Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Copa Mundial de Dubai 2007

Por Rosana Rivera®

 

Víctima de una musa con “jet lag”, no alcanzo a escribir mis memorias sobre esta maravillosa aventura hasta cuatro días posteriores a mi regreso de Dubai.  La idea del viaje a los emiratos surje de una sugerencia de un fotógrafo hípico inglés que conocí en el “chunnel” cuando me dirigía a París a presenciar el Arco del Triunfo edición del 2005. Así que nada más y nada menos que a un año y pico de tan valiosa sugerencia se convierte mi sueño en realidad.

 

CAMINO A DUBAI

 

La aventura comienza muy bien, en un avión de la línea aérea de los UAE (Emiratos Árabes Unidos) muy bien apodados como Emirates. Para empezar el lujo y el extraordinario servicio del Boeing 777 hace lucir a American Airlines como una guagua pública. Una limpieza impecable comida deliciosa y la atención de los asistentes de vuelo que no cesa hasta que llegamos a nuestro destino (Londres-Dubai). Con una pantalla de video que a primera instancia me intimida al descubrir que tiene 600 (si, seiscientos) canales de entretenimiento entre programación televisiva, películas, video juegos y música. Por si los 600 canales aburren, el avión esta dotado de dos cámaras de video que filman hacia el frente y bajo el avión. Así que a la hora de aterrizar se pueden apreciar vistas de los destinos desde arriba desde la pantalla de cada asiento.

 

Ya una vez en Dubai nos pasean incesantemente por “air side” del enorme aeropuerto hasta que finalmente una guagua nos lleva hasta al control de inmigración. El volumen de visitantes que llegan simultáneamente con nuestro vuelo es enorme. Caramba y es que son pasadas las doce y hay que hacer una fila como para vacunarse. El cansancio nos empieza a alterar los nervios, ya algo agobiados por las casi 20 horas transcurridas desde que salí de Miami. Pero como no hay mal que por bien no venga, el caballero que hacia fila tras de mí comienza a una afable conversación. ¡Y que sorpresa conocerlo! Y es que este señor trabaja nada más y nada menos que para el Aga Khan. En primer lugar, le expreso mi alegría en poder conocer al alguien que conozca el Aga y le empiezo una letanía de la influencia de los descendientes de algunos de los caballos criados por el abuelo del presente Aga en Puerto Rico. Que si Battle Morn (hijo de Blenheim II), que si Luchador (nieto de Bahram) a lo cual sonríe, y cortésmente me indica que aunque no se pierde un clásico importante cuando está en Londres, no sabe ni papa de líneas de sangre. Le pregunto que si va a asistir a la Dubai World Cup y me dice que esta vez no. Que en realidad esta en Dubai ya que se aprestan a organizar la conmemoración del jubileo de oro del Aga. Ya por fin me llaman para atenderme y me despido deseándole muchas bendiciones a su Imán y a los ismaelíes.

 

FIESTA EN EL DESIERTO

 

