Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Colombina

(Ven, 1963, Hypocrite en Carlota Corday por Morwell)

Por Juan Macedo

Durante el año 1962 el longevo Hypocrite, a sus 18 años, estaba “quemando sus últimos cartuchos”. Había sido Líder Semental durante los años 1960 y 1961 (y después en 1963 y 1964) pero ya su fertilidad había disminuido. Sin embargo, logró preñar un lote de yeguas entre las cuales estaba Carlota Corday (una descendiente de la inglesa Longwave en la que Don Federico de la Madriz y Pastor tenía en gran concepto para la cría, pero no logró ese gran campeón que esperaba el dueño del Haras El Ávila). Durante el año 1963 nació en el Haras El Ávila una bella potranca zaina que llamó la atención a propios y extraños. Fue adquirida para lucir en el Hipódromo La Rinconada los colores negros con una “V” oro del Stud Jualic.

Sus propietarios decidieron registrarla en el Stud Book con el nombre de Colombina. Fue alojada en la cuadra de “La Estrella de Messina” Vittorio Catanese, quien se encargó de su doma y entrenamiento.

Colombina heredó el mal genio de su padre Hypocrite y fue un dolor de cabeza para los integrantes de la cuadra. Luego de mucho batallar, el 20 de febrero de 1966 fue el debut de Colombina con la monta de Luis E. Key ocupando el quinto lugar a 8 cuerpos de Bella Dama. Luego de varias figuraciones, fue en su quinta salida cuando “rompió el celofán” con la monta de “El Chancho con Chaleco” Carlos Pérez al cruzar el disco en ganancia con ventaja de 4 cuerpos sobre Cambiazo, agenciando 88”4 para los 1400 metros.

Colombina cumplió una pasantía en el lote de ganadores de una carrera hasta el 18 de junio cuando derrotó en buena lid a Veraprima con ventaja de 1 ½ cuerpos y crono de 81”3 para los 1300 metros. Subida de lote logró tres buenas figuraciones y fue el 24 de julio cuando reverdeció laureles con la conducción de “El Negro” Juan Eduardo Cruz al trasponer la meta con ventaja de 5 cuerpos sobre Lancera recorriendo los 1800 metros en 119”1.

Luego de figurar cuarta a 3 ½ cuerpos de Italia y tercera a 9 cuerpos de Mayonesa, la hija de Hypocrite inició una racha de seis triunfos ante buenos corredores criollos como Royal Crown, Oropel, Coquivacoa, Ejás, Ángel, Mighty River, Mayonesa, Tiznao, entre otros, que le permitió ascender hasta la Serie A, máximo lote común para los nativos. Tal fue ese desempeño que sus propietarios decidieron enfrentarla a la campeona Vélika en los siete furlones de la Copa Francisco José Sucre que se corrió el 22 de octubre, pero su desempeño no fue el esperado llegando lejos de la hija de Viviani. En los días posteriores se notificó de una lesión en una de sus manos que justificaría esa derrota. No corrió en el resto del año. Contaban las malas lenguas que el jinete Carlos Pérez le tocó escoger entre Colombina y Oropel, decidiendo por la nieta de Hyperion; esa decisión le complicó la vida porque al aceptar esa monta, la dueña de Oropel (la Sra. Maruja Estevez, que era su vecina) le hizo la vida imposible hasta el punto de irse de su casa y comprar un apartamento en Altamira, ¡gajes del oficio!

Reapareció a los cuatro años de edad el 19 de febrero de 1967 con la monta de Carlos Pérez figurando quinta a 11 cuerpos de Coquivacoa. Tres semanas después participó en los 1800 metros de la Copa Charles R. Röhl donde Colombina salió a marcar parciales hasta los 400 finales siendo dominada por Royal Crown, pero la valiente hija de Hypocrite no dio tregua y tras intensa lucha cayó con todos los honores desde el segundo a ½ cuerpo, agenciando 114”3 para el recorrido. A la semana regresó al lote común donde atacó al puntero Pintado en los 400 metros y entrando en la recta final logró magnifico pase, de un viaje se vino al comando sacando amplia ventaja, por lo que no tuvo enemigos en los decisivos, ganando en meritorio estilo con ventaja de 5 cuerpos sobre Tifón recorriendo los 1300 metros en 79”3.

