Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Banal

(Arg, 1954, Tónico en Frivolity por Claro)

Por Juan Macedo

 

El castaño Banal nació en el Haras Don Santiago en el segundo semestre del año 1954 y fue adquirido en forma particular por la Caballeriza 9 de Diciembre, corrió 13 veces, ganando 4 carreras, 4 segundos, 2 terceros y 1 cuarto, acumulando en premios la cantidad de Arg$ 306.665, logró importantes figuraciones selectivas en su país de origen: Segundo en los Clásicos Dardo Rocha y Jockey Club de la Provincia de Buenos Aires.

 

Banal fue adquirido e importado a Venezuela por los representantes de la chaquetilla a cuadros azules y lacre del Stud Sin Ruido y llegó en el mes de Julio de 1958, alojándose en la cuadra de Carlos Muñoz Candia para su cuidado. Pero el costoso caballo salía a la cancha y se negaba a galopar siquiera, por lo que muchos creían que “se perdieron esos reales”.

 

No fue hasta el 27 de septiembre cuando debutó en la arena del Hipódromo Nacional de El Paraíso con la monta de “Mano E’ TigreRaúl Bustamante en recorrido de 1700 metros ante la 7° Serie de importados, anotándose un bonito triunfo con 4 cuerpos de ventaja sobre Sodio y agenciando 109” exactos. Dos semanas después, con Balsamino Moreira up, cae derrotado apenas por pescuezo ante el rendidor Un Gaita.

 

Dada la numerosa nómina que se preinscribió y su breve campaña en Venezuela, Banal quedó como suplente (en caso de retiro de algún participante oficial) para participar en el Clásico Simón Bolívar. Efectivamente el norteamericano Admiral War no fue de la partida, permitiendo al noble castaño enfrentar al fuerte lote selectivo que le salió al paso, ocupando un oscuro séptimo lugar a 15 cuerpos del irreverente Escribano.

 

Regresó al lote común, específicamente a la Quinta Serie, donde pernoctó sin deslucir ante excelentes corredores como Ajaccio, Cantor, Calón, Monte Albán y Fanful, pero sin saborear las mieles del triunfo, en gran parte debido a su mal carácter. Sus propietarios decidieron buscar otro entrenador, probando suerte con “El MusiúMillard Faris Ziadie.

 

Y justo en el debut con su nuevo entrenador, el 19 de abril de 1959, que Banal logró su segunda victoria, esta vez con la monta de “El LocoJusto Torres Benítez, superando dramáticamente por pescuezo a Caboto en tiempo de 107”2 para los 1700 metros. Luego de figurar segundo a un cuerpo de Monte Albán, el 3 de mayo con Gustavo Ávila logró otro gran triunfo por apenas cabeza ante Plenilunio registrando crono de 109”4 para los 1700 metros.

 

Luego de dos actuaciones incoloras, Banal ganó espectacularmente por un cuerpo a Otón en tiempo de 101”2 para la milla, para ser distanciado y provocarle un castigo a Gustavo Ávila. Pero sin dudas lucía transformado para satisfacción de sus propietarios.

 

Había muchas expectativas con Banal y una muestra de ello fue su inscripción en las dos vueltas del Clásico Fuerzas Armadas que se escenificó el 5 de julio, justo el día de la inauguración del Hipódromo La Rinconada. Y esa inscripción estuvo totalmente justificada, ya que hasta ese momento no había podido hacer alarde de la fama que vino precedido de Argentina. Ganó de tiro a tiro y sin muestras de agotamiento, superando con 4 cuerpos de ventaja a Petróleo dejando crono de 214”1. Don Millard Ziadie también mostró su calidad como corredor, pues fue a recibir a su pupilo hasta la curva de los 1400 metros y lo trajo de las bridas hasta las tribunas, casi galopando a la par del hijo de Tónico.

