Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Temporada Clásica 1991

Don Fabián, Clase y Categoría

Por Ricardo Maldonado

 

Sin duda alguna, a nivel personal, uno de los mejores años que he podido vivir con mayor alegría e intensidad fue el de 1991, recuerdos muy bonitos y de los más gratos tengo hoy día en mi mente. En el hipismo pude tener vivencias fantásticas, en el deporte en general también, basta citar el Título del Campeonato Suramericano de Baloncesto en Valencia ganado por Venezuela, ¿Y qué me dicen del último Título en la Fórmula Uno de Ayrton Senna?, o bien el ver cómo el “Supercampeón” Juan Vicente Tovar se afirmaba como el mejor jinete de Venezuela.

 

Y el recuerdo de su hazaña en aquél glorioso 2 de Diciembre de 1990 en Santa Rita cuando arrasó con los Internacionales del Caribe por medio de Mon Coquette, Randy y Don Fabián quienes escribieron junto al “Negrito de San José” una de las páginas más brillantes en los anales del hipismo nacional. Con este preámbulo, nos adentramos a una de las temporadas más excitantes que se pueda recordar y que, al igual que las anteriores, se vivieron momentos emocionantes, polémicos y de antología.

 

Luego del mutis del año anterior, regresaba al calendario nacional el Clásico Inauguración Francisco de Miranda en donde Black Force arrasó con sus rivales de turno al ganar de tiro a tiro la primera selectiva del año con un Douglas “El Jet” Valiente quien se instalaba nuevamente en Venezuela y con el cuidado de Daniel “El Caimán” Pérez, el pupilo del StudBlack Force” dejaba un regular 85”4 para 1400 metros.

 

A la semana siguiente se daba el Clásico Andrés Bello, allí el rendidor Principito (aprovechando la ausencia de Don Fabián) impuso su ley en el inicio del calendario clásico para los maduros ganando en buena lid la prueba y con la monta de Rafael Torrealba, el entrenamiento del veterano Pedro Armando Quintana para la casaquilla del Stud “Principito” y modesto tiempo de 99” para la clásica milla. Entretanto, Stillwater comenzaba su aventura como yegua madura al galopar el Clásico Andrés Eloy Blanco con la conducción de José Luis “El Pumita Rodríguez”. La pensionada de Oscar Carmona dejaba un regular 84”3 para 1400 metros, pero comenzaba a sembrar pininos rumbo al estrellato y con el cual se ganaría el remoquete de la “Tordilla de Acero”.

 

Y esta bella y guapa tordilla fue la encargada de abrir fuegos en el mes de Febrero cuando lograba su segundo clásico consecutivo al imponerse en el Arturo Michelena con la misma dupla, la de Rodríguez-Carmona con un regular 99”2 para el tiro de 1600 metros.

 

Los tresañeros volvían a la carga con el Clásico Gobernador del Distrito Federal, en donde el (polémicamente) recordado Mi Chemito daba al traste con las aspiraciones de sus rivales de generación y se erigía como un firme candidato a la Triple Corona de 1991. Con la clásica chaquetilla del Stud “Coquito” (de Anselmo Alvarado), el entrando de Giovanni Contini contó con la acertada conducción de Rafael Torrealba y dejó un regular 115”1 para el tiro de 1800 metros. Por el lado de las hembras, Lady And Me empezaba a imponer su ley entre las de su sexo al pulverizar a sus rivales ganándoles de punta a punta, a pesar de dejar un discreto 116” para 1800 metros, pero comenzaba a decir a las claras quién era la que mandaba entre las tresañeras. La misma dupla de Stillwater (Rodríguez-Carmona) llevaba al triunfo a la consentida del Stud “El Hato”.

 

La tarde del Sábado 2 de Marzo de 1991, era el día del Clásico Mathieu Valery, allí Volcana, una rendidora yegua del Stud “Los Grandes” (de los Lungavita) sorprendía a propios y extraños al ganar en buena lid la primera prueba de las yeguas maduras a pesar de parar los relojes en un pésimo 131”4 para 2000 metros.

 

El Domingo 17 de Marzo era escenario de la reaparecida del Campeón del Caribe 1990 en la pista caraqueña, allí Don Fabián refrendaba su hazaña del año anterior al imponerse cómodamente en el Clásico José María Vargas a Tomodachi y Volcana entre otros, siempre con la monta del “Supercampeón” Juan Vicente Tovar y el entrenamiento de César Cachazo, quien dejaba un discreto 140” para los 2200 metros que cubría el evento, quedando listo para su participación en el Presidencial venidero.

 

La llegada del segundo trimestre trajo consigo el Clásico John Boulton en donde Giovannina logró aprovechar la ausencia de su acérrima enemiga Lady And Me para llevarse la victoria en el evento a las vitrinas del Stud “El Chance” con la monta del “Negrito de San José” Juan Vicente Tovar y el entrenamiento de Mauro Bellardi. De esta manera, la hija de los criollos Giovanotto y Kanara dejaba un discreto 87”1 para 1400 metros y quedaba lista para la trilogía de yeguas.

 

La soleada tarde del viernes 19 de abril era el marco del Clásico Presidente de la República, el primero de los 4 internacionales pero que no contó con ningún participante foráneo. Igual saltaría la “vedette” Don Fabián a la pista en donde tendría que enfrentar al velocista Just Dreams, a los ya veteranos Another Chance y Vino Veritas, a sus principales enemigos Background (quien ganó el evento el año anterior) y Tomodachi así como a la yegua Volcana quien no había deslucido ante los machos un mes antes en el Vargas.

