Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Gertrude T. Douglas Widener:

Gran dama del turf galo

Editado por Juan Macedo

 

Una de las propietarias más prominentes de Francia es la gran dama norteamericana Gertrude T. Douglas Widener, esposa de Peter Arrell Brown Widener II. Nació en Albany, Nueva York el 8 de julio de 1897. Habitual residente de Maine, estado norteamericano, la señora Widener suele darse breves viajes a Kentucky, donde tiene su haras. Pero pasa largas temporadas en Francia, su segunda patria, según ella misma ha confesado reiteradamente.

 

 

Hula Dancer, una de las mejores yeguas europeas del momento, o la mejor después de Noblesse, fue criada por la señora Widener en los Estados Unidos. Hula Dancer es hija de Native Dancer en Flash On, y logró el título de campeona de los dos años en Francia en 1962.

 

Los colores de la señora Widener son rojo, blanco y negro. En 1961 los glorificó el caballo Prudent, que clasificó segundo en la lista del Free Handicap. Antes, en 1958, los llevó Dan Cupid, que ganó cuatro clásicos. Y en 1957 la representación le había tocado a Neptune, que clasificó en segundo lugar de la generación de dos años en Francia.

 

Aficionada hasta la pasión, la señora Widener no deja de darle necesario cabida a la  cuestión financiera. Hasta en el goce hay que ser buen administrador.

 

De ahí que no hay un año en que sus finanzas se quebranten por culpa de los caballos malos. Ella selecciona bien lo que debe correr. Lo demás lo dispone según se presenten las posibilidades. Pero ella sólo corre lo que considera que no fracasará en las pistas.

 

La señora Widener hace que Frank Aulick, domador oficial de sus cuadras, haga las pruebas previas. Los potros galopan de tres hasta cuatro millas subiendo y bajando terrenos accidentados pero sin someterlos en absoluto a pruebas de velocidad. Jamás se preparan en pistas de arena sino en las de grama. Cuando la selección está hecha, son enviados hacia Francia.

 

No es compradora en las subastas. Prefiere criar de acuerdo con los métodos clásicos establecidos. Ellos hicieron que su suegro criara a Osmond, Haste, Armfull, Ormonda, Peace Chance, Unbreakable y muchos otros. Su haras en Estados Unidos esto en Lexington, Kentucky.

 

La señora Widener dice que cuando no le gusta una yegua, no hay nada que la disuada. Las prefiere pequeñas o menudas y femeninas. Una yegua maciza, como un caballo, siempre es ordinaria y no da nada bueno. Tampoco le gusta el caballo que tira la cabeza hacia atrás. Para hacer un cruce primero se fija en las cualidades del padrillo. Luego considera su actuación pistera y finalmente atiende a la selección de la yegua que le será presentada.

 

Según la señora Widener, un caballo bueno puede ser veloz o no si a una de las dos cosas lo acostumbran. El malo nunca será veloz ni lento. Es malo y se acabó. El bueno puede ser de todo. Los norteamericanos son hábiles, según ella, en preparar caballos para pura velocidad. En cambio los franceses lo son en hacer versátiles a sus caballos. En eso superan abiertamente a los norteamericanos.

 

Joe Widener, suegro de la señora Widener, fue un fervoroso creyente del pedigree en el purasangre de carrera. Según él, la yegua madre representa en el nuevo producto, el 90 por ciento de su calidad. Una gran madre da bien con cualquier padrillo. La señora Widener ha seguido esa pauta y no tiene de que arrepentirse. Cuando selecciona a una familia, una yegua, persevera con ella. Ahí está La Roseraie, que le dio a Ambrose Light en 1935. De él proviene Flash On, la que a su vez le dio, cruzada con Native Dancer, a Hula Dancer.

 

Los comienzos de esta gran dama dentro del hipismo francés datan de su matrimonio con el magnate norteamericano Peter Arrell Brown Widener II, heredero de la factoría de tractores, cuya familia contaba con macizos intereses dentro del hipismo francés. Los Widener sostenían un haras en Chantilly. Intercambiaban caballos franceses con norteamericanos y viceversa. Hubo cruces en Francia y en Estados Unidos con los saludables resultados ya conocidos.

 

El primer caballo que la señora Widener tuvo en Francia se llamó Ambrose Light, hijo de Pharos, padrillo de Lord Derby, en La Roseraie, yegua propiedad de la señora Widener. Lord Derby le concedió el privilegio de que Pharos la sirviera. De ese cruce nació, como hemos dicho, Ambrose Light, que en la pista clasificó como el mejor dos años francés de 1935.

 

La señora Widener organizó sus cuadras en Estados Unidos cuando su esposo le regaló un potrillo nacido en Elmendorf, llamado Polynesian. Con el tiempo, dicho potrillo ganó la Withers S. y el Preakness S. La señora Widener dijo que Polynesian ha sido el mejor caballo que ella tuviera.

 

Retirado Polynesian, ella siguió presentando caballos en las pistas. En Estados Unidos tuvo poco éxito, razón por la cual regresó preferentemente a Francia. Aquí se asesoró con la famosa criadora Mme. Elizabeth Couturié, norteamericana, casada con un francés, y vieja amiga suya, por lo demás, aparte de la larga amistad que habían sostenido durante muchos años los ascendientes de ambas.

 

Mme. Couturié contrató los servicios del preparador Etienne Pollet. La señora Widener le envió 4 potrillos en 1957. De ellos salieron tres ganadores clásicos. El más destacado fue Neptune, único que no había criado la señora Widener.           

 

Hula Dancer fue ganadora de las 1000 Guineas, en donde Noblesse no se presentó. Pero al ganar ampliamente las Oaks, Noblesse quedó convertida en la mejor yegua de su generación. Hula Dancer ganó también el Prix de la Salamandre, el Grand Criterium, el Prix Yacowlef y el Prix lmprudence. Fracasó en las Oaks francesas y reapareció en agosto de 1963 ganando el Prix Jacques Le Marois en Deauville. Volvió a Longchamps en octubre ganando el Prix du Moulin. Vuelta a Inglaterra, ganó el Champion Stakes en Newmarket.

 

Hula Dancer, una gran yegua, como seguramente se lo merece una gran dama del hipismo mundial, fue retirada a la reproducción. En 1968 Raymond Guest pagó 1.020.000 francos por ella. La señora Widener falleció el 3 de febrero de 1970 a los 72 años, en la ciudad de Nueva York, víctima del cáncer.

 

Fuentes: extraído de la Revista Turf

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, viernes 27 de mayo de 2016

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