Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Gustavo López Quevedo

Por Juan Macedo

 

Gustavo Fernando López Quevedo nació en la ciudad de Caracas, hijo de Don Juan López y Aponte y Doña Zarahy Quevedo Anzola. Pasó su niñez observando con interés el éxito de su hermano, el Dr. Raúl López Quevedo, en el mundo del hipismo.

 

Llevado por la pasión hípica que le transmitió su hermano, decidió compartir sus estudios de Licenciatura en Química con el aprendizaje de entrenador de purasangres de carrera. Estuvo durante dos años y medio en la cuadra de Eduardo Azpúrua Sosa, tiempo suficiente que le permitió adquirir los conocimientos necesarios para optar por la matrícula de entrenador. Al momento de recibir su matrícula en el año 1974, también vio con satisfacción culminada su carrera universitaria, al punto de que solo le faltaba presentar la tesis de grado (meta que cumplió al poco tiempo) y recibir su Licenciatura en Química.

 

Gustavo López Quevedo mostró desde sus inicios gran dedicación a su trabajo y aptitud para entender los caballos. Su primer triunfo en el Hipódromo La Rinconada lo obtuvo por intermedio de Sisi el 15 de junio de 1974 conducida por Jesús Peña. Fue un gran debut, ya que ese año con apenas 31 presentados logró conquistar 7 triunfos. Su primer triunfo selectivo, la Polla de Acrica, fue el 11 de abril con la yegua Romanina. Ejemplares como Volcán, Deck Deck, Montesano, Luna del Sol, Pagoda, entre otros, rindieron mucho con sus cuidados. Se mantuvo en la actividad como profesional del entrenamiento siendo un constante ganador.

 

 

Pero fue a finales del año 1984 que recibió en su cuadra a Tres Diablos que, a base de su gran velocidad, fue un deleite para los asistentes al Hipódromo (este caballo fue capaz de ganar el Clásico de los Sprinters de 1986 y seis días después triunfar en los 2000 metros de la Copa Revista Hipódromo). En el año 1985 le llegó a la cuadra una buena flota de dosañeros, entre otros de la inversión de un gran propietario y criador llamado Antonio Paz, de los cuales destacaron en sus manos Capaz (en el año 1986 los Clásicos Congreso de la República, Hipódromo La Rinconada, General Joaquín Crespo, Gustavo J. Sanabria, Fuerza Aérea Venezolana, Instituto Nacional de Hipódromos y Polla de Acrica; en el año 1987 el Clásico Andrés Eloy Blanco) y Napaz (en el año 1986 Clásico Alberto Smith y Selección de Fedeharas). Ese nuevo ritmo ganador se mantuvo durante el resto de la década de los años ochenta e inicios de los noventa.

 

 

Valga recordar a otros purasangres que estuvieron en la cuadra de Gustavo López Quevedo: Trajano (Copa Enrique Soto Rivera de 1988), Don Gustavo, Square News, Anthor, Mercante, Silverado, Western Prince, Malt Shaker, Rociero, Caporella, Tarascada, Dr. Fernando, Milenor, Tangible, entre otros. Luego de ganar con Ligor el 13 de julio de 1991 y presentar el 14 de julio a Lady Bird (que figuró segunda de Lentejuelas a 4 cuerpos), decidió retirarse de la profesión del entrenamiento de purasangres. Acumuló un total de 267 triunfos. Pero se mantuvo ligado al hipismo como propietario y directivo de la Cámara Venezolana de Propietarios.

 

 

Su hijo Bernardo siguió los pasos como entrenador de purasangres, incluso ha sido líder de la estadística en el Hipódromo Nacional de Valencia, poseedor de un récord difícil de superar, ya que con King Juancho ganó el 24 de junio en Valencia el Clásico Batalla de Carabobo en 2400 metros y el 5 de julio (11 días después) también ganó con el mismo ejemplar en el Clásico Fuerza Armada en 3200 metros, disputado en La Rinconada

 

 

Gustavo López Quevedo falleció el sábado 22 de agosto de 1992 víctima de un infarto. Se le rindió homenaje póstumo el domingo 23, donde profesionales y funcionarios hípicos se congregaron frente a las tribunas de La Rinconada para guardar un minuto de silencio en su memoria.

 

Fuentes: Ing. Juan Macedo (apuntes personales), Revista Gaceta Hípica

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 30 de noviembre de 2023

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