 

Se da la partida y, como se esperaba, Just Dreams tomaba de una buena vez la delantera, perseguido por Don Fabián y Tomodachi, en posiciones intermedias estaban la yegua Volcana y Vino Veritas mientras que atrás se quedaban rezagados Background y Another Chance. El sprinter Just Dreams pasaba por primera vez frente a las tribunas ante la ovación del público en 24” para los primeros 400 metros, Don Fabián lo controlaba de cerca al igual que Tomodachi, Volcana cuarta, y atrás seguían Another Chance, Vino Veritas y Background.

 

Ya en la recta de enfrente Just Dreams seguía indicando el camino, en eso la pizarra marcaba un 74”2 para 1200 metros (un tren cómodo de carrera, cosa que favorecería a los que corrían colocados), Don Fabián empezaba a presionar, Tomodachi seguía a la expectativa, lo mismo que la yegua Volcana mientras que el resto empezaba a recortar terreno y tratarían de acercarse a los punteros. La milla la pasaban en un lento 100”3 y pasaban la curva de los 800 metros con rumbo a la recta final, Tovar mueve de una vez al campeón del Caribe y pasa adominar la carrera, Just Dreams queda segundo, pero Tomodachi empezaba a pisar fuerte mientras que el resto quedaba un poco lejos.

 

Entraban en la recta final y Don Fabián empezaba a imponer su autoridad en la cancha al empezar a sacar más y más ventaja, el teletimer marcaba 126”1 para los 2000 metros, lo que indicaba que el campeón caribeño iba a paso firme rumbo a la victoria, y el consentido de don César Cachazo les metería un galope y les diría quien era el que mandaba en la pista caraqueña. El “viejo” Vino Veritas escoltaría al Campeón del Caribe, el rendidor Tomodachi (las peleaba todas) completaría la trifecta con Another Chance y Just Dreams cerrando la pizarra, mientras que Background (ganador del año anterior) y Volcana quedaron fuera de carrera.

 

El ídolo de La Rinconada dejaría un muy modesto tiempo de 154”3 para la milla y media, con remate de 27”2 para los últimos 400 metros. Otra vez la llave Tovar-Cachazo daba dividendos a la gente del Stud “Doña Félida”.

 

En el Clásico Día del Trabajador, la yegua Anzoatega, hija de recordado Mon Chanson, sorprendía a sus rivales de turno al adjudicarse esta prueba si bien fue llevada por el “Supercampeón” Juan Vicente Tovar y dejaría un modesto 115”4 para 1800 metros. Fue presentada por Fernando Parilli para los colores del Stud “AC”

 

Llega Mayo y con él las grandes carreras de la Triple Corona, empezando por la de Yeguas con el Clásico Hipódromo La Rinconada en donde se asomaba un leve favoritismo a favor de Lady And Me, pero debía enfrentar entre otras a Some Classic, Gole Alcántara y Giovannina quienes surgían como sus mas serias enemigas. Pero la carrera se decantaría para el lado de la hija de Mr. T and Me en Miniprincesa, quien las doblegaría sin atenuantes con la monta del “Pumita” José Luis Rodríguez y el entrenamiento de Oscar Carmona para las sedas del Stud “El Hato” y dejando un buen 98”3 para la milla. Así, Lady And Me tomaba la batuta en el renglón de las tresañeras.

 

A la semana siguiente se daba el primer paso de la Triple Corona Venezolana con el Clásico José Antonio Páez, en donde el raudo Black Force sacaría la mejor parte al adjudicarse la milla del primero de la trilogía y contener a Polche en su atropellada. El “Caimán” Daniel Pérez lo entrenó para la casaquilla del StudBlack Force” parando el Teletimer en un excelente 96”4 para los 1600 metros. La incógnita estaba en ver si este buen caballo era capaz de solventar los tiros largos de las otras dos partes, restaba esperar.

 

El Clásico Iraquí era el marco para la reaparición en cancha del Campeón del Caribe y a priori, la prueba se vería muy favorable para el hijo de Countertrade ya que no se le veían enemigos en ella. Pero las carreras previamente hay que correrlas y antes de llegar primero, primero se debe llegar; pues esa premisa se daría aquí, ya que un irreverente hijo de Mount Sterling  llamado Otro Tío, daba al traste con todo pronóstico al ganar la prueba con la monta de Ramón Eduardo Ibarra y el entrenamiento de Carlos Morales relegando a Don Fabián al tercer lugar y agenciando extraordinaria marca de 112” para 1800 metros.

 

El 19 de Mayo se daba el 2º paso de la Triple Corona de yeguas, el Clásico Prensa Hípica Nacional en donde el favoritismo era muy claro a favor de Lady And Me, dada la contundente forma por la que pasaba y además ya había derrotado al lote que le salió al paso. Y la hija de Miniprincesa no defraudó a sus seguidores, ya que vuelve a derrotar sin atenuantes a Giovannina y a Gole Alcántara. Fue el “Negrito de San José” Juan Vicente Tovar, quien la condujo en esta oportunidad dada la suspensión que pesaba sobre el “Pumita” José Luis Rodríguez. Lady And Me paró los relojes en un aceptable 125”4 para 2000 metros siempre bajo el cuidado de Oscar Carmona.

