Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Richard Bracho

Por Juan Macedo

 

Richard Bracho nació el 24 de junio de 1971 en la ciudad de Caracas y sus padres, Ángel y Rosa, le brindaron formación ejemplar. Infancia feliz junto a sus hermanas y según dijo su sueño era el llegar a ser jinete algún día. Viene de una familia hípica, fieles exponentes del látigo en los Hipódromos La Limpia y La Rinconada. Ángel, su abuelo, inició la dinastía. Luego su padre, otro Ángel, el popular "Negro", y sus tíos Atilio, Gerardo, Iván y Alberto, dieron qué hablar en su época. Para completar su hermana, Marencia, fue la primera mujer que logró la matrícula para conducir caballos purasangres de carreras en Venezuela y varios primos activos en la profesión. Toda una dinastía.

 

Ángel y Rosa con sus hijos marcharon a Maracaibo cuando Richard tenía 10 años y el mozalbete quería hacerse jinete. Su mamá, sin embargo, se oponía a la idea y deseaba que por todos los medios continuara sus estudios, por miedo a que le pasara algo. Pero ese deseo se lleva en la sangre y su papá -su inspiración- le enseñó a montar. Fue en el Hipódromo de Perijá, con una pista de 1000 metros en donde solo corrían seis ejemplares y se partía con bandera, allí debutó ganando con la yegua Remolacha y luego ganó un buen número de carreras. Luego José AntonioTotoñoAndrade lo llevó a probar suerte en La Limpia. A los 14 años le dieron la matrícula y pudo continuar mis estudios, se graduó de Bachiller en Ciencias.

 

Estaba enamorado de su profesión, debutó en el Hipódromo La Limpia arribando último con el caballo Cheyine de la cuadra de "Totoño" Andrade, pero su primera victoria la alcanzó el 7 de junio de 1985 a bordo del ejemplar High Quality, propiedad de Mohammed Ayubi Flores. Rápidamente comenzó a destacar pese a que las oportunidades no eran las mejores, ya que solo pesaba 30 kilos y había que ponerles plomo a los caballos para hacer el peso. Ese año ganó seis carreras, pero sufrió una fractura en la mano derecha, inconveniente que no lo desanimó y en el año 1986 cumplió una gran campaña ganando 16 carreras y quedando entre los diez mejores en la estadística de jinetes, incluyendo ganó una condicional especial con la yegua Iadranka. En 1987, además de obtener el título de Jinete Aprendiz del año, escoltó a Damián Quintero en la estadística, pero finalizando el año sufrió una peligrosa rodada que le causó fractura en la tibia y el peroné en una de sus piernas. Este hecho y la búsqueda de nuevos horizontes permitieron que Richard Bracho tramitara su matrícula para el Hipódromo La Rinconada, ya que tenía méritos más que suficientes para que las autoridades de la época se la otorgaran.

 

Inició en La Rinconada en marzo de 1988, pero su primer triunfo lo obtuvo con Joy Night en el Hipódromo Nacional de Valencia y luego con Sinakbar en el óvalo de Coche. El entrenador Iván Calixto fue la persona que más le ayudó cuando comenzó en este nuevo reto. Ese año logró 16 triunfos incluyendo su primera selectiva con The Other en el Clásico Jockey Club de Venezuela. Para el año 1989 se hizo de 31 triunfos, incluyendo el Clásico Presidente de la República con The Other (siendo el cuarto aprendiz en lograr el magno evento, después a Antonio José Utrera, Rafael Teodoro Chávez y José Leonardo Verenzuela), que le permitió obtener el título de Jinete Aprendiz del año.

 

 

Luego de triunfar en el Clásico Iraquí de 1990 con The Other, el látigo zuliano decidió aventurarse e incursionó por primera vez a Estados Unidos, cumplió campaña en Gulfstream Park, Hialeah Park y Calder, fue jinete oficial del entrenador venezolano Eduardo Azpúrua Sosa. Su primera victoria fue el 26 de octubre con Smooth Alligator. En esa temporada consiguió 20 lauros. En 1991 ganó 27 carreras. Pero en febrero de 1992, Azpúrua se retiró de la profesión y aunado que extrañaba a su familia y a su natal Maracaibo, regresó a Venezuela.

 

En ese año 1992 se instaló en el Hipódromo de Santa Rita logrando la mayoría de los 58 triunfos que logró esa temporada, incluyendo los triunfos en los Clásico Ana María Campos (con Bimini), Día de la Independencia y Batalla Naval del Lago (con Iden Power). Pero en 1989 José Armando Contreras, quien entrenaba a Ta’ Fino, le llamó para que lo corriera en el Clásico Presidente de la República, evento que ganaron sorprendiendo y tirando récord de pista. A partir de allí el duo Ta’ Fino / Richard Bracho le fue muy bien por cuanto ganaron dos veces el título de Caballo del Año y un total de nueve clásicos, incluso el Simón Bolívar.

