Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Carlos Cruz

Por Juan Macedo

Dentro de nuestro hipismo romántico, apareció un jockey que rápidamente impresionó y dejó sus huellas marcadas para el deleite de los hípicos de ahora y siempre. Se trata de Carlos Enrique Cruz Rosas, conocido en el medio hípico como "El hombre del Corbatín" sin dudas uno de los jinetes más destacados en toda la historia de nuestro turf. Como lo describe Don Diego García "Un jinete que se caraterizó por ser elegante sobre un puro de carrera".

Carlos Cruz

Nació en la provincia de Antofagasta, Chile, el 14 de mayo de 1926 y era hermano de otro grande de la fusta, Juan Eduardo Cruz -mejor conocido como El Negro- quien también falleció trágicamente, pero dentro de la profesión cuando rodó durante una mañana de traqueos.

Inició su profesión sobre los nobles purasangres de carrera en su país de origen, donde destacó obteniendo la estadística de 1947, aparte de destacar en las pistas cariocas y peruanas; y vino a Venezuela contratado por Don Alfredo Abilahoud en el año 1948, donde debutó el 11 de abril con el ejemplar Sungold que llegó séptimo de la ganadora Cédula y al poco tiempo -el 9 de mayo- logró su primera victoria con el tordillo Sandokán, propiedad del Dr. Alfredo Toledo Guerrero y preparado por Alfredo Peluffo. Hubo de transcurrir mucho tiempo para consolidar su prestigio. Incluso muchas veces trató de rescindir el contrato para retornar a su tierra.

Ganó dos estadísticas, una en 1949 con récord de 80 victorias para una temporada y producción también récord de Bs. 114.188,95, y la de 1956 (luego de estar ausente en la de 1954 y 55 por estar montando en Estados Unidos y Argentina por compromisos con el Stud Dos Estrellas), con 79 primeros. El récord del 49 tumbó la marca que desde la temporada 46-47 tenía Euclides Villalobos con 66 carreras ganadas y permaneció hasta 1958 cuando la derribó "El Monstruo" Gustavo Avila con 90 victorias.

 

Además Carlos Cruz ganó 19 clásicos durante su vida profesional, fue el jinete de Caimán, ídolo de la época, con el que impuso récord de clásicos ganados por un ejemplar con nueve. El opinaba de Caimán lo siguiente "Daba gusto montarlo especialmente cuando entraba en la pista, en el paddock o en los entrenamientos parecía una mula pero se transformaba en un héroe de leyenda cuando pisaba la pista el día de la carrera. Me dio los momentos más preciosos de mi carrera como jinete y llegué a entenderme con el de una manera única. Me gustaba pararme en los estribos y mirar a mis rivales de cabeza, entre mis piernas, un campeón de verdad". Recordó la siguiente anécdota: "El 18 de diciembre de 1949 corrí a Caimán arribando tercero de Rebelión y Morelo. Esa derrota me pegó mucho porque el público me pitó y yo era el centro de atracción. De todo me dijeron... Salí, al concluir mi actuación, directo a la casa. No le miento si le agrego que dormí muy mal. Pero a la semana siguiente me desquité de ese público. Ganamos el Clásico Clausura el 24 de diciembre derrotando a Sud Oscuro en carrera donde Rebelión entró sexto y Morelo octavo. Cuando retorné me fui directo al paddock. No a recibir los aplausos del público, que era mi deber, mi obligación, porque Caimán no se mereció esas pitas de la derrota anterior"

Tuvo la suerte de conducir al primer caballo importado que triunfó en La Rinconada el 5 de julio de 1959, se trató de Cheaplove en el marco del Premio Fuerzas Armadas Policiales. También se le recuerda por sus triunfos con el crack criollo Cedrón en los Clásicos Fuerzas Armadas de Cooperación de 1953 y Albert H. Cipriani de 1954, con el rendidor Clavijo en el Clásico Presidente de la República y el último clásico que ganó en su vida profesional que fue el Inauguración de 1959 con el campeón Canario. En junio de 1953 sufrió una aparatosa rodada del ejemplar Sabiduría. resultando con fuerte contusión en la cabeza y desprendimiento de la mucosa bucal del labio inferior. 

 

Es de recordar que corrió y ganó en Argentina, Brasil, Perú, Colombia y en los Estados Unidos, donde hizo campaña al lado del reputado trainer Ángel Penna. Allí intervino en el Washington International con Mr. Black en defensa del elevage argentino.

Estuvo en la profesión (en Venezuela) durante 26 años, hasta el miércoles 19 de abril de 1972, cuando corrió tres ejemplares y concluyó con Matico, en la décima carrera, y finalizó en la undécima posición. De esta manera culminó su productiva campaña sobre los equinos, totalizando 863 triunfos, 650 segundos y 660 terceros en 6.794 actuaciones, con una efectividad de 9,47.

Sin embargo, desde entonces siguió vinculado a la actividad y frecuentemente se le veía en La Rinconada. Lamentablemente el martes 17 de enero de 1984 (con casi 12 años retirado) Don Carlos Cruz falleció víctima de un trágico accidente vial. Esperamos de esta forma rendirle un merecido homenaje a quien en vida demostró brillar con luz propia.

Fuentes: Revista Gaceta Hípica, Revista Hipodatos, Sr. José Rafael Ball, Sr, Hermán Ettedgui, Sr. Diego García Ortín.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 4 de enero de 2001
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