Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Counterpoint

El stayer elevado a la quinta potencia

Editado por Juan Macedo

 

El alazán Counterpoint, criado por Cornelius Vanderbilt Whitney y uno de los grandes campeones, se inició sin impresionar a nadie. Ha sido lo contrario de todos, que pican con buen paso, como los cohetes, y luego se apagan hasta desaparecer dejando un destello en el recuerdo de los mejores aficionados.

 

 

A la edad de dos años pasó desapercibido. Eso es, a veces, buen síntoma. En Europa no es raro que los grandes cracks no sean forzados, por razones especiales, a los dos años. Y que a los tres años, disputen y ganen pocas carreras, pero las suficientes para cimentar su gloria y ser dedicados, desde jóvenes, a la reproducción.

 

Counterpoint brilló con singular grandeza a los tres años. Ello se explica porque fue un caballo de largas distancias. Cabe otra explicación para eso. Los tiros cortos obligan a esfuerzos sobrenaturales, mientras que los largos sólo exigen calidad para sortearlo. Pero esfuerzos violentos, mortales, casi no se necesitan.

 

Counterpoint sufrió, de potro, fractura de un sesamoide. Eso lo retardó. Cuando hubo sanado, le tocó debutar a fines de septiembre. Corrió contra potrancas dos veces y no hizo nada. No volvió a correr y se consideró demasiado pobre tal actuación en un caballo que iba a ser grande entre los grandes. Por supuesto, su nombre no apareció ente la larga lista del Experimental Free Handicap.

 

Counterpoint era hijo del triple coronado Count Fleet. La madre era Jabot, hija a su vez de la gran Frillette, por Man O’War. El entrenador Sylvester “SylVeitch consideró al potro como muy bueno y hasta se tomó libertades comparándolo con los mejores potros del establo de Cornelius Vanderbilt Whitney. Y mire que el caballo se llevó tiempo para confirmar la apreciación del entrenador. Mientras tanto, todo el mundo se reía a su alrededor de tan optimistas apreciaciones.


Al salir como potro de tres años, ganó su primera carrera. Luego mordió consecutivamente la derrota. En el Kentucky Derby dio vergüenza llegando último en muy mala condición. Mejor fue su conducta en el Preakness Stakes. No fue enemigo para Bold, pero subió de forma  al llegar segundo y superar a los demás que llegaron a su zaga. En la Whiters apenas clasificó quinto detrás de Battlefield y Jumbo. Pero a partir de entonces, las cosas iban a cambiar notoriamente para el futuro crack. Se midió con Battlefield en el Peter Pan Handicap y lo derrotó. Era una distancia de de 1800 metros y Counterpoint la cubrió en 107”4, tiempo que significaba un nuevo récord de pista. Esa fue una carrera maravillosa. Daba peso a un gran caballo y marcaba record. No había ventajas ni misterios. El caballo había ganado en forma franca y demostrando una gran calidad. Nada más que eso.

 

Prueba de que no había ganado por casualidad nos la dio en el Belmont Stakes, la tercera gran prueba de la Triple Corona. Allí llegó para disputar los 2400 metros de la carrera. En su contra tenia a Count Turf a que había ganado el Derby, y al inmenso Battlefield. Pues bien, los derrotó a gusto.

 

Lesionado de un casco, Counterpoint estuvo algún tiempo fuera de las pistas. Reapareció en el Lawrence Realization, en 2600 metros, y esperó como de costumbre, la recta, para atropellar. Ganó ampliamente.

 

Se convenció todo el mundo de que Counterpoint era un stayer, un caballo de Copas, un perfecto handicapper. Era su origen, bueno para las largas distancias, que se ganan con calidad y no con desplantes de velocistas o cohetes.

 

Después fue a la Jockey Club Gold Cup en 3200 metros. Sirvió para confirmar la impresión que se tenia de Counterpoint. Un velocista puede ganar hasta 2000 metros y, con cierta astucia del jinete, alargarse hasta 2400 metros, siempre que los demás carezcan de facultades. Pero de ahí hacia arriba, no gana un velocista por más campeón que sea. Uno de esos casos de extensión por astucia fue el de Devil Diver, montado por Eddie Arcaro. Este maravilloso jinete se pasó de vivo en el Manhattan Handicap y convirtió a Devil Diver en la más grande sorpresa llevándolo a correr y ganar de punta a punta la distancia de 2400 metros. Lo que pasó fue que los demás jinetes recibieron órdenes de no preocuparse por ese caballo si tomaba la delantera. Arcaro sabía cómo iban a correr los demás. Y él tomó toda la ventaja que le permitieron, metiéndose a la recta con una cada vez mayor. Cuando vinieron a darse cuenta los demás de lo que estaba ocurriendo, la pelea estaba perdida. Arcaro ha sido el jinete más astuto de los Estados Unidos. Después de esa carrera, los demás jinetes estaban rojos de vergüenza en el recinto de peso.

