Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Alejandro Matos

Por Alejandro Enrique Matos Pérez

 

Nos referimos al jinete honesto y bregador, mi padre Alejandro Encarnación Matos Matos, que nació en la ciudad de Caracas el 25 de marzo del año 1948, hijo de Don Félix Ramón Matos y Doña María Matos, integrando una familia bastante numerosa. Fue el quinto de nueve hermanos. Desde joven tuvo interés en la actividad hípica y por su estatura y dotes optó por buscar oportunidad como jinete. Se inició en la Escuela de Jinetes del Hipódromo La Rinconada por el año 1967, pero sus inicios en la escuela no fue lo más esperado por mi padre ya que el Sr. Luis Monasterio lo expulsó porque decía que "no tenía las cualidades para ser jockey". En realidad, era que mi padre no era "políticamente correcto" y casi todos los días había discusiones con Monasterio hasta que lo expulsó. Le juró regresar y demostrarle que estaba equivocado, que si tenía las cualidades para ser jockey.

 

Con esa meta "entre ceja y ceja" se fue al estado Bolívar, donde las cosas cambiaron. Ya en el Hipódromo Municipal de Ciudad Bolívar completó su aprendizaje y como profesional de la fusta ganó alrededor de 50 carreras en menos de dos años, la primera con el ejemplar Tahoe en 1400 metros y abriéndose paso en la difícil labor.

 

Por el año 1970 se marchó de la zona del hierro y el oro, directamente a la ciudad de Maracaibo, donde estuvo por el término de casi nueve años. Ya radicado en el Hipódromo de La Limpia, las caídas y lesiones físicas le perjudicaron, pero ganó más de 140 carreras. Una de ellas recordada con mucho gusto por Don Diego García, en el año 1972 una carrera impresionante con el ejemplar Paunero, recién adquirido en Caracas al Profesor Anselmo Alvarado Dorato, que fue entrenado por “El Che" Ángel Spera.

 

 

 

Aprovechó la oportunidad, contando con el apoyo de su gran amigo Florencio Ortegano, para ganar en el viejo Hipódromo Municipal de Ciudad Bolívar el Clásico Simón Bolívar de 1978 por intermedio de Long Play, venciendo a uno de los mejores lotes que se hayan reunido, entre los que contaba a Ébano, Capiango y el ídolo Pekín, que en ese mismo orden completaron la pizarra.

 

Se fue al Hipódromo La Rinconada donde le otorgaron la matrícula ya a finales del año 1978. Ya establecido en el óvalo de Coche, su primer triunfo fue el 19 de mayo de 1979 con Disparada, una pupila de Manuel Medina, en recorrido de 1300 metros. En ese año 1979 ganó 16 carreras y en 1980 ganó 23 veces, en la que fue su mejor temporada en ese hipódromo. El entrenador Florencio Ortegano le brindó la oportunidad en una ocasión de conducir y ganar al campeón Pollito ante el máximo lote, que incluían a excelentes corredores como Room Mate, Seravic e Intelectual. Logró obtener su victoria 60 en el principal óvalo del país a principios del año 1983 para graduarse como profesional de la fusta, fue con Mamá Chiicha, una entrenada de Daniel Pérez García, que soportó el alto hándicap de 63 kilos.

 

Luego se radicó en el Hipódromo Nacional de Valencia y su primer triunfo en el óvalo de Cabriales fue el jueves 26 de julio de 1984 con el ejemplar Míster Joe, un entrenado de Florencio Ortegano.

 

El destino le tuvo una mala jugada ya que el siguiente año (1985), en un día rutinario de trabajo matutino, montaba un potro del entrenador Gerardo Aguilera, el ejemplar en cuestión hizo un extraño y buscó la baranda externa la cual saltó, sufriendo mi padre una aparatosa rodada con el agravante que el potro le pisó la pierna, fracturándose severamente el fémur. Fue traslado al Centro Médico Guerra Méndez de la ciudad de Valencia donde fue operado con poca suerte ya que la placa y tornillos que fueron implantados los fue rechazando, por lo cual fue necesario buscar ayuda con el reconocido traumatólogo de los jinetes en el Hipódromo La Rinconada, el Dr. Luis Lara Díaz, quien era el director de traumatología del Centro Medico San Bernardino en la ciudad de Caracas. Este le comentó a mi padre que había que volver a operar porque estaba rechazando la operación anterior y así alejarse por más tiempo del hipódromo.

