Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

El Cubita

(Ven, 2014, Mr. Maccool en Lady Lankford por Wekiva Springs)

Por Juan M. Arredondo Q.

 

Algo muy común en el hipismo es especular sobre la posible capacidad de un purasangre, frecuentemente oímos decir sobre muchos ejemplares (¿Demasiados tal vez?) la frase “ese es un campeón” aun antes de hacer su estreno. Por lo general es un comentario que en la práctica no se concreta por diversas razones, pero de vez en cuando surge uno que con el tiempo llega a demostrar que no estaban equivocados quienes así pensaban en sus inicios. Acá queremos recordar a un noble pistero que a nuestro juicio cumplió esa premisa, un campeón sin corona llamado El Cubita, al que rendiremos un sencillo homenaje.

 

Nacido el 11 de abril de 2014 en el incipiente Haras Urama, hijo de Mr. Maccool en Lady Lankford por Wekiva Springs. Su padre (USA 2005, Giant’s Causeway en Glory’s Light por Halo) fue un ganador de tres en 25 salidas que produjo US$205.267, incluyendo un triunfo en el Jersey Derby en Monmouth Park. Debido a su excelente origen (su padre fue por varios años líder en producción monetaria a través de sus hijos, recién en 2022 fue desplazado por Tapit) fue traído a Venezuela como semental, lamentablemente dejó solo dos producciones pues murió en 2013. Con apenas ocho hijos registrados claramente El Cubita fue el mejor de ellos, aunque Ana Mercedes llegó a ganar seis carreras el resto estuvo muy lejos de su calidad.

 

Su madre (USA 2002, Wekiva Springs en Motel Swing por Bates Motel) fue una ganadora de 7 en 36 salidas que produjo US$139.513 en campaña. Adquirida por US$14.000 en la subasta mixta de Keeneland realizada en 2008, fue traída a Venezuela preñada por Giacomo de un producto que se llamaría My White Diamond (de 18-2) nacida en Haras Los Aguacates. Ya en el Urama en 2011 dio a Aremis (por Seek Smartly), ganador de una en cinco actuaciones; en 2014 produjo a El Cubita (por Mr. Maccool), por lejos su mejor hijo y en 2015 tuvo a Falconia (por Z Humor), ganadora de una en catorce salidas.

 

Corrió con la chaquetilla del Stud Haras Urama perteneciente a su criador (Alejandro Ceballos), quien le confió su cuido y entrenamiento al campeón Juan Carlos Ávila. Dotado de un físico impresionante, el vistoso tordillo siempre superó la barrera de los 500 kilogramos durante su actividad, aunque seguramente esa virtud también contribuyó a reducir el número de actuaciones que pudo desarrollar.

 

No tuvo salidas como dosañero, quizás el hecho de nacer en abril y su tamaño fueron factores decisivos para postergar su inicio pistero. No obstante, en el transcurso de los primeros meses de 2017 sus ejercicios habían llamado la atención de los cronometristas, quienes esperaban con ansias el debut de ese potrazo que venía dejando registros muy llamativos durante sus aprontes, aunado a su espectacular físico.

 

Su estreno se produjo el 20 de mayo de 2017 en prueba para debutantes y no ganadores, contando con la guía de Manuel José Melean. Cotizado como el primer favorito en taquilla (1/2), aunque no tuvo la mejor de las partidas rápidamente su jinete lo movió y lo puso segundo, a partir de allí su calidad se puso de manifiesto para concretar una fácil victoria por 3 ½ cuerpos sobre Grand Boris que lo escoltó, dejando un respetable 71”1 para los 1200 metros.

 

Aunque su triunfo fue convincente y pareció demostrar que estaba de paso por esos lotes, casi nadie esperaba verlo inscrito en el Clásico Cría Nacional que se disputaría el 2 de julio como segundo peldaño de la triple corona nacional. Tomando en cuenta que contaba con solo una actuación y en tiro de 1200 metros, lucía apresurado intentarlo tan pronto frente a los mejores de la generación en los 2000 metros, aunque sus traqueos señalaban que andaba en el aire: según Jorge Castillo (Mundo Hípico) su último trabajo fue de “1200 en 78”1 r11”4 con acción de Ferrari, se ganó por 10 cuerpos a Debonair Gold en pelo” al punto que era uno de los principales favoritos en taquilla.

