Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Misterios de la Triple Corona en Europa

Por Enrico Canti

 

Una vez, el titulo máximo que caballo purasangre podía ostentar en Inglaterra era la victoria en la Triple Corona que, teóricamente, era la consagración del caballo completo; pues, pasar de los 1609 metros de las Dos Mil Guineas, en Newmarket, a los 2815 metros del Saint Leger, en Doncaster, a través de los 2413 metros del Derby de Epsom, no sólo pone en evidencia las posibilidades de un campeón sobre tres recorridos distintos y sobre tres pistas diferentes, sino demuestra también una resistencia al entrenamiento que es, indudablemente, una valiosa recomendación para un reproductor.

 

 

Hoy, alcanzar esta interesante meta, es una quimera, tanto es verdad que desde hace 26 años no ha sido más posible. ¿A qué es debida esa falta de ganadores superclásicos? ¿Tal vez a los programas actuales que abren otros caminos? ¿O a la dirección tomada por la cría inglesa que, excepto en casos raros, no es más capaz de producir grandes caballos que sostienen bien los 2.800 metros? ¿O a la intención de los propietarios y entrenadores de evitar encuentros demasiado peligrosos con especialistas de medio fondo o de fondo?

 

Es difícil contestar siquiera a una de estas preguntas y sería inútil intentarlo después de haber admitido que estas razones podrían ser igualmente válidas tomadas separadamente y tanto más si están acompañadas.

 

Antes de seguir la situación, veamos los 14 ganadores de la Triple Corona en la historia Inglesa. Comencemos por examinar las fechas de institución de las tres pruebas que son: Dos Mil Guineas (1809), Derby (1780), Saint Leger (1778). Es evidente que antes de la fundación del clásico de Newmarket, nadie hubiera podido conquistar la triple de la carrera en objeto. Fueron necesarios 44 años para que West Australian fuese el primero en conseguirlo. Este es un hecho extraordinario tanto más que, sucesivamente, en pocos años, los vencedores fueron distintos.

 

Y aquí los nombres, con paternidad y la fecha que se refiere al año de actividad:

 

West Australian (Melbourne) en 1853

Gladiateur (Monarque) en 1865

Lord Lyon (Stockwel) en 1866

Ormonde (Bend Or) en 1886

Common (Isonomy) en 1891

Isinglass (Isonomy) en 1893

Galtee More (Kendal) en 1897

Flying Fox (Orme) en 1899

Diamond Jubilee (St. Simon) en 1900

Rock Sand (Sainfoin) en 1903

Pommern (Polymelus) en 1915

Gay Crusader (Bayardo) en 1917

Gainsborough (Bayardo) en 1918 

Bahram (Blandford) en 1935

 

En la segunda mitad del siglo pasado hubo 9 campeones que pudieron conseguir el máximo resultado: en los 61 años del siglo actual solamente 5 han imitado a los precedentes, pero 3 de éstos: Pommern, Gay Crusader y Gainsborough, han ganado durante la otra guerra, cuando todas las pruebas principales estaban concentradas en Newmarket; pues, a rigor de lógica, su éxito no tendría el valor que los técnicos entendían atribuir a la Triple Corona. Como hemos visto, el último ha sido Bahram. Para tranquilizar a aquellos que son los autores de las carreras para los dos años, es necesario precisar que todos los campeones arriba nombrados, a excepción de Common, corrieron de potrillos.

 

Si las cifras y estadísticas hablan claro y son las solas que debemos tomar en consideración sin entrar en la casuística, nadie nos impide averiguar por cuáles causas otros sujetos de nivel internacional no han podido concluir el ciclo. Podemos entonces preguntarnos: ¿Cuántos más caballos de primerísimo plano hubieran podido adornarse con la Triple Corona?

 

Para contestar a este requisito, es necesario examinar los mejores que obtuvieron el doble Guineas-Derby o Derby­Saint Leger, porque demasiadas excusas se deberían inventar para el que logró imponerse en una sola de estas carreras.

 

Y aquí el resultado de un breve examen retrospectivo en el que el año se refiere a las carreras:

 

Stockwell (1852), por uno de aquellos casos que con frecuencia se verifican en los hipódromos, no figuró en el Derby, parece por una indisposición repentina; Sunstar (1911) no disputó el Saint Leger porque estaba en descanso; corrió solamente tres veces ganándolas todas; Cameronian (1931), no fue placé en el Saint Leger; Hyperion (1933) no corrió las Dos Mil Guineas ganadas por King Salmon, que luego fue vencido por Hyperion en el Derby por cuatro cuerpos; Blue Peter (1939) no disputó el Saint Leger por haber sido suspendidas las carreras a causa de la guerra; Tulyar (1952), no corrió las Guineas aunque había reaparecido en los 1400 metros de la King Henry VIII Stakes; el ganador fue el francés Thunderhead, más bien modesto, que corrió apenas dos veces incluyendo este clásico; Crepello (1957), no pudo participar en el Saint Leger por ser desafortunado; la victoria correspondió al irlandés Ballymoss; St. Paddy (1960) llegó 6° en las Dos Mil Guineas ganadas por Martial.

 

Por lo tanto, debemos eliminar entre los posibles ganadores a Stockwell, Cameronian y St. Paddy, porque participaron en una de las pruebas sin figurar; así, a la famosa lista de oro hubieran podido agregarse Sunstar, Hyperion, Blue Peter, Tulyar y Crepello, que tenían todas las cartas en regla para ganar: el Saint Leger: Sunstar, Blue Peter y Crepello, y para ganar las Dos Mil Guineas: Hyperion y Tulyar, tanto era la superioridad respecto a sus coetáneos sobre cualquier distancia. A este propósito debemos observar que a menudo, los entrenadores evitan a sus pensionistas más calificados la tumultuosa carrera de Newmarket, pero esa constatación se hace sólo respecto a Hyperion y Tulyar, puesto que Sunstar y Crepello la ganaron y a los pocos meses después se pusieron cojos, mientras Blue Peter fue privado de un casi seguro título de gran honor, sólo por causa de fuerza mayor.