 

 

Otros purasangres que le brindaron grandes satisfacciones fueron Scott Gordon (entrenado por Gustavo Delgado, ejemplar muy lesionado, pero con un corazón muy grande), la triplecoronada Starship Miss, Anfíbol (Clásico de los Sprinters 1996 y 1997), Lomaxti (Clásico Victoreado y Albert H. Cipriani de 1996), The Secret (Clásico de los Sprinters 1998), Irish King (Clásico Nuestra Señora de Chiquinquirá 1994), Sha Star (Clásico Gobernador del Distrito Federal), Storm Face (Clásico Nuestra Señora de Chiquinquirá 1996), El Káiser (Clásico Bartolomé Salom 1999) y Ta’ Correcto (Clásico Natalicio del Libertador 1999). En 1997 le tocó conducir a Míster Byron en el Clásico Internacional del Caribe sin figurar en el marcador; en 1999 viajó exclusivamente a Gulfstream Park para participar en el Silvery Honey Stakes con Lucifer, quedando en el quinto lugar.

 

 

Su mejor temporada en Venezuela fue en el año 2000 con 172 victorias a escala nacional, alcanzando su primer Casquillo de Oro, superando a estrellas de la talla de Emisael Jaramillo, Rigo Alberto Sarmiento, Carlos Andrés Olivero y Daniel Centeno. También se llevó la estadística del Hipódromo La Rinconada por sumas ganadas (Bs. 642.314.759) y la de victorias (123 triunfos), consolidándose como un jinete completo, de pies a cabeza. En ese año arribó cuarto en el Clásico Internacional del Caribe con Vuelve Jorge, pupilo de Miguel Contini. Con ese mismo purasangre se anotó el Clásico José Antonio Páez.

 

 

Continuó activo en el hipismo venezolano durante los años 2001 y 2002, cosechando importantes éxitos con La Emperadora (Clásico Gustavo J. Sanabria 2000), Mandeville (Clásicos Tapatapa 2000 y Andrés Bello 2001), Candelaria (Clásicos Hipódromo Nacional de Valencia y Arturo Michelena 2000), Gran Relámpago (Clásicos Jockey Club de Valencia 2000, Inauguración, Universidad de Carabobo y José Rafael Pocaterra 2001), Curruca (Clásico Segula C 2001), King George (Clásico Hypocrite y Gradisco 2001), Remador (Clásico Ciudad de Valencia 2001), Gran Abuelo (Clásico Cría Nacional y Hypocrite 2002), La Hornera (Clásico Gustavo J. Sanabria), Gran Fortaleza (Clásico Prensa Hípica Nacional y General Joaquin Crespo 2002), Between Six (Clásico Fuerza Armada 2002) y Gran Music (Clásico Victoreado 2002).

 

 

De regreso a Norteamérica en el año 2003 se anotó 71 victorias y $1,699,812 en ganancias para los dueños de los caballos, incluyendo el M. Tyson Gilpin Stakes en Delaware Park conduciendo a Tap Day. También hay que destacar sus triunfos en el John Franks Juvenile Fillies Turf Stakes de 2005 con Survicat y el Flying Pidgeon Handicap de 2005 con Dancing Master.

 

A mitad del año 2006 reapareció en Venezuela mostrando sus virtudes con el látigo al triunfar con Fleming (Clásico Jockey Club de Venezuela y Copa Invitacional del Caribe), Gran Estefanía (Clásico Hípica Nacional), Water Music (Clásico Día del Ejército) y New Láser (Clásico Grano de Oro). Se mantuvo en plan ganador con otros purasangres que le brindaron grandes satisfacciones como triplecoronada Bambera (que también ganó dos pasos de la triplecorona nacional), King Seraf (valiente caballo que sufrió varios atentados contra su vida), Taconeo (Clásicos Jockey Club de Venezuela 2007 y Fuerza Armada 2009), Tours (Clásico Prensa Hípica Nacional 2007), Hedonista (Clásico José María Vargas 2008) y Racing Poet (Clásico General en Jefe Rafael Urdaneta 2008).

 

 

Contó Richard Bracho en una entrevista “a finales del 2007 el colega José Antonio García le dijo: “Richard, si ves a Ta’ Fino, lloras. Se está muriendo de hambre”. Lo cierto que viajé y realmente el caballo era un esqueleto viviente; incluso, el camionero no quería traerlo a Caracas porque decía que no iba a llegar vivo”. Lo trasladó hasta San Antonio de los Altos y lo internó en una finca donde el caballo recibió la asistencia médica veterinaria que merecía, además de buena alimentación y todo el cariño que Richard Bracho y su familia pudieron brindarle hasta su último día de vida. “Una triste noticia para toda mi familia, especialmente para mis hijos. Ta' Fino fue mi trampolín a la fama. Quise agradecerle esos grandes momentos y lo tuve por ocho años. Será inolvidable. Ahora se fue para colocarse al lado de su entrenador José Armando Contreras”.

