Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Mathieu Valery

Por Juan Macedo

 

El Conde Mathieu Valery, nació en la isla de Córcega, Francia, el 8 de agosto de 1856, sus primeras actividades tuvieron por escenario el mar, ya que era Capitán de barco, perteneciente a una flota familiar, hombre de alta cultura, era un auténtico poliglota, ya que dominaba siete idiomas; a poco de llegar a Caracas, donde se radicó definitivamente; contrajo nupcias con la Señora Sarah Santi, vinculada a la familia Valery; durante su larga estadía en nuestra ciudad, desempeñó con rectitud y eficiencia, diversos cargos oficiales, algunos de verdadera responsabilidad, actuando entre otros destacados puestos como introductor de Ministros y por sus labores oficiales, fue honrado con la Orden del Libertador.

 

 

A Don Mathieu Valery se debe en gran parte la iniciación de actividades hípicas en el Hipódromo de Sabana Grande; es indudable que estaba latente entre los jóvenes de la "élite" de la época, el deseo de realizar "carreras a la inglesa" como se las llamaba en aquellos tiempos, pues existía un núcleo de prestigiosos caballeros, deportistas de buena ley que habían hecho varias intentonas para arraigar las carreras en forma en nuestro medio, pero correspondió a Don Mathieu motorizar y hacer realidad aquel deseo.

 

Para ello, como primer paso, acordó por vía de contrato con el Concejo Municipalinstalar un campo de carreras o hipódromo en Caracas”. Al leer con detenimiento los pormenores de dicho contrato, podemos puntualizar en algunos aspectos interesantes sobre los inicios del hipismo en Caracas, y por extensión en Venezuela; pues la instalación de dicho hipódromo implicaba en primer término, la existencia de hombres emprendedores para llevar a buen término dicha empresa; también el contar con los recursos materiales para su efectiva concreción y, últimamente, por lo menos saber que se contaba con un público que iba a dar pleno respaldo a esta iniciativa.

 

 

 

El contrato quedó suscrito por Mathieu Valery y por el General Ramón Cordils, este último como primer vicepresidente del Concejo Municipal del Distrito Federal, que ambos firmaron el 24 de mayo de 1895, y según se estipulaba en su segunda cláusula el hipódromo debía quedar instalado en el plazo de un año. Puso manos a la obra para llevar a buen término ese propósito tantas veces acariciado y así el 3 de Junio del año citado, o sea con toda celeridad, no había pasado dos semanas, convocó a los que estaban dispuestos a hacer realidad el Hipódromo con todas las de la ley, sería el coso de Sabana Grande.

 

Quedaba Valery obligado a organizar un comité, compuesto de personas competentes, cuyo principal objetivo sería el de procurar “el mejoramiento de la raza de caballos” lo que habla que aparte de ver el espectáculo como tal, debía atenderse igualmente a la cría del equino.  También estipulaba el contrato que tanto este comité como el hipódromo propiamente, debían ser regidos por reglamentos sometidos a la aprobación del Concejo Municipal.

 

Reseñó El Cojo Ilustrado que la sesión de constitución del Jockey Club de Venezuela, convocada por el Sr. Mathieu Valery, se Ilevó a cabo el 10 de agosto de 1895 en los salones del Club Agrícola y allí mismo constituida la fIamante entidad, se procedió a la designación de autoridades, recayendo la designación de gerente en el promotor de la reunión, o sea al Sr. Valery.

 

Diez meses después de haber firmado Don Mathieu Valery su contrato con el Concejo Municipal, se inauguraron las primeras carreras de caballos en el Hipódromo de Sabana Grande. Según opiniones divergentes, hay quienes afirman que este acontecimiento significa el verdadero arranque del espectáculo hípico, mientras que otros señalan antecedentes más lejanos como el de Sarría, y aún quienes hablan de competencias realizadas en tiempos más remotos durante la época de la independencia.

 

Las crónicas que reseñaron las actividades de Sabana Grande, señalaron al Sr. Mathieu Valery actuando en distintas ocasiones como Starter Oficial, haciendo elogios por lo acertado en el desempeño de esa nada fácil tarea. El Sr. Mathieu Valery dejó sentado su calidad como hombre de bien en nuestro país y se le recuerda con afecto en los más distintos círculos donde conviven sus descendientes; falleció en Caracas el 4 de junio de 1920. Un merecido homenaje a un hípico de antaño, pionero del turf venezolano.

 

Fuentes: Revista El Cojo Ilustrado, Libro “Caracas en 25 escenas”, Sr. Paul Valery, Sr. Gustavo Flamerich

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 07 de diciembre de 2006

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