Corriendo seguida, Colombina participó en el Clásico José María Vargas, salió desde la partida a luchar contra el veloz Kassar, pero ante la forma ambiciosa como se desempeñaba el puntero, Carlos Pérez decidió contener a la nieta de Hyperion para quedar en el segundo lugar, aventajando por suficiente margen al alazán Prófugo, mientras Socopo iba al cuarto puesto y Poligás al último. Cuando se internaron en la recta opuesta, el jinete de Colombina la estimuló y comenzó a descontar ventaja hasta el poste de los 600 metros, punto donde el avance de Colombina se hizo más efectivo, logrando situarse al costado de Kassar, que forcejeó un rato con su enemiga, para finalmente dejarle la vía franca. De modo que, al promediar los últimos 400 metros, ya Colombina estaba en la delantera y rindiendo mucho, mientras Socopo reaccionaba y caía con fuerza contra Kassar, pues CoIombina era ya virtualmente inalcanzable como quedó confirmado al no tener dificultades en cruzar la raya con gran ventaja de 6 cuerpos sobre Socopo, que finalmente conseguía dominar a Kassar. El tiempo registrado en el teletimer fue de 126”4 para los dos kilómetros.

Colombina regresó al lote común donde contó tres derrotas consecutivas. Fue el 20 de mayo cuando hizo de las suyas en la Copa John Boulton, cruzando el disco en ganancia con ventaja de ¡10 ½ cuerpos! sobre Sonatina y parando los relojes en 101” exactos para la clásica milla.

Un mes después se dio la partida en la Copa Antonio Cuadrado donde la pensionada de Vittorio Catanese conducida por “El Trueno de Antofagasta” Juan Eduardo Cruz, se concretó a actuar tercera de su compañero Regañón y de Anare, esperando el momento indicado para así hacer valer sus aptitudes pisteras. En el poste de los 800 metros pasó a comandar Anare y aprovechó Colombina para acomodarse segunda. En plena curva final, Colombina se hizo efectiva en procura del puesto de honor. Allí controló más de cerca al líder, al que doblegó con facilidad antes de los 200 metros decisivos. Cruzó la meta superando a Poligas por 5 ¾ cuerpos con tiempo exacto de 101"2.

El 1 de julio se corrió la Copa Pedro A. Salas en 1400 metros y en los comienzos de la carrera dejó que su compañera de llave, Cutter, hiciera el gasto en pelea con Bushido. La velocidad de Cutter le permitió andar delante de Bushido hasta promediar los 500 metros, cumpliendo cabalmente su misión de hacer la carrera dentro de un tren conveniente para Colombina, que accionaba con Carlos Pérez sin compromisos en el tercer lugar comandando el resto del lote. Cuando entró en los 400 metros pasó a ganar sin esfuerzos. Desde entonces la carrera no ofreció mayores alternativas. Si acaso presento cierta lucha por el segundo lugar, donde Mighty Ring accionó por dentro trató de comprometer a Sonatina que, finalmente, exigida a fondo por su jinete consolidó su posición de escolta. El tiempo total para el recorrido fue de 86"3. Ciertamente Colombina era la mejor yegua nacional, no clasificada entre los importados donde sí tendría un punto de comparación con Vélika, que fue de su misma generación.

Dos semanas después fracasó desde el sexto detrás de Poligás pero luego mejoró en los 1800 metros del Clásico Fuerzas Armadas de Cooperación donde figuró tercera a 6 cuerpos de Victoreado. Siete días después a Colombina le correspondió ganar ayer la Copa Gustavo J. Sanabria. Cierto fue que esta vez no lució tan superior como en oportunidades anteriores. Concluyó la carrera aventajando por ¾ de cuerpo a Sonatina. Hizo el recorrido de la milla en 101"2.

En las siguiente ocho salidas de Colombina daba señales que no andaba del todo bien, logró algunas buenas figuraciones (como el tercer lugar a 1 ½ cuerpo de Bushido en la Copa Francisco José Sucre) pero no logró cristalizar un triunfo. Finalmente el 19 de noviembre en marco del Clásico Cría Nacional culminó séptima a 25 cuerpos de Farolón.

Colombina logró en una extensa campaña de 44 actuaciones un total de 15 triunfos, además de 4 segundos, 4 terceros, 8 cuartos y 3 quintos, acumulando en premios la cantidad de Bs. 335.860. Fue alojada en el Haras Coquito para fungir como yegua madre y a pesar de tener problemas de fertilidad, se le conocen dos descendientes: la corredora selectiva Colomba y el ganador Colombi. Finalmente murió el 11 de diciembre de 1982.

Fuentes: www.anecdotashipicas.com, Ing. Juan Macedo (apuntes personales), Revista Gaceta Hípica, Diario El Nacional, Sr. Manuel Corral, Sr. Juan Luis Orta, Sr. Otto León C.

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 29 de febrero de 2024

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