Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Reportaje 65 Aniversario de La Fusta:

Herman "Chiquitín" Ettedgui

Por David García Velásquez

Trabajo cedido por Revista La Fusta, todos los derechos registrados

 

Un venezolano ilustre e íntegro durante su paso por este mundo. Ese fue nuestro fundador, el mismo que en 1947 se atrevió a romper paradigmas del periodismo hípico y apoyado por Juan Avilán, colocaron en circulación a esta revista, La Fusta, la misma que por muchos años se ganó el remoquete de La Pionera del Hipismo. Ésta es una parte de la extensa historia de Chiquitín, ese que vivió durante la mayoría del siglo 20 y la primera parte de éste siglo 21 David García Velásquez.

 

Por segundo año consecutivo, Revista La Fusta presenta en su edición aniversario a un notable personaje que contribuyó con la actividad hípica de forma directa. Pero ésta vez, nuestra figura de esta semana es mucho más que un personaje. Se trata de la ahora leyenda inmortal de Herman Ettedgui Landaeta, conocido como “Chiquitín” en todas partes de nuestra Venezuela.

 

Después del éxito que hubo el año pasado con la biografía de Virgilio DecánAly Khan”, muchas fueron las solicitudes para que se publicara un reportaje similar, destacando la vida de la persona que le dio vida a esta revista. La petición se ha complacido pero por cosas que escapan a nuestra voluntad, Papa Dios decidió llevarse a Ettedgui hace un mes exactamente, el Día del Padre para ser más exactos.

 

No solo sus más cercanas amistades pensaron que “Chiquitín” era inmortal, que nunca lo íbamos a ver en un lugar tan triste como un Cementerio. Así lo asimilaron también sus familiares por un momento, porque en realidad “Papapa”, como era llamado por toda su vasta descendencia, era un verdadero tanque de guerra, levantándose a las 5 de la mañana todos los días para cumplir con distintas actividades, sin que mostrara ningún tipo de cansancio o descompensación física. El “Chiquitín multi-usos” podía estar perfectamente jugando Golf caminando 18 hoyos un día y después, ver con detenimiento un partido de su equipo favorito, los Yankees de Nueva York, analizando cada movimiento de Derek Jeter o de Alex Rodríguez y con sus grandes lentes, notando los movimiento del panameño Mariano Rivera, en la novena entrada.

 

Primeros Años

Herman Alberto Ettedgui Landaeta nació el 31 de julio de 1917 en Puerto Cabello, estado Carabobo. Su padre era Alberto Ettedgui y su madre Carmen Aminta Landaeta. Nació en una casa que era de dos pisos y en la parte baja funcionaba un almacén llamado La Villa de Caracas fundado en 1899 y que todavía sigue en pie en Puerto Cabello. En 1922 fue trasladado a Caracas junto a su hermana Esther, 2 años mayor que él y en 1927 comenzó sus estudios de primaria en el Colegio La Salle, siendo inscrito directamente en segundo grado. Fue adelantado de curso debido a que en su casa de Puerto Cabello, recibió lecciones de lectura y escritura, por lo que estaba bastante adelantado con relación a otros niños. Allí, se muestran sus primeros talentos deportivos y en 1928 campeón de béisbol con el equipo infantil Cincinnati, a los 11 años de edad.

 

Durante su etapa de adolescente, logró ser también campeón con el equipo del Unión, dirigido por Juan Antonio Yánes (Yanesito) en 1933 y desde allí, a pesar de su pequeña estatura, se le conocía por tener mucha velocidad para robarse las bases y en el fútbol como centro-delantero.

 

Fue a partir de la década de 1930 que Herman Ettedgui comenzó a participar en varias disciplinas con éxito. Desde 1937 a 1944 jugó Béisbol con el equipo Los Sapos en la categoría Doble AA y sólo tuvo un turno en el Béisbol Profesional con el Vargas en 1945, conectando un hit. En los libros de récords, su nombre aparece con 1.000 puntos de average.

 

En el fútbol, participó en 1936 con el Unión, jugando inclusive a escala profesional, conquistando la Copa Venezuela y siendo líder goleador del torneo con 12 dianas. “Chiquitín” introdujo el voleibol en 1936 y en 1938, integró el equipo de nuestro país que ganaron en los primeros Juegos Bolivarianos.

 

Además, Ettedgui implantó récord nacional para los 100 metros con 10.5 segundos en 1938, marca que duró hasta los Juegos Bolivarianos de 1956 en Caracas. También dejó récord ese mismo año en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Panamá, además de ser el poseedor del récord de los 60 metros planos a escala nacional y mundial. El récord mundial fue superado en 1988 pero en nuestro país, se mantiene vigente.

 

Fueron los años en que “Chiquitín” comenzó a incursionar en el periodismo (1936) siendo protagonista de muchas de las noticias en las que él mismo era el protagonista.

