Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

La Muerte Lenta de un Gran Hipódromo

La Rinconada, por la desidia de los gobiernos está en su fase final

Por Amílcar F. Figueredo

 

El 5 de julio de 1959, se inauguró  bajo la expectativa de la prensa mundial  el coso hípico de La  Rinconada, después de años de lucha. El hipódromo de El Paraíso después de más de treinta años de actividad cerraba para dar paso al hipódromo que “La afición reclamaba”, que mencionaba Luis Plácido Pisarello. Hoy debido al mal mantenimiento, lamentablemente estamos viendo la muerte de un gran gigante.

 

 

Orgullo de la hípica venezolana y mundial, y diseñado con las últimas tecnologías de la arquitectura, como el concreto armado, hoy vemos el estado en que se encuentra. Diez años no pasan el vano. El deterioro de la calidad de vida del venezolano ahora está reflejado en el hipismo.

 

Las tres tribunas, que causaron delirio en los aficionados con sus tres “Bolas”, el bosque escolar y la pista de grama se fueron a las fotos del recuerdo. Hoy se ha convertido en un gran albergue para damnificados. El bosque es otro cinturón de miseria más de Caracas.

 

 

El gran arquitecto Francés Le Corbusier defendía la tesis de la funcionalidad de los espacios, y que cada espacio que se diseñara, no se podía usar para otra cosa. Hoy, La Rinconada es no sólo un albergue, si no un monumento a la desidia. Estamos de acuerdo en que se de alojamiento a los damnificados, pero esto es con una doble intención: acabar con nuestro ya golpeado hipódromo, que a pesar de todo, sigue dando tantas satisfacciones hasta hoy, como el triunfo de Water Jet en el Clásico del Caribe 2010.

 

Lamentablemente, cada vez que uno va a los espacios de La Rinconada, cada minuto se va en filtraciones y ranchos su pasado glorioso. Sus escaleras, pasillos como ventanales están pasando factura a tanto abandono, que en estos últimos años ha sido evidente.

 

Da tristeza ver las fotos de principios de 1960. Un hipódromo organizado con una afición. Esos tiempos no volverán. Cierto. Pero poco a poco veo que nos están quitando el deporte de los reyes, la afición que desde pequeño heredé de mis padres.

 

La Rinconada, por su valor arquitectónico y estético, debería ser patrimonio de todos los venezolanos, pero a ningún gobierno, incluyendo a este no le interesa la actividad hípica, fuente de empleo de miles de venezolanos.

 

 

Espero que en la nueva temporada hípica, no veamos aún más, el deterioro del hipódromo. Pero con estas últimas acciones vemos que La Rinconada, aquel hipódromo que visitábamos cada sábado y domingo, está diciéndonos adiós sin darnos cuenta.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 27 de enero de 2011

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