Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

William Mujica

Por Gabriel N. Ramos

 

William Dario Mujica nació en la ciudad de Caracas el 11 de enero de 1958 y es hijo de Dario Naconarose y Virginia Mujica, siendo el tercero de cuatro hermanos: Leomar, Migdalia y David. Estudió hasta el segundo año de bachillerato. Fue su padrino quien lo trajo al Hipódromo, debido a que trabajaba en Electricidad del INH, de nombre Francisco Cortez. Deseó siempre estar metido en el Hipódromo, hasta que fue posible.

 

Conoció al Sr. Luis Ramón Castro, quien todos los días galopaba por el sendero a una yegua algo díscola de Matteo Milicia, de nombre Blanca y Negra, quien le dió chance sobre ésta y de seguidas comienza con regularidad a galoparla sin ayuda, con total conocimiento del entrenador. El mismo Luis Ramón y el entrenador Reinaldo Hernández Rosal lo inscribieron en la escuela de jinetes a los 15 años de edad. Sin embargo, William comienza a faltar por diversas razones, por lo cual varias veces lo sacaron y tardó 4 años en graduarse, lo hace en 18 de abril de 1976, con 19 años de edad, en la Promoción Otto Padrón Guevara, junto a otros 17 jóvenes más, entre ellos Miguel Blanco, Humberto Guzmán y Ángel Angulo.

 

 

Debutó con la yegua Top Me, llegando último en carrera ganada por Gamuraga con Ángel Angulo. Su primer triunfo llegó por distanciamiento de Tandel (un conducido de Joao Pereira) y subiendo a su conducido Kojak, pupilo de Eduardo Azpúrua Sosa, carrera ésta que el propio William admitió haber botado por inexperiencia. Pero comenzó a destacar y ganar carreras, curiosamente el jinete que había llegado último en la carrera de debut de su promoción se convirtió en el primer jinete de su promoción en obtener el grado de Profesional.

 

 

Su primera selectiva se la brindó Lady Godiva, pupila de Domingo Noguera Mora, en el Clásico Arturo Michelena de 1978 en recorrido de 2000 metros; también ganó la Copa Rafael Barboza con la yegua Lectura y ese mismo año fue nombrado Campeón Jinete Aprendiz.

 

 

Ya como profesional, William Mujica "Cabeza de Tortuga" mantuvo un buen promedio de triunfos durante el año 1979, incluyendo el Clásico Gustavo J. Sanabria con Tijereta y la Copa Gradisco con Pequeño Apache. La década de los ’80 fue auspiciosa para el ambicioso William, apoyado básicamente con la cuadra de Agustín Bezara Castro. Con Paraima ganó el Clásico Simón Rodríguez y las Copas Manuel Fonseca y Pedro A. Salas; con Tintoreto sorprendió en la Copa Ultima Hora Hípica y con Tendencia se anotó las Copas Federico de La Madriz y Pastor, José Murillo y Manuel Vicente Lander Gallegos.

 

 

Recibió oferta de Eduardo Azpúrua Sosa para correr en USA, pero la rechazó, por creer que tenía un compromiso con la afición venezolana, por lo que estaba dispuesto a correr en todos los hipódromos de Venezuela y luego afuera, incluso estaba dispuesto a correr en La Villa del Rosario y las Guaracaras de Upata, si lo invitaban.

 

Pero a partir de 1985 cayó en un “slump” debido a su actitud, eran menos las mañanas de traqueos que asistía, corría solo por correr, por cumplir con su firma y palabra, ya que su mente y cuerpo estaban fuera del hipódromo, mas especialmente en la bebida, el trasnocho, las mujeres, las malas compañías, entre otras cosas. Pero, en el año 1987, a raíz de un disparo recibido donde estuvo a punto de quedar lisiado para siempre, recapacitó y cambió su forma de ver la vida, prácticamente volvió a nacer. Era definitivamente otra persona.

 

Se reintegró a la actividad hípica, era el primero que llegaba al hipódromo y todos los días. El apoyo de Daniel Pérez García, que le brindó su confianza y muchos consejos, fue importante en su recuperación. Los problemas por los cuales atravesó William los pudo tener cualquiera, lo importante es rectificar y corregir a tiempo.

 

Continuó en la profesión, a pesar que las oportunidades cada día eran menos, pero alternó su actividad con la labor como traqueador. Su última monta en una carrera oficial fue durante el año 2005. Totalizó unas 350 victorias. William Mujica fue un profesional de la fusta que demostró que con constancia y fe todo se logra.

 

Fuentes: Sr. Eliécer Odreman, Revista Hipódromo, Revista La Fusta, Revista Gaceta Hípica, Revista Jockey Pronósticos, Ing. Juan Macedo, Sr. Jaime Casas A.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 15 de diciembre de 2011

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