 

Sin embargo, ese día saldría a relucir su difícil carácter, pues una vez cuadrado (costó bastante hacerlo) su indocilidad lo llevó a golpearse con el aparato, debiendo ser retirado segundos antes de darse la partida. El triunfo de un outsider como Diegol por vía de galope en ese evento nos hace presumir que El Cubita debió estar decidiendo esa prueba de haberla corrido, evidentemente cae dentro del terreno de la especulación porque nadie puede saberlo a ciencia cierta.

 

 

Y si para la mayoría fue sorpresiva su inscripción en el segundo peldaño, cuando se anunció que de todos modos lo llevarían al tercer peldaño en ese mismo mes no fueron pocas las opiniones que lo calificaron como “una locura”, considerando que apenas tenía una carrera de experiencia (en 1200 metros) y ahora le tocaría recorrer el doble de esa distancia, ya que el Clásico República Bolivariana de Venezuela se celebra en 2400 metros.

 

El 29 de julio era la fecha fijada para celebrar ese evento sin la posibilidad de tener algún aspirante a la triple corona, ya que Prince Humor ganó el José Antonio Páez y Diegol ganó el Cría Nacional. Ahora montado por Carlos Rojas, cerró como el segundo favorito en taquilla (8/5) detrás de Diegol (4/5), lógico primer aspirante luego de su reciente triunfo. Siete participantes en total, todos por vez primera a recorrer la distancia de fondo.

 

Durante el desarrollo de la misma El Cubita corrió al estilo “acordeón” ya que su jinete lo contuvo tanto al inicio que quedó al fondo del pelotón, luego el ejemplar solito avanzó y se colocó cerca de los punteros al giro de la primera curva, después volvió a quedar último en plena recta de enfrente, avanzó con decisión a la punta faltando unos 600 metros abriéndose a la entrada de la recta final, para finalmente caer con fuerza en los últimos metros y perder desde el segundo puesto a 2 ¼ cuerpos de Mannschaft, que agenció un regular tiempo de 157” para los doce furlones.

 

¿Influyó la inexperiencia de El Cubita? ¿Lo perjudicó su carácter y ser un potro difícil de correr? ¿Se había equivocado su jinete con la estrategia? ¿Era más la bulla que la cabuya? Muchas preguntas quedaron en el aire con esa actuación, desde esta tribuna solo podemos reconocer que para ser un potro cuya única salida había sido en tiro corto el tordillo realizó una demostración que superó las expectativas, mostrando que tenía calidad para ser de los mejores.

 

En el marco de la Gala Hípica del Caribe que se disputaría el primer fin de semana de septiembre, al potro decidieron inscribirlo en el Clásico Invitacional del Caribe cuya distancia es de una milla. Allí le tocaría medirse a varios veteranos de calidad, incluyendo uno muy rendidor que a la postre resultó ser el vencedor como lo fue My Trainning Mate.

 

La carrera de El Cubita fue buena pues terminó en el segundo puesto a 1 ¾ cuerpos de un ejemplar más fogueado y duro de vencer en esa distancia que cubrió en 97” flat (MTM fue el campeón millero ese año), pero si vemos el vídeo podremos apreciar la ventaja que cedió al girar la curva final muy abierto, lo que a nuestro juicio influyó de manera decisiva para el resultado final.

 

 

Su siguiente salida sería la carrera más importante del calendario hípico venezolano, pues sus allegados decidieron llevarlo directamente al Clásico Simón Bolívar que por lo general se celebra el último domingo de octubre. Buscando un mejor desempeño en su cabalgadura se consiguió que el astro criollo Ángel Alciro Castillo fuese el jinete designado para guiarlo, habiéndolo traqueado en días previos para conocerlo mejor. Aunque El Cubita llegaba al magno evento siendo todavía un ganador de una carrera, sus actuaciones hacían ver que contaba con mucho potencial corredor por explotar.

 

El 29 de octubre se dieron cita los mejores ejemplares del patio, con la novedad que durante el transcurso de la semana se decidió que fuese Robert Capriles quien montase al tordillo nacido en el Haras Urama, por razones que hasta la fecha no quedaron del todo claras para la afición en general (hubo mucha polémica en ese tiempo por ese cambio inesperado, sus allegados sabrán el motivo de esto).

