Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Temporada Clásica 1987

Aragonero fue el "Rey" de La Rinconada

Por Ricardo Maldonado

 

Un nuevo año comenzaba y la temporada hípica no quedaba atrás en ese particular y 1986 nos dejaba el grato recuerdo de carreras que nos plenaron de emociones, tardes apoteósicas y, como no, ver el surgimiento de un crack como Winton que llenaba el vacío dejado por Iraquí en 1985, un nuevo triunfo en el Caribe por parte de Benemérito luego de 9 años de larga espera y emulando la sorpresa de Huracán Sí en 1977. También tuvimos la oportunidad de ver lo mejor de lo mejor en lo que al hipismo sureño se refiere, un turf de alta calidad y muy reconocido a nivel continental con la disputa del Latinoamericano de Jockey Clubs y ver cómo los nuestros daban la talla ante los animales australes. Eso y mas nos dejó esa campaña para así dar paso a un 1987 que nos depararía de todo. Si lo visto antes era poco, pues lo que vendría ya sería para todos los gustos del buen aficionado hípico. Así pues, nos adentramos a una temporada fantástica, una de las más intensas, apasionantes, controvertidas, polémicas y peleadas en la historia del turf nacional por todo lo que deparó y en donde hubo de todo: gloria, decepción, sentimientos encontrados y emociones al por mayor, en fin, nada faltaría en este 1987 que a continuación se describe.

 

Comienza con la tarde del sábado 3 de enero con el Clásico Inauguración Francisco de Miranda. Ante un escuálido lote, el caballo Rayo Láser abriría fuegos en la temporada clásica al ganar de manera categórica la prueba derrotando a Sultánico luego de una férrea pelea inicial y con la conducción del “Jet” Valiente y la preparación de Agustín Bezara Castro, el pensionado de Mirabal Bustillos dejaba tiempo un discreto 88”1 para 1400, distancia modificada en relación al año anterior cuando se corrió en milla.

 

El Alberto Smith fue para Epic Value quien acabó con las pretensiones de Lady Aurora quien amenazaba con sorprender en la prueba. La gran favorita Nikita sólo pudo completar la trifecta. Esta linajuda hija de Epic Junior fue llevada a la victoria por Miguel Blanco y la preparación de Don Vittorio Catanese y agenció un pésimo tiempo de 89”1 para la distancia de 1400 metros.

 

Entre las tantas modificaciones que sufrió la programación clásica en 1987, se dio a fines del primer mes del año el Clásico Andrés Bello (se corría durante el mes de Mayo), el cual marcaba la reaparición de Winton, ya como cuatroañero y en ruta a ratificar su clase dominó cómodamente la prueba y luego de perseguir a Albino, pudo contener la arremetida de Stage Door Ed y darle al “Negrito de San José” su primer triunfo en la temporada y su octavo clásico ganado en fila, siempre con el cuido de Daniel Pérez. Otro cambio fue de distancia, ya que de 3000 metros pasaba a una milla, la cual cubrió el “Crack del San Francisco” en un muy buen 98”.

 

Capaz, la campeona tresañera de 1986, le ponía nombre al llevarse el Clásico Andrés Eloy Blanco con la monta de Angel Francisco Parra y el cuido de López Quevedo al doblegar a sus rivales con un llamativo 85”3 para 1400 metros. La yegua de Antonio Paz ratificaba su superioridad ante el lote que le salía al paso.

 

Ya en el mes de Febrero y en el lado de las maduras, la rauda Kurtosis (con la sangre de otro raudo como El Isiro) hizo de las suyas en el Clásico John Boulton, al doblegar a sus rivales de turno y parar los relojes en 115”3 con la conducción de Luis Martín para los colores del StudParamétrico”.

 

Volvían a la cancha los tresañeros, primero fue el turno de las hembras con el Clásico Congreso de la República en donde la sprinter Miss Marinés se las ganó de tiro a tiro. La importada en vientre tuvo como jinete a Ramón Eduardo Ibarra y la preparación de Carlos Morales Salas para las sedas de los Sres. Villarroel agenciando, eso sí, un pésimo 119”2 para cubrir 1800 metros, pero suficientes para el triunfo.

 

Esa misma tarde los machos corrían el Clásico Gobernador del Distrito Federal y cuando todo parecía presagiar que Sultánico se los ganaba de punta a punta (luego de aguantar el acoso de Real Madrid) vino una bala llamada Clochard y en una voraz atropellada le quitaría impunemente el manjar de la boca al consentido de Catanese. Es mas, cuando cruzan la meta el pupilo de Ziadie todavía corría, sin exagerar, tal era el avance que traía y el arreo del “Polaco” Ricardo Wloka quien llevó al electrizante triunfo al ejemplar del StudSaltrón”, de Alfredo Toledo Guerrero en una trifecta que completaría Real Madrid quien se cansó de perseguir sin éxito al puntero. Clochard dejaba un buen crono de 112”1 para 1800 metros.

 

Como paréntesis, la tarde del sábado 14 de febrero tuvo consigo la eliminatoria al Clásico Latinoamericano de Jockey Clubs a correrse en el Hipódromo de Monterrico, Lima, Perú. Winton ya era nombre puesto para participar en esa carrera, que cubriría 2200 metros, mismo recorrido que tendría esta eliminatoria. Aquí participaría el hijo Transworld, mas sólo podría llegar en un magro cuarto lugar en carrera ganada por un modesto, pero atrevido War King quien no estaba nominado y por ende el otro cupo sería para Stage Door Ed.

 

Marzo comenzaba con la disputa del Clásico Mathieu Valery, una carrera muy interesante, si se quiere, primero por la calidad de las participantes entre las que se destacaban la campeona Capaz, la rauda Kurtosis, la siempre rendidora Gabrielle y la noble Hipólita. Esta última sería la ganadora tras sortear una pésima largada y andar comprometida en buena parte de la prueba para ganar mediante una demoledora atropellada y quitarle el triunfo en plena sentencia a una Capaz que pagó muy caro el hecho de perseguir a Kurtosis y luego pelearla en la última curva. Cuando pasó a la punta ya no tenía el fuelle necesario para contener a Hipólita y tener que conformarse con el segundo lugar. En fin, Hipólita con Juan Vicente Tovar sobre sus lomos dejaba un excelente crono de 123”2 para 2000 metros, a tan sólo 1 quinto del récord de Jaimiquí, lo que daba a las claras la calidad de la hija de Piamem en Brisa.

 

La tarde del Domingo 15 de Marzo de 1987 sería el marco de la 7ª edición del Clásico Latinoamericano de Jockey Clubs en 2200 metros y por nuestros colores irían Winton y Stage Door Ed. Lamentablemente, la suerte no correría de nuestro lado, ya que Winton apenas si se vio en carrera en un principio para caer en el último lugar y Stage Door Ed nunca fue enemigo ante el sofocante calor de Lima en carrera ganada por el local Galeno y en donde la casa haría el 1-2, ya que Negrito (quien había corrido la edición anterior en Caracas) escoltaría al ganador de la prueba. De esta manera, Perú ganaba por segundo año corrido el magno evento del hipismo suramericano.

