Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Manuel Azpúrua Sosa

Por Juan Macedo

 

En esta ocasión dedicamos un reconocimiento a la labor realizada durante su vida profesional al eficiente entrenador venezolano Manuel Azpúrua Sosa, que nació en Caracas el 15 de enero de 1929, hijo de Don Manuel Azpúrua Alcántara y Doña Carlota Sosa de Azpúrua, hípicos de reconocida y elevada trayectoria, formaban parte de la pléyade de personalidades que conformaban aquellos años de hipismo romántico, principales baluartes del desarrollo y progreso de la cría nacional, supieron trasmitir a los hijos su gran amor y apego al caballo de carreras.

 

Era un niño inquieto, se consiguió con un hogar donde lo hípico estaba arraigado. Desde muy pequeño, correteaba en las caballerizas donde se alojaban los caballos quo defendían los colores de sus progenitores (Stud Shangri-La y Sra. Carlota Sosa de Azpúrua). Manuelito, como cariñosamente lo llamaban, siempre estuvo al lado de su padre, se levantó en las patas de los caballos. Como no iba a saber tratar a los caballos, a comprenderlos, a manejarlos y a orientarlos, si muchos de los mejores caballos de nues­tra historia fueron tratados en su presencia. De aquel poderoso Stud es justo re­memorar a varios de ellos, sobre todo Tapatapa, Robby, entre otros.

 

Manuelito, hasta entonces un joven observador, se fue entusiasmando por aquello y para el año 1947, obtuvo su matricula de entrenador, eran tiempos distintos ya que bastaba con la voca­ción y la formación, el joven tenia ambas cosas pa­ra iniciar la escalada. En ese año se alojó en las caballerizas de sus padres ejemplares de destacada actuación, entre otros Sinbel, Remiso, Maroc, Buscapié, Diana, Porafuera, Quetzal y Calpullec, estos dos últimos de su propiedad. Estos ejemplares eran entrenados, algunos, por Perfecto Antonio Chapellín y otros por Juan Franco. El joven Manuel se hizo cargo de esos ejemplares a fines del año y casi inmediatamente, el 7 de diciembre de 1947, conquistó su primera victoria con el caballo Sinbel; con este mismo ejemplar consiguió su primer clásico, cuando el 19 de abril de 1948 derrotó al lote en el Presidente de la República.

 

Pero claro está que sólo ejercía la profesión en sus inicios si se podría decir a manera de hobby, por cuanto se resumía a los efectivos de sus padres, a excepción de los años 1950, 1951 y 1955, en que no actuó. Es para 1956 cuando verdaderamente se enserió en su actividad profesional. En ese año alcanza las 13 victorias. En la temporada extraordinaria del año 1958 ganó la estadística con 30 triunfos y la inauguración del Hipódromo La Rinconada lo proyecto aún más, así tenemos que ya desde 1959 se encuentró entre los diez primeros y en el año 1962 ya estaba entre los cinco primeros aparte de los años 1966 y 1967 en que figuró segundo con 106 y 119 triunfos respectivamente, ganó la estadística de 1971.

 

Entre los jinetes con los cuales se identificó mas re­cordamos a “El NegroJuan Eduardo Cruz con quien hizo muy buena liga hasta el punto de adjudicarse muchas pruebas clásicas al lado de este sensacional jockey chileno. Otros látigos a los cuales el popular Manuelito entregó sus caballos, tenemos a Jesús González Palacios, Félix García, Hernán Rengifo, Milton Barra, Nerio Enrique Atencio, Gui­llermo Gavidia, El Supercampeón Juan Vicente Tovar y “El DiabloÁngel Francisco Parra.