 

Lo cierto es que ya en carrera durante los primeros metros se notaba muy contenido a El Cubita, por lo cual venía ocupando posiciones secundarias. Quizás esperando en demasía para hacerlo correr, el avance del tordillo vino después que el favorito Gran Will (reconocido stayer) hiciera un temprano movimiento (estimulado por el veterano Jaime Lugo) para buscar a los punteros antes de girar la última curva logrando pasar a dominar con claridad en plena recta final, mientras El Cubita tenía que conformarse con escoltarlo a unos 2 ½ cuerpos, dejando tiempo global de 154”4 para los 2400 metros.

 

Pese a no contar en su currículo con ningún triunfo selectivo, sus tres segundos consecutivos en eventos de Grado 1 le hacían claramente merecedor de un puesto como representante de Venezuela en el Clásico del Caribe que se iba a celebrar en Gulfstream Park durante el mes de diciembre, acompañando a la campeona tresañera La de Horacio y al triple coronado valenciano Tuki Montón. Se escogió al campeón criollo Emisael Jaramillo como su jinete, y en sus ejercicios previos lucía tan buena condición que cerró como el primer favorito en taquilla (5/2) en un evento internacional frente a once rivales.

 

Lamentablemente el resultado no fue el esperado, accionando en posiciones intermedias en las primeras de cambio fue capaz de colocarse tercero faltando unos mil metros para la meta, aunque luego no pudo seguir avanzando. Poco a poco fue perdiendo posiciones hasta finalizar noveno muy lejos de la mexicana Jala Jala que con Irad Ortiz Jr se impuso por vía de galope dejando crono de 112” para los 1800 metros.

 

Recuerdo claramente como buena parte de la fanaticada venezolana se dedicó a criticar despotricando de nuestros representantes, tildándolos de “chivos” y particularmente con El Cubita se mencionó que nunca había logrado ganar eventos de corte clásico. Si buscamos ser objetivos, ciertamente la actuación de los criollos en Gulfstream se puede calificar como fracaso, pero siempre es pertinente evaluar los atenuantes que hayan podido tener para conseguir ese magro resultado.

 

De regreso a Venezuela, ante la decisión de Juan Carlos Ávila de radicarse en USA para proseguir su carrera profesional, El Cubita pasó a ser entrenado por Carlos Luis Giardinella. Su nuevo trainer se dedicó a trabajar con él para superar los efectos que naturalmente un viaje internacional le causa en los ejemplares, dándole tiempo para recuperar condición y ponerlo en forma para afrontar su temporada como cuatroañero.

 

Reapareció el 4 de marzo de 2018 en G-1 (“su lote natural”) con la monta de Robert Capriles, siendo invalidado por las autoridades del INH por considerarlo “sobrado de lote”. Pese a que su partida no fue la mejor, pronto se abrió paso entre sus rivales para que al giro de la primera curva ya estuviese en la posición de vanguardia. El resto del camino fue “coser y cantar” porque se dedicó a pasear con gran comodidad, siendo movido por su jinete en plena recta final para concretar un soberano galope de 13 cuerpos sobre Switch Hitter dejando un respetable tiempo de 111”2 para los 1800 metros.

 

Su siguiente salida sería en la prueba de mayor jerarquía de nuestro calendario hípico durante el primer semestre, como lo es el Clásico Presidente de la República. Generalmente celebrado cada 19 de abril, ese año no sería la excepción, reuniendo a siete de los mejores ejemplares del patio. Algunos de ellos tenían hasta campeonatos en su haber, lo que hablaba de la calidad del lote a enfrentar por El Cubita.

 

En una carrera que no dudamos en calificar como memorable, el vistoso tordillo logró ponerse en la punta al giro de la primera curva y mantenerse allí hasta el rayado, donde fue superado en un final increíble por la mortal atropellada de Le Capannelle y Gran Will, los cuales le relegaron al tercer lugar apenas a un pescuezo del vencedor mientras Supremo arribaba cuarto a un cuerpo, protagonizando el que a nuestro juicio es la llegada más emocionante para este evento durante el actual siglo (comparable a aquel recordado final entre Trinycarol, Ristre y Tajoreal en 1983).

El 19 de mayo intervino en la Copa Remarkable News estrenando la monta de Jean Carlos Rodríguez. Aunque de nuevo se mediría a Le Capannelle (vigente líder maduro, invicto en tres salidas durante el año), Supremo (Caballo del Año 2016) y Jorge Zeta (Caballo del Año 2015) entre otros, la taquilla cerró con El Cubita como el principal aspirante (1/2) quizás tomando en cuenta su extraordinaria condición física.

