Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Le llamaron Lobo Gris

Cristóbal José Malpica Barráez 

 

Fue en Springboro, Pennsylvania, donde nació aquel potro en 1879, en los establos del Spring Valley Stud de Mr. Dempsey.

 

Registrado entonces como castaño, era hijo del también castaño BELMONT (1867) en Lady Spring, por Chicaree. Su padre fue un corredor que ganó el Two Years Old Sweepstakes de 800 metros en el meeting de primavera de Paterson, New Jersey, su única prueba a los 2 años. A los 4 años ganó el Selling Sweepstake en Jerome Park, agenciando 139” para los 2000 metros Dos días después triunfa sobre 2800 metros! Al final de su campaña resulta victorioso en hurdless (3200 metros con 8 obstáculos).

Su abuelo, Lexington

 

Pero el mayor valor del potro radicaba en ser nieto paterno de LEXINGTON (ex-Darley, 1850), un padrillazo hijo de BOSTON, record horse y que en la cría se erigió 16 veces como Campeón Semental en Norteamérica, incluso después de muerto. Entre su descendencia se encuentran los ganadores de 3 de las primeras 6 versiones del Preakness Stakes: Tom Ochiltree, Shirley y el doblecoronado Duke Of Magenta. Igualmente produjo 3 de los primeros 5 ganadores del Belmont Stakes: General Duke, Kingfisher y Harry Bassett. Su hijo Belmont (padre del potro del Spring Valley), nació el mismo año del primer Belmont Stakes: 1867, el cual fue ganado por la hoy recordada yegua Ruthless, hija de Eclipse, el americano. De hecho Belmont poseía inbreeding cerrado en 2x3 a Boston -el padre de Lexington-, un ejemplar nacido en 1833 e hijo de Timoleon (1814, por Sir Archy). Timoleon era nieto paterno de Diomed, primer ganador del Epsom Derby en Inglaterra en 1780 y que fuera exportado posteriormente.

 

La madre del potro era la zaina LADY SPRING (1872), que no hizo campaña, pero era nieta materna del Campeón Semental GLENCOE, un importado desde Inglaterra, descendiente en línea directa del “King” HEROD (abuelo paterno de Diomed), a través de 5 generaciones. El padre de Lady Spring, SULTAN (1816), dio en 1833 a Bay Middleton, el padre del súper destacado Flying Dutchman (1846), posterior ancestro directo de Tourbillon.

 

Con estos antecedentes el potro, tordillo ya y registrado como BOUND, inicia campaña como tresañero en 1882. Era la generación del castrado Apollo, ganador del Kentucky Derby; de Vanguard, ganador por nariz del Preakness Stakes; la misma del caballo criado por August Belmont I, Forester, ganador del Belmont Stakes.

 

Bound no era caballo de la talla de estos, ni mucho menos. Debutó a los 3 años en una carrera abierta en edad y sobre una milla, en el meeting de primavera de Pittsburg;… no hubo suerte. Tras una falsa partida, se arranca y recorre todo el trecho de la distancia en pauta; luego llegaría rezagado.

 

Pasa a Saratoga sin destacar y continúa hacia el Este, a Michigan, ganando 3 de 7 heats de 800 metros en un programa, perdiendo y ganando por escasa diferencia. Su mejoría abriga esperanzas y en su campaña de 4 años es inscrito en el Fordham Handicap, prueba que finalmente no corre. Su breve campaña se interrumpe y aparece en escena Mr. Huidekoper, quien habiendo observado la velocidad del caballo y aceptando su tipo alargado y de unas 15 ½ manos, pensó en la posibilidad de adquirirlo para la empresa Trail Casttle Company, la cual mantenía en sociedad dedicándose a la cría de caballos de silla o Saddle Horse.

 

Bound fue llevado a Dakota, al HT Ranch y pronto su descendencia fue muy estimada por los cowboys o vaqueros norteamericanos. Se dice lucía majestuoso junto a la manada de hembras a su disposición, yeguas francesas del tipo percherón importadas por Mr. Huidekoper desde Francia, para uso de montura de los cowboys a disposición de su empresa.

 

Por otro lado, en la frontera con Canadá, un grupo de yeguas salvajes habían sido tomadas por los indios, domadas y usadas en la guerra contra los blancos, y partícipes en la batalla de Little Big Horn, donde los indios aplastaron totalmente a la 7ma. Unidad de Caballería al mando del reputado General Custer. Aquel hecho histórico ocurrió 2 años antes de ser engendrado Bound, en junio de 1876, fecha de la gran victoria del temible Sitting Bull (Toro Sentado). Precisamente, de este Jefe Indio adquirió Mr. Huidekoper un grupo de ejemplares de vientre, aun con las marcas en sus cuellos por los disparos recibidos en batalla.