La próxima noche asisto al “Arabian Nights Party” realizada en el desierto, donde se congregan unas 2,000 personas de diversos países. Allí somos recibidos por niñas que nos enjuagan las manos en una fragancia que parece ser de pétalos de rosa, mientras que otras dibujan con henna en las manos de algunas de las damas asistentes a este evento. En la entrada oímos una alegre música amenizada por lo que parecen ser beduinos, los cuales realizan un baile utilizando bastones. Simplemente se me ponen los pelos de punta al darme cuenta de lo diferente de este entorno. Vemos canastas de frutos del desierto y de variadas especias que caracterizan estos lares. Los alrededores de las tiendas que sirven como salones de fiestas hay mesas de buffets conteniendo delicias gastronómicas de varias áreas geográficas del mundo. Los comensales se acomodan en las amplias tiendas  al estilo árabe que sirven como comedor, con mesas en el suelo, cojines que sirven de asiento y alfombras.  No muy lejos de nuestra tienda podemos apreciar las “belly dancers”, los danzantes que arrojan fuego, las “triyitas” en camello, los halcones de caza y un área preparada con “shishas” para los fumadores. Con tanta actividad alrededor nuestro es difícil mantenerse sentada, en el poco tiempo que estoy en mi mesa pude conocer al Sr. Ron Crocket y a su esposa, este propietario de Harvard Avenue participante del Dubai Golden Shaheen. Nos indica que están allí por invitación y con todos los gastos pagados inclusive, el caballo, mozo y entrenador. Que el único pago requerido era una porción de la cuota de inscripción para la carrera. Cuando me pregunta sobre el nuevo Gulfstream Park no pierdo la oportunidad de expresarle mi desilusión con la barbaridad que han cometido con lo que fue este hipódromo. Vale recalcar que el Sr. Crockett es el responsable de que en el estado de Washington haya regresado las carreras en vivo, en el hipódromo de Emerald Downs. No dejo de advertirle sobre mi opinión personal de que el invento de los casinos en los hipódromos es un arma de doble filo y que para serle sincera no me siento “bienvenida” como hípica en el “nuevo” Gulfstream Park, ya que es un casino y no un hipódromo.

 

En nuestros ir y venir de un lado al otro en este “partisón” desértico nos alegra oír nuestro idioma, proveniente de varios argentinos que han asistido al evento. Además tengo la oportunidad de compartir con los cronistas hípicos Juan Carlos Feijoó (de hipismo.net en Venezuela) y Diego Mittagstein de la Argentina.  Aprovecho su presencia para que el Sr. Feijoó me autografíe la copia de su libro Pasión Hípica, que me había sido obsequiada hace como un año por otro hípico venezolano el Sr. Gustavo Sansón al cual conocí junto a su esposa Teresa durante la celebración el Arco del 2005.

 

Cuando la velada va a medio camino vemos a al Dr. Dean Richardson y a Todd Pletcherwow!, no puedo creer que estoy aquí). Más adelante llega el regente de los emiratos Sheik Mohammed bin Rashid al-Maktoum y su carismática esposa la Princesa Haya de Jordania. Finalmente el evento culmina en un espectáculo de música y fuegos artificiales que sirven como preludio al magno evento del día sábado, la Copa Mundial de Dubai.

 

DIA DE LA COPA MUNDIAL

 

Doy gracias a Dios de no perderme la guagua que nos lleva a nuestra cita con Invasor “et al” por culpa a ponerme a ver una novela local. Es entonces que comienzo a reírme sola cuando me doy cuenta que es una “novela de época”.  Para nosotros del hemisferio de América representaría la época colonial ¡la de ellos se remonta a la época babilónica! Otra muestra la rica historia y antigüedad del Medio Oriente.

 

Abandonamos el ultramoderno “casco” (downtown) de Dubai con sus edificios de influencias arquitectónicas fantásticas camino a la cancha hípica. Como ejemplo de la vanguardia de arquitectura e ingeniería del emirato podemos mencionar el “Ski-Dubai”, un campo de esquí en nieve ubicado en el gigantesco “Mall of the Emirates”.

 

Recorremos el mismo camino que días antes nos llevo a un desayuno al hipódromo de Nad al Sheba, recordamos haber visto los camellos en sus ejercicios matinales en el área aledaña donde está ubicado el “Camello-dromo”. Don Quijote no son gigantes, son molinos. Rosana, ¡no son camellos, son dromedarios! Y es que para ser mas precisos debe ser un “Dromedario-dromo”, y es que tienen una sola joroba así que son dromedarios. Acostumbrada a ver veloces purasangres comiéndose la pista del Hipódromo el Comandante (ahora Camarero) se me antoja muy jocoso ver a los ungulados con su característica joroba corriendo por la arenosa pista.  

