Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

¡Aquel Jonrón!

Por Miguel Useche S.

 

José García Ronzino es el nombre de un destacado entrenador de Caballos del antiguo Hipódromo Perla Antillana de la República Dominicana. Cuando lo visité en su casa, me llamó la atención una pelota firmada por el Jonronero Venezolano Antonio "Tony" Armas. “Oye José ¿y esto?” “Esa pelota tiene su historia” me dijo.

 José García Ronzino

 

José venía preparando con mucho celo y dedicación a su pupilo Cuarto Bate, un hermoso importado y buen ganador pero de un temperamento muy nervioso, tanto así, que el zumbido de una Mosca lo ponía a correr dentro de su jaula y a sudar como loco, y Ronzino esperaba las horas de la noche, cuando todo estaba en calma para darle sus sueritos con sus respectivos aliños.

 

Esa semana su As correría el Clásico Khalil Hache, uno de los más prestigiosos y de mayor tradición en la Hípica Dominicana, es viernes por la noche y a su querendón le tocaba darle su "Suerito", como toque final para su compromiso del domingo.

 

Por coincidencia esa misma noche se jugaba el último partido de la Serie del Caribe entre Venezuela y la República Dominicana, ¡se decidía cual sería el Campeón!

 

El Estadio de Quisqueya (Full) y el Hipódromo estaban ubicados en una misma área, tanto así que los establos estaban justo detrás del Center Field. Ronzino oía por el transistor las emociones del partido, que se iría a Extra Inning si los dominicanos hacían el tercer Out de ese noveno episodio (con el juego empatado a dos carreras)

 

Pero le tocó batear a Tony Armas con dos out, y en cuenta de 3y2, esto termino de poner muy nervioso a José quien ya no sabía que hacer: o seguir dando el Suerito Milagroso a su Cuarto Bate, o oír el out de Armas, Ronzino sudaba y sudaba y oye decir al narrador: Armas hace Swing y la bola se va, se va, se va… coje altura… ¡y se fue de Joooooonroooon!... Inmediatamente siente un fuerte golpe sobre el techo de Zinc de su caballeriza, donde se encontraba  con su Cuarto Bate y el susto fue tan grande que el transistor jamás apareció., el caballo dio un brinco, chocó contra la puerta, las abrió y se escapó por el sendero, mientras Ronzino yacía en una esquina atolondrado del susto, y maldiciendo a Armas por la doble vaina que le había echado.

 

En definitiva: Cuarto Bate se le hinchó el cuello por el suero derramado, y hubo que retirarlo, José termino con el dedo pinchado y el dolor de perder la Serie del Caribe, pero con un consuelo ¡Tenia la Bola bateada por el Jonrón más largo que jamás se ha bateado en el estadio de Quisqueya hasta el Sol de hoy!

 

Fuentes: www.primerahora.com (foto)

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 25 de Marzo de 2010

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