 

Banal fue invitado al Gran Premio de Brasil, pero su participación fue desestimada, reapareciendo el 8 de agosto ante el máximo lote en recorrido de 1800 metros, estuvo bien durante un trecho, luego se entregaba a pasos y cuando todo parecía a favor de Petare salió del fondo mismo de la tierra para ganar la carrera por apenas pescuezo y registrando 114”1. A los dos días sufrió un leve accidente. Salió a la cancha montado por Pedro Gutiérrez y de regreso mañoseó un poco y rozó duramente contra un entubado que había en la rampla de ascenso hacia el shut de los 1400 metros, de dicho rozamiento salió con escoriaciones leves y alguna herida incisiva en la pata trasera izquierda. Luego de la evaluación, el Dr. Víctor Lara Díaz indicó que fue poca cosa que lo mantuvo alejado unos 15 días fuera de la cancha.

 

Reapareció en breve el 23 de agosto en los 2000 metros del Clásico Gobernador del Distrito Federal donde Zurrido se agigantó en la punta dejando al hijo de Tónico relegado al segundo puesto a 4 ½ cuerpos. Luego de una carrera fallida, el 11 de octubre con la monta de Balsamino Moreira tomó venganza de Zurrido al que superó por 2 cuerpos en los dos kilómetros la Copa Instituto Venezolano del Seguro Social que recorrió en 127” exactos. Acto seguido desluce ante Petare quedando octavo a 13 cuerpos y finaliza el año figurando tercero a 5 ½ cuerpos de la campeona Pensilvania en los 2000 metros del Clásico Clausura.

 

Reapareció el 9 de enero de 1960 con Gustavo Ávila figurando segundo a un cuerpo de Dos de Bastos. Luego de fracasar ante Chimbol, el 14 de febrero enamoró a sus seguidores al triunfar dramáticamente por apenas ½ cuerpo sobre Golangó agenciando 114”3 para los 1800 metros. Dos semanas después participó en el Clásico Gobernador del Distrito Federal para figurar segundo a 3 ¼ cuerpos de Porvenir.

 

El 13 de marzo figuró tercero a 3 ½ cuerpos de Cheaplove en la Copa Día del Médico y sus propietarios anunciaron que Banal representaría a Venezuela en el magno Internacional 25 de mayo en Buenos Aires. Pero el nieto de Claro fracasó ruidosamente en la Copa Reforma Agraria y en el Clásico Presidente de la República (ambas carreras ganadas por el argentino Porvenir) y finalmente cancelan el viaje.

 

Banal reapareció el 22 de mayo ante el máximo lote con la monta de Jesús Bolívar mejorando al figurar cuarto a 5 cuerpos de Tristán. Y el 5 de julio lo volvió a hacer, demostrando clase, resistencia y mejor preparación, se impuso por segunda vez en las dos vueltas esta vez implantado record de pista de 207"2, 2 quintos superior al record de Senegal en el Hipódromo Nacional El Paraíso. Con la monta de Carlos Pérez en los 700 finales comenzó a arremeter y en los 600 se hizo dueño absoluto de la situación sacando ventaja de cuatro cuerpos para cruzar la meta en ganancia sobre Erice.

 

 

Pero el 31 de julio fracasó ruidosamente al quedar octavo a 12 cuerpos de Carlos V, donde culminó muy sentido de una de sus manos. Fue lenta la recuperación y a medida que mejoraba, Millard Ziadie lo incluyó dentro del grupo de purasangres que iba a llevar a Florida, USA, para continuar campaña en el Norte. Realizó una carrera más en Caracas, el 18 de diciembre durante la escenificación del Clásico Clausura, donde figuró octavo lejos de Pensilvania.

 

Efectivamente Banal viajó a Florida, USA. Luego de tres presentaciones sin ganar, fue vendido por US$15,000. Corrió seis veces más para totalizar 9 actuaciones de las cuales logró ganar una vez además de un segundo para acumular en premios la cantidad de US$10.250. En septiembre de 1962 fue puesto en subasta pública y adquirido por el Sr. H. L. Boileau por apenas US$600. Fue probado como semental en Norteamérica pero no se le conoce descendencia destacada.

 

Su campaña en Venezuela fue de 34 actuaciones para un total de 8 victorias, además de concretar 8 segundos, 5 terceros y 4 cuartos, acumulando en premios la cantidad en metálico de Bs. 329,467.

 

Fuentes: www.anecdotashipicas.com, Ing. Juan Macedo (apuntes personales), Revista Gaceta Hípica, Sr. Gastón Savino, Sr. Roger Pérez.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 28 de abril de 2011

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