Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Lizardo Albesiano

Autobiografía (editado por Juan Macedo)

 

Soy Lizardo Javier Albesiano Escalona, nací el 20 de noviembre de 1971 en la ciudad de Trujillo, estado Trujillo. Hijo de Sergio Albesiano y Besilia Escalona de Albesiano. Mis inicios en la hípica están asociados a mis tíos Hugo (quien imitaba a don Virgilio Decán “Aly Khan” narrando las carreras de la semana en las revistas) y Franco Albesiano (quien le pedía al joven Lizardo que confeccionara el cuadro del 5y6, él lo sellaba e iban a medias). Y por supuesto “il mio nonno” Doménico Albesiano, el cual me llevaba al Country Club, donde era uno de sus fundadores, con dos “datos” elegidos por mí para el sábado y dos para el domingo, días en que comía y bebía todo lo que quisiera y recibía mi jugosa “propina” si pasaban la raya adelante… cosa que sucedió más del 90% de las veces, modestia aparte.

 

Estudié la primaria en la Escuela Privada Rosario Almarza, Bachillerato Básico en el Liceo Ramón Ignacio Méndez y en Ciencias en el Cristóbal Mendoza en la ciudad de Trujillo.

 

Me inicié formalmente en el hipismo en año 1984 gracias a Doña Ana Margarita Freire de Azqueta, quien desde allí sería simplemente “Mamá Peggy”, quien me regaló a los 13 años de edad mi primer purasangre de carreras de nombre Gaylord (un descendiente de Gay Glory en May Lady por Hasty Road) que era ganador de una en el Hipódromo La Rinconada bajo el cuido de Daniel Pérez García (quien gracias a esta conexión serviría de pieza clave junto al “Musiú” Millard Ziadie en mi formación como entrenador).

 

Realmente conocí a “Mamá Peggy” por teléfono con 11 años de edad, así me mantuve en contacto con ella, hasta que pude ir (le llevó mi padre) al Haras Anamar en Chivacoa. Ella le dijo a Juan Manuel Viñales (Administrador del Haras) que corroborara que era un chamo de 13 años porque, aunque me escuchaba “chamito”, no creía posible supiera tanto de sus pupilos campeones. Al llegar al haras, Juan Manuel dijo “dame un momento” y llamó a la señora confirmándole que en efecto era el “chamito”. Viñales me pasó el teléfono y “Mamá Peggy” me dijo “Viñales sabe qué hacer, bienvenido al Haras Anamar, espero que disfrutes y luego podamos vernos un día”.

 

El premio fue mostrarme el primer caballo purasangre de carreras que había visto y tocado en su vida, insuperable la experiencia, que no quedó allí, porque a los dos días “Mamá Peggy” me llamó y preguntó si le había gustado el caballo. “Sí me encantó, pero mi papá no puede pagar Bs. 30.000 por él” respondí. “¿Pero entonces te encanto?” “¡Si!” fue mi corta, pero efusiva respuesta. “Cuando quieras ve por él, es tuyo ¡te lo regalo!” respondió Doña Peggy. He allí mi primer pupilo Gaylord. Pocos lo saben, pero Juan Manuel Viñales me bautizó como “Caballito”, pero fue algo de niño.

 

Por ser menor de edad, mi padre me representaba en el Stud Pae (mi primer stud), luego ya pasado los 18 años pasó a ser Stud Lizardo Albesiano y ya a mantener los pupilos desde mi bolsillo. Mi primer triunfo como propietario fue con Saharay, una Simcoe Street que adquirí directo de La Rinconada gracias a Daniel Pérez García quien me sirvió de intermediario, ya que la yegua estaba a su cargo y había ganado dos carreras con él. Fue el 18 de julio de 2000 en el Hipódromo de Santa Rita en recorrido de 1300 metros.

 

Había otro sueño hípico, ser entrenador de purasangres de carreras. Recibí apoyo, instrucción y formación de Daniel Pérez García y Millard Faris Ziadie en La Rinconada; Alejandro Ortiz en Valencia; Hugo Ferrer, Douglas Bracho y Jaime Marcelo González en Santa Rita y José Luis García en Barquisimeto. El 9 de noviembre de 2009 obtuve la Matrícula de entrenador de purasangres de carreras y comencé a laborar en el Hipódromo de Santa Rita, estado Zulia.

