Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Antonio José Utrera

Por Juan Macedo

 

Refulgiera como un astro del látigo en la época romántica de nuestro hipismo, maestro de jinetes, Juez de Partidas, ese fue Don Antonio José Utrera Bolívar que nació en San Juan de los Morros, estado Guárico, el 8 de agosto de 1928. Hijo de Juan de Jesús Utrera y Carmen Bolívar.

 

Llegó a la ciudad de Caracas en el año 1941 y se empleó en el comercio de Don Tomás Rojas (con el correr del tiempo se convirtió en su suegro al contraer matrimono con su hija Laura), que fabricaba tabacos y cigarrillo, además de tener un negocio de abastos.

 

Se inició gracias a la insistencia de su vecino Angel Colorao" Gutiérrez "Vamos para el hipódromo para meterte en una caballeriza y hacerte jinete" y le gustó ese ambiente. Fue el año 1944 cuando conoció a Don Amador Varela (Administrador del Stud del Dr. Hermán Stelling), que literalmente le obligó que fuera a su caballeriza, iniciandose como Ayudante de Peón. Al poco tiempo se inició en la escuela de jinetes que atendía Don Amador y tras cuatro meses de aprendizaje, recibió la matrícula junto a Julio R. Ramírez, Quirilla Torres, Germán Rodríguez, Gustavo Sanoja, entre otros. Hizo su estreno en el Hipódromo El Paraíso el domingo 12 de noviembre de 1944 con la yegua Queenie que la entrenaba el mismo Amador Valera y era de los colores de Hermán Stelling, con la que figuró séptima (última) detrás del ganador Crash Kit conducida por Marcos Olivares. Nueve meses después, el 1 de julio de 1945 consiguió su primera victoria a expensas de Fogonazo propiedad del Sr. Manuel Rincón Ortega y preparado por Ramón Sánchez Dumey, esa carrera era exclusiva para aprendices. Con Sánchez Dumey tuvo un gran aliado, le ayudó mucho y le brindó toda la confianza que necesitaba. En esa época solo se corría una vez a la semana y programaban una carrera para jinetes aprendices en cada reunión, ya que no tenían chance materialmente en intervenir en las restantes competencias, eran demasiado buenos los jockeys profesionales. Para 1947 acordaron el descargo para quienes estaban en condición de aprendiz y la situación mejoró.

 

El primer clásico que ganó fue con el ejemplar Sinbel en el Clásico Presidente de la República (derrotando nada más y nada menos que a Hypocrite y a El Hornero) y fue una gran satisfacción en el año 1948 de Don Manuel Azpúrua y Doña Carlota, de paso, fue el primer Clásico de Manuel Azpúrua Sosa como entrenador, además de meterse en el libro dorado del hipismo venezolano como el primer jockey aprendiz en ganar este magno evento. Es importante conocer que la monta de Sinbel se la ganó a pulso, ya que se trataba de un purasangre muy indócil, que no se entendía con los jockeys y Utrera tuvo la oportunidad de trabajarlo en pelo, de manera acertada. Al dia siguiente lo trabajó con silla y nada anormal sucedió, ganandose la oportunidad de ser su jinete en una carrera ordinaria. El resto es historia.

 

También estuvo involucrado la suspensión colectiva más severa que se recuerde por el resultado de una carrera, se registró el 1° de mayo de 1955, en la reunión número 10 de esa temporada. Fueron suspendidos, por el término de lo que restaba de campaña, los jinetes Justo Torres (ganador de la carrera), Carlos Pérez y Antonio José Utrera, además el entrenador Luis Morón Valdivia, responsable en la preparación de Criterio del Stud Don Julio, el cual resultó un descalabro para la cátedra. En 1956 con Lujoso implantó record de pista para los 1800 metros.

 

Ganó a nivel internacional unas 40 carreras, de los cuales 19 carreras fueron en Panamá. También ganó en Chile (su primera experiencia internacional en el año 1949), Perú, Uruguay y México; en Argentina no tuvo suerte. Recuerdo su participación en Lima con el caballo Boves del propietario Aníbal Guilarte y lo llevó Abigaíl Colmenares en una carrera internacional sin llegar a figurar.

 

Montó buenos purasangres importados y criollos. Es de grata recordación el ejemplar Kenado (propiedad de sus amigos Abelardo Abreu y José Antonio Díaz) con el que ganó 16 carreras. Logró importantes triunfos con Don Ambrosio Elnen, un argentino que estuvo preparando los caballos de los Abilahoud.

 

Ya en los años 70 no era fácil encontrar el nombre de Utrera entre los jockeys con compromisos, pero aprovechaba las contadas ocasiones que le brindaban. A finales de abril de 1979 viajó con una delegación compuesta por Andrés Bianco, Magin Zamora y Argenis López para Uruguay, con el objeto de cordializar con sus colegas y ayudar a la implantación del filete en la conducción de purasangres, implemento que generalmente no se usa en ese país. Como anécdota simpática esta el hecho que cuando estaba celebrando sus 53 años el sábado 8 de agosto de 1981 le "regaló" al público una brillante actuación al triunfar de punta a punta con el ejemplar Mortero, que pagó 175 Bs (35 a 1), defendiendo la carrera como en sus años mozos.

 

 

En el año 1986, que se hizo la Escuela de Jinetes, estuvo junto a Jesús Enrique El Trece" González y de las que se graduaron José Leonardo Verenzuela, Eibar Coa Monteverde, Jackson Farías, Pedro Carrasquel, José Antonio García y las jockettas salieron de esa escuela: Sonia Mariano, Maritza Trujillo, Fabiana González Oxford, Obdalis Zapata, Miriam Blanco, Janeth López, entre otras.

 

Antonio José Utrera se retiró el 25 de febrero de 1990 contabilizando 827 triunfos en toda su carrera como jockey, entre El Paraíso y La Rinconada, dió una última vuelta a la pista acompañado de su alumna Sonia Mariano. Tres días después, el 28 de febrero pasó al aparato como Juez de salidas. Un trabajo que no solo realizó durante los días de carreras, ya que en los días de semana estaba en el aparato de salidas chequeando a los animales, junto al personal del aparato y su asistente, llevaba registros de la conducta de cada ejemplar, su comportamiento y carácter para cuadrar. Eliminó el uso de la tenaza, que era un castigo para el ejemplar, en todo caso será utilizado como último recurso para que cuadre.

 

Maestro, consejero, forjador de juventudes, sin dudas que Don Antonio José Utrera merece un reconocimiento en vida por su tenacidad y ojalá algún día tenga ese merecido honor. Falleció el 25 de noviembre de 2022.

 

 

Fuentes: Lic. Cesar Augusto Rivero, José Rafael Ball, Revista Gaceta Hípica, Manuel Ortega (foto)

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 14 de noviembre de 2004

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