Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Julio Castro Ruiz

Por Juan Macedo

 

A comienzos del siglo XX y coincidiendo con la fundación del Hipódromo Chile en 1904, ejerció un profesional llamado Juan José Castro, con quien comenzó la dinastía de la familia, aún presente en la actualidad hípica chilena con Francisco y Juan Arturo, como también con Francisco Castro López, triunfador en Escandinavia. Pero el Hipódromo Chile siempre recuerda a quien fue uno de los más grandes preparadores, "El Mariscal" Julio Enrique Castro Ruiz, con un clásico.

                                                                                         

Don Julio Castro Ruiz nació el 17 de mayo de 1913 en Santiago de Chile. Comenzó su actividad hípica como entrenador en su país de origen, sus comienzos se desarrollaron en los pastos de Valparaíso Sporting Club, donde hizo sus primeras demostraciones, extraordinarios triunfos en los comienzos de su actuación en Chile.

 

Formó parte de esa pléyade de profesionales que visitó nuestro país durante la década de los 40 y 50. Fue en el año 1949, cuando partió rumbo a Venezuela contratado por el Sr. Henrique Otero Vizcarrondo, propietario del famoso Stud Sud Oscuro. Raúl Bustamante era el jinete oficial de la caballeriza y no tardó en formar un binomio imparable, Don Julio se apoderó de las estadísticas de entrenadores por carreras ganadas de ese año 1949 con 57 triunfos y la de 1950 con 82 victorias (que fue récord de carreras ganadas por un entrenador en un año para el Hipódromo El Paraíso).

 

Preparó también los del Stud de la Sra. Carlota de Azpúrua y el Sindicato del Vidrio de los hermanos Scannone. Al cuidado de los efectivos de esa cuadra, "El Mariscal" ganó numerosas carreras, incluyendo importantes clásicos del calendario hípico venezolano con el chileno Sud Oscuro y el uruguayo Callejas, así logró una fructífera campaña. Por ello se le llegó a llamar con cariño “El Mariscal”.

 

Pero todo no iba a ser gloria, un día de junio de 1951 ganó Toronja, que figuraba en su cuadra y se estableció que había corrido dopada, falta grave que le costó la licencia a Don Julio por ser el responsable ante las autoridades, aunque conocida su honestidad está demás decir que no necesitaba utilizar elementos extraños para ganar carreras. Por esa razón regresó a Chile, meses después se pudo aclarar el hecho, pero ya no valía la pena volver atrás.

 

De regreso a su país, donde ya era famoso como ganador de estadísticas, Castro Ruiz mantuvo su rendimiento. Para resumir la trascendencia que tuvo en la preparación en su país, basta con decir que se dio el lujo de ganar El Ensayo (la prueba mas importante del pacifico sur), desafiando a lo que dictamina la historia. Aquello fue en 1953, con el caballo Saint Oregón conducido por el jinete Guillermo Silva le ganó a Viducana.

 

Volvió a Venezuela en el segundo semestre de 1954, luego de revalidar su licencia, para una segunda jornada de éxitos, a cargo del Stud Cañaveral, en ese año 54 logró 25 victorias con 90 inscritos, figurando entre los 10 mejores y se dio el lujo de ganar el Clásico Simón Bolívar con Carril. En 1956 ganó los Clásicos Junta de Fomento Equino y Luisa Cáceres de Arismendi con Berenjena (hija de Callejas, que también entrenó). A finales de ese año se presentó un brote de anemia infecciona que causa considerables bajas y a Don Julio le cancelan  la matricula por “No cumplir con las medidas de sanidad vigente”. Tras breve paso por su país, regresó a Venezuela invitado por el Coronel José Murillo que le cedió el placer de entrenar a Lanzarina. Tras la muerte del Coronel, Don Julio definitivamente regresó a su terruño donde siguió trabajando como entrenador, siempre con gran rendimiento.

 

Ganó las estadísticas de 1965 y 1966 y mas de 350 clásicos en su rica trayectoria en Chile, entre los que cuenta Fabbiani, Baby JaneJoliment y El Gomero, justamente con este último es con el que mas se asocia, su obra maestra, puesto que en sus manos se adueñó de 22 clásicos, incluyendo su doblete en el Gran Premio Hipodromo Chile (1977 y 1978). Un caballo ídolo del Hipódromo Chile, su atropellada era incontenible y para la anécdota quedó que su jockey en la curva le decía “vamos viejo” y el caballo los pasaba de largo.

 

Julio Castro Ruiz fue un hombre que ha demostrado cuán endeble resulta decir “nadie es profeta en su tierra”. La verdad es que Castro Ruiz ha sido profeta en su tierra y en otras. Detrás de él tuvo el respaldo de una gran mujer: Amanda Aguilera. Sin dudas uno de los mas populares entrenadores que ha actuado en Venezuela. Logró 1752 triunfos en Chile y 245 en Venezuela. En el mes de febrero de 1985 falleció en Chile Don Julio Castro Ruiz víctima de una penosa enfermedad que minó su resistencia física cuando ya estaba virtualmente retirado de sus actividades profesionales.

 

Fuentes: Revista Gaceta Hípica, Diario La Nación, Sr. Roque Yoris S.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 16 de diciembre de 2010

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