Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

La Herradura en el Caballo de Carrera

Editado por Juan Macedo

 

Todo atleta usa un zapato especial. Los deportistas lo saben. Hay zapatos para beisbol, futbol, basquetbol, golf, boxeo, atletismo, etc. De igual manera, el caballo de carreras necesita un zapato especial que en este caso viene a ser la herradura.

 

 

La ciencia veterinaria, unida a la ingeniería, ha avanzado y simplificado el problema de la herradura del caballo de carreras, como se sabe, hay herraduras para las manos y las patas. El gran problemas del caballo de carreras, y del cual depende en muchos casos el éxito o fracaso en las pistas, es la gama de defectos congénitos que todos tienen, razón por la cual cada caballo necesita algún correctivo en los miembros anteriores y posteriores, que sólo puede lograr la herradura.

 

De ahí que la ortopedia equina, gracias al costoso mundo de los caballos de carrera, haya entrado a formar parte como nueva especialidad muy bien pagada y de gran demanda por cierto.

 

Aunque los caballos usan herraduras tipo o standard, hay muchos que necesitan unas especiales que evitan lesiones y dolores musculares que son producidas por los desniveles congénitos de aquellos. El famoso caballo Assault, por ejemplo, ganador de la Triple Corona de 1946, usaba herraduras especiales debido a una lesión que sufrió en el haras en sus días de potrillo.

 

La no menos famosa yegua Gallorette, llamada la Reina de las yeguas de carrera, que asombró al mundo hípico en su tiempo, usaba soportes especiales entre casco y herradura. Sin esas providencias, ni Assault habría sido el gran caballo que fue ni Gallorette sería llamada la Reina de las Yeguas.

 

Un purasangre puede correr con y sin herraduras. Estas vienen a ser, como hemos dicho, el zapato especial para un atleta que al fin y al cabo es lo que es un caballo de carreras.

 

El problema no es poner la herradura por ponerla. La ciencia veterinaria ha logrado convencer a las autoridades hípicas en el mundo entero, que la herradura no puede estar sometida a cartabones inflexibles. Es decir, no debe ser un implemento impuesto por la ley, rígido, invariable. De lo contrario, la ley sería contraproducente y la herradura se convertiría en una desventaja en vez de lo contrario.

 

De suerte que la herradura de cada purasangre está sujeta a la necesidad y característica de cada caballo. Lo importante, según la veterinaria moderna, es que el caballo no resbale, se afirme en la pista y corra sin miedo ni peligro de lesionarse, tanto como él pueda correr.

 

La herradura puede ser de acero o de aluminio, prefiriéndose las últimas debido a su poco peso. En los Estados Unidos, país que ha revolucionando los cánones rígidos del primitivismo hípico, se usan, según lo deseen los preparadores de caballos, distintas herraduras. Para tal uso no se necesita permiso especial porque cada cual apela a lo que parece conveniente.

 

Veamos los distintos tipos de herraduras en uso:

 

1)     Herradura delantera sencilla. Tiene una uña de acero. Se usa en los cascos delanteros para evitar resbalones cuando las pistas están muy secas o resbalosas. La herradura delantera es más gruesa debido a que sobre ellas ejerce mayor fuerza el impulso del caballo.

 

2)     Herradura de tres cuartos delantera. Igual a la anterior con la diferencia de que tiene un corte lateral para evitar rozaduras cuando los caballos tienen tendencia a tropezarse y engancharse en los cascos.

 

3)     Herradura trasera con refuerzos. Llevan uña y plancha para levantar la parte trasera y evitar la caída o desnivel posterior del caballo. Esa herradura permite un mejor agarre del caballo en la pista y, por lo tanto, un rendimiento mayor en carrera.

 

4)     Herradura trasera con fijador. Se usa en pistas fangosas. El fijador se proyecta fuera de la herradura pero por la parte exterior para evitar que el caballo se enganche, se lastime o se rompa. Esta herradura permite una acción normal del caballo aunque las pistas estén fangosas.

 

5)     Herradura con ramplones para pista fangosa. Se usa en los cascos delanteros. Tienen una uña con uno o los dos extremos volteados hacia abajo. Ese aditamento evita resbalones en pista fangosa. Su uso depende de que el caballo tienda a golpearse las manos en plena carrera.

 

6)     Herradura de barra. Se usa igual en cascos delanteros y traseros. Su uso es para proteger determinada zona del casco, cuarteaduras, planta contraída planta desgastada o plana.

 

7)     Herradura delantera con ramplones fijos. Se usa en los cascos delanteros con la misma finalidad de toda herradura para pistas fangosas.

 

Fuentes: extraído de la Revista Turf (julio 1963)

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, viernes 27 de mayo de 2016

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