 

Arribo al hipódromo y se percibe el ambiente de jolgorio donde gran porción de la multitud esta constituida por ingleses que visten sus mejores galas para este evento. Mi sombrerito de fieltro color vino se “ababacha” ante tan bellos sobreros primaverales con todo tipo de decoraciones lucidos por las asistentes.  El público también es una mezcla de culturas del Medio Oriente, y muestra de lo vario-pinto del mundo islámico (¡vaya lección!), allí se congregan dubaitíes, sauditas, iraníes, libaneses, sirios, omaníes y otros. Algunos a su usanza colocan alfombras en el suelo desde donde conversan animadamente y disfrutan de este día de fiesta hípica, donde por cierto no existen las apuestas ya que esto es contrario a sus creencias religiosas. De hecho el mayor premio en el hipódromo consiste de la rifa de todo-terrenos Range Rovers para quienes acierten los ganadores.

 

Ya instalada en el “Millenium Terrace” que es una de las áreas de las gradas de Nad al-Sheba puedo admirar la belleza de este hipódromo, el cual según me acababa de enterar pasará a la historia con la construcción del nuevo hipódromo de Meydan proyectado para el año 2010.

 

La primera carrera pautada para las 5:00 pm es el Dubai Kahayla Classic, consta de ejemplares purasangres árabes. Es la tercer victoria consecutiva en el Kahayla Classic de Madjani, es un alazano propiedad de Handam Bin Rashid al-Maktoum que por cierto es también el propietario de Invasor. A esta le siguen el Godolphin Mile donde Spring at Last, un hijo de Silver Deputy en Winter’s Gone por Dynaformer bajo la fusta de Garret Gómez se gana al castrado Parole Board (Dynaformer en Forget About It por Be My Guest. Ambos en cierta forma con pedigree a la inversa el ganador con un cruce de Northern Dancer sobre Dynaformer mientras que el segundo con Dynaformer sobre Northern Dancer.

 

Le siguen el United Arab Emirates Derby con bolsa de $2 millones de dólares y abierta a tresañeros de ambos hemisferios, los norteños cargan 55 kilos mientras que los del sur  –por tener mayor edad cronológica- llevan 59 kilos.  El argentino Asiatic Boy (Not for Sale en Asiatic por Polish Navy) vence en los 1,800 metros, luego de una buena colocación en los puestos de vanguardia desde la arrancada. Su victoria es un buen presagio para los argentinos e Invasor.

 

El padre de Asiatic Boy es Not for Sale, representante de la potente línea del gran Caro (Fortino en Chambord) la cual cada día se asienta más como jefe de raza.  Su madre S.S. Asiatic tiene estrecha relación sanguínea con Lodz (del Haras Santa Isabel), que despuntaba como un gran semental y que desgraciadamente murió joven.

 

En el último evento antes del intermedio, el Dubai Golden Shaheen se miden 16 velocistas a 1,200 metros en representación de siete países. El vencedor Kelly’s Landing, representando a los Estados Unidos y guiado por Frankie Dettori cubre la distancia en 1:10.34. Harvard Avenue, finaliza en un honroso cuarto lugar luego de haber sido golpeado por otros dos ejemplares durante el transcurso de la carrera y arribar con una cortadura en la pata derecha.

 

Es entonces que comienza el espectáculo de luces y entretenimiento (¡como si ver tantas luminarias equinas no fuese suficiente!). Bajo un cielo opacado por la noche arabesca se apagan las luces del hipódromo, y comienza una música que nos evoca hacia los orígenes del caballo. En las pantallas gigantescas hay una presentación que traza desde la domesticación del Equus caballus hasta el atleta que es hoy día. Se resalta la nobleza, gracia y fuerza de este extraordinario animal producto de inspiración divina. Se observa en los cielos la imagen de un pegaso que cuelga de un “para-glider” y que se dirige alrededor del “infield”. Un contingente de caballos arabes –todos rucios- guiados por lo que parecen ser beduinos galopan frente al público; todo a la misma vez y también al unísono con la música. En el “paddock” dos descendientes del caballo árabe (andaluces) son dirigidos en una demostración de alta doma y entrenamiento. Ya el concreto armado se me va desmoronando y no puedo más que resistir el asalto de las lágrimas por la emoción en este homenaje a los caballos. Simplemente indescriptible. De pronto traen otro caballo árabe de la mano con una manta (hay que recordar que todo está en la penumbra), a la cual encienden en candela mientras el caballo se pasea por la pista como si nada. Obviamente muy bien planeado y como dicen en las películas “no animals or people were hurt during the filming of this movie!”.  Como punto final un espectáculo de fuegos artificiales y la imagen de los pasados ganadores de la Copa Mundial de Dubai y de la familia Maktoum es proyectada en una de las pantallas. El público presente aplaudiendo a rabiar por tan excelente demostración. Y aún así todavía nos queda otro espectáculo, Invasor.

