Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

María de Jesús Díaz:

de jinete a conductora de autobús

Por José Manuel Gómez

 

Apasionada de la vida, de su familia y del oficio que efectúa. Así se describe María de Jesús Díaz Tremont, una mujer que realiza un trabajo poco común en Paraguaná: maneja un bus de Transfalcón en la ruta Punto Fijo- Los Taques.

 

 

Dócil en sus expresiones, con capacidad de atención al público y dispuesta siempre a crear cultura en quienes utilizan la unidad de transporte, en cuanto al cuidado y comportamiento que se debe tener en los buses para que perdure en el tiempo, es parte de la labor que la llena de orgullo.

 

A las cinco y media de la mañana ya se ubica en el Terminal de Pasajeros de Punto Fijo. Chequear el aceite del autobús, el agua, cauchos y demás condiciones de la unidad de transporte forma parte de la rutina diaria, antes de iniciar una jornada laboral.

 

Para ella los valores como el respeto, la disciplina, la moral y las buenas costumbres deben prevalecer en todo momento, principios que asegura deben ser fomentados en el hogar y fortalecidos en la escuela, para que se pueda vivir en una sociedad justa con igualdad de condiciones.

 

¿Cómo llega a la empresa de transporte?

El aviso del trabajo siempre salía en el periódico. Un amigo que trabaja en Transfalcón, como operador, constantemente me decía que fuera, y para quitármelo de encima asistí al curso de formación, pero me enamoré del taller y de mi trabajo, del cual me siento orgullosa y mi familia también, ellos me brinda el mayor de los apoyos.

 

¿Cuánto tiempo tiene como operadora?

Tengo siete meses, tiempo durante el cual me he llenado de experiencias enriquecedoras. Cada día que pasa es un aprendizaje, nunca se termina de conocer y aprender. Los momentos que te ofrece la vida son una escuela de los cuales debemos obtener un aprendizaje.

 

¿Anteriormente a qué se dedicaba?

A ser ama de casa. Tengo tres hijos: Mariuska, Esteven y Estiwual, además de un nieto de dos meses que se llama Abraham, quien es una de las bendiciones más grandes que la vida me dio. Siempre tengo el apoyo de mi esposo, Elvis Jesús Lugo Arias, quien se dedicó por un tiempo a ser jinete.

                                                                                                                    

¿Cómo conoce a su esposo?

Tenía un hermano que era caballerizo en el Hipódromo de Paraguaná. Siempre iba con él acompañarlo, aprendí a montar caballos y me encantó, tanto así que llegué a ser jinete durante cinco años. Competí en Caracas, Valencia y Punto Fijo. En ese andar conocí a Elvis Jesús.

 

¿Por qué no continuó como jinete?

En una de las competencias efectuadas en horas de la noche, se fue la luz y debido a ello, el caballo se recostó a la baranda y me produjo varias fracturas en la pelvis y en la columna que impidieron que volviera a montar caballos. El accidente produjo mi retiro como jinete.

 

¿Dónde vive?

Vivo con mi hijos y esposo en el sector El Oasis, municipio Los Taques, pero antes vivía con mis padres en el centro de Punto Fijo. Mi madre Hilda Tremont y mi padre Domingo Díaz, quien fue un ejemplo a seguir.

 

¿Dónde estudió?

La educación primaria la efectué en la escuela Maestro Gallegos, ubicada en el sector Las Margaritas, municipio Carirubana y la educación secundaria en la unidad educativa José Gregorio Hernández. Por condiciones que se presentaron en ese momento no pude continuar los estudios universitarios.

 

Para María de Jesús Díaz el mayor ejemplo de lucha en la vida fue su papá Domingo Díaz, un ser que dejó un legado colmado de valores, el cual ella trasmite a sus hijos para que sean profesionales, hombres y mujeres de bien.

 

La disciplina, el respeto y el compañerismo son para esta mujer luchadora, los principales elementos a tener en cuenta para ser ejemplar en la labor que se desempeña, sea cual sea.

 

Fuentes: extraído del Diario Nuevo Día, Sr. David Zárraga (foto)

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, viernes 29 de mayo de 2015

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