 

El sábado 28 de marzo se correría el Clásico José María Vargas, carrera que, como muchas en el calendario, sufriría un cambio, ya que de una milla sería subida a 2200 metros. Ante la ausencia de Winton y Stage Door Ed (en su aventura por tierras incas) ejemplares como Aragonero, Blottsalmi, Mantle, Damocles, Pucho, The Horse, Monchanson Rey, Orador y War King, quien venía de derrotar al campeón de 1986, pugnaban por el trofeo en honor al gran Médico Venezolano.

 

La partida se da con un Monchanson Rey marcando parciales, War King lo acompañaba y Pucho se colocaba tercero junto a Damocles y mas atrás se acomodaban Blottsalmi, The Horse, Orador con Mantle y Aragonero en los últimos puestos. Pasaban la meta ante el aplauso del público y se disponían a girar la primera curva y la tónica se mantenía con Monchanson Rey al frente, siempre perseguido por War King, Pucho y Damocles peleaban el tercero y el resto atrás en un pelotón encabezado por Blottsalmi.

 

En la recta de enfrente todo seguía igual, pero ya Mantle venía recortando la diferencia que tenía con respecto a sus adversarios. Acercándose a la última curva ya War King daba cuenta de Monchanson Rey, pero lo encimaban Damocles y Pucho con un Mantle que traía un avance demoledor y Aragonero también venía comiéndose la pista. En la recta final pasaba Mantle a dominar la prueba, Pucho y Damocles venían en su pelea particular por el segundo y Aragonero venía fuerte al final, pero no había nada que hacer, Mantle reverdecía viejas glorias y hacía suyo el José María Vargas de 1987.

 

Damocles lograría un buen segundo lugar, Aragonero (cuya atropellada se quedó corta) entraría tercero dejando a un cansado Pucho en el cuarto y a Blottsalmi en el quinto, mas atrás quedarían The Horse, War King, Monchanson Rey y un Orador que no justificó su presencia en la prueba. Con la monta del “Diablo” Angel Francisco Parra, Mantle dejaba un discreto 143” para sus nuevos colores del StudSuper Horse” con el entrenamiento de Carlos Morales Salas.

 

Entretanto, el Clásico Arturo Michelena fue para Hipólita, quien de esta manera sumaba puntos para ser la campeona madura con la conducción del “Orgullo de Tácata”, Miguel Blanco y la preparación de Luis Araya con un regular 101”1 para la milla.

 

El segundo trimestre comenzaba con la disputa del Clásico Presidente de la República en la tarde del domingo de Resurrección 19 de Abril y en donde marcaba la reaparición de Winton y Stage Door Ed luego de su desafortunada incursión en territorio inca; allí enfrentarían a Bailador, Sindavad, The Horse, Mantle y Hot Action. La interrogante estaba en ver en qué estado llegaba el campeón de 1986 a la carrera.

 

En una soleada tarde se daba la partida y Winton partía mal y se iba un poco contra la baranda interior, pero Tovar lograba enderezarlo y ponerlo rápido en carrera. Mientras tanto se venía Stage Door Ed a la delantera, Hot Action se le ponía a un costado, Winton ya se colocaba tercero junto a Sindavad, luego Bailador, The Horse y Mantle se quedaba en el último lugar. Cuando pasaban por primera vez frente al público (quien aplaudía frenéticamente) Stage Door Ed dejaba 23”3 en los primeros 400 metros, Hot Action segundo, Winton peleaba con Sindavad el tercero, con Bailador en el quinto, dejando penúltimo a The Horse y a Mantle en el último, pero muy cerca del pelotón que le adelantaba.

 

En la primera curva Hot Action pasaba a la delantera dejando a Stage Door Ed segundo y a Winton muy cerca en el tercero, seguía Sindavad cuarto, Bailador quinto y mas atrás peleaban The Horse y Mantle en el último lugar. Pasaban en 74”2 para 1200 metros y ya Winton venía a la caza de Hot Action, quedaba Sindavad con Stage Door Ed peleando el tercero mientras que Mantle pasaba al quinto dejando a Bailador con The Horse en la pugna por el último lugar. Al giro de la última curva Winton pasaba a la delantera, Sindavad lo perseguía, mientras que Stage Door Ed estaba tercero y Mantle ya venía cuarto tratando de descontar ventaja, pero venía un poco lejos de los punteros.

 

Pasaban la milla en 100”1 y en la recta final Winton resistía el acoso de Sindavad, Mantle peleaba con Stage Door Ed el tercer lugar y el resto ya no contaba para nada. Winton y Sindavad decidían la prueba en 127”3 para los 2000 metros y en una demostración de gallardía y nobleza, Winton con el campeón Tovar, dejaba claro quien era el mejor, el dueño del patio y el que venía a poner las cosas en orden de una buena vez y en un derroche de coraje ganaba la prueba con total autoridad. Sindavad quedaba de escolta por segundo año corrido (había caído ante Tan Bonita en la edición anterior) y Mantle no puedo pasar del tercero, Stage Door Ed quedaba cuarto y el resto muy atrás visiblemente agotados.

 

De esta manera, Winton se resarcía de sus dos derrotas en la eliminatoria de Febrero y del Latinoamericano de Marzo. Un discreto 155” fue el agenciado por el Crack del San Francisco, pero lo suficiente como para decir quien era el que mandaba en La Rinconada. No en balde, la revista Estudio Hípico, al reseñar la carrera tituló el escrito como: “Winton… Pero sigo siendo el Rey”, en alusión a su regreso a la senda triunfal.

 

Luego de la resaca del Presidencial se avecinaban las carreras de la triple corona. Primero se venían las de yeguas. La tarde del 10 de Mayo de 1987, se reunían un total de 17 yeguas para disputar el Clásico Hipódromo La Rinconada en donde se destacaban Sátira (gran favorita), Módena (principal enemiga), Epic Value, Epic Dancer, Sinakbar y la rauda Kiss Me. Pero, para sorpresa de muchos, una atrevida As Cirensica, en espectacular atropellada por dentro, le quitó el manjar de la boca a las grandes favoritas y las doblegó para adjudicarse el primer paso de la triple de yeguas al parar los relojes en un regular 100”4 para la milla con la yunta de Douglas Valiente y Agustín Bezara Castro.

 

La semana siguiente se daba el Primero de la Triple Corona Nacional, el Clásico José Antonio Páez paró a las manos de Sindecir quien cubrió la clásica milla en un muy buen tiempo de 98” y doblegando a un Pundonor que se puso muy duro en la delantera y amenazaba con írseles de tiro a tiro, pero al que le faltó ese extra para ganar y terminaría cayendo ante el pupilo de Julio Ayala quien contó con la monta de Jorge Martiniano Palma para la casaca del Stud “Sin”.

