Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Marcial Iriza

Por Juan Macedo

 

 El CatireMarcial Iriza nació en la ciudad de Caracas en el año 1940. De una familia de Propatria, donde surgió con su música, las bonitas canciones y la alegría de vivir, quien, desde su llegada a las caballerizas en el año 1958, hizo del Hipódromo (primero El Paraíso y luego La Rinconada) su segunda casa, primero bajo la sombra de Domingo Noguera Mora y luego de Don Luis Monasterios.

 

Ya con matrícula de entrenador de purasangres de carrera, logró su primer triunfo con el criollo Pepino en el año 1960. Pronto el jacarandoso joven comenzó a despuntar como un buen profesional. Sin dudas, el caballo que le dio fama fue Díscomo, por lo que cada vez que escuchamos el nombre de ese caballo, inmediatamente se le asocia con “El Catire”, quien lo tuvo desde potrillo para los colores marrones del Stud Viglayape de Don Pedro Baptista y lo preparó para sus históricas victorias. Con ese caballo logró su primer clásico (Antonio José de Sucre de 1966) y fue su único Campeón (Líder Dosañero de 1966).

 

En el año 1967 Marcial Iriza viajó hacia los hipódromos de la Florida en donde hizo pasantías bajo la vigilancia de los mejores preparadores del medio, buscando una elevación de sus conocimientos profesionales (no tenemos registros oficiales de su desempeño). Esta pasantía se extendió todo el año. Luego regresó a Caracas con más experiencia para reintegrarse a sus funciones de preparador en La Rinconada.

 

 

A pesar de las pocas oportunidades que le brindaron, Marcial Iriza continuó en plan ganador y un día le llegó Juleyma, una extraordinaria yegua que corrió bajo los colores del locutor Alexander Freites Pulido y ex presidente del INH Rafael Rodríguez Navarro, con la que ganó la Polla Acrica de 1971, las Copas Francisco José Sucre y Manuel Fonseca Arroyal de 1972; las Copas Fernando Mitayne y Pedro A. Salas de 1973.

 

También tuvo en su cuadra al norteamericano Léxico, incluso se unió a la aventura con su propietario Pedro Baptista corriéndolo en el Kentucky Derby de 1974, solo que la suerte fue totalmente opuesta que la de Cañonero. Una anécdota curiosa fue la del caso de la yegua La Amarilla, que el 6 de agosto de 1978 parió al amanecer en su puesto de La Rinconada y tres días antes había corrido en prueba pública.

 

Mi amigo Pablo Marín (QEPD) contó lo siguiente “me consta que Marcial era un buen cocinero, en una oportunidad invitó a unos propietarios a su caballeriza donde los invitó a comer conejo al salmorejo, al terminar de degustar tan sabrosa comida, se presentó Marcial con un poco de cabezas de gato, ¡imagínense el gorgorio!, así era Marcial Iriza”.

 

Se mantuvo en la profesión con muy pocos efectivos, su última victoria fue el 23 diciembre 1989 con Tierrita, del Haras Bucaral. El 9 de julio de 1991 dejó de existir Marcial Iriza, su repentino deceso impactó entre sus conocidos, ya que siempre fue una persona jovial que le apasionaba su trabajo, respetuoso con todos y dispuesto a ayudar a quien se le acercaba.

 

Fuentes: Sr. Pablo Marín, Revista Gaceta Hípica, Revista Hipodatos.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, lunes 28 de febrero de 2022

Copyright 2000, Anécdotas Hípicas Venezolanas C.A. Todos los derechos reservados