Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Inauguración del Hipódromo de Paraguaná

Por Roger Cotis Guadarrama

 

Habían pasado 2 años y 3 meses luego del aquel 12 de octubre de 1962 cuando el Gremio de Jine­tes Aficionados a la Caba­llería, comenzó de manera organizada en La Comu­nidad Cardón, las carreras de caballos, lo que pode­mos calificar como una revolución hípica que conllevó en tiempo récord a la pre inauguración del hipódromo; cónsono con la época: pista de 1.600 metros, shut para 1.400, barandas, tribuna techada con 330 sillas y capaci­dad para 1.000 personas, paddock de ensillaje, recinto de jinetes, taqui­llas, salón de remate, sala comisarios y caseta de transmisión. Se hablaba de pre inauguración al no existir caballerizas, apa­rato de partida, camión cisterna, tractor y otros detalles que forman par­te del ritual hípico.

 

Poco antes de su muerte el pe­riodista zuliano Amable Sánchez, quien fue testigo presencial del nacimiento del hipismo peninsular, relato a quien suscribe su asombro como los paraguaneros querían hacer un hipódromo; cuestión que no era fácil, pues los maracuchos tenían la ex­periencia y el vía crucis que sufrieron para hacer el Hipódromo La Limpia, luego del cierre del hipó­dromo de Santa María, en 1946, ambos en Maracai­bo.

 

 

 

La tarde de aquel do­mingo 24 del mes de enero de 1965 el falconiano Dr. Francisco Urbina Romero, entonces presiden­te del INH, cortó la cinta tricolor dejando inaugura­do oficialmente el Hipó­dromo de Paraguaná, en compañía del Gobernador Pablo Saher, Monseñor José Iturriza, Coronel José Ignacio López García, Jefe del Estado Mayor Aéreo y el Dr. Valmore Wever, presidente del di­rectorio del Hipódromo de Paraguaná.

 

 

Un total de 5 carreras se programaron ese día dando inicio a las 3:30 de la tarde. La carrera princi­pal fue el Clásico Fuer­za Aérea Venezolana en distancia de 1.400 metros, 4:30 pm. El llamado for­mulado por el handicaper Chano González, comple­mentaba el encabezado de la siguiente manera:

 

Pu­rasangre de carreras sin agrupar. Handicap a crite­rio. No puros 48 kilos.

 

1)

Woodrow

56 Kg

Gregorio Lugo

Stud Marina

2)

El Profeta

56 Kg

Pedro A. Gutiérrez

Stud Vilmond

3)

Igualito

50 Kg

Alirio Medina

Stud Altagracia

4)

Tómbola

48 Kg

Anicacio Montero

Stud Cuabana

5)

Kiriki

52 Kg

Ramón Gómez

Stud Coromoto

6)

Counter Point

54 Kg

José L. Vargas

Stud Alex Medicci

7)

Chamariz

51 Kg

Ángel F Parra

Stud Alex Medicci

 

La prueba fue gana­da El Profeta, tordillo de 4 años con la monta de Pedro Alcibíades Gutiérrez, quien también había ganado el primer clásico que se corrió en la Mene Grande, el Gobernador del Estado, el 10 de mar­zo de 1963 con el caballo El Zorro. El Profeta, em­pleó tiempo de 90"2 y de­fendió las sedas del Stud Vilmond, del señor José Ramón Viloria. Fue pre­sentado por Daniel Borregales. Es de hacer notar la presencia de 2 jinetes que posteriormente fue­ron luminarias del látigo; José Luis Vargas "El Pe­luca" y Ángel Francisco Parra, quienes cumplían campaña en La Limpia y que el destino les tendría guardado la gloria en el principal hipódromo de Venezuela, La Rinconada, donde escribieron páginas de oro sobre los puros de carreras. Su actuación la hemos reconfirmado e in­cluso con el propio Parra, Alcibíades Gutiérrez y la familia del difunto Alex Medicci.

 

 

 

En esa primera re­unión se disputaron 4 tro­feos. La primera carrera fue ganada por la yegua criolla Miramar, con Ro­drigo Núñez de jinete y Daniel Borregales como entrenador. Se corrió por el Trofeo Fabricio Coli­na, quien era propietario de caballos; abuelo de Rodrigo, tío de Hilario Colina, propietario de la ganadora. De igual forma se disputaron los Trofeos: Unión de Entrenadores del Estado Zulia y Re­vista Hípica Zuliana, en la cuarta y quinta carreras respectivamente.

 

 

Posteriormente el 14 de marzo de 1965 se co­rrió la segunda selectiva en Sabino, fue el Clásico Circulo de Periodistas y Locutores Hípicos de Oc­cidente, exclusivo para ejemplares criollos y ¼ de millas. Esta carrera fue una gratificación que los hípicos de Paraguaná, le hicieron a los comunicadores zulianos; bordones en el despegue definitivo del cuarto hipismo de Venezuela, para enton­ces. Todo el apoyo fue a cambio de nada, sólo por el hipismo. Tengo el concepto que los cole­gas periodistas de aque­lla época liderados por Oswaldo Camejo Oliveros, fueron los médicos parteros quienes dieron la primera nalgada a la criatura. Entre visitas, agasajos, celebraciones por el triunfo de haber contribuido al parto feliz de un hipismo y su hipó­dromo en tiempo record; la hospitalidad de los pa­raguaneros, su modo de ser, el desprendimiento de las cosas conllevó en una tarde de tragos y co­mida al extinto periodis­ta marabino José Rafael Ball, presidente del Cir­culo de Periodistas Hípi­cos de Venezuela, a bau­tizar a "PARAGUANA, LA PENINSULA DE LA AMISTAD", frase utili­zada por muchos de no­sotros e ignorando que la misma nació producto de la siembra del hipismo en las áridas y resecas tierras paraguaneras.

 

 

 

Fuentes: Trabajo publicado en el Diario Nuevo Día, Santiago Benito Verde (foto), Chano González (foto), Gilberto Galué (foto)

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 26 de enero de 2012

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