Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Sybille Konietzny

Por Juan Macedo

 

En la hípica recordamos con gran respeto a Sybille Angela Konietzny Maasch, la primera mujer que obtuvo, tras largas batallas, la matrícula de entrenador. Sybille es un símbolo en la hípica, que logró múltiples éxitos y figuró como el bastión femenino dentro del mundo de los caballos purasangre. Nació el 25 de febrero de 1948 en Berlín, Alemania, pero sus padres buscando un mejor futuro se residenciaron en Venezuela, viendo transcurrir sus años infantiles y juveniles en nuestra sociedad.

 

Se había aficionado a las cosas del turf desde que su padre, hípico consumado, se aventuró en la compra de caballos, pasatiempo o pasión en la que no tuvo mucha suerte. Siendo una niña, se metía en las caballerizas a curiosear y a participar en las tareas de cuidar a los caballos Terminó su bachillerato en el Colegio Humboldt y fue a Berlín a seguir estudios de cosmetología, profesión que desempeño allá por corto tiempo. Regresó a Caracas y trabajó en el taller mecánico de su padre por algunos meses.

 

Cuenta el historiador Gustavo Noguera BruzualDe repente le entró el entusiasmo por tener un caballo, el entrenador de su padre, Don Héctor Samuel Hernández, la complació y un buen día cuando llegó a su casa consiguió uno de ellos en el patio de la misma. Cuanta alegría, pero a su vez cuanta sorpresa, no lo podía creer. Su adoración por los caballos era extremosa, siempre soñó con poseer uno propio, bueno, ya estaba complacida”.

 

Pero de improvisto, se le metió entre ceja y ceja hacerse entrenadora, sin que su padre se enterara. Fue Jesús Núñez Mier y Terán quien le dio “una mano” para que la joven rubia diera inicio a su aprendizaje. Luego pasó a la cuadra de “YeyoJosé Nuñez Rauseo con quien permanece un tiempo; más tarde a la de Vittorio Catanese con quien duró dos años, hasta terminar en la de Ademar Piñango, con todos aprendió algo y aplicó con acierto los conocimientos adquiridos.

 

En una oportunidad pretendieron imposibilitar (prohibirle es más exacto) el acceso a la pista durante las mañanas de traqueos. Esta fue una de las trabas que quisieron entorpecer las intenciones de Sybille Konietzny de convertirse en la primera mujer preparadora de caballos purasangres de carrera en el Hipódromo La Rinconada.

 

Y fue así, tras largas batallas, venciendo obstáculos y tolerando con la paciencia de una santa un sinnúmero de malos ratos, palabras hirientes y mezquindades humanas, que ella derrotó a todos sus opositores, el más irreductible de ellos personificado en quien para entonces tenía el cargo principal en la Directiva de la Unión de Entrenadores, todos fueron rindiéndose, uno tras otro, ante la férrea voluntad de “la catirita loca esa que quiere ser entrenadora” como decían burlonamente en ciertos grupitos, forjando así la figura de una dama que a esfuerzo propio esperó por su oportunidad. Presentó el examen y lo aprobó, a pesar que no le querían dar la matricula por no tener la Boleta Militar (que en esa época solo se la expedían a los hombres).

 

Pero al final se salió con la suya y se graduó como Preparadora de Purasangres de Carrera junto a Vincenzo Lombardi, Gustavo López Quevedo, Miguel Carrillo, Pablo Gil, Carlos Arocha, Otto Alvarado, Francisco Alayón, Javier Manzur, entre otros. Fue en el mes de mayo del año 1974 cuando esta esbelta rubia consiguió vencer una realidad existente en nuestro país y enfrentó el reto que esto significaba, comenzó ocupando la cuadra tres, compartida con los entrenadores “TilitoyRafael Gómez y Nayib Lameh.

 

Consiguió algunos caballos, todos deshechos, entre ellos los de su padre y comenzó su labor de cada día, sin vislumbrar un triunfo. Cuentan que una ocasión ensilló en el paddock y colocó el número antes que el peso, gracias a Eduardo Azpúrua Sosa que le hizo notar su error. En otra ocasión le dio el pie a Ricardo Ferrer y lo mandó al otro lado del caballo. Son situaciones que al transcurrir el tiempo queda como parte de la experiencia y las anécdotas de nuestro hipismo.

