Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta:

Rafael Guerra Navarro

Por Nathan Catalán

Rafael Guerra Navarro, quien de haber sido ciudadano de otras esferas del hipismo universal, hubiese cosechado en vida la gloria de una unción, de permanente presencia para ejemplo de las juventudes futuras a incorporarse al excelso mundo del hipismo; falleció el 13 de abril del 2000 en su hogar víctima de un paro cardíaco (infarto pasivo) a la edad de ochenta y nueve años. La noticia, poco difundida por haber sucedido un día de celebración pascual, de doble coincidencia religiosa (salida de la esclavitud de Egipto del pueblo judío, bajo el liderazgo de Moisés, fecha histórica del pueblo israelita, y el inicio de la Semana Mayor del cristianismo) la recibimos con tristeza, cuando ya habían sido llevados sus restos al espacio de morada final, con varios días de antelación. "Guerrita", como cariñosamente lo llamábamos los que tuvimos la suerte de conocerlo en sus espacios sociales, fue un estandarte de la pulcritud en el manejo de sus responsabilidades en el medio hípico.

Rafael Guerra Navarro

Venido de su querido pueblo, Río Caribe, cercano a Carúpano, estado Sucre, donde nació el 20 de mayo de 1911, ancló con ansias y necesidades de trabajo en los alrededores de San Juan, donde de una u otra forma convivió con gente de niveles sociales de reconocida reputación, un primo suyo llegado con tiempo anterior, quien llegare a ser miembro de varios gobiernos, lo acogió con afecto ayudándolo en sus inicios, hasta que un buen día guiado por la emoción de las carreras fue al hipódromo a disfrutar del viejo y señorial Hipódromo Nacional El Paraíso, ese día selló su futuro con el hipismo. Incorporado a todos los actos de actividad cotidiana, como colaborador de varios propietarios, Guerrita se incorporó al staff oficial del hipódromo en 1932 durante la administración de la época gomecista y es incluido en las oficinas del handicapper en calidad de asistente, tambien fungió de sellador y escrutador. En esos inicios tuvo participación en dos ejemplares de carreras, siendo uno de ellos, Imperio, un caballo argentino que cumplió regular campaña.

Su pasantía por Trinidad y Tobago le ayudó en su juventud a entender bastante bien el lenguaje de moda en el mundo hípico, el inglés, y la gran mayoría de los personajes que se desenvolvían en el ambiente, en calidad de jinetes y entrenadores eran de procedencia caribeña-británica. Durante breve tiempo trabajó en condición de handicapper alterno, hasta que una fatalidad sesgó la vida del principal. Rafael Guerra, se convirtió en principal el año 1935, durando en el cargo hasta su "prematura" jubilación. No satisfecho con ser handicapper, Guerrita propició la importación de grandes caballos de Inglaterra y asesoró a propietarios interesados en la compra de buena calidad equina.

Bajo sus recomendaciones, y es justo recordarlo, la de un importador de origen trinitario, Mr. Walter Leung, hacen adquirir los excelentes corredores, Red Peak, para la cuadra de la familia Lander, la que a la postre resultase la mejor yegua de todos los tiempos de nuestro hipismo y el extraordinario oleaje de hijos de Hyperion, encabezados por Hypocrite, del Noble Don Federico de la Madriz y Pastor, y el gran sucesor Hylander, del señor Henrique Soto Rivera. Además de esto, propició la traída al país de yeguas importadas por el hipódromo para fomentar la cría, mediante la rifa, semejante a un reclamo, por parte de los criadores, con la condición de que al culminar su campaña pistera, tenía que ser llevados a los planteles de cría existentes. Otros notables corredores que trajó a nuestro país fueron Orquídea, Alegría, Pompinette II, Almendra, Creole War, Sietecueros, Consejera, entre otros.

Rafael Guerra participó en forma directa defendiendo la proliferación de los centros de cría, sin regular la importación, con el fin de mejorar los planteles con ejemplares que hicieran campaña previa, y luego fueran, según su valía, a la cría. Por un tiempo esta tesis privó, hasta que llegó la restricción de importación para actuación pública, y se impuso la importación únicamente para la cría.

Durante su actuación como handicapper, utilizando todos los elementos (reducidos por cierto) de comunicación con el mundo exterior, Rafael Guerra tramita la incorporación de Venezuela a la sociedad mundial de países con hipismo organizado, con sede en París, y es el virtual representante nuestro en todas las conferencias anuales celebradas en su sede en la administración de algunos de los variados espurios directorios que hemos tenido, varios miembros de los mismos fueron en calidad de principales a dichas conferencias, siendo "Guerrita" el invitado permanente de la organización. Manejó todos los tipos de handicapping, desde la tabla francesa, la inglesa, hasta la de escala sureña, la cual se movía por series. No se recuerda haberle conferido ventajas a ningún propietario para favorecerse de su posición.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 4 de enero de 2001
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