 

Mi primer presentado fue Domenico’s Kite, un hijo de Volantin en Saharay por Simcoe Street criado por mí en el Haras El Centauro de Francisco Convit MarottaPapá Francisco”. Es de destacar que en mi faceta de criador logré dos productos: Dianora Ha, hija de Burkaan en Saharay y el mencionado Domenico’s Kite y de una u otra forma “Mamá Peggy” presente al igual que “Papá Francisco”, de ambos recibí todos los consejos para lograr crías sanas.

 

Mi primer triunfo como entrenador lo logré con Liberty Dream, el 9 de noviembre de 2011, celebrando dos años de recibida la matricula, datos por los cuales siento que he sido triunfador total. La misma Liberty Dream repitió a los 15 días exhibiendo plenitud de condiciones.

 

 

 

El 15 de agosto de 2013 logré un triunfo emotivo con Caimanera (mi regalo por mis 40 años de edad, de parte de “Mamá Peggy) en 1900 metros ganándose a las potras de la generación tresañera y ella con 5 años, por casi 8 largos y 19 largos a la tercera. (llevando en exclusiva a Jhonatan Mancilla –JJMancilla-, como aprendiz del momento por única vez a Santa Rita) Ocho días después en 1800 metros repitió con su ahijado Josber José Montiel. De igual manera con Indy Parts y Azúcar Candy logré triunfos consecutivos. Mi mejor ejemplar como entrenador, sin duda alguna fue Azúcar Candy, ganó 6 de 12 y en su mejor momento cerraron el Hipódromo de Santa Rita. La última carrera como entrenador fue con Avileña el 4 de febrero de 2016 en el Hipódromo de Santa Rita, llegando novena de Rosskari, mientras el último triunfo fue el 5 de noviembre 2015 con Almost Famous.

 

 

Para cerrar, me gustaría compartir las siguientes anécdotas:

 

1. A FALTA DEL DIABLO PARRA…

 

Mi jockey favorito desde chamo fue Ángel Francisco Parra y siempre pensaba “algún día Parra me montará uno de mis caballos” pasaron los años y Parra se retiró. El 14 de noviembre de 2000, teniendo un caballo para correr (Pastelero), el jockey renunció a la monta dos carreras antes, busqué sustituto, pero nadie quiso montarlo (partía por el puesto 1 en 1100 metros), faltando pocos minutos había un jockey que viajó a Santa Rita por par de montas que terminaron retiradas y me dijo “patrón si gusta se lo corro, si usted confía le pongo un mundo”. Le di la monta, las instrucciones y ganamos, con Pastelero y Juan C. Delgado Parra (sobrino de “El Diablo” Ángel Francisco Parra) “a falta de Parrita, ¡Delgado Parra!

 

2. ¿JAIMIQUI EL CONSENTIDO DE PEGGY AZQUETA?

 

¡Sin duda alguna es un bonito caballo! Eso me atreví a decirle a “Mamá Peggy”, quien por una “extraña razón” tenía una inclinación hacia él… Nadie era capaz de decirle algo a ella sobre sus caballos, por un desliz de mi parte (en realidad deseaba preguntárselo) ¿qué tiene Jaimiquí que no tienen los demás? Es muy bonito caballo, pero ¿Guapo, Gallardo II, Kemal, Penmarik? Dulcemente, como siempre me explicaba todo, como ella lo quería “el corrió en una generación muy pareja, y el pobre tuvo muchos contratiempos de potro, sabes, el quedó huérfano muy joven”. Eran sus hijos, así veía ella sus caballos y lamentó siempre no tener yeguas que dieran los cruces que a ella le gustaban y que dieron grandes frutos, para su Jaimiquí, quien irónicamente murió prematuramente en su casa, el Haras Anamar. No era su consentido, sólo que ameritó de más cariño.

