Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Laffit Pincay

Por Juan Macedo

 

Hace más de medio siglo, especificamente en 1943, llegó a la Caracas de los techos rojos, un joven panameño cargado de esperanzas, lleno de ilusiones; y para apoyarse en un buen par de muñecas y piernas fuertes, mente ágil, mucho valor y, como aderezo final, suerte. Ese joven se llamó Laffit Pincay, que había nacido en Panamá el 19 de diciembre de 1922. Fue un jinete con un estilo similar al que, posteriormente, mostraría Ángel Francisco Parra, guardando las distancias y esto es porque en Venezuela se estribó largo, hasta que los jinetes en Venezuela comenzaron a competir en otros Hipódromos del mundo, como en los Estados Unidos. Antes de dedicarse a la dificil profesión de pilotear puros de carreras en su país de origen, fue boxeador y futbolista.

 

Apodado como "El Chino", Laffit triunfó en el Hipódromo Nacional de El Paraíso. Se codeó con los mejores: Manuel Camacaro, Euclides Villalobos, “CumínacoRómulo Francisco Méndez, "Doble Feo" Juan L. Mendoza, Perfecto A. Chapellín y otros buenos profesionales y logró gran parte de sus aspiraciones en la cancha. Ganó muchas carreras y aún hoy lo recuerda con cariño y gran admiración el Sr. José Luis Rodríguez quién lo conoció y trató desde su llegada a Venezuela, a mediados de la década de los 40. El Clásico Hipódromo Nacional de 1943 fue su primer clásico, a través de Torrente, entrenado por Rafael Quiroga. Es de grata recordación su sensacional triunfo con el noble Aguafiestas de los Hermanos París en el Clásico Simón Bolívar de 1947, también sus triunfos con “El FerrocarrilIntegro, los cracks Robby, Incauto y por supuesto Hypocrite. Legendario su triunfo con el nativo El Quebrado en el Clásico Albert H. Cipriani de 1951.

 

El 19 de agosto de 1951 estuvo involucrado en un accidente que marcó el recuerdo de muchas personas de la época. Se corrió la Copa Conrado Maggiorini. En esa prueba se produjo la rodada del jinete Perfecto A. Chapellín desde el potro Atómico. Hasta aquí todo parece un simple suceso, pero las cosas iban a resultar mucho mas graves. La carrera continúo desarrollándose normalmente, pero Atómico, ya sin jinete, recorrió la pista en sentido contrario y finalmente se produjo lo inevitable: fue a estrellarse con los potros Tiburón y Tarzán. El choque fue tan violento y espectacular que en el mismo murieron los citados Tiburón y Atómico. Los jinetes Juan Francisco Vidal de Tiburón, Laffit Pincay de Tarzán y Chapellín resultaron seriamente conmocionados. El accidente fue insólito, realmente inesperado. Durante 1954 estuvo en Lima, Perú, donde cumplió una buena campaña.

 

 

En los comienzos del Hipódromo La Rinconada, los años se hicieron sentir, para nadie pasan inadvertidos. En ese nuevo óvalo probó suerte como entrenador de PSC, logrando algunos triunfos, el primero de ellos el 5 de diciembre de 1959 con la yegua Ribita, pero nunca dejó la profesión de jinete y montó con preferencia a los ejemplares que alojaba en su cuadra Santiago Luis Ledwith, entre otros, a caballos de la talla de Primordial, un hijo de Mirontón con el que ganó el Gran Premio Clásico Simón Bolívar de 1962 sobre los ídolos El Tamao y Klick, además del Clásico Fuerzas Armadas dos años después, además de Arabian Sun en el Clásico Clausura. Es importante registrar sus triunfos en USA con Primordial y otros pupilos de Ledwith, además de su corta pasantía en el Hipódromo de Palermo, Argentina, durante el año 1963, donde gustó mucho por su estilo y la serenidad que hizo gala en los metros decisivos cuando le tocaba definir la situación para ganar.

 

Pincay, igualmente, era jockey de las cuadras de José Rosendo Fernández, Antonio Jacial y Jesús "Tito" Pérez. Notable su triunfo con Gatsby en el Fuerzas Armadas de 1966, que representó su último triunfo clásico. Comentó Don Diego García "Estudiaba en el Colegio Campo Alegre en Las Mercedes y un día cuando salimos de clase nos fuimos a tomar una coca cola a Tolón. Estabamos sentados en la barra y conversando tal y cual, cuando de pronto miré a mi derecha y enseguida reconocí al gran Laffit Pincay. Enseguida me le prensente y el muy gentilmente me empezó a hablar. Imagínate cuánto podrá haber pasado que esa tarde me dijo que tenía un hijo que era aprendiz en Panamá. Primera y última vez, pero innolvidable para mi. Sus triunfos para el Stud Pompeya entrenados por Santiago Luis Ledwith son inolvidables".

 

Lamentablemente, el peso físico atentaba contra Laffit Pincay y sus montas se reducían a caballos llamados con más de 54 kilos de peso. En aquel entonces, el peso físico máximo exigido a un jinete era 49 kilos. Colgó las botas, dejando una performance de 1514 actuaciones de las cuales 408 son triunfos, 165 segundos, 139 terceros y 142 cuartos, con una efectividad de 7.28, incluyendo una estadística, fue la de 1948 cuando logró ganar 50 carreras. En 1968 reactivo la matricula de Preparador de purasangres, pero tuvo poco éxito. En el año 1991, con motivo de la disputa de la Copa Hypocrite, el Presidente del Instituto Nacional de Hipódromos Anselmo Alvarado entregó al veterano jinete un presente que recuerda las hazañas del valioso caballo que hiciera campaña con la monta de este profesional.

 

Adicional a sus logros en la cancha, debe sentirse realizado como padre, porque su hijo Laffit Pincay Jr. siguió sus pasos y bajo otro cielo ha logrado grandes hazañas. Laffit Pincay falleció el 11 de agosto 2009 en su residencia en San Antonio de los Altos, tras luchar contra una neumonía que al final le venció, impidiendo su presencia en el homenaje preparado durante la Gala Hípica efectuada a las pocas semanas. Perteneció a una pléyade que ojala renazca en nuestro país, la del hipismo apasionado y honrado.

 

Fuentes: Revista Gaceta Hípica, Diario El Nacional, Diario El Universal, Sr. José Luis Rodríguez, Sr. Diego García Ortín, Sr. Roque Yoris S.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 26 de abril de 2006

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