 

Llegaba la tarde del 26 de Mayo, escenario del Clásico Ministerio de Agricultura y Cría en donde Black Force asomaba como el gran favorito de la carrera. Más, las cosas no se dieron para el hijo de Slew Prince al no poder esta vez con la atropellada de Polche quien se llevaría los máximos honores para las clásicas sedas del StudLongchamps”. El hijo del recordado Poliche (y por ende, nieto de Polizón) dejaría un mediocre 127” para 2000 metros y contaría con la monta de José Leonardo Verenzuela y el cuido de Jesús Eduardo Benedetti. Nuevemante se frustraba la esperanza de ver un nuevo triplecoronado por lo que se alargaba la espera un año más.

 

Semanas después, concretamente el 9 de Junio de 1991, se corría el tercero de la trilogía para las yeguas con la milla y media del Clásico General Joaquín Crespo, el “Pumita” volvía a los lomos de la archi-favorita Lady And Me luego de cumplir suspensión. Solo 2400 metros separaban a la entrenada de Oscar Carmona de la gloria y así emular a Lavandera, Segula C., Blondy y Gelinotte. Para ello debía enfrentar a Some Classic, Gole Alcantara y Giovannina quienes eran sus máximas enemigas y en un plano secundario a Our Concour y Landrea entre otras.

 

Sinceramente y a modo particular, ésta ha sido una de las carreras más emocionantes en mucho tiempo. Vaya manera de decidir una Triple Corona de Yeguas (aunque sea simbólica), porque Lady And Me, como era de esperarse, salió a marcar los parciales, al principio fue acosada por Landrea y Some Classic, luego en la recta de enfrente, se iría sola dejando parciales de 23”4 para los primeros 400, dejaba los 800 en 49”3 (es decir, bajaba un poco el ritmo de carrera), pasaría los 1200 en 73”1, y cuando todo parecía indicar que ganaría de forma fácil en esta ocasión, vino una irreverente Giovannina a intentar nuevamente arrebatarle el manjar de la boca a la campeona junto a Some Classic y por un momento igualarían a Lady And Me.

 

Cuando entraron en la recta final las yeguas dejaban 127”3 en los 2000 metros y empezarían una lucha titánica, de esas que hacen estremecer al público hasta hacerlos levantar de sus asientos. Parecía que la hija de Mr. T and Se me entregaría de manera definitiva a favor de Giovannina y Some Classic, pero como a toda campeona, la providencia le guardaría algo mas a Lady And Me y ésta sacaría fuerzas de donde no la había y en un gesto de gallaría y pundonor la yegua pasaría de una vez y así cruzaría la meta para el delirio de los aficionados que plenaban las tribunas del coso caraqueño. Segunda llegaría Giovannina, Some Classic completaría la trifecta, Free Dancer (en buena carrera) la superfecta y cerraría la pizarra Gole Alcántara. Luego llegarían Polar News, De Etiqueta. Our Concour, Landrea y Classic Winner (fuera de carrera).

 

Así, Lady And Me entraría en la historia como la quinta triplecoronada, entrando en un selecto cuadro de honor quedando al lado de las ya legendarias Lavandera (1971), Segula C. (1974), Blondy (1978) y Gelinotte (1980), es decir, que un largo compás de espera de 11 años era detenido para la satisfacción del buen aficionado hípico venezolano. La campeona dejaba un pésimo 155”2 para 2400 metros, cosa que para nada desmeritaba la gran hazaña de una yegua que nació para ser campeona: Lady And Me.

 

A la semana siguiente, concretamente el 16 de Junio de 1991, se corría el Clásico Día del Ejercito, antesala al Fuerzas Armadas, otra vez Don Fabián saltaba a la pista en busca de reivindicar su derrota anterior, pero no lo logra en esta oportunidad al caer ante un atrevido Lance, hijo de Renovador, quien sorprende con la monta de Germán González dejando tiempo mediocre de 127”4 para 2000 metros, pero suficientes para que el entrenado por Marcelo Oirdobro dejara a Don Fabián con la posición de escolta.

 

Ese mismo día se corría el tercero de la triple corona nacional, la milla y media del Clásico República de Venezuela, en donde Polche ganaría de manera categórica la prueba pulverizando a sus rivales y convirtiéndose en otro doble coronado, sería el tercer año corrido en que se daba esa condición. El hijo de Poliche dejaba en el Teletimer en un modesto 153”4 para 2400 metros; esta vez fue conducido por el “Jet” Douglas Valiente bajo el entrenamiento de Jesús Eduardo Benedetti para la satisfacción de la gente del StudLongchamps”. Así, Polche se erigía como el mejor de su generación.

 

El tercer Trimestre del año 1991 abría con la 64ª Edición del Clásico Fuerzas Armadas en la nublada tarde del Viernes 5 de Julio, la famosa “matacaballos” tenía en su nómina a Don Fabián quien fungía como el gran favorito de la prueba, pero tenía que enfrentar a Background, el sprinter Caninho, Cachicamo (un caballo sin chance, el cual sería montado por el hoy afamado Eibar Coa), Otro Tío (quien había derrotado a Don Fabián en el Clásico Iraquí corrido en Mayo) y los ganadores de las dos últimas ediciones de la carrera mas larga del calendario hípico nacional: Vino Veritas (1989) y Another Chance (1990), lo que hacía una carrera muy interesante.

 

Pero había un aditivo que “condimentaría” esta añeja prueba y era que había un participante foráneo: Upper Most, un caballo argentino que hacía campaña en los Estados Unidos, propiedad del Stud “El Conquistador Farm” y cuyo físico era impresionante. La dupla jinete-entrenador era totalmente venezolana: José Leonardo Verenzuela y el “Number One” Manuel Medina, quien volvía a la arena caraqueña luego de 5 años de ausencia, pero sólo para esta carrera y nada mas.