Toro Sentado

 

Es así como este criador experimenta el cruce del Purasangre con estas Indian Ponies, dando como resultado productos de muy buen rendimiento en las competencias de Polo en Norteamérica, donde sus primeros productos fueron adquiridos hasta en 1500 y 2000 dólares, cifra respetable entonces.

 

El producto Media sangre-Indio, fue creciendo en aceptación, mostrándose veloz y habilidoso, con una clara adaptación al medio, y en pocos años se estimó hubo más de 4 mil de ellos diseminados en las grandes extensiones de tierra de ese país, portando en su mayoría una inconfundible marca: la pinta careta que identificó al llamado Pony Indio, todos estos ahora, descendientes del purasangre BOUND, quien provenía en 7 generaciones directas del gran King HEROD (1758), tataranieto de Byerly Turk (1689), co-fundador de la raza  moderna del Thoroughbred.

 

En su nuevo hábitat, el padrote fue moteado como Grey Wolf (Lobo Gris), o Lobo Gris de las Estepas, el fundador de la raza conocida entonces como Caballo Americano.

 

En nuestro país hemos tenido conocimiento del esfuerzo realizado por algunos criadores experimentales y particulares, por lograr un caballo mestizo adaptado a las exigencias de nuestro medio y con una mejor conformación física que redunde en rendimiento aceptable: Dinámita Díaz y sus cruces de ejemplares Mustangs con yeguas Purasangres, buscando caballos más aptos para la actividad deportiva del Coleo; la familia Von Fedak y su cría de caballos de enrazamiento polaco, propio para el arte militar; y otros con igual empeño.

 

Algunas historias nos reseñan a un Show Ring -padre de Gradisco-, perdido en llano adentro, tal vez muerto o cimarroneando. Aquel invicto importado en vientre: Pánico, conocido luego como El Espíritu de Matas Azules. Dos hijos de Iseo conocidos como El Negro y El Zorro en hatos cojedeños, y otros tantos que no referiremos ahora.

Oleo de Gradisco

 

Viene a colación dado un viejo proyecto que hubo, de creación de FUNDAEQUINOS, del cual nunca tuvimos noticias, y el anteproyecto presentado ante el Stud Book de Venezuela, de registrar todo caballo habitante en nuestro país, sobre todo de importancia como raza.

 

Reciente ejemplo el del Sr. José Alfredo Martínez Ulloa del Haras El Pilar, criando ejemplares para Salto, Coleo, Gymkhana y Paseo en tierras del Edo. Guárico, logrando escalar en el mercado nacional y dando vida útil a tantos ejemplares ya no aptos para las carreras.

 

Así se podría establecer relación directa, realizar estudios de apoyo sobre adaptación y aporte de sangre pura y controlada hacia los pequeños y grandes hatos, buscando, con el cruce apropiado de otras razas o sub-razas, ejemplares de mejor alzada y conformación física, sin perder la capacidad de adaptación al ambiente, pero mejorando su eficiencia en el trabajo y el  deporte propio de cada región.

 

Con el apoyo financiero y el aporte de ganaderos y empresarios interesados, podría crearse un pie de cría que con el tiempo permitan una caballada atlética y la creación de centros de competencias hípicas de diferente índole.

 

Una mejora genética y técnica sobre los ejemplares de Gymkhana redundaría en mayor atractivo turístico en esos centros, fuente de ingresos y empleo,…éxito económico y profesional.

 

Dejaríamos atrás esos aislados casos de mestizaje sin control ni apoyo técnico, donde los purasangres retirados, tras alguna discreta o digna campaña, eran donados para tal función, muriendo esqueletizados en secos potreros, bajo sol y plaga inclemente. Sus pocas crías sufrían casi el mismo destino, desapareciendo la casi totalidad de sus productos. Centros de cría parecidos más bien a campos nazis de experimentación.

 

El Instituto (actual Junta Liquidadora del INH) podría mantener el título de propiedad de estos ejemplares que beneficiarían con el mejoramiento de razas, permitiendo realizar el respectivo seguimiento técnico y científico. Se buscaría una resultante favorable, con un nuevo mundo útil y decente al Purasangre, que sería uno de sus mayores intereses, como los de tantas fundaciones a nivel mundial.

 

A propósito, ¿sabe usted donde pasó el campeón venezolano Sir Flier sus últimos días?, o ¿dónde estuvieron caballos como John Henry y Kelso en el ocaso de sus años?

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 05 de julio de 2007

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