 

 

3. “EL MUSIÚ” EN LA RINCONADA

 

Habría que hacer un libro para Don Millard Faris Ziadie…Como cuando estando en su oficina, los caballos caminando, él se levantó y preguntó ¿cuál caballa es la que anda coja? Sin duda un talento innato…Pero me referiré a parte de mi aprendizaje, año 1986, día sábado de carreras, por vez primera, me senté a su lado en la tribuna de propietarios, me dio unos binoculares y me dijo “tu sólo ver la carrera, ¿ok?” Y yo, que fácil “ver la carrera y con binoculares, al lado del Musiú”. Finalizada la misma en donde iban dos yeguas presentadas por él, una la favorita de la carrera con Tovar y la otra “aparentemente” sin chance alguno (dirían por allí de relleno) cosa que “El Musiú” raramente hizo, más por el contrario ponía la mayoría de sus caballos en condiciones corriéndolos, preguntó “¿cómo se vio la caballa 2?” (la sin chance) a lo que rápidamente le dije “mejoró un mundo, entró en pizarra (quinta) y quedó lista para la próxima o a más tardar la segunda vez que corra (la yegua ganó dos carreras más tarde)”. Lo bueno vino luego, “ahhh muy bueno la observación, pero ¿y la caballa 1?” Como mi jockey favorito era A. F. Parra, de una le dije “Musiú, la botó Tovar” a lo cual se sonrió y me dijo “bueno ya ver que no pasas al negritou, me quedo con bueno observación de la caballa 2” De allí en adelante aprendí que no era nada fácil estar al lado del Musiú para aprender, y menos hablarle mal de J. V. Tovar, ¡recuerda a Gelinotte!

 

4. MI MATRICULA Y MI CONDICIÓN

 

Desde finales del año 2000 comencé a padecer espondilitis anquilosante, lo cual me creó una condición física que me impide tener la movilidad al 100%, por aquellas cosas de la vida se da la oportunidad de presentar mi examen para optar por mi matricula de entrenador de caballos PSC, apruebo con 18 puntos el conocimiento veterinario a cargo del M.V. Carlos Federico Rodríguez Garantón (Q.E.P.D.) y cuando voy a presentar el práctico (uso de implementos en el caballo), el jurado, o al menos un integrante del jurado pidió que colocara “todos” los implementos a Samba Amarella (la yegua que sirvió de prueba), desde la cabeza a los cascos, intentando que no pudiera colocarle las vendas y que me agotara recogiendo los implementos que me dejaron regados en el piso y que seguramente por no poder agacharme tan seguido, iba a abandonar la prueba… Sude como nunca, me esforcé como nunca, pero ¡yo andaba como nunca! Tres días antes del examen, mi médico me infiltró hasta el pelo, es decir ¡fui aliviadito y fino para la carrera!

 

5. MIS DESALMUERZOS EN BARQUISIMETO CON DAMIAN QUINTERO, FRANKLIN GONZALEZ…

 

Mi afición por los caballos PSC hicieron que desde muy chamito llegara al medio. Contactar gente que ni llegué a conocer en persona, pero gracias al teléfono hacia contacto y me relacionaba excelentemente. Papá, aunque no era para nada hípico, y parecía no interesarle para nada (años más tarde me dijo que lo hacía porque veía que me gustaba y podía ser una alternativa distinta para mí en el futuro), me apoyaba. Él solía ir seguido a Morón, estado Carabobo y al pasar por el ovalo del tostao, una que otra vez le pedía me dejara mientras él iba y regresaba de Morón, él me dejaba siempre y cuando José Luis García estuviera allí, para que aprendiera y aprovechara mi permanencia. En unas 3 ocasiones José Luis García se retiró antes de lo normal y me tocó esperar a papá sin nada que hacer, hasta que la primera dio a la segunda y ésta a la tercera estando sin nada que hacer y con “la canoa alta” me llevé a varios aprendices y chamos que estaban iniciándose en el arte de montar PSC. No recuerdo bien el nombre de la señora donde íbamos a comer, era un ranchito, muy humilde, pero aseadito, Chica creo que era. Recuerdo claramente que los muchachos pedían una arepa (del tamaño de un plato de la taza de café) y un huevito frito con su cafecito. Y yo, de 13 o 14 años pedía 4 arepas y dos huevitos jajaja con refresco ¡ya que no tenía dieta pendiente! Recuerdo a Alfredo Tarazona, uno de apellido Medina, un Salinas, dos más que se me escapan sus apellidos y por supuesto Franklin González y el campeón Damián Quintero Machín, coincidí varias veces en Santa Rita y Damián un tipazo. Con Franklin la cosa fue aún mejor, la ocasión que fui a HINAVA y desde la tribuna se viene un “carajo” dando gritos y saludándome y me dice “soy Franklin ¿tú no eres Lizardo, el panita que nos brindaba en el tostao donde Chica?” Pasó 8 o 10 años después, ¡Franklin un lujo de amigo!