 

Mientras tanto, Winton seguía con su dominio abrumador al llevarse los laureles del Primer Clásico Iraquí, un homenaje al tercer triple coronado de la historia hípica venezolana. La yunta Tovar-Pérez llevó el triunfo al consentido de los Larrazabal quien agenció un regular 113” para la distancia de 1800 metros a expensas de un Mantle que no pudo tampoco en esta  oportunidad con la superioridad del Campeón de 1986. Dos semanas mas tarde, la importada en vientre Módena doblegaba en buena lid a Sátira y se llevaba en su haber el Clásico Prensa Nacional con la llave Parra-Catanese parando el teletimer en un muy discreto 128”1 para 2000 metros esfumándose la posibilidad de una nueva triplecoronada por séptimo año corrido ya que As Cirensica no fue enemiga en ningún momento.

 

El sexto mes del año se inició la tarde del Domingo 7 de Junio con la disputa del Clásico Ministerio de Agricultura y Cría derivó en una espectacular victoria de Gallardete, quien en un final dramático vencía a Sindecir quien le peleó en toda la recta final luego de perseguir al raudo Pundonor para caer con todos los honores ante el conducido por el “Negrito de San José”, en un final grandioso. El pensionado de Peggy Azqueta y su Haras Anamar, paró el cronómetro en un muy buen tiempo de 125” para los 2 kilómetros del recorrido. Tercero quedó Síndaco y Pundonor cuarto luego de hacer el gasto de la carrera.

 

El Clásico Día del Ejército derivó en un nuevo triunfo del Crack del San Francisco, Winton, quien paseó a su antojo la prueba en honor al Ejército Venezolano, dejando marca de 127”1 para 2000 metros y, como no, con el team Juan Vicente Tovar-Daniel Pérez. Tremenda perfomance la del consentido del StudLuxor” quien parecía no tener rivales en el panorama. Su próxima prueba de fuego sería el Clásico Fuerzas Armadas el venidero 5 de Julio. Sparrow, su compañero de establo lo escoltaba en esta oportunidad, dejando a los Larrazabal con el 1-2 de la prueba.

 

Ese mismo día, domingo 21 de junio (Día del Padre), se daba el tercero de la triple de yeguas, el Clásico General Joaquín Crespo. La yegua Kiss Me saldría disparada en la delantera, como era su costumbre, la perseguían Módena y Sátira, mas atrás se colocaban las “Epic” (Value y Dancer) con Luzmacel y Tacaña ocupando los últimos lugares. Kiss Me dejaba 22”2 para los primeros 400 (un tren suicida, como diría Ali Khan en su relato) y así emprendían el giro de la primera curva con la rauda adelante, Módena la seguía junto a Sátira y mas atrás se ubicaban en posiciones secundarias, Epic Value, Epic Dancer, Patllena, Luzmacel y Tacaña.

 

En la recta de enfrente, Kiss Me dejaba parcial de 72”2 para 1200 metros, un tren endemoniado (como lo recalcaba Virgilio Decán en su narración), allí mismo Módena la pasaba y Sátira mas atrás la controlaba, con las demás muy atrás. Sátira se venía a pelear la punta con la pupila de Catanese y las dos se venían escapadas en la delantera, aún cuando Epic Dancer se acercaba en un avance estéril. Al giro de la última curva, la yegua Sátira pasaba de un viaje a la delantera (al muy puro estilo de su padre, Negresco) y se desprendía sola hacia la meta. Ya todo estaba decidido, Sátira le ponía nombre y apellido a la prueba y ganaría contundentemente el General Joaquín Crespo con la monta del “Supercampeón” Juan Vicente Tovar.

 

Módena quedaba segunda muy rezagada, cerca en el tercero Epic Dancer, Patllena lograba un meritorio cuarto lugar y Luzmacel completaba la pizarra, mas atrás quedaban Epic Value, Tacaña y Kiss Me abandonó la carrera a la altura del poste de los 800 metros visiblemente exhausta. Bien lo diría el “Principe” Ali Khan: “El Tren Suicida de la yegua Kiss Me, la obliga a llegar última, cayéndose”, nada mas cierto. La pupila del StudFoolish Dancer” paraba el teletimer en un discreto 154”4 para la milla y media del evento.

 

La semana siguiente se venía el Clásico República de Venezuela, ya no había posibilidad de un triplecoronado, mas sí se podía dar un doblecoronado si Gallardete o Sindecir ganaban la prueba. Ambos rivalizarían ante Síndaco, Pundonor, Majestic Son y Hot Pens, ya que Batiente fue retirado de la prueba. Al darse la partida en aquél lejano Domingo 28 de Junio, Pundonor saldría en la delantera, perseguido por Sindecir y Síndaco mientras que Gallardete se colocaba cuarto dejando a Majestic Son y a Hot Pens entre los últimos.

 

Al giro de la primera curva, Pundonor iba adelante, Sindecir y Síndaco lo perseguían, un Gallardete expectante se colocaba cuarto y Majestic Son y Hot Pens peleaban por el no muy buen honor de no ser último. En la recta de enfrente la tónica no variaba, salvo que cercano al poste de los 1000 metros finales Palma decidía buscar la carrera a bordo de Sindecir, mientras que Gallardete y Síndaco se acercaban peligrosamente a los punteros cuando iniciaban el giro del último codo.

 

Ya en la recta final se venían de un solo tirón Gallardete (por fuera) y Síndaco (por dentro) y ellos dos son los que decidían el República de Venezuela, Sindecir y Pundonor peleaban por el tercer lugar. Gallardete pasaba de un viaje y todo parecía indicar que se llevaría la prueba. Hasta Ali Khan lo aseguró cuando dijo “Se lo dije a mi gran amigo Felipe Fajardo, Gallardete dominando…”. A modo particular pensaba que también era así, pero ni mi persona, ni Ali Khan, ni la gran mayoría de los aficionados que apostaban por una victoria del “Negrito de San José” sobre Gallardete, contaban con la astucia y la pericia del “Diablo” Angel Francisco Parra, quien a punta de arreo en el mejor estilo (vaya brazos que tenía en su plenitud) le quitaría impunemente el manjar de la boca y en un final espeluznante ganaría la prueba. Es más, la narración del “Príncipe” lo dijo todo: el fue el primer sorprendido con ese triunfo.

 

Gallardete, increíblemente, caería en el segundo ante el estupor de los “Tovaristas”, Sindecir quedaría tercero, Pundonor cuarto luego de hacer el gasto, Majestic Son le dejaría el dudoso honor del último lugar a Hot Pens. El flamante ganador dejaría un muy discreto 155” para los 2400 metros del recorrido con las sedas del StudAggie” y bajo el entrenamiento de Vittorio Catanese. Un gran final para una igualada triple corona que por segundo año corrido arrojaba 3 ganadores diferentes.