                                                                                  

El 16 de noviembre de ese mismo año Sybille Konietzny ganó su primera carrera con el moro Brigadista, conducido por Guillermo Gonzalez, de quien guarda el más grato de los recuerdos ya que fue uno de sus jinetes habituales, por su honestidad. Pero fue con el caballo argentino Tajo que tiene una anécdota curiosa. Resulta ser que Jesús Nuñez Mier y Terán importó unos ejemplares desde Argentina para Venezuela. Sybille estaba de aprendiz con Don Vittorio y los fue a observar, se enamora de uno de estos purasangres y decidió comprarlo. Por equivocación el vendedor le dio el precio por debajo. Sin el dinero suficiente, logró conseguirse un socio y cuando fue a cerrar el trato, el vendedor le dijo que el precio era Bs. 60.000. Luego de conseguir la diferencia se hizo dueña del hermoso purasangre y le fue entregado a Vittorio Catanese para su entrenamiento, pero en los ejercicios poco o nada enseñaba. En su debut apenas llegó sexto y en la siguiente también tuvo un resultado adverso. Sybille lo envió al Haras Montalbán de Eduardo Azpúrua y al cabo del tiempo éste le comentó que no se le veía mejoría. Ya con la matrícula, Sybille se lo lleva a la cuadra 3 y luego de ponerlo en forma lo comienza a correr, ganando sus dos primeras salidas con la mala suerte de ser distanciado en ambas. Al fin, luego de una productiva campaña, Tajo logró 5 victorias derrotando incluso en una ocasión al veloz criollo Altivo.

 

Pero su gran ejemplar lo consiguió cuando a su establo llegó un propietario italiano para entregarle una potranca hija de Snow Cold de nombre Miss Cocada. Con este purasangre se le cumplirían parte de sus deseos, con la mala suerte de encontrarse a los dos años con Lady Godiva y a los 3 años con Etna, Cigüeña y Provocante. Aun así, ganó el 17 de octubre de 1976 su primera selectiva, el Clásico Edgar Ganteaume, haciendo junta con “El LlaneritoRafael Rodríguez Morales, además del Clásico Congreso de la República y la Copa Rafael Rugero en el año 1977, contando también la buena cantidad de figuraciones selectivas que acumuló en su destacada campaña. Otros buenos purasangres que le brindaron satisfacciones (la mayoría los recibió quebrados y lesionados) fueron Grila, Remolona, White Clover y Match Maker, este último fue con el que realizó su primer retiro de la profesión en 1978.

 

 

Se fue al retiro para contraer nupcias con alguien del medio hípico y de ese enlace nacieron dos preciosas niñas. Compartió sus labores del hogar con los negocios de su padre junto a sus hermanos. Pero su amor y admiración por los purasangres trasciende más allá de lo hípico y volvió al medio en el año 1988 con la yegua Tele Ache, pero con poca suerte y se retiró en definitiva a cuidar sus dos hijas. Su última victoria fue el 11 de octubre de 1997 con la yegua Revenge en distancia de 1500 metros y la monta de Raúl Velásquez. Su última presentada fue la yegua Hingis el 16 de agosto de 1998 con la monta de Miguel Garcés llegando en el quinto lugar carrera. Acumuló en su carrera como entrenadora un total de 72 victorias.

 

Sybille Konietzny, decana del entrenamiento de purasangres de carrera, una mujer que se enfrentó a lo imposible, lo hizo con dignidad e inteligencia, y logró vencer, abonando el terreno para cualquier fémina que desee ser entrenadora. Mi admiración para esta mujer, ejemplo de perseverancia. Falleció el 20 de noviembre de 2019.

 

Fuentes: Sr. Pedro Alegría, Libro “Pasajes y Personajes del Hipismo Caraqueño” de Gustavo Noguera Bruzual , Diario El Nacional, Diario El Universal, Diario Meridiano, Revista Gaceta Hípica, Revista Hipódromo.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 27 de septiembre de 2012

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