 

Periodista a millón

Si Herman Ettedgui hubiese tenido en 1936 todas las herramientas tecnológicas que se poseen en la actualidad, su trabajo no hubiese tenido todas las complicaciones que sufrió, en especial con las noticias extranjeras. Su primera nota apareció en el Diario Unidad Nacional el 11 de marzo de 1936 con el título “Algo sobre Base Ball Criollo”. Era la época post-gomecista y todavía el país estaba algo conmocionado por el cambio político que implicó la muerte del Benemérito, por lo que esa primera publicación también contenía comentarios sobre la política deportiva que debía ejercer la administración pública que encabezaba Eleazar López Contreras.

 

Además de crónicas y reseñas sobre encuentros de Béisbol en que él a veces tenía que jugar y al rato, salir corriendo al periódico para escribir la nota del partido, Ettedgui reseñó ciertas actividades que ocurrían en el viejo Hipódromo Nacional, así como en otras disciplinas.

 

Pero en 1939, ocurrió un evento que marcó la pauta en el Periodismo Nacional y fue que el 24 de enero, Ettedgui publicó en el Diario El Universal, una nota sobre la firma de Alejandro “PatónCarrasquel con los Senadores de Washington. A “Chiquitín” lo acusaron de irresponsable, amarillista y demás por haber publicado eso que él mismo había escuchado de parte de una emisora de Radio llamada “El Progreso Cubano”. Sin embargo, el 29 de enero la noticia se confirmó y esto fue considerado como el primer gran tubazo periodístico del béisbol, siendo ahora “Chiquitín” el héroe.

 

Desde ese entonces, ejerció la profesión por más de 73 años, pasando por diversos medios y ocupó distintos cargos. Fue 22 años Jefe de las páginas deportivas de El Universal, del diario El Tiempo, Al Cierre, Unidad Nacional, Crítica e incursionó con sus escritos en las revistas Élite, Momento, Bohemia, Auténtico y Zeta, publicación en la que se mantuvo hasta mediados del 2011.

 

Una de sus creaciones, antes de La Fusta, fue la revista gráfica ilustrada Mundo Deportivo en 1943, un semanario que poseía en su mayoría muchísimas fotos de varias disciplinas deportivas y que causó sensación dentro de la población por su múltiple contenido. La misma poco a poco fue haciéndose insostenible debido a los costos y el arduo trabajo que se necesitaba y cierra en 1948.

 

En la parte de la televisión, tuvo su programa Desfile de los Ases desde 1955 hasta 1958 por el canal 4 de Televisa, que posteriormente se convirtió en Venevisión en 1961. Fue además, Jefe de Deportes en Venezolana de Televisión por casi 30 años, además de mantener sus programas Variedades Deportivas y Espectaculares Deportivas. Pero además, transmitió por el Canal del Estado, mundiales de fútbol, partidos de voleibol, automovilismo y otras disciplinas.

 

Chiquitín” fue fundador de Radio Rumbos y estuvo en otras emisoras como Ondas Populares en 1936, lugar en el cual se inició con sus programas hípicos, aupado por el dueño de la emisora, Gonzalo Veloz Mancera. Su voz también se dejó escuchar por Radio Cultura, Radio Continente, Radiodifusora Venezuela, Radio Libertador, Radio Suave, La Voz de la Patria que después paso a ser Radio Capital, Radio Mundial, Radio Tropical, Radio Tiempo y por último, Radio Deporte con varios programas: “Los miércoles de Chiquitín”, “Ring Side”, “La Voz del Fanático” y “Tres Generaciones en el Hipismo”, espacio que iba los sábados de 7 a 10 de la mañana junto a su hijo Alberto y algunos colaboradores especiales como Abelardo Padilla y Alex González.

 

 

Para quién escribe, ese fue el primer programa netamente hípico donde pude intervenir y compartir espacio con “Chiquitín”, que escucharlo recordar fechas y momentos de la hípica nacional, era algo de lujo. Pero también era algo gracioso oírlo comenzando hablar de la Temporada de El Paraíso en 1932 y terminaba hablando de otro deporte.

 

Chiquitín el hípico

Ésta es la parte que más tiene que ver con nosotros de todas las facetas cumplidas por la extensa y enriquecedora vida de Herman Ettedgui. Como se mencionó anteriormente, Chiquitín empieza a escribir crónicas de las carreras de El Paraíso a mediados de los años 1930 y de igual manera, se inicia en Radio junto a AlbertoTapatapaHidalgo, su cuñado, con un programa de hipismo en Ondas Populares.