 

6. MI RADIO Y EL HIPISMO

 

Una de mis profesiones, la de mayor data, es ¡la locución! He ligado el hipismo con ésta desde dar información gratuita al aire, invitado o conduciendo mi propio espacio, pero lo más especial que realicé a mi modo de ver las cosas fue cuando en una ocasión José Leonardo Verenzuela, estando en Arabia, estamos chateando y me escuchaba en vivo por la web y se me ocurre darle una sorpresa a Sonia Mariano, quien estaba con las niñas en USA. La contacto, le doy el link y le digo “anda escúchame por allí para que opines que te parece mi programa”. A Leo y a Sonia los conocí en La Rinconada en pleno apogeo de ambos como aprendices de moda, Leo que fue efervescente y Sonia con la moda de las jocketas. Cuando Sonia me confirma que está en sintonía, hago el saludo “y en éste momento saludando a mi queridísima amiga Sonia Mariano en Estados Unidos de América de parte de… mejor díselo tú mismo Leo, ¡desde Arabia Saudita mi pana José Leonardo Verenzuela!” Gracias a la magia de la web, la radio y mi experiencia (hoy ya son 34 años) José Leonardo Verenzuela saludó a su Sonia y ésta, entre llanto y sorpresa, ¡me dio mil gracias! Eso no quedó allí, por cosas de la vida unos meses después fueron invitados a Meridiano Televisión y en vivo los saludé en el programa “El Rincón del Fanático”, ellos entre sorprendidos, felices y agradecidos contaron su anécdota y me pidieron intervenir (vía 500) en el mismo ¡Extraordinaria experiencia!

 

7. LO QUE NO FUNCIONA SE CAMBIA… ¡LO QUE FUNCIONA SE REPITE!

 

Es una máxima que aprendí y se la deberé por siempre a mi hermano del alma José Alejandro Ortiz (J.A.O.). Alejandro, como le conoce todo el mundo hípico en nuestro país múltiple ganador en HINAVA, ha sido pieza clave en mi transitar en el hipismo. Enseñanzas, orientaciones y hasta “¿te tengo que explicar lo que tu bien sabes?”. Pasando por Mística (gané 3 con ella como propietario, me la consiguió Alejandro con Don Sergio Annarelli) hasta Pasternak del Ferálico (con quien hice mis pasantías, lográndole 12 segundos seguidos) y cerrando con Liberty Dream, mi frentona querida con quien logré mi primera victoria oficial como entrenador y repitiendo con ella, poniendo en práctica fiel y cabalmente “lo que funciona se repite

 

 

8. SACRIFICAR A SAHARAY EL DIA DE MI CUMPLEAÑOS

 

Sin dudas ¡mi experiencia más triste en el hipismo! La yegua con la cual gané mi primera carrera oficial como propietario (aunque realmente la entrené en esa ocasión), me dio mis dos productos como criador, tuve que sacrificarla preñada, el día de mi cumpleaños. Estando en el potrero, junto a Red Magic y a Mística, esta última de forma extraña le pateó justo en la rodilla, los más de 600 kilos de peso físico de Saharay, y la potencia con que fue pateada, partió irreparablemente en dos la rodilla de la yegua y hubo de ser sacrificada. Mi veterinario no estaba disponible para el momento y la persona que envió para asistirlo, no quiso hacerlo porque le pareció muy triste y desgarrador la actitud de la yegua que aún y su mano partida en dos quería vivir y seguía intentando caminar. Me dijo “en sus manos patrón, yo no lo hago”. No resistí ver sufrir mi yegua y no tener los medios como intentar socorrerla y no tuve otro remedio que “celebrar” mi cumpleaños sacrificando con mis manos a Saharay.