 

El tercer trimestre empezaría su parte clásica con la disputa de la carrera más larga del calendario: el Fuerzas Armadas y sus 2 millas. La nublada tarde del Domingo 5 de Julio traería a Winton en plan de gran favorito, para ello debía sortear a un modesto lote que lo conformaban Crispín, Blottsalmi, Damocles, Genuine Dancer (el principal enemigo), He Is Winfield y War King (el único que lo había vencer en lo que iba de 1987 en aquella eliminatoria al Latinoamericano el Febrero pasado). La única interrogante consistía en la manera que iba a ganar Winton, ya que se daba por descontado el triunfo del consentido de los Larrazábal y el margen que le sacaría al que le escoltaría.

 

Se da la partida, He Is Winfield se quedaría en el aparato pese a los esfuerzos de su jinete por moverlo, cosa que lograría segundos mas tarde, pero que a la larga traería consecuencias negativas. Winton, con buen brinco, salta a la punta, lo perseguían Damocles y Blottsalmi, Genuine Dancer quedaba cuarto mientras que Crispín quedaba con War King y un He Is Winfield que partía muy retardado venía muy lejos del resto del lote.

 

Winton pasaba en un súper cómodo 26”2 para los primeros 400 metros, Damocles no lo dejaba escapar, Genuine Dancer con Blottsalmi peleaban el tercero, Crispín quinto, War King sexto y He Is Winfield descontaba paulatinamente la ventaja que había cedido al principio. Una vez que giran la última curva, Winton seguía fácil en la punta, Damocles lo perseguía (esa iba a ser la tónica durante todo el recorrido) Genuine Dancer a la expectativa en el tercero con Blottsalmi en el cuarto, He Is Winfield (de manera sorpresiva) ya estaba en el quinto dejando a Crispín y War King en el último puesto.

 

El público aplaudía a radiar cuando pasaban por primera vez frente a las tribunas, Winton pasaba los 1200 metros en 78”3, el ejemplar se veía fresco, en las manos, Tovar no lo exigía aún. Damocles lo perseguía, Genuine Dancer continuaba tercero, He Is Winfield ya se colocaba cuarto, relativamente cerca del tercero, dejando a Blottsalmi, War King y Crispín en los puestos de cierre. Giraban la primera curva y pasaban a la recta de enfrente por segunda vez, Winton seguía en la vanguardia con un Damocles persiguiéndolo de manera estéril, Genuine Dancer seguía tercero, He Is Winfield (algo lejos ya) en el cuarto, Blottsalmi pasaba al quinto, dejando sexto a War King y Crispín en la lucha por no quedar en el último lugar.

 

Los 2000 metros los cubría el pensionado de Daniel Pérez en 133”2, parcial lento, pero cómodo para un Winton que seguía en la punta sin despeinarse. Damocles iba siendo exigido por su jinete y Genuine Dancer se acercaba peligrosamente desde el tercero, el resto se quedaba muy atrás sin opciones para buscar la victoria. Entraban en la recta final y Winton seguía adelante, Damocles cambio su línea hacia adentro para buscar mejor suerte en el  remate y Genuine Dancer sólo amagaba, mas no se acercaba para nada.

 

Ya no había nada que hacer, Winton pasaba los 2800 en 187”1, muy fácil y se les venía de punta a punta con el campeón Tovar, así cruzaba la meta sólo y en las manos. Desde Trinycarol en 1983, ningún ejemplar ganaba la prueba desde el vamos, sólo un ejemplar de la clase del hijo de Transworld lo podía hacer con una magistral conducción del “Negrito de San José”. Damocles (muy cansado) quedaba segundo, lejos en el tercero llegaba Genuine Dancer y más lejos todavía completaban la pizarra Blottsalmi y el tordillo Crispín. War King y He Is Winfield apenas si podían completar la carrera, sobre todo el último de los nombrados, ya que el esfuerzo inicial de la mala partida y el tener que colocarse lo mas temprano posible en el lote le pasó factura a la final llegando exhausto a la meta.

 

El “Rey de La Rinconada” (así lo bautizó Ali Khan al ganar la “matacaballos”) agenciaba un discreto 211”1 para los 3200 metros del recorrido. ¿Hasta dónde iba a llegar el Campeón de 1986? Nadie lo sabía, ya que el noble del StudLuxor” no tenía rivales, los aplastaba uno a uno de manera fácil y sin atenuantes. Habría que ver su confrontación ante los tresañeros en las carreras que se avecinaban.

 

Como era costumbre, las dos últimas semanas del mes de Julio servían de marco para los enfrentamientos iniciales de maduros contra tresañeros, así como las primeras incursiones de los dosañeros en pruebas selectivas. Primero fueron las maduras contra las potrancas en el Clásico Día de la Armada, en donde Sátira empezaba a labrar su camino hacia el título de mejor tresañera al ganar cómodamente la prueba agenciando un buen tiempo de 98”2 para la milla, la hija de Negresco en Doble Linda contaba de nuevo con la yunta Tovar-Zerpa ganando en un final de infarto a las tordillas Miss Marinés y Morriña. En el lado de los machos, Sindecir reverdecía laureles al adjudicarse el Fuerzas Armadas de Cooperación con el guayanés Argenis Rosillo en el sillín y el entrenamiento de Julio Ayala para los colores verde y rojo del Stud “Sin”, parando los relojes en 96”3 para la milla.

 

Venía el mes de Agosto y con ello el Clásico Coproca en la tarde del Domingo 9 de Agosto, esta vez con una variante, pasaba a ser de exclusividad para las yeguas manteniendo, eso sí, sus 2000 metros de recorrido. Allí la yegua Sátira se afianzaba como la mejor yegua que hacía campaña en Caracas al doblegar a sus rivales de turno en un pésimo 129” para los 2 kilómetros, pero que ponía a las claras que la yegua del StudFoolish Dancer” era quien mandaba entre las de su sexo, siempre con la llave Tovar-Zerpa.

 

Se venía la tarde del 16 de Agosto de 1987 con el Clásico Cría Nacional, allí marcaba la reaparecida de Winton, el campeón de 1986 tendría que enfrentar entre otros a Volantín, Aragonero, Tan Bonita y a los potros Clochard, Sindecir, Afirmo y Gallardete. Bajo un torrencial aguacero se daba la partida del gran evento que despertó las expectativas de todos los aficionados hípicos que se dieron cita a la arena de Coche, nadie se quería perder el gran evento y ver el comportamiento del “Crack del San Francisco” ante los potros en un inédito enfrentamiento.