 

Algo por el estilo quiso hacer en la Jockey Club Gold Cup montando a Hill Prince. David Gorman, el jinete de Counterpoint no se durmió. Aparte de que Hill Prince era el favorito y corría a la delantera, iba montado por Arcaro, jinete que confunde a cualquiera que lo deje coger ventajas. Counterpoint se puso tercero cerca de Hill Prince y así se metieron para la primera vuelta, en un cabeza a cabeza en la larga recta de Belmont. Tal posición se mantuvo durante las tres cuartas partes de la segunda vuelta. Y presenciamos una batalla semejante a la de Battlefield y Alerted, donde ninguno de los dos cedía una pulgada de terreno. Mientras el público rugía en las tribunas, los caballos rompían otra vez en la larga recta de Belmont Park, siempre cabeza a cabeza. Y así mordían el espejo casi, cuando Counterpoint sacó escasa nariz sobre Hill Prince o sobre Eddie Arcaro, si les parece mejor. La foto dijo que ganó por cabeza.

 

Fue la mejor carrera ganada por Counterpoint. Primero porque fue sobre el crack de su tiempo, y segundo porque le ganó corriendo, sin darle cuartel en ningún tramo de la larga carrera. Aún más, porque Hill Prince estaba en la mejor condición de su vida y montado por el jinete que duplicaba las fuerzas de sus monturas.

 

Otra vez se encontraron, Hill Prince y Counterpoint, en el Empire Gold Cup, en 2600 metros. Arcaro siguió la misma táctica, Dejando a Hill Prince adelante. Counterpoint se quedó atrás, mi­diendo siempre el ataque. Los dos caballos actuaban cautelosamente hasta el punto de que pasaron la milla en cien segundos. La carrera se aligeró cuando Counterpoint se le acercó a Hill Prince. Este apuró el paso y comenzó Counterpoint a acercársele. Gradualmente se le fue encimando. Cuando faltaban doscientos metros para la raya, estaba a pescuezo de Hill Prince. Así se mantuvieron por cien metros. Y en los cien finales, pasó Counterpoint a la delantera, ganando por cuerpo y medio. Definitivamente, era el mejor stayer de su generación y del país.

 

La última carrera del año fue la Empire City Handicap. Ganó en pista barrosa, como un verdadero campeón, luego de muchas alternativas contra caballos bastante buenos que, por otra parte, recibían amplia ventaja en kilos de Counterpoint.

 

Por el precario estado de su casco, no pudo disputar el Pimlico Special. Con lo hecho anteriormente, borraba la vergüenza de sus derrotas en el Preakness y en el Derby. Tanto fue así que lo designaron como Caballo del Año. Llegó tarde pero llegó a tiempo de ser el mejor caballo de su generación.

 

En diciembre, curado o mejorado del casco, lo enviaron a California. Debutó en cancha barrosa y en distancia muy corta para él. Pero Gorman supo sacarle partido a la fácil carrera que se le presentaba. Se hizo el difícil y esperó hasta la raya para que Counterpoint sacara la nariz. La gente tembló en las tribunas y admitió la carrera como muy dramática cuando, en realidad, Gorman había querido que así fuera para mayor gloria de Counterpoint. Después falló, dando muchos kilos, en el Maturity. Clasificó sexto mostrándose flojo en la atropellada. La demostración afligió bastante. Pero una vez que el caballo se enfrió, se encontró la explicación del fracaso. Sobre el corvejón de la pata derecha tenía una enorme protuberancia. El veterinario diagnosticó magulladura de los ligamentos. Y era tanta la magulladura, que un pedazo de hueso había saltado con los ligamentos. De ahí a la hacienda seguro su propietario de que jamás volvería a las pistas.

 

Pero el animal volvió, como si fuese inmune a las fracturas. Que materia la de aquel caballo. En julio lo teníamos cargando el peso máximo en Monmouth Park. Como en sus mejores días, vino en toda la recta, con su fantástica atropellada, para ganar por tres cuerpos.

 

Después fue a Saratoga. Era la Whitney y por esta vez no le tocó llevar el peso máximo. Se quedó lejos al comienzo. Y al final volaba para ganar por tres cuerpos. De la carrera salió, una vez más, lesionado. Fue el talón de la pata izquierda. Le rasgaron la piel feamente. La curación llevaría cierto tiempo. Eran ya dos fracturas graves, un casco permanentemente lesionado y ahora esta larga y honda herida, lo que obligaba a cerrar su campaña, donde completó 21 actuaciones y 10 triunfos, además de 3 segundos y un tercero, acumulando en premios la cantidad de US$ 284,575. Retirado a la cría, destacó con varios ganadores, siendo su descendiente más importante Dotted Swiss.

 

Hay caballos que han tenido mala suerte. Pero el campeón ha sido Counterpoint. Ninguno tuvo tan mala suerte como él. Creemos que si hubiese sido un caballo sano, habría sido el mejor del mundo.

 

Por su conformación, Counterpoint era el stayer elevado a la quinta potencia. Era flaco, con los hombros vertientes, cayendo por sus cortas espaldas. La longitud desde su cadera hasta los talones era la perfecta para cubrir mucho terreno con la brazada igual a la de los galgos. No tenía ni una onza de peso extra en su maravillosa contextura. Tenía velocidad para seguir a Hill Prince y a cien Hill Prince que le hubieran salido, y resistencia para todos los Stymies que lo hubieran disputado. Murió en el año 1969 y fue enterrado en el Whitney Farm, junto a otros grandes corredores de Cornelius Vanderbilt Whitney.

 

Fuentes: Basado en un trabajo publicado en 1960 en la Revista Gaceta Hípica, www.wikipedia.com, www.pedigreequery.com.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 29 de septiembre de 2011

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