 

Hizo otra pasantía en Norteamérica, buena parte en los hipódromos del estado de Filadelfia, entre los años 2010 y 2012 con una finalidad: superar la barrera de los 300 triunfos en las tierras del Tío Sam, que logró el 10 de abril del 2012 durante el mitin de Parx Racing con el caballo Wiso Jane en un reclamo de US$20.000, aunque a mediados del 2011 realizó una visita a nuestro país llevándose el Clásico Jockey Club de Venezuela y la Copa Invitacional del Caribe con Tato Zeta y a finales de ese año viajó a Panamá para llevarse el Clásico Confraternidad del Caribe. “No fue fácil adaptarme a la hípica estadounidense, debido a que todo es totalmente diferente a la que se practica en Venezuela. Allí hay que tener más disciplina, trabajar diariamente con esmero para destacarse en un ambiente muy difícil y se aprende a querer al caballo de carrera. En La Rinconada se pierde una prueba y todos dicen que el jinete paró el caballo. En Estados Unidos los propietarios y el entrenador buscan la manera de corregir la falla” dijo el fusta en una entrevista.

 

 

Retornó a Venezuela a finales de octubre de 2012, en buena parte porque la dinastía Bracho recibió un homenaje en el Clásico Nuestra Señora de la Chiquinquirá, además que esa noche Ta’ Fino fue homenajeado y fue su jinete. Estuvo en plan estelar gracias a los triunfos con Chao (Clásico Simón Bolívar 2013), Blue Moon (Clásico Asamblea Nacional 2013), La Invasora (Clásico Ciudad de Caracas 2013), Otra Melodía (Clásico Blondy 2014), Blue Black (Clásico Antonio José de Sucre 2014) y Roy’s Revenge (Clásico Burlesco 2014). En el año 2014 aspiró a convertirse en entrenador de ejemplares pura sangre de carrera, dando inicio al curso en el Hipódromo La Rinconada, asistiendo tres veces a la semana con profesores como Freddy Escobar y Ulises Capella, además de varios veterinarios, aunque no pudo culminarlo. Su último triunfo en Venezuela fue el 30 de agosto de 2015 con Pedro Caimán en el Clásico de los Sprinters. “Gracias a la suspensión de seis meses que me impuso Antonio “El Potro” Álvarez en 2015, por la presunta negligencia en la conducción del ejemplar Porrón, decidí quedarme definitivamente en Estados Unidos y, en especial en Filadelfia, donde reparten buenos premios y no hay tantos venezolanos compitiendo como es el caso de Gulfstream Park”, relató el jockey.

 

 

En septiembre de 2015 volvió a marca pauta en los hipódromos de Estados Unidos, donde ha sido un consecuente triunfador, incluyendo el Governor's Stakes 2016 con R Luckey Charlie y el Ellen's Lucky Star Stakes 2017 con Polar Vortex. El año 2016 fue el mejor de su carrera como jinete, logrando 91 triunfos. Lamentablemente el 3 de octubre de 2017 sufrió una rodada con la yegua True Simplicity en la pista del hipódromo de Indiana Grand presentando seis costillas fracturas, el esternón y lesión fuerte en el hígado y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital Indiana University Health luego de que su hígado seguía sangrando. Regresó en enero de 2018 y ese año completó 41 triunfos, incluyendo el triunfo número 500 con el ejemplar Steves Even en el circuito de Indiana Grand Race Course el 4 de noviembre de 2018. Se mantuvo en actividad hasta el 17 de junio, cuando sufrió una aparatosa rodada de Cinnamon Latte en Parx Racing, sufriendo fracturas de esternón, vértebras torácicas T4, T5 y vértebra cervical C5, además de una fuerte contusión en la frente con coágulo, siendo internado en el Philadelphia's Jefferson Torresdale Hospital.

 

Temporalmente retirado, Richard Bracho, siempre acompañado de su esposa Mayerling y su hija Yngrid Roxana, perteneciente a una familia hípica por tradición, acumuló 523 triunfos en 4528 montas en los hipódromos norteamericanas, así como 1399 triunfos en 9376 actuaciones de por vida en el hipismo de Venezuela.

 

Fuentes: Revista Gaceta Hípica, Sr. Jaime Casas A., Sr. Hernán Viloria Daboín, Sr. José Rubicco Huertas, Diario Meridiano.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, lunes 28 de febrero de 2022

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