 

Sindecir tomaba la punta en los tramos iniciales siendo perseguido por Síndaco, mientras que Clochard iba tercero con Winton bien colocado en el cuarto, Volantín quedaba quinto y el resto se quedaba atrás con Gallardete liderando el pelotón secundario, luego venían Afirmo, Tan Bonita y Aragonero cerraba la fila. Al giro de la primera curva, seguía Sindecir adelante con 24”4 para los primeros 400 metros, parcial cómodo, Síndaco lo acosaba y Winton esperaba el mejor momento para atacar a los punteros, Afirmo y Volantín peleaban el cuarto, Gallardete se ubicaba sexto, Aragonero penúltimo y dejaba a Tan Bonita en el último lugar.

 

Los 800 los cubría Sindecir en 49”3, ya Parra movía a Síndaco y lo propio hacía Tovar con Winton para no dejar escapar al puntero, Gallardete se venía al cuarto y Volantín al quinto, Aragonero empezaba a recortar la diferencia que los separaba de los punteros dejando a Afirmo y Tan Bonita cerrando la fila, no muy lejos de los punteros. Marcaban un 73”4 para 1200 metros y ya giraban la última curva, Síndaco y Winton se decidían a pasar de una vez y así entraban en la recta final con un cabeza a cabeza. El Crack del San Francisco pasaba a la delantera viniéndose en franca ganancia hacia la meta.

 

Pero sucedía lo inesperado y lo que parecía impensable para la gran mayoría de los aficionados: Un atrevido y desconocido (valga el término) Aragonero se venía en una atropellada como si fuera una tromba y pasando entre dos le quitaba el manjar de la boca a Winton, así tal cual. El hijo de Gentleman´s World -ante el asombro de todos- cruzaba en primer lugar la meta acabando con la racha y la imbatibilidad del hasta entonces “Rey de La Rinconada” quien veía como se cortaba su racha de 5 meses sin perder. Síndaco arribaba tercero, Gallardete en tardía atropellada finalizaba cuarto y Sindecir llegaba quinto luego de hacer el gasto de la prueba dejando atrás a Volantín, Afirmo y Tan Bonita.

 

El rendidor ejemplar del StudSacedón” paraba el cronómetro en 126”3 para 2000 metros con la monta de Rafael Torrealba y el entrenamiento de Agustín Bezara Castro. Para Aragonero era el inicio de su camino hacia la gloria que consumaría meses mas tarde en este 1987 que transcurría.

 

En el marco del Clásico Gradisco, el raudo Yaguare hacía méritos hacia su título de mejor velocista al adjudicarse la prueba en homenaje al primer triplecoronado del hipismo venezolano. El rendidor hijo de Mon Chanson agenciaba un excelente 84”2 para 1400 metros con la monta del “Orgullo de Tácata”, Miguel Blanco y el entrenamiento de Antonio Bellardi para el Stud “Jota Eme”. Por el lado de las hembras, la yunta Torrealba-Bezara repetía por medio de una linajuda (y cara) importada en vientre del Haras Monumental llamada A Chorus Line, quien para el Stud “De Luigi” paraba los relojes en un discreto 87” para los 1400 metros del Clásico El Corsario, homenaje para el segundo triplecoronado nacional.

 

Tocaba el turno de los dosañeros, primero con el Clásico Lanzarina, en donde Fairy abría fuegos para las potrillas con la monta de Argimiro Guerrero y el entrenamiento de Víctor Urbina dejando un regular 73”4 para 1200 metros para el StudFundacagua”. Por el lado de los potros la llave Parra-Catanese (¡Como ganaron carreras en ese lejano 1987!) puso para su haber el Clásico Victoreado con el raudo Cutparlor quien dejó 73”3 para 1200 metros para la casaquilla del StudAggie”.

 

Yaguare, ratificaba su condición de mejor sprinter al ganar, precisamente, el Clásico de Los Sprinters agenciando un excelente crono de 71”2 para 1200 metros con la monta de José Padrón y la preparación de Antonio Bellardi para el Stud “Jota Eme”. El Clásico Cavepro sufría un cambio con respecto al año anterior, primero cambiaba de todo ejemplar a ser exclusivo para yeguas y luego bajaba de distancia (2000 a 1800 metros), allí Gabrielle, una yegua muy buena y rendidora ganaba la prueba para las sedas del StudSaltrón” con la monta del recordado Claudio Wilfredo Pérez y el entrenamiento de Víctor Urbina con un pésimo tiempo de 117”2 para 1800 metros.

 

La tarde del 6 de Septiembre de 1987 era el marco de dos inéditas pruebas que sustituían a las pruebas pertenecientes a los criadores que tenían a su cargo las diferentes asociaciones de haras en el país. Con la instauración del Gran Premio Nacional quedaban atrás aquellas Selecciones de Fedeharas, Pollas de Acrica y Derby de Sovecría, se unían esfuerzos por una carrera al nivel de las grandes competencias de siempre. Ambas carreras (para machos y hembras) se correrían en distancia de 2000 metros.

 

En aquél Domingo de cerrada lluvia (se tuvieron que encender las luces) los machos fueron los encargados de inaugurar esos grandes premios (cada uno repartía 5 millones, lo que igualaba la bolsa que daba el Simón Bolívar, cosa nunca antes vista) y al darse la partida de la prueba, disparaba en punta Rayo Láser (quien reaparecía luego de largo paro) lo seguían Grecorromano y Ritambol, Rolly Man se acomodaba en el cuarto, mas atrás se colocaba Gallardete con Sindecir y en posiciones secundarias se quedaba el favorito Síndaco.

 

Giraban la primera curva, ya en la recta de enfrente, el consentido del StudTamborazo” marcaba la pauta, Ritambol lo perseguía junto a Rolly Man, Sindecir ya se acomodaba cuarto y Gallardete iba a la expectativa en el quinto puesto, mas atrás se acomodaba Grecorromano y Síndaco seguía en posiciones de cola, pero acercándose paulatinamente, ya que no podía darse el lujo de dejar ir a los punteros, máxime cuando había una lluvia que ponía la pista en condiciones anormales.

 

Así se disponían a dar el giro de la última curva, Rayo Láser seguía duro en la delantera, Rolly Man lo perseguía de manera inútil y Gallardete con Sindecir iban en pos del puntero cuando entraban en la recta final. Rayo Láser mantenía la diferencia en la delantera, pero venía Gallardete y un Síndaco que se devoraba la pista literalmente. Bravo Gómez hacía  esfuerzos por mantener a su conducido en el primer lugar, pero un “Diablo” Parra arreaba a Síndaco de tal manera que le quitaría el manjar de la boca a Rayo Láser y se lo ganaría en el último suspiro una carrera que, sencillamente, paro de los asientos a los aficionados que plenaron las tribunas.

