Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Leopoldo Manrique Terrero

Por Juan Macedo

 

Existen personalidades que con sus contribuciones lograron cambiar el entorno que le rodeaba y ayudaron a mejorar (o salvar) muchas vidas, pero, sin embargo, son grandes desconocidos para la opinión pública en la actualidad. En esta ocasión presentamos a quien la historia ha reservado un reconocimiento mucho más escueto del que le corresponde.

 

El Dr. Leopoldo José Manrique Terrero nació el 15 de noviembre de 1911, hijo de Don José Manrique y Doña Vestalia Terrero Peraza. Su madre fue fundadora de la Cruz Roja venezolana de El Valle, de ahí nació su vocación de servicio. Residente y benefactor de la Parroquia El Valle, quien era eminente cirujano de la Cruz Roja Venezolana donde desempeñó una gran labor social y médica, la cual le ganó el respeto, admiración y agradecimiento de toda la comunidad de la parroquia.

 

El afamado médico cirujano, quien durante su existencia compartió sus actividades profesionales con el deporte, desempeñando cargos de responsabilidad en el hipismo y el béisbol profesional.

 

Como hípico, fue -entre otras cosas- criador y propietario de caballos de carrera y presidente de la Junta Directiva del Hipódromo Nacional, por la década de los ’50. Al frente del hipismo desarrolló una labor harto satisfactoria en pro del hipismo en general, tomando medidas enérgicas para sanear el hipódromo de actos impropios y dedicándose con entereza a ayudar a los profesionales criollos, incluso hizo programar carreras en las que solo actuaban jockeys del patio. Durante su gestión se inició y llevó a efecto la negociación (que culminó en Teniente Coronel Roque Yoris en 1953) mediante la cual se adquirieron los terrenos donde actualmente funciona el Hipódromo La Rinconada.

 

Contó José Rafael BallEn una ocasión, molesto por los resultados registrados en dos de esas seis válidas (la primera y la sexta), hizo convocar a su clínica ubicada en El Valle, a los jinetes que participaron en ambas carreras. Y es que según “rumores”, las mismas habían sido “arregladas”. El Dr. Manrique, iniciando la reunión, les dijo: los que corrieron en la primera, se me colocan a la derecha y los que lo hicieron en la sexta, a la izquierda. Enrique Humberto Bouley tomó la palabra y dijo: ¡Dr. Manrique, yo gané la primera! A lo que repuso el Presidente del Hipódromo: ¡No mienta, a usted lo dejaron ganar!

 

Fundador del Haras Codazzi en el año 1950, los productos nacidos y criados en su establecimiento siempre gozaron de gran crianza, estampa, estado físico y buen pedigree. Contó en su padrillera con Arc en Ciel (hijo de Nearco) y el crack argentino Caimán. Buenos corredores como Buridan, Orbital, Santa Palabra, Amigaza, Elenuca, Tirano Aguirre, El Papá Upa, entre otros, salieron de ese prestigioso centro de cría.

 

Fue también presidente de la Liga de béisbol profesional en el período 1948-1952, donde igualmente cumplió una encomiable labor. Además, fue diputado del Congreso Nacional, presidente del Consejo Municipal del Distrito Federal y fundador de los cuatro puestos asistenciales que funcionaron en Caracas.

 

Falleció de manera repentina el 5 de octubre de 1976. La muerte del Dr. Leopoldo Manrique Terrero enlutó a los hogares capitalinos, así como a las ciencias médicas, el hipismo y el béisbol profesional. Fue objeto de un homenaje póstumo por parte del hipismo venezolanos, cuyos directivos y profesionales guardaron un minuto de silencio en acto que se llevó a cabo el domingo 10 de octubre. A partir de 1978 se corrió una Copa en su honor, cuya primera edición fue un triunfo para Bold Brigadier conducido por José Luis Vargas y entrenado por Giovanni Contini. Dicho homenaje se realizó hasta el año 1993, cuando sin razón alguna fue eliminada.

 

Ese mismo año 1978 el Hospital Periférico de Coche (inaugurado en 1954 y que en esa fecha estaba recién ampliado) recibió el nombre de Hospital “Dr. Leopoldo Manrique Terrero”, en honor al ilustre médico caraqueño. Ese último vestigio de la memoria de este personaje fue borrado de manera innecesaria y dejando al olvido a quien fue un benefactor de la comunidad.

 

Fuentes: Ing. Juan Macedo (apuntes personales), Libro “El Paraíso y su Hipismo” del Sr. José Rafael Ball, Revista Gaceta Hípica, Revista La Fusta.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, miércoles 31 de enero de 2024

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