 

 

Luego de rehabilitarse durante casi dos años, mi padre regresó a trabajar en el Hipódromo La Rinconada, pero ya sin mucho éxito con lo cual decidió regresar al Hipódromo de Valencia en el año 1993, comenzando de cero a trabajar en varias cuadras. Gracias a sus conocimientos en el dominio del purasangre y su perseverancia (trabajaba con empeño de lunes a sábado), para el año 1996 fue tomado en cuenta por entrenadores como Ramón Minguet (actualmente en USA), Ricardo Alfonzo (retirado de la profesión), Miguel Hernández, Martín Oliveros (actualmente en Colombia), Antonio Papa, Aldo Traversa Vitale, entre otros.

 

El 21 de marzo de 1996 Ramón Minguet le dio la oportunidad de montar en prueba pública a la yegua Tudor Queen (que venía procedente de La Rinconada), fue la tercera carrera pautada en esa reunión y ganó con ventaja de 1 ¼ cuerpos a Natura en 1100 metros dejando tiempo de 66”4, siendo esta la primera victoria de mi padre luego de más de 8 años alejado de las pistas. Ese año estuvo montado prácticamente todas las semanas pero en su mayoría caballos con poco chance, entrando en pizarra del tercero al quinto lugar y varias no figuraciones. Para el mes de diciembre debutó Miss Chama (propiedad Carlos Pérez Torrealba, hermano mayor de mi madre) con mi padre en su cabalgadura, figurando séptima a 12 cuerpos de Jumalagú, para luego correr el 29 de diciembre en la primera carrera del día marcada con el número 1078, en 1100 metros. A pesar de que la yegua partió con retraso, fue inteligentemente llevada de menor a mayor teniendo un espectacular remate en los últimos 150 finales que la llevó a la victoria, siendo la primera vez que mi padre y mi tío Carlos saboreaban el éxito en conjunto. A la siguiente semana, la yegua corrió subida (en el lote de ganadoras de una) en distancia de 1300 metros obteniendo su segunda (y última victoria) para satisfacción de la familia, por supuesto con la monta de mi padre Alejandro Matos.

 

Luego de esto mi padre se retiró por dos años y regresó para seguir trabajando en la cuadra de Aldo Traversa como Jinete Galopador, hasta que en el año 2002 recibió la oportunidad de montar a Helue (del Stud Los Gestos, que venía de hacer campaña en La Rinconada sin mucho éxito), logrando su última victoria como jockey el día 5 de septiembre de 2002 en el Trofeo Cruz Manuel Garrido, en distancia de 1300 metros dejando tiempo de 82"2 con 51 kilos. Después de esta victoria decidió colgar las botas, pero fue de manera temporal ya que regresó a trabajar, lamentablemente al mes y medio se fracturó el fémur (el mismo que se fracturó en el año 1985) lo cual le obligó a retirarse definitivamente de los trabajos a diario.

 

Empezó a apoyar a Aldo Traversa en la cuadra, pero este tomó la decisión de mudarse a la ciudad de Caracas, por lo cual para mi padre ya no era tan rentable ir hasta allá. Así que finalmente tomó la decisión de alejarse definitivamente del hipódromo, pero no dejó de visitar la cuadra de Aldo una o dos veces al mes hasta que en el año 2018, por problemas de salud, dejo de ir al hipódromo. Lamentablemente el 13 de abril a las 7:05 PM falleció mi padre de un paro respiratorio por complicaciones renales.

 

Mi padre siempre se sintió orgulloso de haber formado a dos profesionales universitarios: yo, Alejandro Enrique, egresado de la Universidad Central de Venezuela como Ingeniero Agrónomo y mi hermana Mayra Alejandra egresada de la Universidad de Carabobo como Licenciada en Contaduría Pública, para muchas personas decir que la profesión de jockey no le da la oportunidad de que los hijos se hagan profesionales pues he ahí una muestra de lo que mi padre nos pudo dar con su profesión y también darle a mi madre Aida Margarita Pérez de Matos 50 años de matrimonio aguantando buenos y malos momentos que les da la profesión a los jockeys. Finalizo con este comentario del Sr. Gabriel Ramos "Alejando Matos fue un jinete rendidor y trabajador, de aquellos que ganaba con corredores de poca oportunidad, aquellos que los jockeys estelares no querían, que se desempeñó bien en su trabajo y le sacaba partido a los purasangres en carrera. Su vida profesional, coartada por aquella infortunada rodada, estuvo llena de satisfacciones. Pero demostró que fue un hombre honesto y de gran personalidad, que su satisfacción fue tener una familia y que sus hijos fueran personas de bien".

 

Fuentes: Sr. Gabriel N. Ramos, Lic. Antonio Narváez, Diario Ultimas Noticias, Sr. Trino Pulido, Sr. Diego García, Ing. Juan Macedo, Sr. Jaime Casas A., Dr. José Eduardo Chacón.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 28 de febrero de 2013

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