 

Rayo Láser caería con las botas puestas en su reaparecida diciendo a las claras que había que contar con él para pruebas futuras. A decir verdad, pocos daban medio por el pupilo de Bezara (a mi parecer fue el ganador sentimental del evento). Gallardete se tendría que conformar con el tercero. La dupla Parra-Catanese se llevaba así los laureles como los primeros ganadores del Gran Premio Nacional. El Teletimer marcaría un excelente 125”3 para los 2000 metros.

 

No conforme con ello, la dupla ganadora en la versión machos también se llevaría la versión de hembras, ya que Módena (la importada en vientre hija de Quadratic en Edith) le daba al Stud “AMZ” los honores en el lado de las del “sexo débil” y así completar una jornada redonda con el arrase en los Grandes Premios. La favorita Sátira no pudo en esta oportunidad dejando la ganadora un discreto 128”3 para los 2 kilómetros del recorrido.

 

Como en todos los ámbitos, la vida daba oportunidad para revanchas y en el hipismo no podía ser excepción. La Edición número 8 de la Copa de Oro de Venezuela daba para dos cosas: la revancha de Winton luego de su derrota en el Cría Nacional ante Aragonero, quien venía por su consagración definitiva. Antes, tenían que enfrentar a Genuine Dancer, Síndaco, Stage Door Ed, Popuetom, Clochard, Tan Bonita y Volantín (ganador de la edición anterior). De todos ellos, Winton, Volantín, Genuine Dancer y Tan Bonita repetían, ya que habían corrido el año pasado. Los propietarios de Winton alegaban su derrota anterior a la pista pesada producto de la lluvia y que en mejor estado el noble de Daniel Pérez haría un mejor papel en esta ocasión.

 

En la soleada tarde del Domingo 20 de Septiembre de 1987 se daba la partida y rápidamente Stage Door Ed se venía a la delantera, perseguido por Clochard y Síndaco, Winton se colocaba cuarto, Popuetom peleaba con Volantín el quinto, luego se quedaban Tan Bonita, Genuine Dancer y Aragonero en el último puesto. Stage Door Ed dominaba al pasar por primera vez frente a las tribunas, Clochard lo acompañaba, Síndaco y Winton peleaban el tercero con Popuetom, Volantín sexto y mas atrás se ubicaban Tan Bonita, Genuine Dancer con Aragonero un tanto retirado en el último lugar.

 

Giraban la primera curva y la tónica se mantenía igual Stage Door Ed en punta, Clochard al costado, Síndaco tercero y Winton, algo lejos, iba cuarto a la par de Popuetom y Volantín, desde el fondo empezaba a avanzar Aragonero quien desplazaba a Tan Bonita y a Genuine Dancer. Dejaban 74”3 para 1200 metros, continuaba Stage Door Ed adelante, Clochard y Síndaco se le acercaban, Winton parecía amagar, pero no se acercaba lo suficiente y Volantín venía con Aragonero descontando la ventaja que lo separaban de sus adversarios.

 

Ya iban a la última curva con rumbo a la recta final, Síndaco y Clochard daban cuenta de Stage Door Ed pero no contaban con el arrollador remate que traía Aragonero, quien pegado a la baranda interior tomaba de una vez a la delantera y acabar de una vez por todas con todas las especulaciones poniendo la Copa de Oro a su nombre. Fueron 14 cuerpos los que al final sacaría sobre su escolta Síndaco, Clochard arribaría tercero, Genuine Dancer cuarto, Volantín quinto, luego llegarían Tan Bonita, Stage Door Ed y fuera de carrera quedaba Popuetom ya que el favorito Winton no completaría la prueba.

 

Lamentablemente, una lesión apearía a Winton de las pistas y el campeón de 1986 haría mutis por el resto de la campaña. Así, Aragonero consolidaba su buen momento al demostrar que lo hecho en el Cría Nacional no había sido obra de la casualidad y dejaba un discreto 154”1 para 2400 metros, siempre con la monta de Rafael Torrealba y la preparación de Agustín Bezara.

 

Cuando llega el cuarto y último trimestre de 1987, la estadística de jinetes no mostraba un panorama alentador para Juan Vicente Tovar, ya que había recurrido en muchas faltas en la pista que provocarían suspensiones, las cuales ponían en peligro su triunfo estadístico número once de manera consecutiva. Si en 1986 su principal rival fue Rubén Huerta, en esta ocasión lo sería el “Diablo” Ángel Francisco Parra, mas experimentado y de mejor trayectoria que el recordado Huerta y quien comprometería seriamente las aspiraciones campeoniles del “Negrito de San José” en pos de mantener su hegemonía entre los jinetes venezolanos.

 

Las dosañeras abrían fuegos en la última parte de la campaña con la disputa del Clásico Edgar Ganteaume. Allí La Borracha embriagó a sus rivales de turno al imponerse en la segunda prueba clásica para las potrancas parando los relojes en un regular 87”3 para 1400. La dupla Torrealba-Bezara seguía dando de qué hablar al añadir un nuevo triunfo que complicaba un tanto el panorama entre las hembras dada la paridad de la misma. En el lado de los potros, Sellador revivía los días de gloria del Stud “Jingle Bell” (la misma gente de Mantle) al llevarse el Albert H. Cipriani, con Ramón Eduardo Ibarra y el entrenamiento de Carlos Morales Salas dejando tiempo de 87”1 para 1400 metros.

 

En el marco del Gustavo J. Sanabria se cayeron todos los pronósticos habidos y por haber, ya que una atrevida Alta Loma, bajó de las nubes al resto de sus rivales y con la conducción de Pedro Monterrey, hizo suyo el evento dejando un mediocre crono de 156” para 2400 bajo el entrenamiento de Jesús “Tito” Pérez con los colores del Stud “MFS.” Por el lado de los machos Rayo Láser dejaba el camino listo para el Simón Bolívar al ganar de punta a punta el Clásico Asociación Hípica de Propietarios conteniendo el avance de Gallardete y Volantín y dejando muy atrás a Clochard y Genuine Dancer. El conducido por Bravo Gómez, dejaba un discreto 129”2 para 2000 metros agenciando cómodos parciales de 25”2; 50”4; 75”1 y 101”3 para 400, 800, 1200 y 1600 metros, respectivamente, con remate de 27”4 en los últimos 400 metros.

 

Una curiosidad queda aquí, al ver la forma en la cual corrió Gallardete (no pudo ante el tren lento impuesto por Rayo Láser) Tovar le dice a Daniel Pérez que le ponga el implemento gríngola, cosa que sigue el célebre entrenador al pié de la letra. El “Supercampeón” consideraba que el ejemplar mejoraría su manera de correr y los resultados se verían luego. Es bueno recordar lo hecho 3 años atrás cuando The Iron perdía ante Indudable en el MAC, El “Negrito de San José” le decía el “Number One” Manuel Medina que lo preparara para los 2400 metros del República de Venezuela, que no lo podía perder.

 

A juicio particular Tovar era un superdotado, tenía ese sexto sentido, un olfato como pocos y una inteligencia supina que lo distinguía del resto de los jinetes del patio, muy buenos de por sí, pero no con la astucia y el oficio que tenía el “Supercampeón”.

