Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Nicolás de Las Casas

Por Juan Macedo

 

Lo que existe en la actualidad del hipismo venezolano ha sido producto del apasionado esfuerzo de un reducido número de personas que llevan por dentro el amor hacia la hípica y han permitido que esta actividad haya prosperado a la medida de lo posible. Don Nicolás de Las Casas Díaz fue uno de esos pioneros, quien naciera el 10 de octubre de 1897 en la ciudad de Caracas. Fue uno de los más fuertes impulsores de la cría nacional, ganándose el respeto y admiración de sus compañeros, que vieron en él un ejemplo de lo que debe ser este oficio, además de propietario, jinete, futbolista, dirigente y apostador. Además fue Vocal de la Junta Directiva del Hipódromo Nacional en el año 1951.

 

Fue metido en la hípica cerca de 1916 por Marcos Andino; quien cuidaba los ejemplares de Celestino Martínez. Don Nicolás iba todos los días a verlos, eso le entusiasmó y por allí comenzó. Fue en 1922 cuando se inició como propietario con el Sindicato Brown. Se le recordaba cuando traqueaba a sus pupilos por las calles de la Caracas bucólica de los años 20. En una oportunidad casi pierde la vida porque montaba a Brown Prince desde El Paraíso hasta su caballeriza en la parroquia San Juan y el caballo se encabritó (debido al paso de un tranvia) y murió en el acto al estrellarse con un poste de luz, mientras Don Nicolás salió despedido y con varias fracturas que tardó casi un año en curarse ¡Mas nunca volvió a montar!. Ya de lleno en la hípica comenzó a ejercer sus dos tareas fundamentales: propietario y criador. Se inició en la cría llevando dos yeguas al Haras San Luis, entonces de Luis Ramón Bigott. Eran a medias con Ignacio Pérez Velásquez: The Divixen y Miss Prompt, esta ultima fue la mejor. La yegua americana Baby Smile ganó muchas carreras defendiendo sus colores en Trinidad y Puerto Rico

 

 

Don Nicolás fue factor principal en la formación del Haras Cocotío, junto a Guillermo Machado González, el plantel de cría que tuvo el mayor número de victorias clásicas hasta casi finalizar la década de los 80. Siempre prefirió a Estados Unidos y de allá trajo muchos ejemplares que luego fueron destacados en la reproducción. En su opinión el mejor fue Kings Hope y en la cría Crimson Pet. Otro muy bueno y el más costoso fue Brown Rambler, además de Cuyuni, Fulia y Southern Eve. Del Cocotío salieron Prófugo, Noche del Sur, Lluvia, Incendiaria, Farolón, Marrey, Díscomo, Tanius, Irlanda, Agua Linda, Pata Pata, Cuyuní Jr, Cunaviche, My King, La Cita, Andry, Crillón, Guaímaro, entre otros.

 

Sus terrenos fueron negociados a Luis Morales Ballestrazzi y de allí salieron después Victorioso, Radiodifusor, Auroreño, El Isiro, Begich y Tres Jolie entre otros. Hoy en día es el Haras San Remo.

 

Tenía una tabla propia para hacer sus cálculos y jugadas, que a decir de sus amistades era bastante acertada registrando muchas anécdotas. Su salud fue complicándose en los últimos años de su vida, no obstante se le veía de vez en cuando en los salones del Jockey Club. Allí disfrutaba de su espectáculo y le gustaba jugar la triple, además de sellar su formulario los domingos. De la cría tampoco se alejó y frecuentemente entraba en contacto con su medio ambiente visitando el Haras Tamanaco, donde aún sobrevivía su consentido Cuyuni Jr., el ejemplar que tuvo el récord de más actuaciones en La Rinconada, que fue criado por Don Nicolas e hizo su campaña para sus colores del Stud Candela y era tordillo, pelaje por los cuales sentía gusto especial. Una de sus más grandes preocupaciones en sus últimos años era la falta de trabas selectivas que permitieran ir a la reproducción solo lo mejor y se manifestaba de acuerdo con la proliferación de nuevos hipódromos

 

 

Una anécdota de Don Nicolás fue sobre un match entre un mestizo de su propiedad, Vanguardia, y un purasangre, Bandolero, propiedad del General José Vicente Gómez. El match atrajo la atención del público en general, cruzándose muchas apuestas. Los ejemplares se veian en perfecto estado físico y cuando los caballos entraron a la pista, Don Manuel Cira (gran aficionado) se dirigió a Don Nicolás "Apuesto cien a Bandolero" (según la costumbre de ese entonces, bastaba la aceptación de la palabra) "Aceptado, van los cien" fue la respuesta de Nicolás. La partida fue acogida por una gritería escandalosa, ya que los caballos se trenzaron en tremendo duelo cabeza a cabeza desde el inicio. Fue una digna competencia, pero Vanguardia quebró la resistencia de Bandolero y le sacó dos cuerpos de ventaja, la que sostuvo hasta pasar la raya. Nicolás recibía las felicitaciones cuando el Sr. Cira se le acercó y (después de felicitarlo) le entregó un fajo de billetes "Nicolás, la verdad es que Vanguardia es un gran caballo, te estoy pagando los cien luises (o sea dos mil bolívares) que apostamos". Nicolás estaba más pálido que nunca "Caramba, yo acepté la apuesta de Don Manuel porque creía que se trataba de 100 bolívares y resulta que el me estaba apostando en Luises, y tiemblo en pensar en lo que me habría sucedido si Vanguardia hubiera perdido la carrera, por lo menos hubiera tardado un año para reunir los cien luises". Como bien dicta el refrán: Dios protege al inocente.

 

Don Nicolás De Las Casas falleció el lunes 30 de noviembre de 1981 a la edad de 85 años. Respetado como a pocos, realizó una obra fecunda que es parte de nuestra historia hípica, la cual en la actualidad ha olvidado sus méritos.

 

Fuentes: Revista Turf, Revista Gaceta Hípica, Sr. Hermán Ettedgui, Sr. Roque Yoris Soules.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, lunes 16 de enero de 2006
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