Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Cuando Renny era Jinete

Por José Luis D’Ángelo Durán

 

Transcurría 1952. Renny Ottolina (el personaje que hasta el momento de redactar este trabajo mantenía conmovida a Venezuela, América y el mundo entero, por la desaparición de la avioneta en que viajaba junto a otras cuatro personas) estaba entonces vinculado directamente a las actividades hípicas, mientras todavía no había llegado a la televisión, aunque trabajaba como locutor de radio y en la empresa Bolívar Films, según relatan los que vivieron la época y lo recuerdan.

 

En el Hipódromo de El Paraíso, un hipismo diferente, más romántico y no dudamos, hasta con mayor nivel, siempre guardando el margen de las proporciones. Se hacían carreras especiales con mucha frecuencia a beneficio de alguna institución temático asistencial. Steeplechase, especial para los aprendices de la Escuela y Gentleman Riders. Y en la hípica también estuvo Renny. No podía faltar.

 

El 26 de abril de 1952 se corre una especial de Gentleman Riders en distancia de 1000 metros. Renaldo José Ottolina Pinto, mejor conocido como Renny, era el segundo jinete más pesado de la carrera con 76 kilos y llega último en prueba de 9 competidores, conduciendo a Coro. Ganó nuestro compañero y ahora Adjunto al Jefe de RRPP del INH RodolfoPibePereira con Bandolero haciendo 63 kilos, Renny le dio 13.

 

Que pintoresco es nuestro hipismo. La situación tiene su gracia y en la siguiente competencia se explica en la Gaceta de entonces: “Como dato curioso, podemos citar que el jinete del ejemplar que arribó último montará al caballo que resultó ganador y el jinete ganador conducirá al caballo que llegó último”. Y Renny fue el jinete de Bandolero, pero no pudo ganar y llegó tercero en tardía atropellada. fue el sábado 17 de mayo.

 

La entrega de la Copa lo hacen representantes de la Sociedad Anticancerosa del Distrito Federal, a cuyo beneficio se corrió la competencia. Los tres jinetes de izquierda a derecha son: Alejandro Sánchez, el Dr. Juan Evangelista Lander y Renny Ottolina con una sonrisa característica.

 

Después en otra competencia de este tipo corre a El Chuchube y llega penúltimo. Luego el 12 de julio estaba designado para correr a Molinera, pero ésta fue retirada. En la siguiente especial, el sábado 1 de noviembre, Renny corre a Requiebro y se anota otro NP.

 

El sábado 27 de diciembre estaban anotados para correr 10 ejemplares. Renny era el jinete de Genial. Pero antes de la carrera, cuando se realizaba el paseo de rigor Genial se escapó dando una vuelta a la pista y dice la leyenda de entonces: “a pesar de los esfuerzos realizados por su jinete Sr. Renny Ottolina, quien no pudo competir debido al agotamiento del ejemplar y suyo propio, pero dejando constancia de quedar bien con el público, cuando exigió al Comisariato permitirle conducir de nuevo al citado animal en la próxima carrera a efectuarse el próximo sábado”. Renny siempre pensando en su público.

 

Llega la siguiente semana, la primera de 1953 –el año cuando Renny comienza en grande en la TV- pero pensamos que Genial fue retirado y faltó un jinete, porque notamos que Renny llegó último, pero con Pregonero y corrieron seis de los once inscritos. En otra carrera iba a correr a Vivaracho II, pero éste fue retirado.

 

El sábado 17 de enero, Renny llega tercero conduciendo a Montaraz, en lo que, sin duda, es una de sus mejores carreras.

 

Ese fue Renny en la hípica. Podemos decir el único de los aspirantes presidenciales que más vivió el hipismo y, en consecuencia, más lo conoció. Y recuerden; cuando finalizó el programa “La Palabra en Continente”, refiriéndose a las firmas que tenía que recoger para la postulación de su candidatura, dijo: “Lo que necesito es que me pongan en el aparato de partida, yo me encargo de hacer una buena carrera”.

 

Es mucho lo que siempre se puede agregar de Renny Ottolina, el hombre que transformó la televisión venezolana. Renny era un gran vendedor. La gente confiaba en él. Pero ahora decidió ir a vender el producto más difícil de su vida. Tan difícil que ahora se encuentra desaparecido.

 

Pero Renny es el fiel representante del innovador, del luchador tenaz, que no descansa hasta alcanzar lo que busca. Y así debe ser. Como candidato era algo diferente que daba un matiz distinguido a la campaña electoral que nos debe ahogar en propaganda durante este año si es que ya no lo ha hecho. Sus observaciones eran claras y en su nuevo rol no estaba por debajo de ninguno de los candidatos. Renny es el N°1 y no hay ni habrá otro como él. Ojalá y aparezca con vida. Como profesional siempre tuvo aportes beneficiosos y ¡quien sabe que le hubiera dado a la política de nuestro país! Cualquier cosa pequeña, hubiese sido buena.

 

Fuentes: Trabajo publicado en la Revista Gaceta Hípica marzo 1978.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 30 de junio de 2022

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