 

La carrera en sí no tuvo mucha historia, pues Caninho (como era de esperarse) había marcado los parciales al principio, seguido de Upper Most y Don Fabián quienes buscaban el mejor momento para ir en búsqueda de la carrera, mientras que el resto se quedaba atrás, con Otro Tío encabezando el lote secundario, luego quedaban Cachicamo, Vino Veritas, Background y Another Chance, tal vez buscando pescar en río revuelto una vez iniciada la segunda vuelta.

 

Lo mejor estaba por venir y de qué manera, porque en los últimos 1000 metros, Verenzuela llama a correr al argentino Upper Most, Tovar se da cuenta de ello y hace lo mismo con Don Fabián y ambos ejemplares se enfrascaron en una titánica lucha por mantener la posición de vanguardia y así entraron en la recta final, la cosa era de dos, los demás no contaban. Por fuera Upper Most sacaba ventaja, pero Don Fabián se resistía por dentro en un mano a mano que paró al público de su asiento, pero en los últimos 100 metros se desprendió el foráneo y se llevaría la prueba ante el asombro de la mayoría de los asistentes que vieron cómo Don Fabián tendría que conformarse con el segundo lugar en un final electrizante.

 

Background atropellaría muy tarde, pero por poco le quita el segundo al pupilo de Cachazo, mas sólo pudo completar la trifecta, muy lejos quedaba Caninho (quien había hecho el gasto de la prueba) y Vino Veritas completaría la pizarra y fuera de carrera (y visiblemente extenuados) llegarían Otro Tío, Another Chance y Cachicamo. Para Verenzuela era el segundo Fuerzas Armadas (lo había ganado con Volantín 3 años antes) y para el “Number One” Medina el quinto en su haber, pero el primero en 10 años desde que lo ganó con Guadamil en aquél frenético final contra el favorito de entonces, el caballo In.

 

Así, Upper Most se convertía en el primer importado en ganar una prueba desde 1975 (al año siguiente se nacionalizaría el espectáculo) y dejaría un aceptable 211”1 para los 3200 metros.

 

Semanas después, en la tarde del 14 de Julio, Stilwatter se convertía en la primera criolla en duplicar al ganar por segundo año corrido el Clásico Día de la Armada, emulando así a Green Thumb (años 1969 y 1970) y a la recordada Malaya (años 1973 y 1974). La “Tordilla de Acero” fue llevada al triunfo por R. Filgueira y siempre bajo el cuido de Oscar Carmona para la  casaquilla del “Agropecuaria Icabarú” agenciando muy buen tiempo de 97”2 para la milla
(mejorando el 98”4 del año pasado).

 

Pero no conforme con ello, la hija de Agua Linda (de buena campaña en los 70) iría por más y es así que va contra los machos en el Fuerzas Armadas de Cooperación (21-7-1991), pues bien, la “Tordilla de Acero” empezaba a ganarse adeptos entre los aficionados hípicos que plenaban la arena de Coche al doblegarlos en esa prueba. Al fin los derrotaba, qué satisfacción para sus propietarios. La dupla Filgueira-Carmona fue la artífice de este sonoro triunfo al parar el Teletimer en un buen 97”4 para la milla, es decir, 2 quintos más que lo hecho la semana anterior.

 

Llegaba el mes de las vacaciones, Agosto, con el mismo venía el Clásico Coproca, en donde una excelente y rendidora corredora llamada Bratislava se adjudicaría su primer clásico al dejar un muy modesto 128”4 para 2000 metros con la monta de Germán González y el entrenamiento de César Cachazo con los colores del Stud “Don Fabián”. Entretanto, a la semana siguiente, un atrevido Lance volvería a derrotar al Campeón Don Fabián y se llevaría los máximos honores en el Clásico Cría Nacional y a su vez contener la atropellada de Polche con la conducción de Germán González y la preparación de Marcelo Oirdobro para las sedas del Stud “Miranda” y modesto tiempo de 127”4 para 2000 metros.

 

Era el turno de las pruebas que homenajeaban a los primeros triplecoronados del Hipismo Venezolano, primero las yeguas verían acción en el Clásico El Corsario en donde Stillwater sería sorprendida esta vez por una rendidora y atrevida Princess York, quien con la monta del “Risitas” Torrealba acabaría con todo pronóstico al ganar la carrera y dejar un modesto 86”2 para 1400 metros con el entrenamiento de R. Sánchez para la casaquilla del StudBello Monte”. Por el lado de los machos, el raudo Traffic Control reverdecía laureles al ganar en buena forma el Clásico Gradisco con la monta del “Pumita” José Luis Rodríguez y el cuido de Julio Ayala con los colores del StudTraffic” y tiempo regular de 85”3 para 1400 metros.

 

Por fin los Dosañeros saltaban a la pista, ya finalizando el octavo mes del año. Las potrancas abrían fuegos con la disputa del Clásico Lanzarina, en donde Teodora inscribiría su nombre como la triunfadora de la edición 12 del evento con la monta del “Negrito de San José”, Juan Vicente Tovar León y el cuido de Guillermo Parra (casi un año sin un clásico en su haber desde que ganó el Comparación con Teodocio) para el Stud “Tercio”. La potranca dejaba modesto crono de 75”2 para 1200 metros.

