Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

El fenómeno del 5y6

Por Magín Zamora

 

Para un conocido sacerdote venezolano, el 5y6 (popular juego en nuestro país) es un invento del diablo, quizás no esté tan errado nuestro sabio prelado si observamos la cantidad de personas que dejan o prefieren sellar un cuadro antes de cumplir con sus deberes religiosos, como si en verdad rindieran un extraño culto a Satán.

 

Analizado objetivamente “el juego de las mayorías” como ha sido bautizado por los aficionados hípicos, es un extraño fenómeno que actúa en forma similar a los efectos de una droga alucinógena. No hay persona que después de probarlo, pueda librarse fácilmente de sus efectos o consecuencias. Innumerables son los casos de personas que han perdido sus bienes de fortuna en las patas de los caballos tratando de acertar ese soñado cuadro. Igualmente, aunque en mucha menor proporción, los afortunados que con una suma módica han acertado el pool millonario convirtiéndose de la noche a la mañana en nuevos y flamantes ricos.

 

Como quiera que se vea este complicado sistema de juego de origen puertorriqueño, se convirtió en parte de la tradición y costumbre del venezolano. Para muestra solo bastaba observar las numerosas colas que se formaban en los distintos sellados del país, sin distingos de clases sociales.

 

Por cierto, la conducta de los venezolanos en estas colas de los sellados contrasta con la observada por nuestros compatriotas en cualquier situación similar donde tengamos que aguardar pacientemente nuestro correspondiente turno. Un grupo de estudiantes de la Universidad Central de Venezuela, hace algún tiempo, dio a conocer los resultados de un minucioso estudio realizado en situaciones donde el venezolano obligatoriamente tiene que hacer cola (tráfico, parada de buses, cine, bancos, sitios de cancelación de servicios públicos, etc.) llegando a la conclusión de que mientras en estas colas su mal humor es manifiesto y notorio, acentuándose en la medida que transcurre el tiempo de espera y más aun con los “vivos” que nunca faltan y tratan de colearse. En la de los sellados su conducta cambia por completo y en los mismos pueden observarse a todos por igual: jóvenes, viejos, pobres y ricos en una clara demostración de civismo, aguardando pacientemente su turno, sin discriminaciones ni el habitual malestar que deja en nuestros ánimos el tener otras personas adelante. Para estos jóvenes universitarios éste es un fenómeno inexplicable, atribuido quizás solo al hecho de que todas esas personas de los sellados creen tener en sus manos el cuadro millonario, no quedándole otra solución que esperar pacientemente, ya que en caso de desertar podrían estar echando por la borda la suerte y con ella la fortuna tan buscada.

 

El llamado 5y6, como señalamos anteriormente, es un juego oriundo de Puerto Rico, consiste, como todos lo saben, en acertar el ganador de las carreras de un total de seis, previamente señaladas como válidas para este juego. Desde que fue instituido en Venezuela en el Hipódromo Nacional, dio muestra de aceptación por el aficionado hípico, convirtiéndose rápidamente para muchos en su favorito y en la esperanza de otros tantos para salir de abajo.

 

En nuestra nación el 5y6 no fue conceptuado como un juego más, comenzó como tal, pero a medida que ha ido transcurriendo el tiempo se ha convertido en el sostén de muchos hogares y en la fuente que nutre a muchas instituciones benéficas, lo cual puede considerarse como su función principal, inclusive representa una tajada de grandes proporciones para el estado venezolano, algo así como su caja chica.

 

Hasta el momento, que yo tenga conocimiento, el INH fue uno de los pocos, quizás el único instituto autónomo que no había producido perdidas a la nación, por el contrario, el incremento constante de la jugada sobre todo en lo concerniente al susodicho juego, había permitido a los distintos gobiernos satisfacer una serie de necesidades a nivel de gobernaciones, consejos municipales, etc., en beneficio de estas comunidades.

 

Objetivamente podríamos señalar que el 5y6 es un fenómeno extraño, cuyos efectos están tan marcados en la idiosincrasia de nuestros coterráneos que se ha dado el lujo de quebrar a cuanto enemigo se ha interpuesto en su camino, erigiéndose como el amo absoluto en este renglón. Los entendidos en la materia durante el auge del loto, vaticinaron la desaparición del popular juego, cuya cifra superaba en largo los treinta millones, batiendo todos los récords establecidos hasta el momento. Pero de repente todo se derrumbó (al igual que el título de aquella canción). Su monto disminuyó considerablemente hasta niveles alarmantes, se instituyeron campañas en pro de su recuperación, se habló de las bondades benéficas sociales que prestaban al país y hasta los hípicos de corazón popularizamos un conocido slogan que rezaba “el 5y6 es lo nuestro” con miras a rescatar algo tan importante, que de repente se nos iba de las manos y sin saber por qué. Quizás fue consecuencia de la grave crisis económica que nos ha afectado en los últimos años o tal vez gracias a los repetidos y garrafales errores de gobiernos hípicos irresponsables. Lo cierto fue que obligatoriamente para su descenso como para su completa recuperación, han debido conjugarse una serie de factores, los cuales solo podríamos señalar en forma hipotética so pena de incurrir en los errores que normalmente cometemos cuando escribimos o manifestamos algo sin pleno conocimiento de causa.

 

Lo que si podemos manifestar con exactitud es que el auge de nuestro turf se lo debemos en gran parte al 5y6. Muchas personas piensan y entre ellas yo, que, si no fuese por este, nuestros hipódromos fueran de mucho menor categoría, donde este deporte sería un privilegio de un grupo selecto de personas sin alcanzar la jerarquía actual.

 

Fabulosos dividendos y jugosos premios a propietarios han hecho que miles de personas sean adeptos o bien a sellar, o en su defecto a un tentador bocado para ilusos y soñadores quienes no han dudado en comprarse un purasangre con la firme creencia de tener el próximo crack.

 

En definitiva, el 5y6 es un ente con nombre y apellido al cual todos los hípicos, en especial los que devengamos nuestro sustento de aquí debemos cuidar, velando por su normal desenvolvimiento para permitirle cumplir con la grandiosa labor que lleva a cabo.

 

Fuentes: publicado en la revista Jockey Pronósticos

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, domingo 31 de enero de 2021

Copyright 2000, Anécdotas Hípicas Venezolanas C.A. Todos los derechos reservados