Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Busher

La nieta de Man O’War

Editado por Juan Macedo

 

Cuando el joven Coronel Edward R. Bradley se inició como criador, importó desde Inglaterra un potro llamado North Star III. Era hijo de Sunstar en Angelic. Un origen paradójico o irónico ya que North Star III parecía más bien hijo de Satán en la Rija del Diablo. Quedó tan curado en salud el Coronel Bradley que rehusó tener bajo su tienda a un descendiente del feroz Fair Play, el padre de Man O'War. Tampoco quiso nada con los hijos de este último ni con los nietos ni con nada que estuviese emparentado con Fair Play.

 

Pero War Admiral le hizo cambiar de opinión. El Coronel Bradley lo adoró tanto por su conformación física corno por su trayectoria en la pista. Lo adoró tanto que hizo lo inimaginable por comprar, por cualquier precio, a War Admiral. Siéndole imposible, optó por enviar algunas de sus yeguas para que se las llenara el gran caballo allá en Faraway.

 

Lo primero que obtuvo fue una potranca de nombre Bee Mac, que resultó campeona de su generación. La segunda fue la alazana Busher, campeona de los dos años en 1944 y elegida como el "Caballo del Año en 1945".

 

Busher era hija de la yegua Baby League, por Bubbling Over en La Troienne. Esta última yegua había producido a Black Hellen, la mejor potranca de sus días. Además había producido a un cúmulo de grandes ganadores clásicos, entre ellos Bimelech, Baby League fue una pistera modesta. Pero en la cría no tuvo parangón.

 

Cruzada con War Admiral produjo a Mr. Busher, uno de los más lindos potros de dos años e invencible en sus tres primeras hasta la última vez la perdió por el accidente que obligó a retirarlo de la pista.

 

Después tuvo otros buenos hijos del mismo War Admiral. Fueron Striking y The Battler. Busher tenía las características de un caballo. Y lo cierto es que en la pista se condujo más corno caballo que como yegua.

 

Busher era pequeña y por eso no impresionó. Su primera salida, un 30 de mayo, fue en 800 metros y la ganó. Más tarde ganó otra carrera muy modesta, pero ahora con cuatro cuerpos de ventaja. Ya gustó mucho más y en el Spinway Stakes fue favorita. La molestaron en la salida y en el trayecto y se conformó entrando cuarta. Adelantamos que fue la única vez en su trayectoria pistera, que estuvo fuera del dinero.

 

Dos semanas más tarde corrió el Adirondack Handicap. La condujo Arcaro y en toda la recta final se sobró para batir a War Date y Leslie Grey.

 

Busher corrió en Belmont porque las carreras de Saratoga fueron trasladadas allá y no por capricho de preferir la pista de Belmont. Cuando Busher escalona su consagración, ya el Coronel Bradley tiene 85 años, una edad en la cual fastidian los gritos del público y los ventarrones de los hipódromos. Así que tuvo suerte por que en Belmont él tenia acomodamiento privado para estar libre de todos los contratiempos.

 

Busher fue al Matron Stakes, gran carrera para potrancas en pleno otoño y en 1200 metros. Antes de disputarla, corrió una carrera de ajuste que perdió por cabeza por concederle seis kilos a Nomadic, pero ganándole a unas potrancas muy buenas como Twosy, Thine, Flyweight y Be Faithful. Mucho, posteriormente, debió luchar Busher contra todas las potrancas. Pero al final sobresalió con un pescuezo. Se marcó tiempo de 65”2.

 

Ganó, con el peso más alto, su siguiente carrera. Era el San Vicente Handicap. Era la entrada en el grupo de los machos, luego de haber sobresalido entre yeguas. El triunfo le había resultado fácil, siendo de anotar que a potrancas tan sobresalientes corno Top Flight les resultó un esfuerzo muy grande.

 

Esa fue una carrera dramática, Quick Reward, en la salida, derribó al jinete y se puso a molestar en todo el trayecto. En el camino cruzó hacia la valla contra Sea Sovereign y éste cortó contra Busher, haciéndola perder el paso. La yegua no se amilanó. Recobró el paso y faltando 200 metros ya tenia el triunfo asegundo aunque Quick Reward, sin jinete, corría locamente al lado de Busher. Pocos caballos ganan una carrera como esta que consagró a Busher.

 

En el Santa Anita Handicap, se hicieron presentes, por el prestigio y los cien mil dólares, los mejores caballos del momento. Es una carrera muy difícil porque hay que correrla desde la partida y defenderla en los finales de todos los que vengan volando desde el fondo.

