Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Buenos jinetes y malos handicappers

Editado por Juan Macedo

 

Todo gran jinete es por lo regular un mal handicapper. No lo decimos en el sentido de que es mal asignador de pesos. Lo decimos figuradamente en cuanto a pronostico.

 

Un buen jinete siempre tiene mala pupila para escoger sus montas, es decir, para seleccionar al caballo ganador. Bill Shoemaker fue en su momento el gran ganador de carreras en la historia del hipismo. Durante nueve temporadas fue el jinete mayor ganador de dinero en el mundo. Pero tuvo que prender, así campeón y todo, una lección que Eddie Arcaro aprendió antes que él.

 

Shoemaker rechazó a Northern Dancer para el Kentucky Derby. Cuando lo hizo, tenía la firme impresión de que Northern Dancer era un caballito cualquiera el cual no valía la pena conducir en tan severa competencia. Pero no fue solo Shoemaker. También lo rechazaron los jinetes de mayor demanda. Toda la habilidad y sabiduría de un jinete campeón en carrera no valen nada a la hora de servir de handicapper, de ser jueces de caballos y de escoger a los ganadores. Shoemaker escogió, entre tantos caballos para el Derby, a Hill Rise. El consideró que era el mejor, el imperdible, el crack de cracks y firmó la monta.

 

Eddie Arcaro tampoco escapó a un error semejante al de Shoemaker mucho antes que él. Arcaro tenía para escoger entre dos potros en el Derby de 1942. Podía montar a Devil Diver y a Shut Out. Meditó mucho y decidió montarse en Devil Diver. Ganó el otro y Arcaro juró haber aprendido la gran lección que aprenden todos.

 

Pero ocho años más tarde, Arcaro incurrió en nuevo error. Dos caballos esperaban su firma para el Derby de 1950: Middleground y Hill Prince. Montó a este último y, como suele suceder, el ganador fue el otro, el negreado. A este último episodio no se le ha dado mucha importancia en las memorias de Eddie Arcaro. Max Hirsch, preparador de Middleground, recordaba bien el asunto. Mal podía olvidarlo porque él, a su vez, botó ese Derby por desconfiar de los aprendices.

 

Arcaro tenía el record de cinco derbies. Propietario y preparador lo contrataron para asegurar la victoria de Middleground. Hirsch contó “Me puse en contacto con Eddie desde enero y él me prometió montar al caballo, pasara lo que pasara, porque si yo se lo ofrecía era porque me parecía en ganador seguro”.

 

Arcaro contó que él fue jinete que Hill Prince a los dos años. Incluso, a los tres años, lo corrió en el Wood Memorial y derrotó a Middleground montado por Bill Boland. Max Hirsch le dijo a Arcaro que esa derrota no podía tomarse en cuenta ya que Middleground había tenido dificultades.

 

Horas después llegó al recinto acompañado por Bob Kleberg, propietario de Middleground. Cuando Arcaro miró a los dos hombres, palideció de sorpresa. Como ninguno de los dos hablaba, Arcaro rompió el silencio diciendo: “Max, no me pidas que me desmonte de Hill Prince para que te corra a Middleground”. Hirsch contestó: “Puedes correr a Hill Prince si lo deseas. Pero oye este consejo: piénsalo muy bien, Eddie, no sea que te arrepientas”. Arcaro lo pensó mucha y lo consultó con sus amigos. Lo consultó con su esposa y con la almohada. Después decidió montarse en Hill Prince. Bill Boland se montó en Middleground, que quedó sin jinete. Por supuesto le ganó el Derby a Arcaro.

 

Max Hirsch contó en sus memorias que el día del Derby él le dio algunos consejos a Boland. El gran favorito era Your Host (padre de Kelso). Hirsch le dijo que no se preocupara por él así se adelantara hasta 30 cuerpos. Remató diciéndole al aprendiz: “Si Your Host nos gana, no importa. Se dirá y diré que me equivoqué. En todo caso, si usted pierde, los perdedores seremos nosotros”. Le dio unas palmaditas en el hombro a Boland y lo ayudó a montarse en Middleground para que ganara la carrera.

 

Arcaro cuenta que, ciertamente, Hirsch casi lo presionó psicológicamente al decir que pensara muy bien en la escogencia que hiciera en el Derby de 1950. Pero el caviló. Él había corrido a Hill Prince, sabía que era capaz de hacer. Además, Middleground era de King Ranch, un haras de una reputación mediana como haras, aunque bueno criando ganado de carne.

 

Arcaro confiesa que, a pesar de todo, él personalmente hizo la decisión de montarse en Hill Prince. Tuvo la certeza de que Middleground no podía ganar y por eso lo menospreció. Más tarde dijo: “Max Hirsch siempre tuvo razón en lo que decía”. Arcaro se equivocó dos veces: con Devil Diver en 1942 y con Hill Prince en 1950.

 

Fuentes: extraído de la Revista Turf de 1964

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, lunes 31 de octubre de 2022

Copyright 2000, Anécdotas Hípicas Venezolanas C.A. Todos los derechos reservados