 

9. JOSBER JOSÉ MONTIEL FERREIRA Y LEVI AMADO BAPTISTA, Q.E.P.D AMBOS

 

No puedo dejar pasar este espacio para hacer mención de dos jockeys baluartes en mi breve trayectoria hípica. Josber Montiel, mi ahijado, se graduó de profesional y su fuete lo tengo como un trofeo que hubiese sido yo quien lo ganó, me dijo “padrino, te lo mereces por tanto apoyo incondicional”. Josber ganó con Pastelero 3 veces y rodo gravemente de él, Pastelero fue sacrificado y Josber, gracias a Dios, siguió montando luego de recuperado de la operación de su pie izquierdo. Con Mística 2 veces, El Gran Peta una vez, esto como propietario Lizardo Albesiano (6 veces). Caimanera, Tulio David, Avileña, Mr. Hess y Almost Famous (1 vez c/u), Indy Parts (3 veces) y Azucar Candy (4 veces), como entrenador Lizardo Albesiano (12 victorias). Disfrutamos y sufrimos cada victoria y cada derrota. Entre ellas los 12 segundos consecutivos de Pasternak con Pedro Camejo, que no pudimos pasar la raya adelante.

 

 

Levi Amado, sí, debía amarlo para darle tantas oportunidades. Le conocí como aprendiz cuando le montaba a Daniel Pérez en La Rinconada. Luego que se instaló en Santa Rita, ahí comencé a darle oportunidades infinitas. Tuve un caballo que le compré a Atilio Maldonado en HINAVA, Bonaparte, el caballo le faltaban sus meniscos y lo compré muy económico y como me gusta practicar con lo mío,  con él aprendí bastante (por cierto, desde allí el desaparecido M.V. Américo Saavedra me llamo “el inventor” por lo logrado con sus rodillas, ya que al recibirlo en Santa Rita, no flexionaba y cuando comenzó su campaña en mis manos, aunque lo presentaba J. M. González flexionaba un 60 a 70 %, había que correrlo en una forma nada convencional, apoyado y como “si fueras pa’tras) ya que en su debut corrió una de aprendices y enseñamos al mismo como correrlo y le dije “partida, sales en punta y chao… sin aflojar los bridas nunca”. Partida, en punta y chao… escapado y faltando 100 metros, la emoción acabo con todo, aflojó las bridas y ¡allá rodó Bonaparte! (la única carrera que aquel aprendiz iba a ganar la botó). Bien, Levi era el traqueador y quien enseño al aprendiz a como montarlo, por ello sus restantes actuaciones (12 si mal no recuerdo) que eran cada 3 semanas o mensuales lo figuró en todas segundo o tercero, hasta que llegó su día… En 800 metros, puesto 14, reclamo de Bs. 400.000 (el más bajito del momento), línea de Gaceta Hípica ¡se pierde en la raya! Y cuando bajo a formarle el zafarrancho me dijo “Papá, el caballo volteó a mordermeJajaja debía amarlo…

 

Después de infinitos intentos, me arriesgué a darle a Azúcar Candy, mi mejor yegua en el lote máximo y le dije “voy a regalarte tu única victoria del año, si la pierdes no pidas más”, Josber se bajó de ella para regalarle la victoria…Por cosas de la vida, la yegua ganó contundentemente, pero yo no pude estar presente en la que sería nuestra primera victoria en dupla y para no perder la costumbre repetimos con Almost Famous en un galope que sería la última victoria para Levi, ya que luego de cerrar Santa Rita se fue a Japón y en una mañana de galopes rodó mortalmente… Debía amarlo, a Levi Amado Baptista.

 

¡Mil gracias por la oportunidad a Juan Macedo y sus anécdotas hípicas! Les invito a seguir mi grupo de facebookel hipismo que yo viví”.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, miércoles 31 de enero de 2024

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