Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Arnold Winick, un preparador brujo

Editado por Juan Macedo

 

Arnold N. Winick nació el 10 de enero de 1928. Fue uno de esos hombres que no ven dificultades por ningún lado. Si usted quiere viajar a la luna, él le facilita un vehículo y le recomienda un buen campo de aterrizaje. Si usted quiere eternizarse, él carga el específico en el bolsillo que le permite la inmortalidad física. Winick fue un hombre extraordinario.

 

Yo tengo el tipo de caballo que usted desea correr. Los tengo para 800 metros, para una y dos millas, para ganar el Derby. Yo lo tengo todo. Y no sólo el caballo para esas distancias sino que tengo al ganador de ellas” siempre decía Winick.

 

 

Winick explica cómo se ha puesto en esos caballos. Como preparador, él tiene una gran reputación. Se consagró como el mejor de los inicios de la década de los sesenta. Tuvo una caballada excelente, su caballo argentino Sensitivo fue una estrella. No hubo otro como él corriendo distancias de aliento en los Estados Unidos. Tuvo en su cuadra varias estrellas como Smart Deb, In The Pocket, Babington, Tronado, El Tamao, Corn Off The Cob, Hold Your Peace, entre otros.

 

Winick era un preparador de buen rendimiento. Pero su gloría vino cuando le dieron al caballo argentino Tudor Era. Cogió su animal, lo compuso y lo inscribió en el Man O'War Handicap en Aqueduct y con él logró su primer premio de US$100.000. Eso bastó para que los propietarios le dieran a Winick caballos de primera clase. Incluso no se metieron en orientar sus métodos de entrenamiento.

 

Winick es un hombre despierto. Leía revistas argentinas, con avidez de investigador. Encontró que había un caballo llamado Sensitivo. Calladamente viajó hacia Argentina, hizo revisar a Sensitivo por un veterinario y lo compró para el señor R. F. Bensinger. Ya el mundo entero sabe la extraordinaria campaña clásica que cumplió Sensitivo en Estados Unidos.

 

Y lo peor está en que muchas personas querían que Winick fuera a Argentina a comprarles caballos. Y su patrón el señor Bensinger había decidido comprar preferentemente caballos argentinos.

 

Su caballada total llegó a pasar de 50, pero siempre trabajaba con tres que rinden al máximo y así los iba rotando. Igualito a los managers de las grandes ligas en el uso de los pitchers, El que está por la goma es el que sale al sacrificio. Se quema y le viene el relevo, Un gran método sin duda.

 

Winick tuvo a su cuidado un potro llamado Swapson, hijo de Swaps en Obedient, por Mahmoud. Lo compraron por US$130.000 en 1961. Fue el récord mundial pagado por un caballo sin haber sido probado en las pistas. ¿Saben cómo llegó ese potro a manos de Winick? He aquí la pequeña historia: Winick pujó en las ventas por el potro. Él quería comprarlo para el dueño de Sensitivo. Pero el señor John Olin pujaba a su vez y se atrevió con mejor postura que Winick. Total, Olin se quedó con el potro y pagó por él los ya nombrados US$130.000. Pasados dos días, el señor Olin buscó a Winick y le preguntó por qué él quería comprar a Swapson. Winick contestó: "Porque me gusta mucho". El señor Olin le dijo: "Si le gusta mucho, tómelo y prepárelo usted”.

 

Swapson estuvo a punto de morir a la edad de dos años. Winick casi se moría de la preocupación pero logró salvar al caballo. Después le vinieron unas cañeras tremendas. Una vez que se las curó, lo inscribió y ganó su primera carrera. Lamentablemente fue sangrador. Fue negociado a Venezuela donde ganó algunas carreras comunes y por su origen terminó en Argentina como reproductor.

 

Una característica de Winick ­igualito a Millard Ziadie­ es que prefiere correr con aprendices. Contrató a Beebe, un aprendiz oscuro y lo convirtió en el Líder de los jinetes en Hialeah. Bajo la batuta de Winick pudo convertirse en el Ronnie Ferraro de 1963.

 

Ganó más de 20 estadísticas: 12 en Gulfstream Park, 6 en Arlington Park y 3 en Hialeah Park entre las décadas de los ‘60 y ‘70.

 

También fue propietario y criador, grandes nombres como Mitterand, Don’tstop The Music, Country Queen, tuvieron el sello de Arnold Winick. Su nombre ocupó durante mucho tiempo los grandes titulares de la prensa hípica especializada. Falleció en Florida el 30 de marzo de 1995.

 

Fuentes: extraído de la Revista Turf (mayo 1963).

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, sábado 28 de enero de 2017

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