 

Busher parecía que la ganaba porque la tenía asegurada desde la partida. Pero en los cien metros finales, surgió Bymeabond, con aquel incomparable jinete que se llamó George Woolf, y le ganó por medio cuerpo. Busher concedía tres kilos al ganador y además, éste llevaba a Woolf que hizo ese día la mejor carrera de las tantas grandes e inolvidables  demostraciones que dio en su vida de jinete.

 

Busher fue inscrita en el Santa Margarita Handicap. Le pusieron 58 kilos. Pero como era entre potrancas. Busher se dio banquete. Tres semanas más tarde disputó el Cleopatra Handicap en Arlington. Iba a vérselas con dos rivales de siempre: Twosy y War Date. Este último, corriendo por su lado, habíase tornado invencible en aquel año. Sin embargo Busher les daba ventajas en el peso. Lo que no obstó para que los derrotara, fácilmente, por cuatro cuerpos.

 

De ahora en adelante, su lucha iba a ser, corno la de todos los cracks, contra el handicap y los kilos, no contra los caballos. Así ganó también el Arlington Handicap, viéndosela con caballos maduros.

 

Para equilibrar a Busher con los demás campeones de su división, empezaron a echarle kilos encima. En el Beverly Handicap le pusieron 59 kilos. Durazna llevó 51. Esta era hija de Bull Lea y se consideraba como una estrella por lo ligera e inalcanzable que era. Busher no pudo alcanzarla y perdió por dos cuerpos.

 

Luego propusieron un duelo entre Busher y la otra campeona, la del Este, Gallorette. Esta yegua no estaba en su mejor forma para la hora de la disputa y enviaron, para sustituirla, a Durazna. La distancia fue de 1600 metros, desfavorable para Busher por lo corta y demasiado favorable para Durazna por lo veloz que era. Y qué carrera. No se dieron cuartel las dos yeguas. A veces punteaba Durazna y a veces punteaba Busher. En los cien finales, Durazna sintió cansancio y se entregó perdiendo por un cuerpo con Busher. Esta le dio seis kilos de ventaja a Durazna.

 

En el Washington Park Handicap hizo su mejor carrera. Alli se midió con el majestuoso e inolvidable Armed. Busher llevaría 52 kilos y Armed 55. A los demás caballos. Busher les estaba dando ventajas. Pot O'Luck y Durazna violentaron la carrera. Pero al final sólo quedaban Armed y Busher. Girando el codo final, la yegua puso tres cuerpos de ventaja. Armed entonces arreció con todas sus fuerzas, con esa potencia arrolladora que no tuvo ningún caballo. Pero no pudo reducir la ventaja a cuerpo y medio. Busher le ganaba la carrera de 2000 metros en tiempo de 121”4 siendo un nuevo récord de pista.

 

La campaña de Busher terminó en California con dos victorias y una derrota. Perdió el Will Rogers Handicap, por una cabeza, intentando alcanzar, de atropellada, a Quick Reward, que por su parte recibía ventaja de ocho kilos.

 

Pero en el Hollywood Derby, la yegua se desquitó de él y de Bymeabond, batiéndolos a gusto y remató en el Vanity Handicap con ventaja de dos cuerpos. Una lesión la alejó de las pistas perdiendo completamente el año 1946 y corrió una vez más en el año 1947 sin figurar. Su campaña de veintiuna carreras corridas dio un total de 15 triunfos, tres segundos, un tercero y un cuarto. Produjo ganancias por US$334.035, un nuevo récord, en su tiempo, para su sexo.

 

Busher fue enviada al Maine Chance Farm (propiedad de Elizabeth Arden) donde tuvo cuatro hijos registrados, pero solo uno realizó campaña pistera: Jet Action (ganador clásico y record horse). Busher murió el 22 de marzo de 1955 por complicaciones durante el parto. Fue incluida en el Salón de la Fama del Hipismo Norteamericano en el año 1964.

                                                 

Busher era una yegua preciosa. Su mirada inteligente llenaba una de las cabezas más finas y mejor proporcionadas que haya tenido purasangre alguno en Estados Unidos. Los ojos eran la viva ardorosidad de su abuelo Man O'War. Quizá de él le venia la belleza de la cabeza. A veces le daba un aire de generosa ferocidad, de coraje, de ganas de luchar. Muchas veces lució arrebatos de macho en la mirada, en la expresión y en la reacción.

 

Pero era una yegua, cuyo igual no se vera en mucho tiempo, si es que volvemos a verla. John Harvey, con una experiencia de medio siglo viendo entrar y salir caballos de las pistas, sostuvo que Busher fue la mejor potranca que conocieron sus ojos.

 

Fuentes: Basado en un trabajo publicado en 1960 en la Revista Gaceta Hípica, www.wikipedia.com, www.pedigreequery.com.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 25 de agosto de 2011

Copyright 2000, Anécdotas Hípicas Venezolanas C.A. Todos los derechos reservados