 

Su gran hazaña la consiguió con el criollo Socopó, en manos del jinete Luis Bolívar, al obtener la victoria venezolana en el Clásico Simón Bolívar de 1966, siendo esa la oportunidad en que un caballo venezolano obtenía el triunfo en la magna prueba clásica. También sumo otro Simón Bolívar a su record con Straightway en 1971 con Ángel Parra de jinete. Con Blondy recibió grandes satisfacciones, entre ellas Triplecorona para yeguas. Altivo fue un criollo clásico que en manos del eficaz entrenador consiguió dos récords de pistas, el de los 1200 y el de los 1600 metros. El veloz Piamem, un autentico campeón millero con el que se dio el lujo de ganar un sin fin de carreras. Blackie, excelente potranca ganadora de veinte carreras inclusive eventos clásicos. Set N’ Go, el pequeño gigante norteamericano un velocista nato autentico jerarca en estos recorridos hasta la milla. Bethia, otra súper campeona importada ga­nadora de diecisiete carreras entre ellas algunas pruebas clásicas y varias condicionales especiales.

 

Por sus manos habrán de pasar otro buen número de ejemplares de comprobada calidad la lista es interminable pero podríamos traer al tapete a un distinguido grupo de los tantos que en sus manos brillaron a saber: Elegido, Clavileño II, Yves, Oliver, Saltarina, Maniquí, Saudade, Colza, Encantado, Canelo, Khorassan, Petro­nio, Windy, Little Doll, Silva, Le Notre, Maturín, La Rumba, Guache, Futuro, El Pañuelo, Doctor G, Monada, entre otros. Sumando estos grandes caballos y algunos cuantos mas, acumularon para Manuelito un total de 47 even­tos clásicos, compartidos entre criollos e importados.

 

Y es que la ardua tarea que Manuel Azpúrua Sosa se trazó desde sus inicios -ya en forma oficial- fue continua, una labor de cada ponía empeño suficiente en lograr que el ejemplar le rindiera al máximo de sus facultades sin que sufriera ningún tipo de anomalía. Corría a sus purasangres cuando lo creía conveniente y estaba seguro de que aquella prueba le podría ser favorable.

 

Entre sus diferentes actividades en el medio, Manuel Azpúrua Sosa trabajó en sus funciones de criador desde los inicios del Haras Shangri-La en 1945, del cual fue nervio y motor, junto a su hermano Eduardo, cumplió con éxito en este campo donde realizó una labor tesonera. Como propietario fue también exitoso con el Stud Robby y el Shangri-La, de donde recordemos a Elegido, Maniquí, Boeing, Nagasaki, entre muchos otros que por esos establos corrieron.

 

Fue en el año 1979 cuando decidió su retiro voluntario en Venezuela (acumulando 1721 triunfos como preparador de purasangres de carrera) y emprendió su viaje al Nor­te a probar suerte en aquellos hipódromos, que lo hizo con lujo de aciertos. Residenciado en Weston, Florida, tuvo su establo permanente en el Hipódromo de Calder, son muchos los notables corredores que han sido preparados con su sapiencia como los ganadores clásicos Nightmare Affair (tercera en la Breeders’ Cup Sprint 2006), Extended Applause (cuarta en la Breeders’ Cup Juvenile Fillies 1998), Weigelia, Hey Leroy, Wildcat Lily, Summer Set, Vanny Anny, Social Inclusion, Sir Oscar,  Jacksrbetter, Opening Lead, Classic Intuition, Fortunate Review, Gold Dollar, Lucas Brady, entre otros.

 

Se retiró del entrenamiento el 29 de abril de 2016 en Gulfstream Park de manera triunfal con su pupila Ansiedad. Fueron 948 victorias de 9466 presentados en Norteamerica. En fin Manuelito fue un maestro en su profesión nadie lo puede dudar, el hecho de no acumular varias estadísticas no es lo significativo, sino lo constante que ha sido con el mismo ritmo ganador todo el tiempo sin casi altibajos, habiendo acumulado en su haber todo tipo de cotejos importantes y demostrando su calidad sin límites. Falleció el 13 de junio de 2017 en el Florida Medical Center.

 

Fuentes: Revista Gaceta Hípica, www.equibase.com, www.azpuruastables.com, Libro “La Rinconada, Cinco Lustros”

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 25 de marzo de 2010

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