 

Hablando de los ganadores de la Triple Corona, hemos tenido la curiosidad de ver qué suma habían ganado a los tres años, puesto que lógicamente, resultaron los primeros de los caballos ingleses y los mejores de las respectivas generaciones. Es inútil ir al siglo pasado porque los premios estaban muy lejos de los actuales, y veamos, pues, los más recientes relativamente:

 

Diamond Jubilee, £27.985; Rock Sand, £18.000; Pommern, £11.000; Gay Crusader, £10.180; Gainsborough, £13.410; Bahram, £31.000.

 

Debemos convenir que Pommern, Gay Crusader y Gainsborough corrieron durante la guerra y, por lo tanto, su ganancia es aceptada con reserva: pero la suma realizada por Rock Sand es completamente ridícula comparada con los premios actuales. Será suficiente recordar que, en 1961, las tres carreras de la Triple Corona estaban dotadas de £87,110 y que el año 1960, St. Paddy, aun perdiendo las Dos Mil Guineas, totalizó £71.256 en premios, algo menos que la suma ganada por Tulyar en 1952, que llegó a £75.173.

 

Si esta es la situación en Inglaterra, no muy diferente es la de Italia y la de Francia, donde entran en juego otras concepciones de las carreras clásicas y el empleo de los caballos. Comencemos a hablar de Italia: El Premio Parioli, sustituto de las Dos Mil Guineas, fue instituido en 1907, pues es inútil ir a mirar más atrás. La primera observación que debe hacerse es que Italia está dividida sencillamente en dos partes, que no siempre se juntan, pero se puede decir que la conjunción completa se verifica sólo en el Derby Italiano. Por eso es fácil prever que las caballerizas milanesas, en gran parte, prefieren invernar a Trento o se transfieren a Pisa, de donde casi siempre se mudan al norte. Algunos grandes caballos intentaron las tres carreras, no pudiendo afirmarse: el primero fue Guido Reni (1911), que en el Saint Leger Italiano fue vencido por Alcimedonte; el segundo fue Burne Jones (1918); que fue precedido por Carlone en el Derby (en ese año todos los clásicos se disputaron en San Siro); seguidamente vino Michelángelo (1921), que cedió, inexplicablemente; en el Premio Parioli al modesto Torcicollo; luego podemos agregar a Fiorillo (1922), que en el Derby terminó detrás de Melozzo da Forli, y al compañero de colores Sigfrido; también Crapon (1933), hubiera podido cumplir la empresa si en el Derby no hubiese dejado el paso a Pilade; además, podemos incluir a Daumier (1951) y Braque (1957), que no disputaron el Premio Parioli. Entre las hembras; Jacopa del Sellaio (1932) y Archidamia (1936), si hubiesen conservado la forma de primavera hubieran tenido enormes posibilidades, pero la primera no corrió en el Saint Leger y la segunda fue vencida.

 

En cuanto a Nearco, que ha ganado los dos clásicos de primavera, no podrían subsistir dudas que si hubiese corrido habría triunfado con facilidad también en el Saint Leger (1938), ganado por su compañero de cuadra Ursone. Con Otello estamos en otro campo y sobre los 1600 metros podría suceder que hallase dificultades insospechadas por lo breve de la distancia.

 

De los campeones que han ganado una sola vez estos clásicos es superfluo interesarnos porque el requisito de valuar, para ser tomado en consideración, ha sido ya establecido más arriba: que es necesario haber ganado dos de las tres pruebas. Pero debemos convenir que Donatello, Orsenigo y Ribot hubieran tenido muchísima probabilidad de inhibir sus nombres en el libro de oro de los ganadores de la Triple Corona, que comprende: Niccolo dell'Arca (1941), Gladiolo (1946) y Botticelli (1954).

 

En Francia, la conquista de la Triple Corona es un hecho que interesa poco, porque en el siglo actual ninguno ha podido alcanzarla. La participación a la Poule L'Essai es considerada más bien de orden secundario, y es ya un hecho extraño que Right Royal, en 1961, se presentara en este clásico para ganarlo fácilmente. De los resultados posteriores, incluido el Arco de Triunfo, no hubiera tenido adversarios, tampoco en el Royal Oak, ganado por Match, y probablemente hubiera añadido su propio nombre a aquellos de Zut en 1879, y de Perth en 1899, que han sido los únicos a ceñirse con los tres laureles.

 

Esta es la historia de la Triple Corona en las tres naciones europeas: es muy significativo que en Italia los ganadores hayan iniciado cuando los otros hablan ya terminado. En efecto, en los últimos veinte años, solamente Italia ha tenido los tres  coronados: Niccolo dell'Arca, Gladiolo y Botticelli.

 

Nota del editor: la vigencia de este artículo de opinión es tal que desde el año 1962 hasta la actualidad (2016) solo ha habido un triplecoronado: Nijinsky II en 1970. En Italia y Francia no se ha presentado otro triplecoronado.

 

Fuentes: Extraído de la Revista Gaceta Hípica de octubre del año 1962

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, viernes 26 de febrero de 2016

Copyright 2000, Anécdotas Hípicas Venezolanas C.A. Todos los derechos reservados