Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

La Columna de Pedigree:

Correr solo no es sinónimo de Victoria

Por Cristóbal J. Malpica B.

 

Aunque no es un WalkOver, sí un detalle más que “al pelo” para aquellos que quieran desmeritar un triunfo, sólo por el hecho de haber  corrido solo.

 

Perú, Hipódromo de Porogonche,  inicios de agosto de 1976; en disputa el evento Clásico Fuerzas Aéreas  Peruanas sobre 1400 metros, con sólo 3 participantes. Ante el retiro de Iceberg  y Poblana, el debutante Disney queda con todo a disposición para el Stud Recta Final, sólo debía hacer el recorrido. Se dio la partida para la carrera (y no para la competencia dirían muchos) y al promediar los 600 iniciales, un aparato de partida situado a un lado de la pista pareció asustar al novel ejemplar que comienza a hacer extraños haciendo perder los estribos a su jinete y éste, evitando un accidente mayor, se lanza del mismo; rodaba a menos de 800 metros para la meta.

 

Al contrario de su homónimo, disputado casi paralelamente en el Hipódromo de Monterrico y donde el jinete chileno Adolfo González no había tenido inconvenientes sobre Betín en 1700 metros, Disney había perdido la carrera con su premio y el trofeo para sus allegados.

 

Moraleja: “Una carrera, aún ejecutada en solitario, es una COMPETENCIA ATLÉTICA… contra el tiempo y la adversidad”.

 

Pedro Caimán, en 72”2, remate de 23”2 y recorrido impecable con Jean Carlos Rodríguez, cumplió muy dignamente en el  Clásico Grano de Oro. Debe ser todo un padrillazo en su nuevo hogar de El Centauro, este hijo de Harlan’s Holliday, otra “bala” de Juan Carlos Ávila, orgullo de Haras Los Caracaros.

 

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, viernes 18 de diciembre de 2015

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