 

 

En la década de 1940, así como Ettedgui tomaba parte en otras disciplinas, también lo iba haciendo en el Hipódromo Nacional. Durante 1949, comienza a tomar los micrófonos en la diminuta caseta que había en el edificio frente a la meta y transmite las carreras por Radio Continente junto a José Eduardo MendozaMiralejos”. Por cosas de la vida, Miralejos no llegó a tiempo un día y Chiquitín, como conocía a los caballos perfectamente, solicitó unos binóculos prestados y narró una competencia ganada por el caballo Pachacho.

 

En 1952, “Miralejos” y “Chiquitin” se mudan a Radio Rumbos debido a que en Continente, su director Juan Francisco Rodríguez o “Don Fulgencio”, iniciaría su propio programa hípico llamado Monitor 590, con la participación de Lucho Cárcamo, César Augusto Rivero y un aprendiz de Ciudad Bolívar llamado Virgilio Cristián Decán, quien se convertiría en ese dial en “Aly Khan”. El resto es historia conocida.

 

Fue precisamente en Radio Rumbos que, durante el Clásico Presidente de la República de 1952, ocurre otro episodio importante en la vida de “Chiquitín”. En pleno desarrollo de la competencia, “Miralejos” que era el narrador interno, sufre un desmayo y queda inconsciente en la mesa de transmisión. “Chiquitín” toma el micrófono y termina la narración de la prueba, al momento de que “Miralejos” seguía a su lado sin volver en sí. Concluye la carrera y a “Miralejos” se lo llevan para un Centro de Salud. Después de 3 días, “Chiquitín” pudo visitarlo y entonces se disculpó con José Eduardo Mendoza por haber descuidado su atención y narrar la carrera, entonces “Miralejos” le dijo: “Has hecho lo correcto Herman, los actores pasamos de largo y al público hay que respetarlo”. Fue una frase que nunca se le olvidó y la deuda moral que Ettedgui tenía, quedó saldada.

 

Pero en 1947, motivado a que la Revista Mundo Deportivo estaba a punto de desaparecer, “Chiquitín” “se inventa una” como se dice coloquialmente y elabora un tabloide de nombre La Fusta. El mismo contenía las carreras de sábado y domingo, además del primer retrospecto como tal que se conoció en Venezuela. El mismo, constaba de la campaña completa del ejemplar del primero al cuarto –en ese entonces-, el comentario del pronosticador, y los detalles de su última actuación: posición de llegada, los cuerpos, los kilos, la distancia y el tiempo agenciado, expresado en forma de segundos. Además de ello, se publicaban las fotos de los 2 favoritos de La Fusta, junto a un comentario y el tiempo probable, que más adelante en 1955 se convertiría en Con Las Tablas en La Cabeza, con vigencia todavía en la actualidad.

 

Por primera vez en una publicación hípica, se publicaban los resultados de la semana anterior con 2 fotografías. El formato de las llegadas es el mismo que tenemos hoy en día y que fue otro punto de referencia obligatorio. El Retrospecto General se llamaba “Consultorio Hípico” y además, se ofrecían las estadísticas, recomendaciones para los cuadros y las mutuales, junto a noticias nacionales y del extranjero.

 

La Fusta arrancó en julio de 1947 pero solamente duró 14 números. Por falta de dinero, “Chiquitín” detiene el proyecto que había tenido una aceptación tremenda. Pero fue en 1948 que el “MaestroAvilán le otorga esa fuerza económica que necesitaba y el 12 de junio de ese año, La Fusta vuelve al ruedo, saliendo en la portada el “MaestroPedro Sánchez, el encargado del clarín en el Hipódromo de El Paraíso.

 

Chiquitín” reunió a un selecto cuerpo de redacción integrado por Mariano Tirado, Carlos Alberto Ledo, José Campos y Carlos RodríguezDos y Dos”. Más adelante, se incorporaría Francisco “Pancho” Casanova y el propio “Miralejos”, realizando un periódico que circulaba los sábados con valor de 1 bolívar.

 

De inmediato, La Fusta levantó vuelo y Ettedgui figuró como director de la misma hasta 1951 que deja el cargo a José Campos, por otras ocupaciones. Posteriormente, “Miralejos” se encarga de la revista en 1953 y 2 años más tarde, le da paso al primero de la dinastía Ettedgui, Herman hijo, que con 18 años toma la batuta de la publicación, ya convertida a revista para ese entonces.

 

Pero a pesar de no estar en la revista, “Chiquitín” se mantiene en el hipismo como propietario con relativo éxito, asociado con sus amigos el médico veterinario y entrenador Miguel Torrealba, Mariano Tirado y el actor Amador Bendayán. Sus ejemplares Centella y Abrazo, le dieron varias satisfacciones como dueño de caballos. En 1958, “Chiquitín” es llamado por la directiva del Hipódromo Nacional, encabezada por el Teniente de Aviación José Luis Fernández, para que reorganizara el Comisariato. El país salía de otra difícil situación política con la caída de Marcos Pérez Jiménez y el óvalo de El Paraíso, debía continuar sus actividades. Con “Chiquitín” en el Comisariato, junto a Pedro Juliac y Jesús González Cabrera, se inicia su carrera como Juez Hípico hasta 1974, siendo ratificado por los distintos presidentes del Instituto Nacional de Hipódromos que pasaron por esos años: El Teniente Fernández, Francisco Flamerich, el doctor Francisco Urbina Romero, El Coronel Roque Yoris, Rafael Rodríguez Navarro en su primer gobierno y el Ingeniero Mario Mauriello.

