Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Enrique Humberto Bouley

Por Juan Macedo

 

Uno de los jinetes venezolanos que más ha representado al país con actuaciones en el extranjero durante la década de los 60's, además que desde muy joven supo ganarse la simpatía y confianza de los aficionados debido a su gran capacidad y conocimiento de la difícil profesión es Enrique Humberto Bouley Navarro. Nació en Caracas el 2 de noviembre de 1936. Indudablemente que en su favor influyó de una manera decisiva la experiencia y dedicación de su padre Hubert Bouley, ya que desde muy pequeño le transmitió sus grandes conocimientos sobre el purasangre de carreras, teniéndolo siempre ocupado con los caballos que se alojaban en sus caballerizas.

 

Bajo la tutela de Amador Varela aprendió el oficio y debutó como jinete el sábado 26 de agosto de 1950 en Hipódromo Nacional El Paraíso con la yegua Miss Miller, esa prueba la ganó Vendome con "Merceditas" Blanco (en ese entonces su peso físico era apenas de 32 kg lo que no le favorecía mucho, pues para conducir una monta con el peso mínimo debía llevar un sobrepeso de unos 14 kg), ganó su primera carrera el domingo 13 de mayo de 1951 con Honest Bob, propiedad de Federico de La Madriz y entrenado por su señor padre, Hubert Bouley, con peso mínimo de 46 kg batiendo a Cumarebo que era montado por Héctor Revello. Pero Bouleycito descolló, fue un verdadero "Niño Pro­digio" en la profesión y en esa campaña consiguió 32 triunfos figurando octavo en la estadística de jinetes y se reveló coma gran jinete a pesar de su corta edad.

 

Se consagró como el aprendiz de moda en el año 1952 al obtener 30 victorias figurando nuevamente octavo en la estadística de jinetes y graduarse de profesional, convirtiéndose en un jinete cotizado, coincidiéndole con el seudónimo de "Chispita" que le fuera puesto por el veterano narrador hípico Eloy Pérez Alfonso, "Mr. Chips". Con bajo peso y con buena escuela, "Bouleycito" dictó cátedra y supo codearse con los grandes.

 

Una anécdota de Bouley fue durante los años en que el Dr. Leopoldo Manrique Terrero se desempeñaba como Presidente de la Junta Directiva del Hipódromo Nacional de El Paraíso. En una ocasión, molesto por los resultados registrados en dos de esas seis carreras válidas (la primera y la sexta) hizo convocar a su clínica ubicada en El Valle, a los jinetes que participaron en ambas pruebas. Y es que según "rumores", las mismas habían sido "arregladas". Manrique, iniciando la reunión, les dijo “Los que corrieron en la primera, se me colocan a la derecha, y los que corrieron en la sexta, a la izquierda” a lo que Enrique Humberto Bouley tomó la palabra y dijo “Dr. Manrique, yo gané la primera” lo que repuso el Presidente del Hipódromo “¡No mienta, a usted lo dejaron ganar!".

 

Cuando Domingo Noguera Mora se inició en la profesión, se fue con éste a Maracaibo y formaron una yunta invencible en el Hipódromo de La Limpia. Actuó en ese medio aproximadamente tres meses y ganó 28 carreras. Luego regreso a Caracas donde en cada semana, cada compromiso, ponía en manifiesto sus grandes condiciones de consumado jinete. Se le recuerda por aquella tarde en que obtuvo cinco trofeos por haber obtenido igual número de triunfos.

 

 

 

Con ansias de conocer otros medios, viajó en el año 1961 para Argentina y fue en Buenos Aires donde logró su primer triunfo con Fuentebella el 7 de enero de 1962 causando buena impresión entre los críticos por su estilo y recursos. Cumplió excelente campaña en los Hipódromos de Palermo y San Isidro. Incluso al terminar el primer trimestre del año 1963, Enrique Bouley ocupaba el sexto lugar con 11 victorias en la estadística de jinetes. Reputado como uno de los mejores fileteros de Buenos Aires, uno de sus más emocionantes triunfos fue con Elegance en el Premio Centenario de la Cruz Roja Internacional con 60 kg de handicap, el cronista de Clarín Deportivo dijo de este triunfo: "La tarde en que Elegance quedó quinta de Panocha, parándose en los últimos 100 metros, dijimos en esta misma sección que a la hija de Make Tracks le había faltado el filete de Bouley, bajo cuya dirección dio ayer amplio desquite. La cosa fue brava, ya que desde la tranquera al disco se vinieron Elegance, Tola y Sombra y Luz trabadas en lucha definida a favor de la pesada"

 

A finales de octubre de 1963 Enrique Bouley (o Henry Bouley, como lo llaman en Buenos Aires) logró cuatro victorias en una tarde en el Hipódromo de La Plata, entre ellos Tracia que ganó el Clásico Hipódromo de Palermo, en 1400 metros en tiempo de 86"2 en cancha anormal que la prensa argentina comentó: "Factor decisivo en el triunfo de la pupila de Zarlengo fue el jinete Henry Bouley, quien conocedor de las ligerezas de su montada, no vaciló en lanzarla a la descubierta decididamente, y aunque los tiempos parciales mostraron un tren violento (primeros 600 en 34"3), mantuvo el mismo en la confianza de que sus enemigos no podrían seguirla".

 

Durante su permanencia en Argentina, realizó incursiones a Chile, donde actuó solo una vez y clasificó cuarto. También actuó, aunque por poco tiempo, en Hipódromos de Brasil y Uruguay. En Argentina ganó más de 130 carreras, incluyendo ocho eventos clásicos.

 

 

Retornó a Venezuela y se dio un gustazo al imponerse en 1967 con Chateaubriand en el Clásico Simón Bolívar (ya que ese ejemplar había fallado el año anterior con la conducción de Gustavo Ávila, cuando Socopó fue vencedor) y tuvo la oportunidad de correrlo en el Washington International. Dos años después reverdeció laureles en las pruebas selectivas con un pupilo de José Nuñez Rauseo, el alazán Pav-Ne, con el que se anotó los Clásicos Comparación e Inauguración Francisco de Miranda.

 

Los problemas de peso fueron agravándose a medida que pasaban los años, lo que impidió obtener mejores oportunidades. Su último triunfo fue un jueves nocturno de septiembre de 1974 con una consentida de Roque Yoris llamada Yauca y fue durante el año 1975 cuando decidió retirarse de la profesión. Se mantuvo ligado al hipismo como Traqueador y domador, función que ejerció exitosamente durante el resto de los años 70 y la década de los 80. Tuvo la oportunidad de participar el 19 de septiembre de 1981 en una carrera especial para exjinetes (que triunfó Félix Sabino Pérez con un entrenado de David Ramírez llamado Huracán David), pero su conducido fue retirado.

 

Recordado como uno de los jinetes más eficientes jinetes del patio y notable éxito en el extranjero, Enrique Humberto Bouley visitaba las instalaciones del Hipódromo La Rinconada con su elegante Caprice Classic 1983 visitando el área de caballerizas y en especial el Restaurant de Marichal. Se fue a Francia buscando sus raices, falleciendo el 9 de abril de 2018.

 

Fuentes: Sr. José Rafael Ball, Sr. Roque Yoris S., Sr. Pablo Marín, Diario Meridiano, Revista Turf, Revista Gaceta Hípica, Diario Clarín Deportivo, Sr. Edipson Andrade Bravo (foto de La Limpia)

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 26 de marzo de 2009

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