Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

St. Simon

La decadencia de las líneas paternas

Editado por Juan Macedo

 

En caballos de carrera la suerte de la línea materna es fluctuante. De pronto asciende como decae o se extingue. En cambio, cuando la línea de padrillos es uniforme, surge una base para grandes discusiones. Cuando falla una línea materna, se selecciona su descendencia de más alta calidad. Ocurre siempre que un golpe de suerte le devuelva su esplendor de antaño. Puede que no haya tal y la decadencia insista hasta que es inevitable la extinción de la estirpe. Sin embargo, siempre hay posibilidades de una resurrección.

 

 

Una línea de padrillos vive de la simpatía del público. En su mejor momento, sus vástagos son los preferidos en los harenes. Aun decayendo, sobrarán ejemplares que la representen dignamente.

 

Según la historia, hay líneas de padrillos que se han perpetuado gracias a ejemplares que cayeron en la mediocridad. Estos son varios casos:

 

Línea de padrillos:

Cruce moderado:

Hurry On

Marco y Marcovil

Blandford

John O'Gaunt

Gold Bridge y Panorama

The Boss

Vatout

Prince Chimay

Chateau Bouscaut

Captivation

The Tetrarch

Le Samaritain

 

Hay dos métodos de revivir una línea de padrillos. Uno es la obra misteriosa de la naturaleza. En ese caso, un semental discreto puede producir un monumento como en el caso de Hurry On, Marcovil o Prince Rose y de Rose Prince.

 

Otro es el que se relaciona con la importación. Este método permite la recuperación de líneas maternas que habiendo caído en decadencia, se refugian en cuadras de menor categoría. Ambas líneas, paterna y materna, desaparecen temporalmente de la zona de influencia o de moda en la Gran Bretaña. Después reaparecen en su primitiva forma

 

Las líneas de padre y madre surgen y desaparecen en igual forma. La experiencia prueba que la línea del padrillo no revive por su propio empuje

 

Según opinión generalizada, el cruce excesivo dentro de una misma línea produce la decadencia del padrillo. El ejemplo es St. Simon, que ejerció un dominio total, insuperado hasta ahora, sobre los sementales de su tiempo. Fue un padrillo incomparable y sus hijos e hijas mantuvieron una sorprendente potencia transmisora

 

Su línea alcanzó el clímax entre 1890 y 1914. Por referencias del Volumen XXII del General Stud Book (1917), no menos de 61 hijos de St. Simon produjeron yeguas para los haras. Eso influyó en un entrecruce hasta el extremo de que para la primera guerra mundial, la línea decayó notablemente sin extinguirse del todo

 

Durante esa decadencia, Prince Gallahad, Twelve Pointer, Rose Prince y Noble Star mantuvieron la línea, aunque sin igualar a sus ilustres antecesores

 

Entre 1930 y 1940 la línea resurgió por importaciones que se hicieron de Francia e Italia. St. Simon había sido llevado a Francia. No dejó gran descendencia. Pero cruzado con yeguas netamente francesas, pudo revivirse su antiguo potencial. No obstante, los hechos no confirman plenamente esa teoría

 

PiIares básicos de la línea de St. Simon en Gran Bretaña e Irlanda son: Bois Roussel, Mieuxcé, Prince Chevalier y Tenerani.

 

No está probado que el resurgimiento de la línea deba al cruzamiento de St. Simon con yeguas ajenas a la suya. Al contrario. Conviene recalcar que cuando su estirpe durmió entre 1915 y 1940, sus vástagos en el exterior se cruzaban con yeguas del propio linaje, perpetuando así la línea. No hay causa que permita la decadencia del potencial. Uno de los ejemplares sobresalientes, Havresac II, se cruzó incestuosamente en su misma línea

 

Simplificando con St. Simon, su línea en el extranjero fue ganadora clásica de gran renombre, mostrando las mismas características de la Gran Bretaña.

 

Una teoría sobre decadencia de una línea, para ser correcta, debe abarcar todos los casos confirmatorios de tal decadencia. No puede atribuirse al entrecruce la extinción de la línea de The Tetrarch y Tracery. El primero fue casi estéril y el segundo estuvo algún tiempo en Argentina antes de morir relativamente joven. Su decadencia no fue tal. Mejor fue falta de numerosa descendencia para que se perpetuaran

 

El inbreding es un mito. No es responsable de la destrucción de una línea. Desde luego, no hay solución a la vista. Pero la decadencia de la línea del padrillo viene igual que la de la línea materna

 

Fuentes: extraído de la Revista Turf (mayo 1963).

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, sábado 25 de marzo de 2017

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