Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

¡HIPÓDROMO!, Contra Viento y Marea

Por Cristóbal José Malpica Barráez

 

Fue aquella primera semana de mayo de 1969, en que regresan desde la ciudad de Caracas, hacia Valencia, varios amigos y compañeros de la administración pública en las oficinas del INOS: Sarmiento, Barráez

 

Han pasado todo un fin de semana en el Hipódromo La Rinconada y regresan con sus cuentos de “andanzas”, carreras y apuestas, de los datos que les daba su amigo “Torito” (Loc. Miguel Toro) y otros detalles propios. Traen consigo algunas revistas hípicas –como siempre- pero esta vez destaca una nueva, adquirida allá a finales de abril, la facilita al suscrito –entonces de 5 años- quien la revisa una y otra vez, coma a todas las que traen y todo un contingente de libros y revistas técnicas, hípicas, de farándula y política almacenadas en el ático. No pregunten por las alergias y sinusitis sufridas, sólo recuerdo las historias, las fotos, los nombres de caballos famosos…

 

A las pocas semanas me obsequian todos los números editados hasta esa fecha y –como siempre- revisaba el pedigree de los corredores, llamándome la atención aquellos padrillos con tantos hijos buenos corredores como Viviani. Otros muy nombrados como Brown Rambler, fama o fonética atractiva para un niño, capturaba mi atención. Así comenzó mi precoz análisis sobre los orígenes de cada cual; cada día quería saber más y preguntaba sobre detalles de aquellos programas y su significado,… más análisis vendrían. A pesar de ser atleta de un plan estadal desde los 3 ½ años y muy aficionado al ecuestre-hipismo, atletismo y béisbol desde los cinco años, es aquí el verdadero punto de partida de mis observaciones iniciadas 3 años antes y que son, hoy día, mi más ferviente pasión: la historia del hipismo y el Pedigree del Purasangre de Carreras. Con esas revistas se propulsó la hípica en mi interior y el recuerdo de esos momentos está tan latente que recordarles aviva mi ilusión, como en aquel que escucha una melodía y siente aflorar los lejanos días de su infancia. Por ello llevo a esta revista: HIPÓDROMO, en un puesto muy especial en mi corazón de hípico; es el alma del Turf, uno de los deportes más hermosos de nuestro mundo, pragmático y contagiante.

 

Esos primeros números dirigidos por el fenecido señor Miguel Thoddé, cuyo slogan “Contra Viento y Marea”, denotaba lucha y esperanza, se fue sumando en números y personal valioso, y esos vistosos colores sobre su nombre se fijaban como el esfuerzo de sus editores , bajo un formato de suma sencillez que no ofendía a nadie. Alberto “Tapatapa” Hidalgo, Joe D’Angelo, Francisco Morales, Mario Cardozo, Eduardo Hernández y Carpavires son algunos nombres que mi memoria les puede relacionar en ese trajinar de más de 38 años hasta nuestros días.

 

Un día topó con un joven talentoso y de mucha responsabilidad: Jaime Casas Álvarez y llegó el momento de encargarle su dirección y su destino, y junto a una verdadera pléyade de especialistas encabezados por el Ing. Enrique Salazar  y los Dres. David Seguías y Giovanni De Luca, le enrumbaron hacia un nuevo norte: la “docencia hípica”, convirtiéndola en factor clave para la formación de nuevas “promociones de hípicos”. Hoy por hoy esa es la revista especializada con mayor despliegue técnico y analítico sobre las carreras y el hipismo mundial. Surgida en esta etapa moderna, del seno de una empresa de apoyo invalorable a la industria: HIPICOMPUTO 2000, del mismo joven y talentoso periodista Jaime Casas, ha sufrido la partida de importantes figuras como la del Dr. Nathán Catalán y el Historiador del Caribe Julio R. Chacín, pero ha visto nacer nuevas generaciones, acompañados de los respetables cronistas como Nelson Maan, Abdón Sánchez, Wadih Abouhamad, Adrián Peley, Enrique Castillo, Abraham Aldana, José T. Tollinchi, Myrko y Armando Ipsa, Jhon Contreras, Bob Lovera, Darwin Dumont, Javier Farache, Juan C. Feijoo, Wilmer Villoria, Rafael Seijas, Juan Macedo, Ramón Brito, Alfredo Alfonzo, M. Mederos, F. Marín, E. Pignoloni, W. Hernández, A. J. Romero, J. Medina, J.C. Rodríguez O., A. Arazi y otros apreciados colaboradores, unidos tras un sólo norte: “Una Revista para los Hípicos”, su justo slogan de hoy.

 

La oportunidad de presentar a ustedes algún trabajo de nuestra autoría a través de sus páginas, será siempre motivo de honra. Por ello, portando genes de longevidad con un padre de 91 años, dos tías de 100 y 94, y dos tías abuelas maternas que fallecieron de 113 y 106 años, no debe ser mucho pedir a Dios que me permita alcanzar esos 105 años, en fecha en que la revista editaría su número 5000. Pero, que me permita hacerlo con la dignidad y el fervor hípico latente como el de Don Enrique Pérez Matos, Don Enrique Toledo Trujillo y la Reina Madre, y así, con pulso ya tembloroso pero de trazo sincero, expresarles como hoy mis humildes y sinceras felicitaciones, por el loable y bello trabajo que, en pro del hipismo, en ella realizan.

 

Señores, la excelencia pura de la hípica  nos da sólidas razones para apreciar aun más la vida. Mis congratulaciones a todos, extensiva hasta la Cadena Capriles, su casa editora.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 25 de octubre de 2007

Copyright 2000, Anécdotas Hípicas Venezolanas C.A. Todos los derechos reservados