Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

José Antonio Canga

Por Juan Macedo

 

José Antonio Canga nació el 18 de abril de 1934 en la ciudad de Maracaibo, estado Zulia y como buen marabino, hombre conversador y nervioso, con reflejos siempre prestos para accionar sus movimientos. Y no podría esperarse menos, ya que tuvo gran parte de su vida trajinando en la profesión de jinete de purasangres de carrera. Fue considerado “el decano de los profesionales zulianos”. Y un hecho interesante en nuestro personaje es que parecía que el tiempo se detuvo, sus invariables 1.56 metros de estatura y 48 kilos de peso (no engordaba) lo hacía ver de indefinida edad.

 

 Canguita” actuó por primera vez en el Hipódromo de La Recta del Quirurgico en Maracaibo, situado en terrenos adyacentes al actual aeropuerto, en el año 1948 donde destacó gratamente. Su mentor, el Sr. Rafael Barboza Montiel, lo llevó al Hipódromo Nacional El Paraíso, donde actuó fugazmente, pero la atención de su anciana madre le impuso el regreso.

 

En el Hipódromo de La Limpia, de regreso a su natal Maracaibo, José Antonio Canga fue un “As”, el dominio de cuatro estadísticas lo demuestra, la última fue en 1961 con 32 triunfos. En carrera, lucía una habilidad extraordinaria para tomar la delantera, su característica más valiosa.

 

 

Al repasar su actuación profesional, posiblemente su mejor monta fue el caballo argentino Chucao (1956, Claro en Charmante), ganador de 10 carreras, 9 de ellas consecutivas, bajo la conducción de José Antonio Canga. Sin dudas Chucao ha sido uno de los ídolos de los aficionados a través del tiempo y por ello no es extraño que en él se haya cimentado el cariño de su conductor.

 

Muchos entrenadores confiaban en la pericia de José Antonio Canga para el amansamiento de potrillos, el trabajo de los más difíciles de trato y el traqueo de acondicionamiento final, por lo que su actividad diaria era intensa. Fue el jinete oficial de Don Pablo Andrade Hernández.

 

 

 

Douglas Bracho nos cuenta la siguiente anécdota: “Un día en La Rinconada estábamos varios maracuchos reunidos en la tribuna de traqueos, Canguita le trabajaba ejemplares a varios entrenadores, no tuvo esa suerte y el medio en ese tiempo era muy difícil por la calidad de los jinetes que teníamos del sur y también los locales eran todos del primer nivel. El nos comento sobre la yegua Progne que entrenaba Gorgorio Parra, la había corrido a voluntad varias veces,  entonces nos dijo que estaba cansado de ir pa'tras con la yegua para que después Gorgonio se la diera a Balsamino Moreira cuando fuera pa'lante; corría Progne en las validas y era un batacazo, así fue, llegó el domingo y en nuestros cuadros la pusimos en línea, le jugamos sus ganadores y pago latas de manteca. Del 5 y 6 no pegamos nada pero al menos nos dio ganancias la taquilla para pagar la pensión España, que era donde vivíamos y que estaba en la Avenida San Martín, incluida las tres comidas”.

 

 

José Antonio Canga levantó su hogar con siete descendientes con un promedio mensual de ingresos no superior a los Bs. 400. El locuaz jinete comentó en una entrevista que ejercitaba su profesión con la esperanza de que el hipismo el cual prestó sus servicios, le proveerá finalmente a él y a sus compañeros, veteranos y aprendices, los medios adecuados de protección social que deberían corresponderles.

 

José Antonio Canga no pensó eludir el forzoso retiro como jinete dedicándose a entrenador. Efectivamente al término de su actuación como jinete, abandonó el hipismo. Comentó el Sr. Gustavo Lepage: “Son escasas y poco precisas las noticias recogidas sobre José Antonio Canga, pese a haberles preguntado a veteranos que se han mantenido en el medio del hipódromo. Así, hay cierta coincidencia en las informaciones de que una vez retirado como jinete se alejó de toda actividad hípica, partió al campo cercano en compañía de un hermano,  donde se dedicó a la caza de pájaros para luego venderlos como ambulante en el mercado de Las Playitas, en el centro de la ciudad. Se dice que aún vive pero en precaria condición de salud, confinado a su vivienda, quizás todavía en el Barrio Francisco de Miranda en terrenos vecinos al antiguo hipódromo de La Limpia”.

 

Fuentes: Sr. Gustavo Lepage, Sr. Douglas Bracho, Revista Gaceta Hípica, Sr. Edipson Andrade Bravo

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, viernes 25 de marzo de 2016

Copyright 2000, Anécdotas Hípicas Venezolanas C.A. Todos los derechos reservados