 

En el lado de los potros, el gran Catire Bello (Inland Voyager en Pink Screen por Silent Screen) comenzaba su camino hacia la consagración al aplastar a su gran rival de entonces Santu Pret hasta derrotarlo por 8 cuerpos en el Clásico Victoreado y mantener su invicto en 2 actuaciones. Douglas “El Jet” Valiente fue quien lo llevó al triunfo, mientras que el zuliano Iván Calixto lo entrenó para la casaquilla del Stud “Ilusión” (de Oswaldo Bello) dejando crono de 73”4 para 1200 metros.

 

Septiembre, como era tradicional, abría fuegos con el Clásico Copa de Oro de Venezuela en su edición número doce. Sin duda alguna esta sería, a juicio particular, la mejor carrera que se daría en 1991, dado el desenlace que tuvo. Allí aparece inscrito Don Fabián, quien venía de un paro de 2 meses, en carrera que no contó con participación foránea, a pesar de ser un evento de corte internacional. El campeón de 1990 –quien venía de 3 derrotas en fila- tendría que enfrentar a Trinigold, Mi Chemito, Negrinho, Park Hannibal, Polche (su máximo enemigo en teoría), El Amo y la yegua Climalba quien venía en ascenso luego de una fulgurante campaña en Valencia.

 

La partida se da y rápidamente por el centro de la pista El Amo indicaba el camino, seguido de cerca por Trinigold quien rápidamente tomaría la punta, por allí venía Mi Chemito, atrás quedaba Don Fabián y en el lote secundario irían Negrinho, Park Hannibal, Climalba y Polche. Así pasaban por primera vez frente a las tribunas ante un atronador aplauso del público que plenaba de manera total el óvalo de coche, el primer parcial era de 24” para los primeros 400 metros y Trinigold giraba la primera curva en la delantera, El Amo lo perseguía, ya Don Fabián pasaba al tercero y se colocaría a la expectativa dejando a Mi Chemito en el cuarto y al resto un poco alejado del pelotón de vanguardia.

 

En plena recta de enfrente seguía Trinigold en la cabeza, presionaba El Amo, pasaban en 50” para 1200 metros, Don Fabián empezaba a acercarse paulatinamente a la par de Mi Chemito, mientras que Park Hannibal comenzaba a avanzar junto a Climalba y lo mismo hacía Polche, pero aún seguía muy lejos. Cuando se acercaban a los últimos 1000 metros de carrera seguía Trinigold al frente, El Amo perdía fuelle cuando de repente Don Fabián comienza un “rush” impresionante y arremete contra los punteros pasando de un viaje a la delantera (muy al estilo de Negresco) y comenzaba a sacar una ventaja considerable marcando 99”3 para la milla, atrás empezaba a pisar fuerte Polche junto con Park Hannibal al ver cómo el pupilo de Cachazo se desprendía en la delantera.

 

Así entraban a la recta final, Don Fabián seguía en la delantera y dejaba 127”1 para 2000 metros, pero de manera inusitada, el conducido por el “Supercampeón” Juan Vicente Tovar comenzaba a abrirse mas y mas, mientras que por la baranda, Polche atropellaba con el “Jet” Douglas Valiente y ambos protagonizarían una batalla épica para llevarse la Copa de Oro (parecían reeditar la Edición Nº 6, la de 1985 con aquel electrizante final entre Mantle e Iraquí) los últimos 100 metros vieron a un Don Fabián prácticamente vencido por Polche quien traía mas fuelle, además, el hijo de Countertrade se veía acabado.

 

Pero como todo campeón predestinado por la providencia e iluminado por la luz mágica de los dioses equinos, Don Fabián agota sus últimos recursos y guiado por el “Negrito de San José”, doblega en propia sentencia a un Polche que caería con las botas puestas haciendo delirar a las voces enronquecidas que abarrotaron esa soleada tarde del 1º de Septiembre las tribunas del Hipódromo La Rinconada. Con un corazón inmenso, ese que poseen los grandes, Don Fabián daba su último aliento, porque se resentiría uno de sus miembros (he ahí el por qué se abriría de esa manera) y triunfaría como sólo lo hacen los verdaderos guerreros, a pesar del mediocre 155”1 que dejaron para 2400 metros.

 

Triunfo emocionante e histórico, así como inolvidable para periodistas, propietarios, capataces, narradores, aficionados que plenaron las tribunas o bien vieron las incidencias por la televisión o en su defecto escucharlas por la radio. Don Fabián derrochó clase y categoría, sin duda alguna.

 

El espectáculo hípico tenía que continuar, y lo hizo con el Clásico de los Sprinters en donde un caballo criado en Ciudad Bolívar llamado Río Chamita, hizo gala de su velocidad y se deshizo de sus rivales en el “Test de la Velocidad”. El hijo de Sawbones en Nautimoza fue guiado a la victoria por Rafael Bravo Gómez y el entrenamiento de Carlos Morales Salas y esta misma dupla ganaba por segundo año corrido este clásico ya que lo hicieron el año anterior con la rauda Star Moon. El consentido del Stud “Río Chamita” emularía a la tordilla al parar el teletimer en 72” para 1200 metros.

 

El 22 de Septiembre de 1991 era la tarde para la 5ª Edición del Gran Premio Nacional, primero en la versión de hembras, allí la yegua Giovannina aprovechó la definitiva deserción de Lady And Me y llevó a las vitrinas del Stud “El Chance” la gran bolsa que conllevaba esta carrera. Conducida por el “Pumita” José Luis Rodríguez y presentada por Mauro Bellardi, la hija de Giovannoto dejaba un mediocre 127”2 para 2000 metros. En el lado de los machos, Termidor dio cuenta de un irreverente Bolarty quien amenazaba con ganarles y sorprender, el consentido del StudTo-Po” contó con la conducción Rafael Bravo Gómez y el cuido del legendario Millard Faris Ziadie dejando mal registro de 127”2 para 2000 metros.