 

Dominando al lote prácticamente desde el inicio de la prueba, el destacado corredor brindaría a la afición una exhibición contundente de su clase al imponerse por vía de galope, superando por 7 ¾ cuerpos a Le Capannelle que lo escoltó y tercero Supremo, agenciando crono de 121”4 para la distancia de 1900 metros mientras se anexaba el primer triunfo selectivo de su campaña.

 

 

El 17 de junio fue inscrito en el Clásico Ejército Nacional Bolivariano enfrentando a sólo tres rivales, allí logró mantener supremacía al repetir su performance anterior, pues desde la partida se adueñó de la punta y se desplazó sin enemigos hasta la raya, finalizando con ventaja de 5 ¼ cuerpos sobre Le Capannelle que nuevamente debió conformarse con el segundo lugar, marcando 122”1 para los dos kilómetros.

 

 

Este par de triunfos contundentes ante el ejemplar que venía comandando a la caballada madura del patio hacían presagiar que el reinado de El Cubita sería para largo y sin enemigos a la vista que pudieran amenazar su liderazgo, ratificando ahora en su madurez aquellos buenos conceptos que se emitieron sobre él desde sus inicios para verlo ahora convertido en un campeón. Pero los imponderables de la vida se harían presentes y el valioso corredor se lesionó el sesamoides de su pata izquierda (@jorgepignoloni, 29-06-2018) dando inicio a una especie de novela que duró año y medio.

 

Queremos acotar que antes de realizar la que fue su última actuación, ya corrían algunos rumores sobre la presunta lesión de El Cubita que según decían no tenía chance de ganar por esa razón. Tras el triunfo de forma contundente, trascendió que en efecto presentaba la lesión que mencionamos en el párrafo anterior. Sin embargo, en el Twitter oficial del Haras Urama (@HarasUrama) publicaron un tuit el 27 de junio acotando que era totalmente falso lo de su lesión, alegando que gozaba de perfecta salud.

 

Pasaron los meses y el tordillo seguía ausente de las pistas, sin volver a competir en pruebas públicas. Durante ese lapso se trató médicamente al animal buscando que superara sus dolencias, incluso al inicio de 2019 se reportó que estaba en cancha (La Rinconada) buscando ajustar condiciones para su reaparición, pero lo cierto es que con el transcurrir del tiempo se comprobó la seriedad de aquella afección que tuvo como consecuencia el final de sus días como pistero.

 

Como amantes del hipismo nos entristece cuando cualquier purasangre se lesiona, pero cuando le ocurre a un ejemplar que parecía tocado por la mano divina para eventualmente llegar a ser uno de esos campeones recordados por mucho tiempo es muy probable que nos duela un poco más. Justo cuando parecía haber llegado a su mejor momento le sobrevino esa inesperada patología que obligó a sus allegados a retirarlo para la cría definitivamente durante diciembre de 2019, ocupando el rol de semental en su Haras natal.

 

Su campaña en Venezuela numéricamente se resume así: 4 triunfos (un clásico y una copa) en 8 salidas, completando con 3 segundos (todos clásicos) y un tercero (a pescuezo en un grado uno), con premios de Bs. 866.977.120 para su propietario. A eso debemos agregarle su fallida incursión en Estados Unidos para disputar el Clásico del Caribe, con resultado desfavorable pues no figuró.

 

No llegó a conquistar ningún campeonato (iba rumbo a ello), pero mostró clase corredora y un potencial que probablemente no llegó a más por sus dolencias. Lógicamente, más de uno acotará que lo que no pudo lograr es consecuencia directa del “mal manejo” al que fue sometido, con inscripciones “apresuradas” o sin respetar los lotes de manera adecuada. Todo eso queda en el mar de la especulación, son intangibles que sirven para amenizar las sabrosas charlas sobre el hipismo que podemos desarrollar con otros aficionados a este apasionante deporte, nada más. Ha destacado en la cría por intermedio del campeón dosañero Arcano.

 

Fuentes: Ing. Juan Macedo, Prof. Winston Hernández, www.pedigreequery.com, Sr. Jorge Castillo (Mundo Hípico), Sr. Jorge Pignoloni (@jorgepignoloni), Haras Urama (@HarasUrama)

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, martes 31 de enero de 2023

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