Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Micarlo

(1956, Per, Mirontón en Carlita por Petrarca)

Por Juan Macedo

 

Cuando inicié la investigación sobre Micarlo, me llamó la atención el hecho de que en las revistas hípicas especializadas de la época indicaban que su país de origen era Perú, cuando su hermano Cantor (nacido un año antes) era oriundo de Argentina. Avanzando en la investigación la duda no se aclaraba (aparecía más información no oficial que se desviaba de la verdad).

 

Fue cuando decidí visitar la web del Stud Book de Perú para ubicar un contacto. Vía email realicé mi solicitud y “en menos de lo que canta un gallo” el Sr. Miguel Muñoz amablemente respondió “En septiembre de 1956 llegó importada al Perú la yegua madre Carlita, alazana nacida en la Argentina el 26 de octubre de 1946. Fue una hija de Petrarca y Carlanca (por Cruz Montiel). Ella llegó preñada de Mirontón y alumbró el 16 de octubre de 1956 a un macho alazán al que se le puso por nombre Micarlo. Uno de sus propietarios en el Perú fue el Sr. Adolfo Vásquez Pequeño (Stud Sin Ruido), caballeriza que también defendió el crack Daré, triple coronado en 1962, hijo de Datour y Resurecta, que posteriormente también tuvo una importante campaña en el Hipódromo La Rinconada”.

 

Este hijo de Mirontón vino a Venezuela a los 2 años de edad, sin haber cumplido actuaciones en su país de origen. Debutó en nuestras pistas como tresañero el 9 de agosto de 1959 bajo el entrenamiento de “El MusiúMillard Faris Ziadie causando buena impresión al ganar en 1800 metros con la monta de “El MonstruoGustavo Ávila, agenciando dicho recorrido en 115” clavados, con ventaja de 3 cuerpos sobre Bastimento. Seguidamente el 16 del mismo mes logró su segunda victoria consecutiva (conservando su invicto) al imponerse en distancia de 1600 metros con el mismo Ávila, recorriendo la milla en 100”3, derrotando a La Machy con ventaja de 3 ½ cuerpos. Una inesperada lesión en una de sus manos lo sacó temporalmente de la arena capitalina.

 

Micarlo reapareció el 27 de marzo de 1960 sin pena ni gloria ante el lote de la séptima serie. Se mantuvo pernoctando en ese lote hasta que el 22 de mayo con la monta de “Tumba PoolTeófilo Tosta reverdeció laureles al derrotar dramáticamente por cabeza de ventaja sobre Eglé, dejando crono de 113”2 para los 1800 metros. Seis días después repitió, esta vez a costillas de Maquilero que se conformó con el lugar de escolta a ½ cuerpo, agenciando 106”4 para los 1700 metros.

 

Ascendió a la sexta serie donde luego de tres actuaciones el 26 de julio saboreó nuevamente las mieles del triunfo, en esta vez cabalgado por Julián Ríos quien hábilmente lo llevó hasta la raya con ventaja de 2 ½ cuerpos sobre Heliogábalo, dejando crono de 111”2 para los 1800 metros. Luego de figurar tercero a 2 ¾ cuerpos de Demócrata, el 9 de julio con la monta de Pedro H. Santaella logró su sexta victoria derrotando en final no apto para cardíacos al criollo Lavandero, parando el teletimer en 105” exactos para el recorrido de 1700 metros.

 

Micarlo corrió ante el lote de la quinta serie en distancia de 1400 metros que le quedó corta, figurando cuarto a 4 ½ cuerpos de El Druida. Siete días después en recorrido de 1800 metros con la conducción de Teófilo Tosta logró dar alcance a Nimbo II y cruzar la meta con ventaja de pescuezo, agenciando 112”3. Subió hasta el lote de la tercera serie donde apenas logró quedar séptimo a 9 ¼ cuerpos, con muchos tropiezos.

 

A partir del 7 de agosto Micarlo inició una racha de cuatro triunfos que le permitió llegar a la primera serie: en una actuación muy aplaudida ya que quedó último muy rezagado en la partida, con en la recta final su jinete Pedro H. Santaella le exigió y avanzó considerablemente por media cancha para imponerse con ventaja de ¾ cuerpos sobre South Pole, dejando marca de 84” clavados para los siete furlones. Cuatro semanas después regresó con la monta de Teófilo Tosta donde derrotó brillantemente a El Druida con ventaja de 1 ¾ cuerpos, agenciando 97”1, igualando el record de pista implantado por Tombrill, pero con 3 kilos menos en el hándicap. Ocho días después logró otro alucinante triunfo en atropellada, aventajando a Repiqueteo con 2 ½ largos de ventaja y crono de 84”4 para los 1400 metros. Finalmente, sin descanso, a los seis días enfrentó al lote de la primera serie en recorrido de 2000 metros logrando un apoteósico triunfo a costillas de Jungle Man que le escoltó a 3 ¼ cuerpos, dejando registro de 125” flat.

 

Afectado por una gripe, Micarlo perdió condición. Pero su entrenador que le gustaba poner sus caballos en carrera (caballa no es secretaria, caballa pa’ correr) lo corrió dos veces con más pena que gloria antes de su participación en el Clásico Simón Bolívar con la monta de Gustavo Ávila, pero no fue enemigo para finalmente lograr figurar tercero a 14 cuerpos de Cambur.

 

Luego de un breve descanso, Micarlo reapareció el 27 de noviembre ocupando el cuarto puesto a 4 cuerpos del crack Alai. Una semana después regresó por sus fueros con la monta de “El LocoIgnacio J. Ferrer derrotando a Jungle Man con ventaja de 1 ¾ cuerpos y agenciando 111”3 para los 1800 metros. Cerró el año participando en los dos kilómetros del Clásico Clausura donde defraudó a sus allegados al quedar séptimo a 23 cuerpos de Pensilvania. En vista que, de continuar campaña en Venezuela, iba a correr con alto hándicap, sus dueños decidieron probar suerte en Norteamérica, quedando su vida pistera en Venezuela con un total de 27 actuaciones de los cuales en 12 logró conquistar la victoria, además de un segundo, dos terceros, dos cuartos y un quinto, acumulando en premios la cantidad de Bs. 185.778.

 

 

En la tierra del Tío Sam, Micarlo corrió hasta los 9 años (la mayor parte en Santa Anita Park) para 77 apariciones con 18 primeros, 10 segundos y 11 terceros para un total en metálico de US$96.571. Entre sus actuaciones está un sonoro triunfo en el San Pascual Handicap de 1962 en recorrido de 1700 metros que cubrió en tiempo de 107”4 bajo la conducción de Ángel Valenzuela, superando a Free Copy y Nagea. También figuró tercero en el San Carlos Handicap de 1962. Luego de ser retirado de las pistas, no contamos con más información. No tenemos registros de su desempeño en la cría, en caso que haya sido probado en algún momento como semental. Sin embargo, eso no empaña el gran desempeño pistero de este noble caballo peruano que brilló con luz propia en las pistas venezolanas y norteamericanas.

 

Fuentes: www.anecdotashipicas.com, Ing. Juan Macedo (apuntes personales), Sr. Juan Luis Orta, Sr. Manuel Corral, Revista Gaceta Hípica, Sr. Miguel Muñoz.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, domingo 31 de marzo de 2024

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