 

 

Ese mismo año de 1974, a través de Venezolana de Televisión, Ettedgui junto a Omar Lares Rigores, presentaron un programa especial dedicado a la hazaña de Cañonero, teniendo como invitados a Gustavo Ávila, Juan Arias y el Presidente del Hipódromo, Mario Mauriello. Durante 2 horas de programa, se pasaron por primera vez las 3 carreras que corrió el campeón Cañonero y además, aprovechando la presencia de Ávila, por primera vez también se emitió la repetición del triunfo de Victoreado en el Primer Clásico del Caribe de 1966, en la voz de Agapito “Pito” Rivera Monge, narrador hípico puertorriqueño. Para muchos expertos, éste ha sido el mejor programa de televisión que se ha realizado en honor al pupilo de Pedro Baptista.

 

En 1976, el directorio del INH le rindió un merecido homenaje a Herman Ettedgui por sus 40 años de actividad periodística el domingo 25 de julio. La carrera fue ganada por Flor de Espada, pupila de Carlos Regalado padre que montó Euclides Villalobos en recorrido de 1.600 metros.

 

Aunque no fungió como director de la revista después de que sus hijos Herman, Alberto y Norman se encargaran de la misma, siempre estuvo muy cerca de La Fusta, tanto en la parte editorial como en lo deportivo, cuando el equipo de Béisbol de la revista, iniciaba sus giras por el país para competir en diferentes torneos.

 

 

Fue Fundador del Círculo de Periodistas y Locutores Hípicos de Venezuela y del Círculo de Periodistas Deportivos, siendo el Primer Presidente de ambas instituciones.

 

Otros aspectos

·        Herman Ettedgui contrajo nupcias con Hilda Hidalgo Sucre un 12 de julio de 1937. De esa unión nacieron 5 hijos (Herman, Norman, Morella, Alberto y Miriam), 17 nietos y 23 bisnietos. En el 2007 celebraron 70 años de casados, récord nacional para un matrimonio y hasta la muerte de “Papapa”, estuvieron 75 años juntos.

·        Chiquitín” fue funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores durante 35 años, desde 1939 hasta 1974. Se retiró con rango de Ministro Plenipotenciario.

·        Exaltado al Salón de la Fama del Deporte Venezolano en 1989 y al Salón de la Fama del Béisbol en Valencia en el 2004. Además, se le otorgó el Premio YMCA como Ciudadano Ejemplar en el 2006.

·        Fue Presidente de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional en 1949.

·        Junto a Abelardo Raidi, organizó a la Selección de Béisbol que fue campeona en el Mundial de la Habana en 1941, considerado este triunfo como La Hazaña del Siglo XX.

·        En 1998, el Polideportivo de Santa Paula en El Cafetal en Caracas, fue bautizado con su nombre, al igual que el Parque de La Lagunita en El Hatillo.

·        Recibió más de 300 placas, múltiples homenajes y varias condecoraciones, entre ellas en su Primera Clase, las órdenes: Andrés Bello, Mérito al Trabajo, Mérito Deportivo, Brígido Iriarte, Francisco Fajardo, Dr, José del Vecchio, Sol de Carabobo, Baudilio Díaz, Ciudad de Valencia, Columbo Frías, Fuerzas Armadas Nacionales, Gobernación del Distrito Federal, Botón de la Ciudad de Valencia, Samán de Aragua, entre otras.

·        Su campaña anti-tabaco le hizo merecedor de Premios de las Sociedades Anticancerosa de Venezuela, Antidrogas y Antitabáquicas. El “Gracias por No Fumar” fue su saludo y despedida, cada vez que intervenía en un medio de comunicación, escrito o impreso.

 

 

El pasado 17 de junio de 2012, Día del Padre, “Chiquitín” presentó complicaciones respiratorias pero ya no se podía hacer nada. Rodeado del amor inmenso de sus hijos, nietos y bisnietos, a las 6:30 de la tarde cuando el sol se ocultó, Herman Ettedgui exhaló su último aliento. “Chiquitín” dejó un legado que difícilmente pueda ser igualado por otro ser mortal en nuestro país. Es por ello que nuestra edición de los 65 años, es dedicada a él, a su memoria y al trabajo que inició con ésta Revista La Fusta.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 26 de julio de 2012

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