Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta:

Bill Bane: los cascos cuarteados

Editado por Juan Macedo

 

Este no es un mal grave en los caballos. Se caen o se golpean y los cascos se rompen como la uña de cualquier humano. Lo grave esta en el tiempo que debemos esperar para que se reproduzca la uña rota. El parche de WilliamBill Bane ha venido, como bendición del cielo, a resolver el problema tiempo-carrera-caballo‑premio en Estados Unidos.

 

Bill Bane fue un herrero californiano, catire, de ojos azules. Tenía 32 años trabajando como tal, aunque con su parche va a cosechar el éxito. Bill Bane no solo fue un herrero. Fue más que eso: fue una figura nacional. Su famoso parche resolvió el pro­blema de los cascos cuarteados. Bane recibió pa­tente de invención el 21 de enero de 1964. La oficina de Paten­tes de los Estados Unidos le concedió la 3.118.449.

 

 

Todo inició porque le preocupó que una simple cuarteadura en un casco inutilizara por tanto tiempo a un caballo. Se puso a inventar algo que cubriera y pegara fuertemente la zona rota. Algo así como una tela adhesiva. Probó placas, ce­mentos y muchas sustan­cias en caballos ordinarios.

 

Su primer parche a un caballo vivo se lo puso a Destructor. Su teoría esta­ba bien encaminada, pero no dio resultado en el pri­mer intento. Luego de cin­co ensayos, vio claro el ca­mino. En el noveno ensa­yo logró el éxito. Fue con Prove It, el ganador de seis clásicos gracias al parche. Tarde o temprano iba a descubrirse algo contra las cuarteaduras de cascos. Había miles de personas trabajando en el caso. Ba­ne dio primero en el blan­co y ahí lo tenemos con su patente de invención.

 

El parche de Bill Bane se fabrica con neolite de la Goodyear Rubber Company y un cemento llamado Lefkoweld, fabricado por la Leffingwell Chemical Company. El neolite es el mismo material que se emplea en la suela del calza­do del hombre.

 

Para aplicar un parche, Bill Bane necesita tres días. El primer día recorta y lim­pia la cuarteadura. Es co­mo el dentista con la fre­sa. Tumba lo malo para cubrir con lo artificial bue­no. Luego le coloca herra­duras al caballo de mane­ra que no haya presión so­bre la cuarteadura. El se­gundo día aplica una cata­plasma de afrecho, harina y linaza y la deja por 4 horas. El tercer día aplica un encojinado de espuma de goma en la lámina sensi­ble del casco, raspa la su­perficie del mismo, dejándola áspera de manera que sirva de base para sostener el parche. Luego corta la tira de neolite en la forma que lo exija la cuarteadura. El material de cemento y el parche se sostienen después con una tira adhesiva corriente. Mientras tanto, se aplica sobre el parche, durante dos horas y media, una lámpara de rayos infrarrojos de 250 watios. Luego se precisa de una hora de enfriamiento. Como se verá, es iguali­to a vulcanizar un caucho.

 

Como quiera que esta sencilla operación puede reportarle al dueño de un caballo un premio de US$20.000. Bill Bane cobra honorarios razonables. En su patio, sin viajar, co­bra US$250 por operación. Si hay que viajar, co­bra US$125 diarios adicionales más los gastos de avión y hotel.

 

Desde cualquier lugar del país. Bill Bane recibía llamadas. Un casco roto pue­de tornarse normal con su famoso parche. Y con el puede asegurarse un pre­mio de US$100.000, US$50.000 o si complace igual, de US$20.000. La cuestión no es dejar pasar la oportuni­dad. Bane volaba mucho cada día. Lo llamaban de todos los lugares del país. Cobraba Ca­ro, pero se ahorraban seis o más meses que habría que es­perar a que crezca el cas­co roto o cuarteado.

 

El parche no cura las cuarteaduras. Neutraliza sus consecuencias, simple­mente. Es como si no exis­tieran mientras el parche está en su sitio. Mientras tanto también, el casco va creciendo si está roto. Si es cuarteadura incurable, da igual. Mientras este el parche, el caballo corre normalmente como si na­da malo existiese. ¿Quie­ren algo mejor?

 

El caballo Cyrano se cayó y se rompió una uña de un casco. Ocho días después de aplicársele el parche, entró tercero de Mr. Con­sistency y Doc Jocoy en el Santa Anita Handicap el pasado 22 de febrero. Con Prove It se comprobó el acierto de Bill Bane. Lo usó en el y ga­nó clásicos sin sentir en absoluto las consecuencias de la cuarteadura que tenía en el casco. Para ese entonces, Bane hacia apenas un experimento. No había perfeccionado su sistema. Luego fue distinto, perfecciona­da y patentada. Su Mac Lad padece de una afección crónica en un asco. Con el parche ter­minaron los problemas hasta el punto que el ha pasado a ser, como una mano o una pata o como la cola misma, parte del caballo.

 

En una entrevista, Bill Bane comentó “Me preocupa el futuro. Que al­guien, cuando él falte, tie­ne que dedicarse a eso. Tengo la seguridad de que para hacer esa operación se precisa de un herrero con no menos de 17 años de experiencia y considero que ningún veterinario podría hacerlo como un herrero”.

 

Fuentes: Trabajo publicado en la revista Turf.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, martes 30 de septiembre de 2014

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