Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Francisco Sucre Urbaneja

Por Juan Macedo

 

En el historial hípico, no puede ni debe faltar el nombre de Don Francisco José Sucre Urbaneja, pues desde el primer instante de iniciarse las actividades turfísticas en nuestro medio, su presencia como autoridad fue indispensable; así se le vio figurar como Comisario al comenzar el funcionamiento del Hipódromo de Sabana Grande; también figuró constantemente en altos cargos directivos, cuando las actividades hípicas, tuvieron como escenario el inolvidable circo de El Paraíso.

 

Don Francisco J. Sucre, había nacido en Caracas el 1 de agosto de 1868, sus padres fueron Luis Sucre y Sucre (sobrino del Mariscal de Ayacucho) y de Doña Santos Urbaneja, ambos de rancia estirpe criolla; contrajo matrimonio en París con Doña Lola Reyes de Sucre, de cuya unión nacieron tres hijos, entre los cuales figuró Francisco Sucre Reyes, también hípico de buena cepa.

 

Don Francisco J. Sucre, fue íntimo amigo de Don Gustavo J. Sanabria, su convivencia en París, donde había cursado sus estudios, los reunieron por largas temporadas y es interesante destacar que Don Francisco J. Sucre, estudió en la Escuela de Minas en la capital de Francia, donde obtuvo su título de Ingeniero, por todo ello no podía extrañar que estuviera asociado a ese auténtico pionero del turf todo cuanto se relacionara con las carreras; su nombre figura como copropietario del famoso Borinquen y ha pasado a la posteridad el cuadro que de ese bravo corcel pintara el inmortal Arturo Michelena, hoy en la Galería de Arte del Instituto Nacional de Hipódromos

 

Su nombre apareció entre los principales Accionistas del Primer Jockey Club y también como Primer Comisario de la entidad, teniendo participación activa como propietario en el Sindicato Venezuela.

 

Don Francisco J. Sucre en 1914 se ausentó para Barcelona, España, donde se estableció y era tal su afición por todo cuanto se relacionara con el caballo, que figura su nombre como Miembro Fundador del Círculo Ecuestre de Condal; marchó luego a radicarse en París, donde falleció en 1920. Sin duda será recordado como uno de los pioneros del hipismo venezolano.

 

Fuentes: Revista Gaceta Hípica, Revista La Fusta

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 23 de noviembre de 2006

Copyright 2000, Anécdotas Hípicas Venezolanas C.A. Todos los derechos reservados