 

El cierre del noveno mes del año era el cierre de los Dosañeros, primero fueron los machos con el Clásico Albert H. Cipriani, allí el potrillo Santu Pretu tomaba desquite del gran Catire Bello al doblegarlo en el segundo clásico de los potros nacidos en 1989 con la conducción del “Negrito de San José” Juan Vicente Tovar y la preparación de César Cachazo para las sedas del Stud “Don Fabián” parando el cronómetro en un regular 84”1 para 1400 metros. Del lado de las potrancas, una linajuda hija de Flag Admiral en Dumyat llamada Isamar pulverizaba a las de su generación al galopar a Teodora y Cantaura en el Clásico Edgar Ganteaume, aún cuando paró el reloj en un modesto 86”4 para 1400 metros, la montó el “Pumita” José Luis Rodríguez y la entrenó Mateo Camarda para el Stud “RASA”.

 

Llegaba el último trimestre de la temporada 1991, las emociones no se harían esperar y en los eventos clásicos no era para menos. Así, en el Clásico Asociación Hípica de Propietarios, el veloz Tal Vez dormía a sus rivales al imponerse de tiro a tiro en la prueba y ganándose puntos para un cupo en el Clásico Confraternidad del Caribe a celebrarse en Puerto Rico. El descendiente de El Isiro (otro buen sprinter) dejaba un buen 125”1 para 2000 metros con la monta del “Diablo” Angel Francisco Parra y la preparación de Carlos Morales Salas para las sedas del Stud “Bien Paga”.

 

Una de las demostraciones de garra, superioridad y pundonor se vió en el Clásico Gustavo J. Sanabria cuando la yegua Anzoatega hizo gala de velocidad y resistencia al galopar a su antojo esta carrera doblegando en esta ocasión a Kirsha, Gran Felpa, Marfe y Gran Coreana quienes completarían la pizarra dejando mas atrás a dos de sus potenciales enemigas que eran Volcana y Blaugrana, mientras que Marisma no justificaría su inscripción en la carrera.

 

De esta manera, la descendiente de Mon Chanson en Chanceitall daba al Stud “AC” un nuevo lauro clásico y la gran yegua sería llevada a la victoria por el “Supercampeón” Juan Vicente Tovar siendo presentada por Fernando Parilli, con un modesto 153”4 para los 2400 metros que comprendió la prueba, empleando parciales de 24”3 (400), 51”2 (800), 76” (1200), 101”1 (1600) y 128”4 (2000) rematando los últimos 400 metros en 25”, lo que demuestra el fuelle de la yegua y la inteligente conducción (una vez mas) del “Negrito de San José” sobre el sillín.

 

En el Clásico Simón Rodríguez, la “Tordilla de Acero” Stillwater sumaba puntos rumbo a su título de campeona tresañera al ganar en buena lid la carrera con la monta del mas grande: Juan Vicente Tovar y la preparación de Oscar Carmona llevando un nuevo trofeo a las vitrinas del Stud “Agropecuaria Icabarú” dejando marca de 73”2 para 1200 metros.

 

El momento mas esperado por todos por fin había llegado, en una soleada tarde sobre el Valle de Caracas se disputaba la 46ª Edición del Gran Premio Internacional Simón Bolívar el Domingo 27 de Octubre, allí participaría el campeón Don Fabián buscando emular a Senegal como doble ganador de la magna prueba, más se corría el rumor de que el ejemplar no andaba bien en uno de sus miembros producto del esfuerzo hecho en la Copa de Oro, su carrera previa. Es mas, en la programación oficial aparecía con el Nº 10 (un número que muy rara vez se le da a un favorito) y partiendo por el puesto 16 (a un contendor, por lo general, se le dan los puestos centrales, aún en una prueba de 2400 metros, a juicio particular).

 

Así mismo, el comentario que aparecía en la Gaceta Hípica de aquella oportunidad decía que “Campeón es Campeón” en lugar de decir “Primer Favorito” o aunque sea un “Segundo Favorito” y es que a priori el lote que iba a enfrentar era asequible, ya se lo había ganado en mas de una ocasión: Park Hannibal, Mi Chemito, Capimmelao, Conuco, Lance, Trinigold, Just Dreams, Tomodachi, Termidor, Polche y las yeguas Giovannina, Climalba y Bratislava.

 

Junto a ellos iban a participar los foráneos Musicale (peruano que venía de buena campaña en Monterrico y que había sido dado como el enemigo a vencer) y What a Jet (dominicano del cual se sabía poco pero que daría que hacer en la prueba). Lamentablemente los dos caballos fueron retirados de la prueba, el caballo inca por lesión, mientras que el quisqueyano fue apeado alegando que no había cumplido la cuarentena reglamentaria. El Simón Bolívar de ese 1991 sería patrocinado por el Banco La Guaira y el Trump Taj Mahal, lo que le daría cierto colorido a la prueba.