 

Retomando el tema de la temporada clásica, tenemos que Pundonor, el recordado sprinter entre los tresañeros que cumplían campaña en ese año, se llevaba para sus propietarios el Clásico Burlesco con la monta del “Supercampeón” Juan Vicente Tovar y el entrenamiento de Iván Calixto con la casaquilla del StudLa Chinita”, el cual dejaba un llamativo tiempo de 85”2 para 1400 metros. Entretanto, A Chorus Line daba cuenta de sus rivales en el Clásico Simón Rodríguez registrando un buen 73”3 para 1200 metros (distancia modificada con respecto al año anterior, ya que en 1986 se corrió en 1400 metros). Otra vez la dupla Torrealba-Bezara se llevaba un clásico en el óvalo de Coche.

 

Todo estaba listo para la disputa de la 42ª Edición del Gran Premio Simón Bolívar. La nómina en esta ocasión era reducida, dada las deserciones de caballos como Winton, Síndaco, Stage Door Ed, Genuine Dancer y Batiente, entre otros, por lesiones y de yeguas como Sátira cuyos propietarios decidieron pasar la prueba por alto. Así, caballos como Shalom, Vino Veritas, Sindecir, Volantín, Clochard, Rayo Láser, Gallardete, Afirmo y Aragonero irían en pos de la gran prueba del calendario clásico en Venezuela. Y dada esa nómina, pocos, muy pocos dudaban del triunfo de Aragonero, ya que había vencido a este lote a pesar de que no corría desde la Copa de Oro, pero sus contundentes triunfos lo daban como claro favorito, incluso para ganar al reverendo galope (como dicen por estos lares, Aragonero debía “sacar tarea” en esta oportunidad, tal cual).

 

Pero había que ver el trabajo hecho por Gallardete para esta prueba, hizo un excelente ajuste de 115”2 para 1800 metros, al galope muy fácil y por el contrario Aragonero había ensayado la misma distancia en 119”3, lo que evidenciaba que el pupilo del Stud “Chivacoa” estaba en el aire, volando. El haberle puesto el implemento de la gríngola estaba surtiendo efecto en el animal, habría que ver entonces cuál era su comportamiento en el magno evento.

 

Y se da la partida en la lluviosa tarde del Domingo 25 de Octubre de 1987, Sindecir se venía a la delantera, Rayo Láser (extrañamente no salió en la punta) lo perseguía a la par de Gallardete, Volantín se quedaba muy cerca en el cuarto mientras que la llave de Millard Ziadie (Clochard y Afirmo) peleaban el quinto dejando atrás a Shalom, Vino Veritas y Aragonero (como era su característica). El público aplaudía a radiar y Sindecir dejaba 23”4 en los primeros 400 metros, Rayo Láser lo escoltaba, Gallardete muy bien ubicado iba tercero con su compañero de cuadra Volantín en el cuarto (era la llave de Daniel Pérez), Clochard y Afirmo se rezagaban un tanto y mas atrás aún quedaban Shalom, Vino Veritas y Aragonero.

 

Ya en la recta de enfrente Sindecir mantenía escasa diferencia en la delantera, Rayo Láser no lo dejaba ir y Gallardete esperando el mejor momento para pasar. Así pasaban en 73”3 los 1200 metros, el tren era cómodo, siempre con el de Ayala adelante, pero Rayo Láser lo iba a buscar, en vista de eso, Tovar decide mover a Gallardete y se estrechaban las líneas, Volantín se acercaba un poco; a todas esas, Aragonero se veía comprometido en el penúltimo puesto y no recortaba la diferencia que lo separaban de los que iban en la vanguardia.

 

Empezaban a girar el último codo, Tovar de una vez pasa a la delantera en un solo tris, sabía que de un momento a otro Aragonero iba a comenzar su voraz atropellada, como en efecto así lo era. Pasaban la milla en 99”, Rayo Láser mantenía el segundo, Sindecir daba muestras de agotamiento y Volantín lo pasaba y como un tren venía Torrealba a bordo de Aragonero, lo que hacía presagiar que el caballo haría su trabajo: pasar de un viaje y acabar con todo de una buena vez y así resolver la carrera a su favor.

 

Entraron en la recta final y Gallardete se arrimaba a la baranda interior con la intención de cortar el remate del consentido de Bezara quien venía como una tromba y los dos decidirían el evento, ya que los demás se quedaban lejos. Gallardete dominaba, Aragonero trataba de pasar y aquí Torrealba, al verse imposibilitado de pasar, dada la acción impuesta por Tovar, hace una maniobra que, a juicio particular, marcaría la historia de este clásico al levantar un poco como si estuviera siendo obstruido (la real intención de Tovar era que si Aragonero lo pasaba iba a tener que ser por fuera, tal como lo hizo Tío Julio en 1981 a Jaimiquí).

 

Y así los sorprendería la meta ante los gritos del público e increíblemente Gallardete, en gran demostración mataba las aspiraciones de Aragonero. Afirmo, en atropellada, casi le quita el segundo al consentido de Bezara, Volantín quedaba cuarto en corto remate, Clochard quinto, un cansado Rayo Láser arribaba sexto, luego Shalom, Vino Veritas y Sindecir arribaba último visiblemente exhausto. El tiempo de la carrera fue un regular 152”1 para los 2400 metros del recorrido. Sin duda que el “Negrito de San José” midió la carrera con una precisión increíble, como los relojes suizos, dando a entender que tenía razón al ponerle gríngola. Una transformación total.

 

Pero las cosas no quedarían allí, ya que inesperadamente Torrealba y Bezara iban a reclamar en contra de Tovar y Pérez alegando conducción irregular por el “Negrito de San José”. No hay que olvidar que sobre el “Supercampeón” ya pesaba una suspensión al ganar con Bolinge y luego ser distanciado por molestar a su escolta, muchos aficionados pedían amnistía para el gran jinete quien en pleno paddock descubierto sería agredido por Maruja Estévez (todo un polémico personaje dada su explosiva manera de ser) quien le caería literalmente a “carterazos” ante la mirada enardecida de los aficionados y seguidores Tovaristas quienes se sentían impotentes por ver semejante y deplorable espectáculo.

 

Una calma muy pesada se apoderaría del ambiente en La Rinconada, la incertidumbre por una espera de la decisión de los jueces se hacía insoportable, todo el mundo se impacientaba mientras titilaban los números 7 (de Gallardete) y 9 (de Aragonero) en la pizarra. De repente, lo impensable, se borrarían los números y al reflejarse otra vez se veía que el 9 quedaba por encima del 7, los jueces decidieron bajar a Gallardete a favor de Aragonero ante el asombro en general aún cuando hubo gente que aplaudió la irrevocable decisión. Nada había que hacer, celebraba el StudSacedón” ante el desconsuelo de doña Peggy Azqueta a quien el destino le jugó una mala pasada. La historia quedaba en deuda con la gran dama del Stud “Chivacoa”, un Daniel Pérez contrariado y molesto y un Juan Vicente Tovar con una suspensión acumulada.

