Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Juan Bautista Lascano

Por Trino Pulido

 

Son altos los riesgos a los que se exponen los jinetes de purasangres de carrera cada vez que van a la pista, existiendo casos que algunos mueren ejerciendo su profesión, como sucedió con Juan Bautista Lascano, que nació en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, el 24 de junio de 1964. Desde niño fue “picado por el gusanillo” del hipismo y cuando tuvo la oportunidad se inscribió en la Escuela de Jinetes del Hipódromo Municipal de Ciudad Bolívar.

 

 

Su debut fue en el Hipódromo Municipal de Ciudad Bolívar en el año 1983, siendo su primera victoria la obtenida con el caballo Nacibito que entrenaba Heberto Peralta. Juan Bautista ha sido uno de los mejores jinetes que cumplió campaña en el Hipódromo Municipal de Ciudad Bolívar. Logró conseguir nada menos que 94 triunfos durante tres temporadas en el municipal. No en vano obtuvo el título de campeón jinete de 1985. Siempre demostró gran seguridad sobre sus conducidos y mucho coraje para batirse con los grandes finales reñidos. Fue el jinete de la campeona Polar Star. El 15 de marzo de 1987, en una reunión de 7 carreras programadas ese día, obtuvo 3 victorias, a saber, con los ejemplares Primer Actor, White Prince y Star Mati.

 

 

Obtuvo la matrícula para montar en los hipódromos adscritos al INH a mediados de ese año. Al pasar a La Rinconada logró buen rendimiento a pesar de no contar con las oportunidades que merecía, en su condición de jinete trabajador y consecuente. Su primer triunfo en el Hipódromo La Rinconada fue ese mismo año 1987, fue por distanciamiento llevando al caballo By All Means, ganándole nada más y nada menos que a su ídolo “El DiabloÁngel Francisco Parra que guiaba al mañoso Lazzarone. Ese año obtuvo un total de 11 triunfos (10 en La Rinconada y uno en Valencia). Su carácter jovial y tranquilo, sus dotes de buena gente le granjearon el aprecio y respeto de sus colegas y demás profesionales de la hípica.

 

 

Hay una anécdota que nunca olvidare de Juan Bautista, la misma tarde que falleció Rubén Huerta (30 de abril de 1988), Lascano condujo a la yegua Sinakbar de Julio Ayala en el Clásico Día del Trabajador, la yegua tomó la punta desde el vamos y en el primer codo se abrió y quedó sin ningún chance. Al día siguiente me lo encuentro en la Tribuna B del municipal y le pregunté “¿Juan, que paso? ¿Por qué se te abrió la yegua?” Y me respondió “Mi pana ¡estaba nervioso por lo sucedido a Huerta!”.

 

 

Ese año 1988 había ganado 16 carreras en La Rinconada y 6 en Valencia. Fue el sábado 10 de diciembre cuando sucedió lo inesperado. Cabalgaba al potro dosañero El Marabino, entrenado por Julio Ayala, que venía por centro de pista y en posiciones intermedias, sin chance aparente, en los 300 metros finales fue cuando el potro hizo un extraño y se batió contra la baranda interior, rodando aparatosamente Juan Bautista recibiendo fuertes golpes que transcendieron en varias fracturas, fue enviado al Centro Medico de San Bernardino en ambulancia acompañado por el jinete Ramón Albornoz, pero poco pudieron hacer los médicos, ya que una hemorragia interna provocó su muerte.

 

 

Juan Bautista Lascano falleció a los 24 años. Al día siguiente, domingo 11 de diciembre, le guardaron un minuto de silencio en el Hipódromo La Rinconada, como homenaje póstumo. Sus restos mortales reposan en el Cementerio Jobo Liso de la Avenida Libertador de Ciudad Bolívar. Un jinete con un futuro promisor a la vista, pero el destino le tenía otros planes.

 

 

Fuentes: Ing. Juan Macedo, Revista Gaceta Hípica

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, miércoles 31 de enero de 2024

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