 

La partida se daba y rápidamente el raudo Just Dreams (como era de esperarse) tomaba de una vez la delantera, perseguido por un pelotón primario encabezado por Capimmelao, Lance, Trinigold. Mi Chemito, Bratislava, Park Hannibal y Don Fabián y en otro secundario en donde se ubicaban Giovannina, Tomodachi, Termidor, Climalba y Polche. La tónica en este Gran  Premio se mantendría, sólo en los últimos 1000 metros vendrían las variantes cuando Just Dreams daba muestras de cansancio y Bratislava pasaba a la punta, pero se le venían encima Capimmelao, Park Hannibal, Tomodachi y un Don Fabián que al principio se vio poco, pero que parecía avanzar por dentro en busca de las posiciones de vanguardia.

 

Así giraban la última curva y entraban en la recta final, por el centro de la pista Capimmelao tomaba la delantera, pero no sería por mucho ya que por fuera una atrevida Climalba los pasaba por encima de manera demoledora y sentenciaba la carrera a su favor, ya no había nada que hacer y la valenciana tenía la victoria asegurada al ganar al reverendo galope para la sorpresa de propios y extraños con una ventaja de 8 cuerpos y medio, emulando a Pensilvania, Feusinha, Trinycarol y Princess Run como las yeguas que habían ganado el magno evento en honor al Libertador.

 

Termidor, en avance tardío ocupaba la posición de escolta, Tomodachi sólo pudo para la tercera posición luego de estar comprometido en buena parte del trayecto, Giovannina fue cuarta en una gran actuación y cerraba la pizarra Mi Chemito quien le arrebató ese quinto lugar en la raya a Capimmelao. Luego llegarían Polche, Bratislava, Park Hannibal, Don Fabián, Trinigold, Just Dreams, Lance y Conuco.

 

Nota aparte merece la gris actuación de Don Fabián, visiblemente lesionado y con Tovar obligado a tener los pies fuera de los estribos. Así, el campeón de 1990 se despedía de las pistas de una manera inesperada, ya que su trayectoria pistera merecía un final mas digno, acorde con lo hecho en su campaña, pues no en balde se iba como el líder de dinero producido con mas de 25 millones (superando ampliamente a Trinycarol a quien desplazó precisamente en el Simón Bolívar de 1990). Razón tenían los entendidos al no darlo como favorito, una verdadera lástima, aún así, su nombre sería leyenda y pasaría a la historia como uno de los mejores ejemplares que ha pasado por la pista caraqueña, al lado de otros ídolos como Torrejón, Negresco, Gelinotte, Salt Lake, Trinycarol e Iraquí, sólo por mencionar algunos cracks.

 

Los propietarios de la hija de Climatic en Albur (StudClimalba”) saltaban a la pista emocionados por tan categórico triunfo, tal vez no podían creer lo que habían visto, un eufórico José Leonardo Verenzuela fue el encargado de conducirla magistralmente a la victoria e Isaac Hassan el preparador, artífice de este monumental triunfo, a pesar del pésimo 156”1 para 2400 metros (el segundo peor de toda la historia en esta distancia, detrás del 156”4 hecho por Arturo B., en 1977).

 

Octubre daba paso a Noviembre y en el penúltimo mes del año volvían a la palestra la generación de dos años. Inicialmente, los potros serían los primeros en ir a la pista con la disputa del Clásico Antonio José de Sucre en donde Santu Pretu (aprovechando la ausencia de Catire Bello por lesión) acabaría con sus rivales de turno al agenciar un regular 85”3 para 1400 metros siempre con la monta del “Negrito de San José”, Juan Vicente Tovar y el cuido de César Cachazo para los colores del Stud “Don Fabián”.

 

Del lado de las hembras, la potranca Isamar aseguraba de una vez el título de Campeona Dosañera al pulverizar a sus rivales y dejar a Doña Rosa en la posición de escolta. Así, la pupila del Stud “RASA” dejaba en claro quien era la mejor de su generación, parando los relojes en un pésimo 86”3 para 1400 metros, sin desmeritar la superioridad manifiesta de esta oriunda del Haras Tamanaco.

 

Haciendo un paréntesis, en el Clásico Nuestra Señora de la Chiquinquirá, la potranca Bratislava se llevaba los laureles en honor a la patrona de Maracaibo, esa prueba contó con la particularidad de ser elevada a corte internacional participando allí el dominicano What A Jet (había sido inscrito en el Simón Bolívar y fue retirado) llegando en la quinta posición.

 

En el Clásico Fuerza Aérea Venezolana, saltó la sorpresa cuando una rendidora hija de York Minster en Polar Star por Polar Night, llamada Princess York, se llevó la importante prueba con la monta de Rafael Torrealba y el entrenamiento de R. Sánchez para las sedas del Stud “Bello Monte” dándole a esa gente su segundo clásico del año. La yegua dejaría un modesto 115” para 1800 metros.

 

En Puerto Rico se daba el fin de semana de los eventos caribeños, primero con la disputa del Clásico Confraternidad del Caribe en donde nuestros representantes venezolanos eran Tal Vez y Súper Sergio (se ganó el cupo de nuevo por su excelente campaña en Valencia en donde sería galardonado como Caballo del Año 1991 en esa región y vendría por el desquite ya que fue derrotado el año anterior por Randy). Lamentablemente la suerte no corrió con los colores patrios, ya que Tal Vez luego de puntear no aguantó el tren y apenas pudo para el quinto lugar, mientras que Súper Sergio llegaría tercero un tanto lejos y no resarciría su derrota de 1990. La carrera sería ganada por el panameño Espaviento, el mismo que cayó ante el campeón Don Fabián en el Clásico del Caribe en Santa Rita en aquella gloriosa tarde de Juan Vicente Tovar.

