Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Los lentes en los jockeys

Editado por Juan Macedo

 

Aunque parezca mentira, los lentes que hoy usan los jinetes ha cambiado totalmente el estilo de la monta. Los buenos jinetes de antes se pegaban de tal modo sobre la silla, que casi no se veían cuando el caballo estaba en carreras. Los de hoy, corren con la cabeza erguida, como periscopio de submarino.

 

 

La posición del jinete de hoy le permite ver mejor lo que está ocurriendo en el campo. Pero la posición de antes le permitía al caballo la ventaja de que su jinete no cortara el viento.

 

En 1953 Earl Sande reapareció sobre los caballos de carrera. Era uno de los jinetes más gloriosos de todos los tiempos. Tenía poco más de cincuenta años y la cabeza calva.

 

Cuando entró al cuarto de jinetes el jinete Conn Errico le dijo que le faltaba algo. Era el par de lentes modernos que los jinetes llevan hoy y que se bajan del casco una vez que el caballo entra en el aparato de partidas. Sande rechazó gentilmente la oferta y dijo: “Correré como lo hice siempre, pegado al cuello del caballo”.

 

La escuela de Sande era característica. Sobre el caballo se pegaba de tal manera que todo cuanto podía verse del jinete era el movimiento de los codos o el brillo de las botas.

 

Los lentes, pues, han creado un nuevo estilo. Se libra el jinete del peligro de los terrones y la arena en los ojos. Corre con libertad y puede erguirse sin peligro de exponer sus ojos. Ve mejor aunque al enfrentarse centra la velocidad del viento, hace que su caballo conceda mucha ventaja.

 

Hay quienes creen que la ventaja del viento es teórica. Pues no. Un caballo a la velocidad de sesenta kilómetros por hora, concede mucha ventaja cuando tiene que luchar él mismo contra el viento y cuando tiene que cargar con la lucha que su jinete realiza también contra el viento. Mientras más se yerga un jinete sobre la silla, mayor ventaja estará concediendo su caballo.

 

Los aficionados norteamericanos suelen reírse de los jinetes británicos porque parecen policías sentados sobre el caballo. Pero esos jinetes tienen razón, con sus largos estribos, porque la mayoría de las pistas británicas son onduladas, es decir, no son planas ni ovales como las pistas americanas.

 

Agreguemos que las pistas británicas tienen codos menos forzados y rectas mucho más largas que las americanas. Si los jinetes británicos usaran estribos cortos como los americanos, al girar un codo en bajada como suelen ser los de sus pistas, difícilmente podrían mantener el equilibrio sobre el caballo. Además ese jinete no debe temer a la arena que salta ni a los terrones porque las pistas británicas son todas de grama.

 

Las pistas americanas han decretado nuevos estilos en todos los sentidos en contraposición con la costumbre británica. Cuando los ingleses construyeron sus pistas no había tractores ni técnicas modernas para aplanar la tierra, De suerte que debieron conformarse con lo más plano que encontraron en sus predios. Tradicionalistas como son, han dejado las pistas como fueron desde su inicio.

 

En los Estados Unidos los jinetes se ejercitaron en plazas de rodeo, pistas de media milla y, en muchos casos, en óvalos corrientes de media milla de largo. Para dar la vuelta y mantener el equilibrio, se recurrió al estilo "aceydeucy", es decir, con el estribo izquierdo más largo que el derecho.

 

En esta forma los jinetes pudieron mantenerse sobre la silla con el máximo de dominio al dar la vuelta a toda velocidad en los codos. Eddie Arcaro, el más célebre jinete de todos los tiempos en Estados Unidos, fue el más famoso exponente de la técnica del "aceydeucy".

 

Así como los muchachos tienden todos a imitar o tratar de imitar a Mickey Mantle, los jinetes que comienzan tienden todos a imitar el estilo de Eddie Arcaro y desde luego su "aceydeucy", Este estilo, sin embargo, ha ido modificándose con el tiempo.

 

Bill Shoemaker, el más famoso del momento, monta con los estribos a nivel, lo mismo que el panameño Braulio Baeza. Este último ganó el Kentucky Derby y el Belmont Stakes con Chateaugay.

 

Los jinetes todos tienden a modificar el estilo de Arcaro y buscan nivelar los estribos. Hay una razón.

 

Y es que ya no existen las pistas de media milla y las de una milla tienden a desaparecer. Nueva York, que daba antiguamente la pauta en el estilo de montar, tenía pistas de dos millas como las de Empire City y Jamaica. En pistas de 2.400 metros como la de Belmont Park y en otras como las de Aqueduct y Saratoga, de 1.800 metros, el uso de los estribos desiguales no tiene ninguna razón de ser.

 

Aunque desaparezca el uso de un estribo más largo que el otro, lo que tiende a afianzarse es el uso de los lentes plásticos para proteger los ojos de los jinetes. Con ellos, estos se yerguen sobre la montura y ven más y mejor. El caballo concederá ventajas al tener que cortar el viento. Pero la tendencia del jinete moderno a erguirse sobre la montura es cada vez más intensa. Sin embargo, se ha legislado sobre el asunto porque ese estilo puede ser un arma de doble filo. Los comisarios de los hipódromos ven muy mal que un jinete se pare sobre el caballo y por eso le aplican casi siempre una suspensión de dos meses.

 

Earl Sande, el famoso jockey nombrado al comienzo de este reportaje, fue el ídolo de los fanáticos de su tiempo, o sea hace cuarenta años. Hoy tiene 65 años y está calvo y poco regordete. Sin embargo sigue siendo un hombre de mucha importancia en el hipismo norteamericano.

 

Condujo a los caballos más famosos de su tiempo como fueron Man O'War, Zev, Flying Ebony y Gallant Fox. Vive retirado en Long lsland. Sande condujo a los siguientes ganadores del Kentucky Derby: Zev en 1923, Flying Ebony en 1925 y Gallant Fox en 1930. Terminó segundo con Billy Kelly en 1919 y con Osmond en 1927. Sus demás montas en el Derby no llegaron a ganar. Sande dice que Man O'War fue el mejor caballo que llegó a montar.

 

Comenzó como jinete de ponies en vaqueras y terminó como preparador brillante luego de haber sido el más glorioso jinete de su tiempo. A los 65 años dice que regresaría si le dieran una oportunidad. "Lo único que sé ­dijo­ es montar caballos de carrera".

 

Fuentes: Revista Turf abril de 1965

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 25 de mayo de 2017

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