 

Mientras tratamos de bajar los niveles de adrenalina incitando al paladar con un vinito y  manjares gastronómicos ubicados en la terraza del hipódromo casi nos perdemos la quinta carrera, y es que aunque sea por la comida nada más, vale la pena volver. El Dubai Sheema Classic sobre césped y a distancia de una milla y media. Mi favorito, el chileno Host (Hussonet en Colonna Traiana por Roy) guiado por John Velázquez no sale ni en los muñequitos, terminando en el 12º lugar. El ganador Vengeance of Rain originalmente estabulado en Hong Kong, proveniente de una línea materna que se remonta a la época colonial de Australia es un producto de la tierra de Phar Lap, Nueva Zelandia. Representa la fuerte línea de Zabeel, este a su vez hijo de Sir Tristam (por Sir Ivor) y su abuelo materno es el grandioso Danehill.

 

Ya a las 8:40 pm está pautado el Dubai Duty Free, con premio de 5 millones de “washingtones” en honor a la política de “no taxes” (duty free) de los emiratos, responsable de la pujante economía del emirato.  Con la monta del gran Yutaka Take el japonés Admire Moon le a la nación nipona su segunda victoria en estos eventos internacionales de Dubai. En demostración decepcionante finalizan el héroe floridiano de la Breeder’s Cup Mile del 2006, Miesque’s Approval (penúltimo lugar) seguido del californiano Lava Man. El padre del ganador es End Sweep, un hijo de Forty Niner que originalmente estaba en la Florida desde 1995 al 1999 antes de ser exportado a Australia y luego hacer “shuttling” en Japón. El abuelo materno del ganador es el campeón Sunday Silence que también es el padre del otro japonés en la carrera Daiwa Major, el cual arribó tercero.

 

Pasadas las 9:00 de la noche y por fin vemos el desfile de competidores de la prueba máxima del día, desfilan desde la pista al paddock de manos de sus mozos, Discreet Cat, Vermilion, Bullish Luck, Kandidate, Premium Tap (que se veía muy bien), Forty Licks y nuestro querido “orejón”, Invasor. El paddock de paseo está que no cabe un alma. Vemos allí a Sheik Mohammed, a su princesa Haya y al hermano de este Sheik Hamdam entre otras luminarias del hipismo mundial.

 

Ya salen a la pista con sus jinetes. Me asalta la duda, luego de ensillado y con el jinete me parece verlo sudoroso. ¡Caray!, me digo. Que he venido de tan lejos a “salar” el caballo, que me debí haber quedado en Miami y ver la carrera por la tele. Supersticiones que se originan de mi empeño en ir a ver a Funny Cide durante el Belmont Stakes y a Bárbaro durante el Preakness. Pero unos minutos más tarde toda duda se disipa cuando un Invasor en atropellada y ya entrando en la curva comienza a descontar cuerpos hasta empezar a disputarse el primer puesto con Premium Tap. Que carrerón. Por momentos parece que Premium Tap no quiere ceder. Pero Invasor, invade el primer lugar para no dejarse relegar. Grito y grito, he ahí nuestro héroe. INVASOR!!!

 

 

 

 

¡Bravo por Invasor! Bravo por Dubai. Que viva el hipismo, el Rey de los Deportes.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 26 de abril de 2007

Copyright 2000, Anécdotas Hípicas Venezolanas C.A. Todos los derechos reservados