganen a esos caballos tendrá que ser Mandrake el mago y si no, vean las estadísticas y notarán que un 90% de esas carreras son ganadas por los de La Rinconada.

 

Se han programado doce condicionales para correrse en Valencia, pero todas abiertas, o sea que se ha elaborado condicionales para que los valencianos puedan disfrutar del espectáculo de ver algunos buenos caballos de Caracas corriendo dichas condicionales. ¿No creen más justo que se programen seis y seis para darle oportunidad al entrenador de Valencia, de que puedan disputar algunas condicionales con posibilidades de éxito y al propietario un incentivo para dejar su buen caballo en ese hipódromo?

 

Los entrenadores de valencia para inscribir sus ejemplares los hacen venir a Caracas, o si les permiten en Valencia le abren los cajones de inscripción y después de saber quiénes corren, le dan la oportunidad a los de Caracas de inscribir.

 

Lo sensato sería que las inscripciones de Valencia se efectuasen en el Hipódromo de Valencia y los de Caracas mediante teletipo, hicieran sus inscripciones desde Caracas a Valencia a la misma hora y día que los de Valencia. ¿No creen que los entrenadores de Valencia tienen la misma responsabilidad que los de Caracas y que deben atender a sus caballos y no perder un día para venir a La Rinconada a inscribir?

 

Siendo el Hipódromo de Valencia el mayor productor de dinero al instituto, como es posible que a sus entrenadores no le reconozcan el 10% de la caja de ahorros que si le reconocen a los de La Rinconada.

 

Que falta hace al Hipódromo de Valencia, hombres de la talla de Néstor Mena, Edmundo Rincón, Castor Villalobos, Jesús Osorio, Colmenares y otros héroes hípicos maracuchos que en estos momentos se escapan de mi memoria y que conocí en el momento crucial del Hipódromo La Limpia.

 

Sinceramente tengo esperanzas en el actual directorio del instituto porque está integrado por hípicos que es lo más importante, tienen deseos de trabajar, son conocedores de los problemas, saben escuchar, aceptan las críticas y están interesados a llevar a nuestro hipismo a los niveles más altos.

 

Fuentes: publicado por la revista Gaceta Hípica el año 1985

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, lunes 28 de febrero de 2022

Copyright 2000, Anécdotas Hípicas Venezolanas C.A. Todos los derechos reservados