 

En la soleada tarde del 15 de Diciembre de 1991 se da la 24ª Edición del Clásico Internacional del Caribe en el Hipódromo El Nuevo Comandante en Canóvanas, Puerto Rico, Río Chamita y Landrea eran los que tocaban defender a Venezuela en esta prueba y si bien no eran nuestras máximas cartas, le darían alguna esperanza a los nacionales de reeditar el triunfo del año anterior. Ellos tendrían que enfrentar a la máxima carta borinqueña y amplio favorito para ganar como lo era Vuelve Candy B., quien tendría como enemigos a Charlie y Scorpio, los representantes del Istmo panameño.

 

La carrera no tuvo mucha historia, ya que desde el principio y hasta el final, el venezolano Río Chamita los durmió al ganar la carrera de punta a punta, mientras que Vuelve Candy B., se veía impotente, como un potrillo debutante al ser ridiculizado por el representante nacional y hasta sería superado por la otra venezolana, Landrea, quien impunemente le quitaría la posición de escolta. Santin Charge y Charlie completarían los 5 primeros. El guayanés Río Chamita sería conducido por Rafael Bravo Gómez y entrenado por Carlos Morales Salas para los colores del Stud “Río Chamita”. Era el segundo 1-2 en estos clásicos, el anterior había sido el infartante final entre Rayo Láser y Gallardete en ese mismo hipódromo allá en 1987.

 

Lamentablemente esta apoteósica (e inesperada victoria) se vería empañada por unos controles antidopaje en donde los ejemplares Tal Vez, Río Chamita y Landrea salieron positivos arrojando muestras de Lasix y Butzodalina, sólo se salvaría Súper Sergio. Durante meses se peleó y apeló esa decisión, encabezada por el Dr. Eduardo Larrazábal (quién fallecería en el ínterin), pero esos intentos fueron en vano y luego de ese lapso de tiempo la Confederación del Caribe falló en contra de la representación venezolana dándole el triunfo definitivo a Vuelve Candy B., una decisión polémica en todos los sentidos y que sentaría un precedente en estos avatares por cuanto esta carrera no sería igual de aquí en adelante.

 

A juicio particular, la cría del caballo puertorriqueño nunca ha sido superior a la nuestra, ni a la panameña, ni a la mexicana, superior al resto tal vez, pero jamás a las tres mencionadas y si se observa el historial de la cita caribeña, todos los triunfos de Puerto Rico han sido en Canóvanas, fuera de allí ha pasado con mas pena que gloria, obteniendo una que otra figuración, pero siempre a modo esporádico.

 

Cerrado el capítulo caribeño se corría esa misma tarde el 15 de Diciembre el Derby de los Potrillos como lo era el Clásico Comparación en donde se daría el match Catire Bello vs. Santu Pretu y como ingrediente adicional se daría la participación de la ya campeona dosañera Isamar. La revancha se daría pues el campeón Catire Bello los pulverizaría al ganarles de punta a punta y demostrando de una vez por todas quien era el mejor en la arena y que la lesión anterior (la cual lo marginaría de las pistas temporalmente) iba a ser cosa del pasado.

 

El consentido del Stud “Ilusión” se adjudicaba el Derby al detener los relojes en un excelente 96”3 para la milla con la conducción de su jinete de siempre el “Jet” Douglas Valiente y el entrenamiento de Iván Calixto. Isamar quedaba en segundo lugar, en una actuación extraordinaria y Santu Pretu fue relegado al tercero, nunca sería enemigo.

 

En el Clásico Instituto Nacional de Hipódromos la yegua Princess York daba cuanta una vez mas de sus rivales de turno al ganar en buena lid el evento y sumar puntos para optar al Título de Campeona Madura al dejar en pizarra un pésimo tiempo de 128”2 para los 2000 metros del recorrido dándole otro triunfo al Stud “Bello Monte”, a su entrenador R. Sánchez y al jinete Rafael Torrealba. Sin duda la pelea por el galardón de mejor madura iba a ser reñida, toda vez que allí también estaban luchando Anzoatega y Climalba, las otras candidatas al título.

 

El telón de la temporada 1991 bajaría, como ya era tradicional, con el Clásico Jockey Club de Venezuela en donde Tal Vez se redimía ante la afición luego de su revés (y posterior descalificación) en el Clásico Confraternidad del Caribe al detener el cronómetro en un buen 112”1 para 1800 metros con la monta del “Diablo” Ángel Francisco Parra y la preparación de Carlos Morales dando otra satisfacción a la gente del Stud “Bien Pagá” quienes vieron como su pupilo ganaba de tiro a tiro la prueba que cerraba esa campaña.

 

De esta manera se cerraba otra buena campaña, la cual estaría repleta de emociones a granel. En donde Don Fabián emularía a Trinycarol al ser designado por segundo año corrido como el “Caballo del Año”, la legendaria yegua lo haría en los años 1982-1983, mientras que el crack del Tamanaco haría para los años 1990-1991 (además se llevó el título de Campeón Maduro) y ambos serían igualados por My Own Business en el período 2002-2003 (el campeón ya había ganado esa distinción en el 2000). Lady And Me (segunda en la votación por el Caballo del Año) se llevaría el título de mejor tresañera y Polche sería el campeón tresañero. Mientras que el “Negrito de San José” Juan Vicente Tovar ganaba su estadística consecutiva número 15, ratificando su condición de el mejor jinete de todos los tiempos, respetando opiniones de terceros.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 21 de junio de 2007

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