Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Leopoldo Márquez

Por José M. Gil

 

Don Leopoldo Márquez Gutiérrez fue una de las figuras del deporte venezolano que sobresalió en varias disciplinas y que sin dudas merece su exaltación al Salón de la Fama. Ejemplo para la juventud venezolana, un atleta múltiple y campeón nacional en ocho deportes. Nació el 16 de octubre del año 1908 en Caracas, hijo de también connotado deportista Carlos Márquez Mármol y de Doña María de Jesús Gutiérrez. Desde 1930 Leopoldo Márquez comenzó su labor como deportista y creador de clubes practicantes de Atletismo, Futbol, Volley Ball, Basquet Ball y además gran amante del atletismo en donde se desempeñó con éxito como atleta y entrenador de atletismo

 

Comenta el Sr. Héctor López García: “Don Leopoldo  Márquez, a quien tuve el placer de conocer en vida, de hablar y de escuchar algunos de sus sabios consejos en cuanto al deporte de pista y campo, crea las bases del deporte organizado en las siguientes disciplinas: como Fundador de la Federación Venezolana de Volley Ball en 1937 y organizador del  I Campeonatos Nacionales de Volley Ball  en la Ciudad de Maturín en el año de 1948, esté Campeonato, se realiza conjuntamente con el Campeonato Nacional de Atletismo donde Don Leo ya entrenaba algunos de los más renombrados atletas de la selección de Atletismo del Distrito Federal, fue también  pionero del Baloncesto en Venezuela y su padre Carlos Márquez Mármol fue uno de los primeros Presidentes de dicha Federación en el año de 1.930. También fue fundador de la Federación Venezolana de Futbol, conjuntamente con Chiquitín Ettedgui.”

 

Leopoldo Márquez y un grupo de  personalidades y destacados atletas de la década de los 40 del siglo pasado como: José Beracasa, Abelardo Raidi, Herman “ChiquitínEttedgui y Candelario “Chato Candela“ Rivera, Santana Anzola, entre otros, fueron quienes propusieron la idea de crear una entidad que impulsara el deporte, lo que es hoy en día el IND o Ministerio del Deporte.

 

Leopoldo Márquez, fue también Presidente de la Federación Venezolana de Atletismo en 1952, Director Técnico de los juegos deportivos centroamericanos y del Caribe de Caracas 1959. Logró conjuntamente con el I.N.D. la venida a Venezuela de los entrenadores Ladislao Lazar, Emerico Sustic y Miroslav Dobrin para contribuir con el desarrollo del atletismo en Venezuela.

 

 

 

Conocido entre sus amistades como “Leo”, uno de los deportes en donde destacó fue en el hipismo. Se inició en el Hipódromo Nacional El Paraíso a los 12 años desempeñando labores de correo. Luego fue transferido al cargo de Veedor de pista. Un día auxilió a Luis Monasterio en una rodada en la recta final y por ello no produjo el informe de esa carrera, recibiendo una amonestación y fue suspendido.

 

Pasó a ser tomador de tiempo, estando el Dr. Carlos Morales al frente del Hipódromo Nacional. En esa época se vivió una crisis que estuvo a punto de paralizar las actividades por el resultado sorpresivo de una carrera donde Hat Trick y Cascabel componían una llave ganando el menor chance y por eso hubo la protesta general, con serias amenazas. Personalmente el Dr. Carlos Morales sofocó aquel estallido.

                                                                                             

Como Entrenador de purasangres se inició en los años 40 aunque oficialmente en los retrospectos figuraba el nombre de su capataz Francisco Ibarra. Llegó a comentar Don Leopoldo “El Paraíso tenía un sabor especial, además de ofrecer el espectáculo de las competencias hípicas deportivas, era centro de muchas actividades. Incluso fue utilizado como campo de aviación a falta de aeropuerto.  Además los liceos caraqueños eran llevados al campo de vehículos para practicar ejercicios gimnásticos y se efectuaban las competencias atléticas, en una de estas jornadas ganó los 100 metros planos Francisco Flamerich, quien al correr del tiempo ocuparía la presidencia del Instituto Nacional de Hipódromos, convertido ya en un prestigioso médico. Sirvió también para ejercicios de las tropas militares”.

 

Ya en el año 1947 oficializó su matrícula como entrenador y presentó a excelentes corredores propiedad de Don Carlos (su padre) como Intruso, argentino ganador clásico desde los 1200 hasta los 3200 metros. Pero la mayor satisfacción en El Paraíso fue con Chaqueta que en esa época adquirió su familia, puesta en Puerto Cabello, por Bs. 7.800. Cuando llegó al hipódromo fue recibida con burlas por la flacura que exhibía. Con paciencia Don Leopoldo la debutó cinco meses después y en su campaña fue ganadora de 11 carreras.

 

Otra de las grandes satisfacciones de Don Leopoldo fue cuando su pupilo Charm derrotó al crack Sud Oscuro. Todo inició cuando Don Henrique Otero Vizcarrondo, que solía visitar su cuadra diariamente (descansando sus pies encima de unos sacos de viruta) para conversar de diversos temas, y al tocar el de la carrera Don Henrique comentó “Es una temeridad correr ese caballo (Charm) contra mi crack Sud Oscuro”, pero “Leo” le señaló “No solamente correrán juntos, sino que le ganará” y así realizaron una apuesta amistosa que consistió en un cartón de cigarrillos que aportaba Leo contra una botella de Whisky que aportaba Don Henrique. El 29 de mayo de 1949 se dio la partida de la carrera y Charm ganó casi de punta a punta e implantando récord de 85” para 1400 metros, figurando Tebicaury en el segundo, Haedo en el tercero, mientras Sud Oscuro apenas pudo finalizar cuarto. Otra gran carrera de su pupilo fue contra el tordillo Linde. Comentó Don Gustavo Flamerich "Estoy totalmente seguro de algo porque vi esa carrera y la recuerdo como si la estuviera viendo. Charm y Linde (que era un moro) en 1400 metros se desprendieron del lote con casi 50 metros de ventaja, yo estaba en campo casi en la llegada era un niño que pasé ese día escondido en un carro"

 

 

Logra su primera selectiva en el Hipódromo La Rinconada por intermedio de Tacaná en el Clásico Prensa Hípica, además el destacado entrenador de purasangres se anotó en el Libro de Records de nuestro hipismo, al punto de ser el primer profesional en lograr un Triple Coronado, lo cual consiguió a través de Gradisco en 1960. En el año 1961 se adjudicó el Clásico José Antonio Páez con Guanabara y en los años 1965 y 66 destacó logrando varios eventos clásico por intermedio de la sin igual María Blanca. Papá Leo”, como lo llamaban sus alumnos del atletismo, decía “El entrenamiento de un ser humano, atleta, se diferenciaba muy poco del de un caballo de carreras. Por ello prefería calentar al equino con trotes, al principio, galopes suaves a la mitad, y prácticamente piques de velocidad. Remataba, casi siempre, con galopes largos, muy suaves”. Ese sistema de preparación le dio siempre excelentes resultados

 

Ya retirado de la profesión, falleció el 30 de enero de 1992 víctima de un ataque cardíaco. Tenía 83 años. Sin dudas fue una institución dentro del hipismo nacional e igualmente en el deporte en general.

 

Fuentes: Agradecimiento especial a los Sres. Héctor López García y Carlos Faneyth; Sr. Mario Cardozo G., Revista Gaceta Hípica, Sr. Gustavo Flamerich, Ing. Juan Macedo.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 25 de marzo de 2010

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