 

Pasaba la polémica del Simón Bolívar, el espectáculo tenía que continuar y así se llega a Noviembre con la disputa del Clásico Ciudad de Caracas, otra vez, la llave Torrealba-Bezara triunfaba en buena lid al conducir a La Borracha no sólo al triunfo en el evento, sino a coronarse como la campeona dosañera de la temporada 1987 al dejar un regular 86” para 1400 metros, distancia a la que regresaba, ya que en 1986 se corrió en milla. Por el lado de los potros Sellador aseguraba prácticamente el título de mejor potro al ganar en buena lid la carrera con la monta de Argimiro Guerrero y el cuido de Carlos Morales Salas, en un discreto 87”2 para 1400 metros.

 

Llegaba el mes de las gaitas y de San Nicolás, con ello la disputa de la 20ª Edición del Clásico Internacional del Caribe una vez más en el Hipódromo El Nuevo Comandante en Canóvanas, Puerto Rico. Rayo Láser (esta vez con Rafael Torrealba) y Gallardete (traerían a Douglas Valiente desde los EEUU para conducirlo) serían los encargados de defender los colores patrios en la Isla del Encanto y así revalidar el triunfo obtenido por Benemérito el año anterior en Tijuana, México. In Bold e Impecable serían los grandes favoritos en representación de Panamá, ciertamente los del istmo se veían inmensos para la ocasión. El Platino era el favorito de la casa.

 

Al darse la partida en la tarde del Domingo 6 de Diciembre, salía la colombiana Gipsy Princess a la delantera, In Bold y el local El Guataco peleaban el segundo con el venezolano Rayo Láser a la expectativa en el cuarto lugar, un poco rezagado quedaba el otro criollo Gallardete y los favoritos El Platino e Impecable se quedaban algo atrás a la pared del colombiano Persecución y la dominicana Rosa Blanca.

 

En la recta de enfrente la cosa se mantenía igual, Gipsy Princess marcaba la pauta, pero In Bold se venía con Rayo Láser y no la dejaban ir dejando a El Guataco cuarto y a Gallardete ya en el quinto lugar, mejoraba desde el fondo Impecable con Invasión y El Platino dejando al resto sin opción de victoria. Al empezar el giro del último codo, Torrealba busca afuera con Rayo Láser y de una vez pasaba a la delantera sacando una significativa ventaja de unos 5 cuerpos sobre In Bold y Gallardete quien venía pegado a la baranda, cuando entraban en la recta final.

 

Rayo Láser se mantenía adelante, pero Gallardete se le venía encima, por unos instantes, el pupilo de Daniel Pérez pasaba por mínima diferencia a la delantera, Impecable atropellaba tarde desde el tercero. De pronto, lo impensable, ya que cuando se veía que Gallardete las tenía todas a favor, Rayo Láser, en una tremenda reacción pasaba por fuera y en un final no apto para cardíacos, pasaba la meta por mínima diferencia (así lo determinó la foto) y le quitó el manjar de la boca a Gallardete quien veía como una vez mas era vencido en la hora cero, eso sí, dándole un 1-2 inédito a Venezuela, ya que nunca se había dado esa situación en un Clásico del Caribe.

 

El hijo de Lassington en Dolly’s Dee Dee le daba el cuarto triunfo (segundo corrido) a Venezuela en el magno evento del área caribeña para los colores del StudTamborazo” de Mirabal Bustillos, fue entrenado por Agustín Bezara Castro quien redondeaba un año mágico, sin lugar a dudas.

 

De vuelta a los escenarios locales, se venía el Clásico Fuerza Aerea Venezolana, allí Sátira amarraba de una vez el título de campeona tresañera al vencer en terminante demostración a sus rivales de turno. La pupila del StudFoolish Dancer” dejaba buen crono de 113”1 para 1800 metros. Y por si había dudas al respecto, la hija del gran Negresco dejaba claro quien era la que mandaba entre las hembras al llevarse también los 2000 metros del Clásico Instituto Nacional de Hipódromos, aun cuando dejó un pésimo tiempo de 130”2.

 

Los potros tuvieron su última presentación selectiva en el Clásico Comparación, el Derby de los Dosañeros. Si Negresco daba sus primeros ganadores clásicos, el recordado “Super Criollo” Epic Junior, no se quedaba atrás al disputar el premio como mejor padrillo nativo (ya tenía a Epic Dancer y Epic Value) y con Epic Barre daba a su primer ganador clásico de la generación nacida en 1985, ya que con este triunfo en el Comparación donde superó por estrecho margen a Sellador con la monta de Juan Vicente Tovar y el entrenamiento de Giovanni Contini dejando una llamativa marca de 97”2 para la milla.

 

Aragonero se encargaba de bajar el telón de la temporada clásica de 1987 en la cual terminaba de refrendar su gran faena al ganar de manera increíble el Clásico Jockey Club de Venezuela quien sufría una variante en cuanto a la distancia, ya que de 2000 metros bajaría a 1800, recorrido que se mantiene en la actualidad. Pues bien, en una terminante demostración pasó por encima de los tresañeros Pundonor y Rolly Man (recuerdo aquella narración de Ali Khan en donde decía “…Y trata de pasar por donde no puede…”) diciéndole a todos quién era en definitiva “El Rey de La Rinconada”. Con este triunfo, Aragonero llevaba a su haber el título de Caballo del Año y Campeón Maduro 1987, destronando a Winton tomando el relevo en lo que al dominio entre los caballos se refiere. El entrenado por Bezara dejó un excelente 112”2 para 1800 metros.

 

Así se cerraba una temporada plena de momentos gratos, pero también de instantes llenos de angustias, controversias y polémicas al por mayor. En donde un Juan Vicente Tovar tuvo que luchar a brazo partido para ganar su undécima estadística en fila al sortear suspensiones, rachas negativas y a un “Diablo” Parra que se le puso duro y sólo cedería al final ante el empuje y la guapeza del “Negrito de San José”, quien incluso (y en medio del mal momento en que  vivía) recibió una llamada del ex-grande liga y Salón de la Fama Luis Aparicio Montiel, quien le dio palabras de aliento e igualmente le recordó que él vivió momentos parecidos estando incluso en su apogeo en la gran carpa del baseball.

 

No cabe duda, y ya para concluir, que esa charla dada por el retirado pelotero zuliano al jinete caraqueño le cambiaría la suerte el nativo de la parroquia San José. Frases alentadoras de un gigante de la pelota a un grande de la fusta. Entre campeones quedó todo, para bien del espectáculo.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 21 de junio de 2007

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